Miles d manifestantees en contra.
El enfrentamiento con
Rusia a raíz de la expansión hacia el este de la Alianza Atlántica tuvo uno de
sus momentos álgidos en febrero de 2007. El presidente ruso, Vladímir Putin,
manifestó ante la Conferencia de Seguridad de Múnich que el acercamiento de la
OTAN hacia sus fronteras constituía “una provocación” que dinamitaba la ya
endeble confianza mutua y obviaba las garantías mínimas de seguridad ofrecidas
a Moscú tras la disolución del Pacto de Varsovia en 1991. Hoy,
en el 40º aniversario de la entrada de España en la OTAN, la capital de España
acoge la cumbre de la alianza militar liderada por Estados Unidos. Lo hace en
el contexto de la invasión rusa de Ucrania, posterior a la decisión de
organizar en España la reunión, y de expansión con una OTAN renacida con el
proceso de entrada de Suecia y Finlandia tras ser calificada en 2019 en “muerte
cerebral” por el presidente francés Emmanuel Macron.
El año 2008 fue otro de
esos hitos del emponzoñamiento de las relaciones de la OTAN con Rusia. El
primer resultado de esta apuesta fue ese mismo año la guerra de Georgia, por la
levantisca región de Osetia del Sur, que se saldó con la derrota ante el
ejército ruso, garante de los osetios. La invasión de Ucrania se produjo medio
año después de que Estados Unidos y Ucrania firmaran el 1 de septiembre de 2021
una Declaración Conjunta de Asociación Estratégica destinada a hacer imparable
la integración en la OTAN, algo considerado por Moscú como inaceptable en
cualquier circunstancia. El actual secretario general de la OTAN, Jens
Stoltenberg, lo dejó claro en vísperas de esta Cumbre de Madrid: “Rusia ya no
es un socio, sino una amenaza para nuestra seguridad, para la paz y para la
estabilidad”. Ahora, de la duración de la guerra y del aguante de Rusia y
Europa ante su desgaste bélico y económico, dependerá el que la OTAN pueda
consolidarse como el único gran bloque militar del siglo XXI y mirar hacia
otros horizontes de expansión.
Hoy y mañana, la cumbre
de la OTAN abordará en Madrid la crisis ucraniana, la eventual ampliación de la
Alianza a Suecia y Finlandia y, por ende, el incremento en 1.300 kilómetros de
las fronteras directas de la organización militar con Rusia. Marcará a Moscú
como un peligro mundial a corto plazo y a China como un desafío inquietante a
medio y largo plazo. Y se decidirá el rumbo a tomar en relación con la
construcción de sociedades más enfocadas a la seguridad y la defensa impulsando
la disuasión.
Pero varios miles de
personas (2.200, según Delegación de Gobierno y 30.000, según la organización)
de una decena larga de colectivos diversos de izquierda desfilaron el domingo por
Madrid para protestar contra la OTAN, en vísperas de la cumbre de la alianza
atlántica. Bajo el Lema “No a las guerras. No a la OTAN. Por la paz”, la
comitiva recorrió el trayecto entre Atocha y Plaza de España recuperando los
cánticos de las manifestaciones de los 80 contra la organización militar, como
“bases fuera”, sin que se produjesen incidentes. Paloma Trapero, de la Asamblea
Popular contra la Guerra, considera a la OTAN “criminal” por “contribuir al
enfrentamiento entre pueblos, al derrame de sangre y a la militarización de
nuestras sociedades”. Y destaca que la diplomacia, la negociación y una
educación para la igualdad son los únicos caminos posibles hacia la paz.
Manifestación contra la OTAN en Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario