Carmen López publicaba, el pasado sábado en Eldiario.es, un interesante reportaje sobre la crisis climática en el que indagaba por la migración por calor, el fumar o no tener hijos. Y comenzaba recordando a Anna, de 33 años, trabajadora en una ONG, quien todos los días tomaba la decisión de no tener hijos y todos los días acababa dudando. Como ella, muchas personas incluían la variable climática en su cotidianidad y en sus planes de vida. Otros observan, como ella, idénticas conductas. “Después de más de dos décadas enganchado a la nicotina, Francisco Javier García con 41 años y residente en Barcelona, decide dejar de fumar, pero no lo tiene del todo claro. Hace semanas que no llueve en su ciudad y la contaminación se hace patente en el ambiente, respira y eso le hace dudar de su propósito. ‘¿Qué sentido tiene dejar el tabaco por salud si nos va a matar la polución?’, comenta sentado en una terraza. Su tono es jocoso y lo dice medio en broma, pero, en realidad, sí se lo ha planteado, al igual que otros planes vitales a medio y largo plazo, como tener hijos o dónde vivirá dentro de unas décadas. ‘Me parece que dentro de unos años va a ser muy complicado estar en este mundo y los únicos que tendrán opciones serán los que tengan mucho dinero’, afirma. No considera que sufra de ecoansiedad, sino que más bien es realista”. Tampoco Camila N., una argentina de 37 años que vive en Londres ha logrado todavía tomar resoluciones en función de la crisis climática. “Muchas decisiones, como dónde vivir o de qué manera hacerlo, se ven atravesadas por estar viviendo con mi pareja, que no ve las cosas con la misma urgencia que yo. Es complejo tratar de transmitirle al otro mi perspectiva sobre por qué es importante tener en cuenta la variable de la crisis climática y cómo va a afectarnos cada vez más en nuestras vidas y en el día a día de aquí en adelante”, afirma. Ella tiene muy presente el tema porque, después de cursar en Madrid una diplomatura sobre ecología y sostenibilidad, ahora trabaja en una ONG de economía circular, así que recibe datos cada día sobre las previsiones para el planeta. La maternidad es uno de los temas en los que más influencia tienen esas perspectivas de futuro. “Es una variable que tengo en cuenta a la hora de tener hijos, aunque no sea la única”, declara. “Me cuesta mucho imaginar un mundo vivible y disfrutable en un futuro, creo que hay mucha evidencia de que no va a ser así. Entonces siento que es bastante egoísta e inconsciente traer hijos al mundo, sabiendo cómo van a ser las cosas de aquí en adelante”.
Manifestantes por el clima en Madrid (2021). SOPA Images / Getty ImagesEn 2020, la revista Climatic Change publicó el resultado de una encuesta, realizada a 607 estadounidenses de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años, sobre cuánto influye la crisis climática a la hora de reproducirse. Aunque no hay evidencias empíricas de que haya sido un factor definitivo en la toma de esa decisión, sí es cierto que el 96,5% de los encuestados estaban “muy” o “extremadamente” preocupados por el bienestar de sus hijos existentes, esperados o hipotéticos, en un mundo afectado por el cambio climático. El año anterior se había hecho conocido el movimiento Birth Strike, fundado por Blythe Pepino y Alicia Brown, que advertían a los organismos internacionales de que no se reproducirían a no ser que se pusieran a trabajar en serio para 'salvar el mundo'. La iniciativa solo duró un año y sirvió más para poner el foco de atención en el problema que para controlar la natalidad mundial, pero obtuvo mucha repercusión. Para Anna Q. la crisis climática también es un factor muy importante a la hora de decidir si ser madre o no. “La vida no es solo de blancos y negros, sino que es un espectro de cosas. Creo que, porque somos humanos, estamos muy acostumbrados al comportamiento y a tradiciones culturales, y muchas veces puede ser complicado tomar una decisión radical”, sostiene. Ahora tiene pareja y el tema de los hijos está muy presente. Ella tiene 33 años y le gustaría ser madre, pero, por otro lado, la perspectiva del futuro en la Tierra le indica que no es muy buena idea. “Llevo diez años trabajando en el área del medio ambiente y tengo acceso a muchísima información que viene de publicaciones del IPCC o de varias ONG, institutos científicos, etcétera, y no anuncian futuros muy prósperos”. Todos los días se dice que ha tomado ya la decisión de no reproducirse y todos los días acaba dudando. “Para mí es una lucha constante. Hay una parte de mí que dice, bueno, pues si lo voy atrasando, quizá también van bajando las posibilidades y así no tengo que tomar yo la decisión”, dice.
