Veintiséis meses lleva ya
Pablo Hasel en prisión por rapear que los Borbones son unos ladrones. Mientras
tanto, el rey emérito Juan Carlos I, que vive en Abu Dhabi, colocara a Froilán
en una petrolera por 120.000€/año y comprara el silencio de Iñaki Urdangarin
con 25.000€/mes, ha vuelto desde ayer a Sanxenxo, en donde permanecerá por unos
días. El Gobierno no “comenta” la visita y el alcalde de
Sanxenxo, Telmo Martín, aseguró que el Ayuntamiento no realizó ningún tipo de
preparativo para la llegada del monarca ni se reforzó la seguridad de manera
especial, más allá de la que necesita la propia competición de vela a la que el
emérito acudirá.
Para el portavoz
nacionalista en Sanxenxo y candidato a la Alcaldía, Francisco Leiro, la imagen
de la localidad que dejan las visitas del rey es muy negativa. “Parece como si
fuéramos un paraíso judicial para los corruptos: Juan
Carlos de Borbón no puede ir a ningún sitio salvo a Abu Dabi y a Sanxenxo”,
señala el candidato del Bloque. “Es cierto que a cierto segmento social
puede gustarle, pero la mayoría se sienten avergonzados”, asegura. Y el
diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, aseguró en Madrid que su
formación “rechaza de forma tajante la visita del Borbón huido de la justicia”
y subraya que no es bienvenido en Galicia porque los gallegos no quieren que su
país “dé cobijo a la corrupción del Estado”. “Quedamos mal como sociedad”,
añade Marta Gómez, secretaria xeral de Galiza Nova, las juventudes del Bloque,
que, el año pasado, organizaron protestas contra la presencia del emérito en
Galicia y que no descartan repetirlas ahora. “Todos los sucesos que rodean la
figura del rey emérito no hacen más que demostrar que la monarquía española es
una institución “corrupta que atenta directamente contra los valores
democráticos de nuestro pueblo”, asegura Gómez, quien expresa su rechazo a que
la visita “quede impune y pase con la complicidad de la Xunta, del Gobierno del
Estado, del PSOE y Unidas Podemos y también con el beneplácito del Partido
Popular”.
Para el portavoz
nacionalista en Sanxenxo y candidato a la Alcaldía, Francisco Leiro, la imagen
de la localidad que dejan las visitas del rey es muy negativa. “Parece como si
fuéramos un paraíso judicial para los corruptos: Juan Carlos de Borbón no puede
ir a ningún sitio salvo a Abu Dabi y a Sanxenxo”, señala el candidato del
Bloque. “Es cierto que a cierto segmento social puede gustarle, pero la mayoría se sienten avergonzados”, asegura. “Quedamos
mal como sociedad”, añade Marta Gómez, “Todos los sucesos que rodean la figura
del rey emérito no hacen más que demostrar que la monarquía española es una
institución corrupta que atenta directamente contra los valores democráticos de
nuestro pueblo”, asegura Gómez, quien expresa también su rechazo a que la
visita “quede impune y pase con la complicidad de la Xunta, del Gobierno del
Estado, del PSOE y Unidas Podemos y con el beneplácito del Partido Popular”.
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