El cineasta Carlos Saura,
a sus 89 años, reflexiona en su nueva película musical, “El rey de todo el
mundo”, y está dispuesto a hacer “un cine más de autor, pero no me dejan, lo
rechazan”. Así lo cuenta a Begoña Piña en su entrevista en Público. Una
película más en la larga lista de musicales-Saura, en la que de nuevo trabaja
con Vittorio Storaro. “Son ya cuarenta años desde que hizo el primero, ‘Bodas
de sangre’, con Antonio Gades. Y más de sesenta desde su primer largometraje, ‘Los
golfos’. Medio centenar de películas, decenas de premios y reconocimientos. El
mejor cineasta español vivo de la música mexicana, de su cine, de los espejos y
del paso del tiempo”.
Saura reconoce estar
siempre preocupado por cómo se hacen las cosas. “Aquí es como si fuese yo el
protagonista y pensara en cómo voy a hacer la película y en cómo voy a contar
la historia. Es la historia de un autor buscando hacer su obra. Aunque, como
autor, sé que a veces la historia se desborda y sobrepasa la idea que tenía el
creador”. En este caso, pretender decir algo sobre las mujeres. “Siempre he
estado del lado de las mujeres, desde el principio de mi vida y en todas mis
películas. He tenido siete hijos, seis hijos y una hija, pero es la mujer la
que es la madre de todos los hombres, y eso es una cosa que se olvida. Por
encima de todo está la madre, el factótum de todo”.
Para él los grandes de la
imaginación en el cine son sólo tres, Bergman, Buñuel y Fellini… “La imaginación
es maravillosa y es más rápida que la luz. Es una maravilla, el gran invento
del ser humano”. Begoña le pregunta si no imagina ya
películas que no sean musicales. A lo responde que sí, “pero es que no me
dejan. Tengo un proyecto de hacer una versión nueva de Elisa, vida mía, pero
las televisiones no lo quieren, lo ha rechazado todo el mundo, los productores
no quieren financiarme ese tipo de películas… Pero sí me gustaría hacer un cine
más de autor, más personalista. Aunque debo decir que todo el cine que he
hecho, quería hacerlo”.
A la pregunta de si siente
que España le ha menospreciado, Saura reconoce que sí. “España me ha
despreciado, desgraciadamente, es verdad. Ha sido gracias al reconocimiento que
he tenido fuera que he podido seguir haciendo cine. Cuando presenté ‘La caza’
en el Festival de Berlín (la película fue Oso de Plata a la Mejor Dirección),
un crítico español me dijo: ‘Vaya una mierda de película que has hecho’. Me
pasó lo mismo con ‘Cría cuervos’ y con ‘Carmen’. La crítica que hizo El País
era tremenda. Tanto que me fui a Canadá, donde Geraldin (Chaplin) iba a rodar
con Robert Altman, porque pensé que nadie iba a ir al cine a ver Cría cuervos…Lo
que pasó con esas películas, me ha pasado muchas veces con las demás. Nunca he
tenido buena relación con la crítica, pero sí hubo un tiempo en que las
críticas me hacían replantearme todo lo que había hecho. Luego, me remito a la
frase de Cortázar: ‘Hiciste tus errores porque es tu personalidad’.
Carlos Saura reconoce que siempre ha estado obsesionado con el futuro, “por lo próximo que voy a hacer. Es que eso es lo único importante. El pasado es lo que ya has hecho. Ya no importa. Y con el cine me pasa igual que con las fotografías. Haces una foto y ya es el pasado. Haces una foto con el móvil, que es rapidísimo, y lo que tienes es el pasado. Nunca veo mis películas”.
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