Jorge Fernández tiene 24 años y vive en Alicante. La crisis climática le hace plantearse muchas cuestiones como, por ejemplo, el tema de la descendencia. Él tiene bastante claro que, aunque le gustaría tener hijos, no lo hará por cómo prevé la vida en este planeta. Ha estudiado matemáticas y periodismo y no duda de que su futuro estará condicionado por las condiciones del clima. De momento, dice: “Me he planteado este verano buscar trabajo en Andorra o en algún sitio al norte y de montaña para evitar pasar tanto calor como el verano pasado y poder descansar mejor”. Pero a largo plazo, más que planteárselo sospecha que va a ser algo que tenga que hacer obligatoriamente. “Me parece probable que tenga que emigrar como tantas otras personas al norte de Europa o al menos a núcleos rurales donde el acceso al agua dulce y a la tierra cultivable sea más cercano y equitativo”. Uno de los temas que estudió Camila en su diplomatura de ecología y sostenibilidad fue el mapa con el aumento de las temperaturas en todo el mundo de aquí a los próximos años. Ella y su pareja cambian a menudo de país —“somos bastante nómadas”, declara— y siempre tiene muy presente ese mapa en su imaginario a la hora de escoger cuál será su próximo destino. “No sólo por la cuestión de que va a ser inviable vivir en lugares como, por ejemplo y lamentablemente, España, sino también por una cuestión de alimentos, porque va a ser muy difícil cultivar y tener acceso al agua. Todo eso me genera bastante ansiedad y angustia”, declara. Las olas de calor del verano pasado y las previsiones del aumento de la temperaturas ya han empezado a influir en sectores como el turismo o el inmobiliario. España sigue teniendo en el primero uno de sus pilares económicos y, aunque aún es un destino atractivo para los turistas, esta tendencia podría cambiar de aquí a poco tiempo como se ha especulado desde el Hamburg Commercial Bank y algunos medios internacionales. Además, algunos portales inmobiliarios ya han empezado a publicar en sus webs anuncios como “los pueblos más frescos y calurosos donde comprar casa” y el presidente del Principado de Asturias se ha referido a su comunidad en varias ocasiones como “refugio climático”. Una de ellas fue en julio de 2022, cuando la población asturiana bajó del millón de habitantes. Uno de los que se ha adelantado a pillar sitio antes de que el mercado se sature y los precios de la vivienda se disparen es Luis Ríos, de 47 años. Desde hace tres años vive entre Madrid y Asturias, aunque en los próximos meses su marcha de la capital será definitiva. “Decidí iniciar mi vida en el norte hace muchos años porque la ciudad se agotaba y me agotaba”, comenta. Las razones son muchas, pero principalmente señala que: “Cuando a la contaminación hubo que sumarle hace años el incremento de las temperaturas, la falta de lluvia y mayor polución, la decisión que había tomado hace años se mostró evidente. Asturias era el lugar donde podría refugiarme”.
Manifestantes por el clima en Málaga (2021). SOPA Images / Getty ImagesPrecisamente, algunos asturianos y asturianas no ven que su tierra pueda seguir presumiendo de ser un 'paraíso natural' como hasta ahora dentro de mucho más tiempo. O, al menos, no con su verdor característico. La crisis climática también va a afectar a su zona y ciertas personas ya han comenzado a prepararse para sobrevivir en circunstancias más adversas que las actuales. Una de ellas es Patricia Martínez, de 38 años, quien vive con su marido y sus dos hijos en Nava, un concejo del interior de Asturias, en una casa con una finca de unos 5.000 metros. “En los últimos dos veranos, pasamos de los 40 grados en el interior de la comunidad, una cosa que era muy anecdótica antes. Pasamos de quejarnos por el tiempo a agradecer el agua”, sostiene. Hace un par de años decidieron empezar a plantar árboles frutales, en parte pensando en la sombra y en parte en el abastecimiento de alimentos: “Tenemos manzanos, nogales, melocotoneros, ciruelos e higueras y de matorral como arándanos, grosellas y fresas” comenta. También han puesto en marcha un sistema de recogida de agua de lluvia para regar en épocas de sequía. “Era algo que ya habían hecho mis güelos, pero, de forma casi accidental. En la casa había un canalón roto que goteaba todo el día, así que ponían un balde para que no se mojase el suelo y ese agua se usaba después para dar de comer a los animales o regar, así que recuperamos la idea”. Además, tienen previstos otros proyectos más a medio o largo plazo para mejorar las aguas residuales e instalar paneles solares. “Vemos la casa y la finca como un ecosistema circular”, afirma. Muchos kilómetros al sur, en Córdoba, reside Iñaki Álvarez, de 42 años. Él también ha decidido plantar árboles como una solución para que “no me coma la ecoansiedad”, dice. Sus suegros le han dejado un espacio en su jardín para que utilice como un vivero donde va germinando las semillas que planta en bandejas forestales. “La idea es repoblar en el terreno de la familia con especies de la zona: alcornoques, encinas, algarrobos, almezos. Me permite además estar atento al entorno, buscar árboles nodriza que den semillas idóneas y pensar en hacer lo mismo en otras zonas”. Asimismo, en