El Carnaval inspiró una
nueva protesta laboral de los trabajadores del Aeropuerto de Menorca. Una
acción sorpresa -según Menorca. Info- en la que se simuló un funeral por “los
puestos de trabajo no repuestos” en la instalación gestionada por AENA. Y Ramón
Carreras, el delegado sindical de Comisiones Obreras, lideró la performance,
ataviado con la casulla y la mitra de un obispo. Tampoco faltó la lectura del
testamento d’AENA i ENAIRE a Menorca por estos empleos, en forma de versos,
como estos:
Menorquines
i menorquins, no us deixeu enredar,
el
que passa en el nostre aeroport,
no
va gens dret, més bé va tort,
i
més prest que tart ens hem d’ajuntar,
per
en es Govern Central reclamar,
una
solució per arribar a bon port.
De
sortida i també d’entrada,
per
a sa gran majoría de personal,
sigui
turista, resident, foraster o nacional,
aquesta
infraestructura és emprada,
sense
personal no pot funcionar com Déu manà,
i
açò és un conflicte de dimensió social.
En la protesta, los
trabajadores se lamentaron de que cinco plazas no hubiesen sido cubiertas en el
Aeropuerto menoquín pese al aumento de tráfico de la instalación, que cifran en
un 44 por ciento en cuanto al número de pasajeros desde 2015. También recuerdan
que AENA ha declarado unos beneficios de 500 millones de euros entre enero y
septiembre de 2022.
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