En la tarde del Domingo
de Ramos, en la localidad malagueña de Vélez-Málaga una imagen de la Virgen del
Rocío comenzó a arder mientras se encontraba en plena procesión por las calles
del municipio. El accidente ocurrió al incendiarse unos de los cirios que
conforman la candelería contra la saya de la imagen y caerse encima de ésta. Según
explicaron los testigos, la vela se cayó hacia atrás al levantar el trono,
provocando el fuego en la saya de la virgen.
A pesar de los intentos
de los feligreses que intentaron apagar las llamas con las manos desnudas, se
quemó al menos la saya, un brazo, parte de la cara de la virgen y el pelo. Tras
extinguirse por completo el fuego, se decidió cubrir a la Virgen con una manta,
dando por suspendida la procesión. La “Pollinica”, que iba unos metros más
adelantada, también se dio la vuelta. Como resultado del inesperado incendio,
se generaron momentos de mucha confusión y lamentos entre los participantes y
asistentes a la procesión. De hecho, mucha gente corrió y se refugió en zonas
cercanas para no poner en peligro a los menores que acompañaban.
Es el segundo incendio
que afecta a una dolorosa andaluza. El primero sucedió tres días antes, en la
parroquia Santísima Trinidad de Chiclana, afectando al manto de la imagen de
María Santísima de los Desconsuelos, que sufrió daños graves. Si la cosa sigue
así, cada paso debería ir previsto de un conjunto contra incendios lo que
aumentaría la seguridad y el folclore procesional.
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