la alimentación ha tomado medidas. Además de comprar productos de proximidad en la medida de lo posible, ha reducido la ingesta de carnes rojas y procesadas. “Aparte de por las consideraciones de salud, por la cantidad de recursos como el agua que son necesarios para producir cada kilo de carne de vacuno o porcino que consumo”, pero reconoce que es algo difícil de llevar a cabo debido a lo enraizado que está el consumo de carne y embutidos en el entorno familiar y de amistades. Algo parecido es lo que ha decidido hacer Jorge Fernández: “Dejé de coger aviones en 2019, he dejado de comer ternera y cerdo (me haré vegano seguramente) e intento usar menos la luz eléctrica. Y no uso calefacción ni aire acondicionado a no ser que sienta que me estoy muriendo”. Por su parte, Anna Q. también ha reducido su consumo de carne roja y mira mucho de dónde viene la comida, algo que antes no hacía. Además, estuvo un tiempo intentando no coger aviones a no ser que fuese imprescindible, pero considera que poner el foco solamente en los individuos no es una solución y apela a la responsabilidad de empresas y gobiernos al respecto. “Aunque hay muchas cosas que se pueden hacer a nivel individual, a veces es difícil”. En la misma línea, Camila señala que, aunque ella es muy consciente del problema por su trabajo, a veces se ve haciendo cosas que sabe que son dañinas para el planeta. “Por un lado es como si hoy no estuviese pasando nada, pero, en realidad, sí está pasando. Es como la moraleja de la rana que vive en el agua hirviendo y no se da cuenta porque se ha acomodado”, sostiene. “Me observo a mí en comparación a otras personas que sé que no tienen todas estas cosas tan presentes y no veo que yo esté haciendo nada tan distinto. El resumen es que aun sabiendo un montón de cosas no es tan fácil actuar y tomar decisiones serias en consecuencia”, añade.
. Edificio de Torrespaña y las cuatro Torres con la boina de contaminación en Madrid.España incumple las recomendaciones de la OMS en cuanto a calidad del aire y toda su población respira un aire con más contaminación de lo aconsejado para la salud. La mala calidad del aire es, según explica Alejandro Tena en Público, un problema de salud pública en España. Tanto es así que al menos el 16% de los ciudadanos, una de cada seis personas, respiró en 2022 aire con índices de contaminación situados por encima de los valores legales marcados por la Unión Europea. Los datos publicados por Ecologistas en Acción –que ha recabado información a partir de 780 estaciones de medición oficiales repartidas por todo el mapa– revelan que hay 7,5 millones de ciudadanos afectados por la contaminación, lo que supone un aumento de 2,2 millones de personas respecto a los datos de 2021. “La sequía persistente y el uso del vehículo privado son las causas principales de este repunte. El tráfico, no obstante, es el elemento que más contribuye a empeorar la calidad del aire en los entornos urbanos, donde la presencia de material particulado se ha elevado de manera significativa: un 8% las partículas de hasta 10 micrómetros (PM10) y un 1% las partículas de hasta 2,5 micrómetros (PM2,5). En el caso del dióxido de nitrógeno (NO2), las emisiones han bajado un 20% respecto al promedio de contaminación registrada entre 2012 y 2019. El ozono, que depende altamente de las condiciones meteorológicas y de la falta de lluvias, se mantuvo un 21% por debajo de la media de 2012-2019. Los datos evidencian que, en España, el 100% de la población –47,4 millones de personas– respira aire con niveles de contaminación superiores a las recomendaciones de la Organización Mundial para la Salud (OMS). Es algo que ya ocurrió en 2021, cuando el organismo internacional actualizó sus criterios sanitarios para la calidad del aire y aplicó medidas más restrictivas. Antes de que esto sucediera, con índices sanitarios más laxos por parte de la OMS, España registraba un 88,4% de la población en zonas que incumplían los estándares.
La Unión Europea trabaja
ahora en una revisión de su legislación ambiental y planea aprobar criterios
mucho más severos que podrían entrar en vigor a partir de 2030. Con la posible
nueva normativa como referencia, el 80% de la población española, 37,8 millones
de personas, respiraría aire con niveles de contaminación considerados ilegales
por Bruselas”. La contaminación del aire
causa anualmente 25.500 muertes prematuras en el Estado español, según los
últimos datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). De todas las
muertes que se producen al año por la mala calidad del aire, al menos 10.000 se
registran durante episodios de contaminación urbana, según el Instituto de
Salud Carlos III. El incumplimiento sistemático de las normativas de calidad
atmosférica no trae solo muertes, también costes económicos a cargo del gasto
sanitario, así como multas cuantiosas por parte de Bruselas. En 2022, de hecho,
el Tribunal de justicia de la Unión Europea (TJUE) sancionó al Estado por
quebrantar de manera sistemática, desde 2010, los valores legales de dióxido de
nitrógeno en Madrid y Barcelona. Además, el Tribunal Supremo ya ha emitido
sentencias en la misma línea contra Castilla y León, navarra, Catalunya o País
Valencià.
