“Mohana Kameli es una
joven iraní de 24 años que fue la voz de su pueblo durante las recientes
protestas en Irán, contra 44 años de opresión e injusticia sociopolítica,
cultural y económica del régimen mulla. Mohana protestó en las calles de
Teherán y escribió los muros de la ciudad con lemas contra el dictador. En
septiembre de 2022, durante una protesta, resultó gravemente herida en la parte
inferior de la pierna por un arma de fuego de la Guardia Revolucionaria y, más
tarde, fue atropellada por unos motociclistas, que le hirieron gravemente en la
cabeza y le rompieron un brazo. A pesar de todo, Mohana siguió participando
activamente en las protestas de Teherán hasta el 12 de diciembre de 2022,
cuando los agentes de la Guardia Revolucionaria, tras hacerse pasar por
empleados de la central eléctrica, irrumpieron violenta y brutalmente en la
casa sin dar ninguna explicación, secuestraron a Mohana y desaparecieron. La
madre de Mohana, enferma, murió tres días después a causa del shock. Su padre
ya había muerto en 2018, hacía cuatro años”.
Semanas después los familiares
de Mohana se enteraron de que estaba en la prisión de “Waramin”, una pequeña
ciudad cerca de Teherán, y pudieron visitarla. Pese a sus heridas, había sido
torturada física y mentalmente durante su estancia en prisión. Tras su visita,
sus familiares informaron en redes sociales de su catastrófico estado de salud.
Su herida de bala abierta estaba muy inflamada y sufría fuertes dolores y
ataques de fiebre. Los guardias la trasladaron al Hospital Taleghani, el
hospital universitario de la Universidad Shahid Beheshti, el 12 de enero de
2023. Muchas personas de Teherán quisieron visitarla, pero las fuerzas de
seguridad impidieron las visitas y la trasladaron de vuelta a la cárcel tras
dos operaciones, en contra del consejo de los médicos que la atendieron.
Durante su tratamiento en el hospital, tuvo las manos esposadas a la cama a
pesar de estar enyesada.
Según Change.org, el
apoyo a Mohana por parte del conocido futbolista iraní Ali Karimi contribuyó a su
popularidad entre el público, por lo que el corrupto régimen mulla se preocupó
e intentó engañar al público y negar su existencia. La intención del régimen de
Mulla es ocultar al público el número real de víctimas o sus ejecuciones. A la
sombra de la propagación de la duda y la distracción en público, Mohana fue
condenada a muerte por guerra contra Dios (“Muharebe”) en un juicio urgente a
puertas cerradas sin que se le permitiese ejercer su derecho a tener su propio
abogado defensor.
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