Llegó el verano y al PP
no se le ha ocurrido mejor idea que mezclar el calor con un poco de campaña
electoral y, claro, la han liado parda. A los de Núñez Feijóo no se les ha
ocurrido mejor idea que montar una playa falsa en Madrid, como si España no
tuviera playas de verdad, para pedir el voto de una forma original y de paso
ver si se habla un poco menos de sus pactos con la ultraderecha, que están
saliendo un poco regular. (Tremending) La familia de Antonio Mercero se muestra
indignada por la "apropiación" de 'Verano Azul' por parte del PP.
Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
Extremedurra puede significar la derrota electoral del PP. La fractura está abierta entre el PP y Vox para lamento de Feijóo. (Spanish Revolution)
Que no te vendan tan pronto el fracaso de la izquierda: ni las encuestas más favorables ponen a Feijóo en la Moncloa. La movilización de la izquierda será clave el 23J.
Según los datos de la Dos30, agencia audiovisual especializada en audiencias, el programa presentado por el Gran Wyoming se convirtió el pasado martes en la segunda opción absoluta más vista de su franja, su mejor cuota en un año (0.6%) en su primer tramo, que abarcó penas 10 minutos. Su segundo día más visto en lo que llevamos de curso. La presencia del presidente del Gobierno en plató otorgó al programa un impresionante 11, 9%, tras superar ampliamente el millón y medio de espectadores
La periodista Julia Otero ha criticado con dureza el aumento de los beneficios de la banca, mientras que los tipos de interés siguen creciendo, pero no lo hacen los depósitos de sus clientes. Es decir, que la banca cobre, pero no pague. “¿Estamos en manos de lo que decida el oligopolio bancario?”, inquiere. “Nos preguntamos por qué la subida de tipos que afecta a las hipotecas y los créditos se implementan en cuestión de horas y en cambio a los clientes que tienen depósitos, o sea, ahorros, no les han aumentado el interés”, critica en su programa de radio, Julia en la Onda. La periodista ha comparado la situación de la banca en España y en otros países de Europa, donde “sí se está retribuyendo intereses a los depósitos”. (Tremending).
Los cinco tripulantes, en
paradero desconocido –el magnate de origen
paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman, el explorador británico Hamish
Harding, el explorador francés Paul-Henry Nargeolet y el consejero delegado de
OceanGate, Stockton Rush–, participaban en una misión turística de lujo de la
empresa OceanGate Expeditions para ver los restos del Titanic. Stockton Rush, respondía a sus preguntas
explicando que en la estructura habían trabajado con Boeing, la NASA y la
Universidad de Washington.
Mientras medio mundo seguía,
entre preocupado y fascinado, la historia de los cinco multimillonarios
desaparecidos en el Atlántico, otra embarcación se hundía en las costas
españolas. El piloto del avión enviado por Salvamento Marítimo insistió en que
las aguas en las que se movía la embarcación eran españolas, pero el centro de
coordinación decidió que fuera Marruecos quien se hiciera cargo del rescate. La
embarcación fue descubierta a 150 kilómetros de la costa de Marruecos, por un
avión español de Salvamento Marítimo y la noticia fue comunicada a Marruecos, quien
esperó 12 horas para su rescate. Al menos dos cadáveres, entre ellos el de un
menor, fueron recuperados, después del naufragio de la lancha neumática que
había zarpado de Cabo Bojador (Sáhara). El dispositivo de búsqueda, que incluyó
la petición de ayuda a cualquier barco mercante que navegara por la zona y su rescate
no comenzó hasta las 6:20 de la mañana siguiente.
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, J.R. Mora, Manel F, Vergara, Flavita Banana, Horca, Padylla…
Pep Roig, desde Mallorca:
Los vídeos de esta
semana:
Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, según la OMS
ELECCIONES: El PP convierte esta PLAYA en VIRAL y SÁNCHEZ entrevista a sus MINISTROS | RTVE
PP-VOX: Tiran de
CALCULADORA para medir sus PACTOS tras ROMPER en EXTREMADURA | RTVE
Polònia - Polònia -
Thelma i Louise
Polònia - Polònia –
Preparaos
Polònia - Polònia - Un
Trias de fúria
El otro hundimiento:
cronología de una desaparición en el mar
Nit de Sant Joan - Jaume
Sisa
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