Alberto Núñez Feijóo se vanagloria de sus pactos con la ultraderecha para
acaparar poder territorial tras las elecciones municipales y autonómicas del
pasado mes de mayo. “Hemos triplicado el número de alcaldías”, presume de haber
usado a la ultraderecha solo en “cuatro o cinco ayuntamientos en toda España”,
cuando la realidad es que la derecha gobernará 23 grandes ciudades en coalición
o gracias al apoyo de los ultras, 17 de ellas donde el PSOE ganó.
De vez en cuando, desde
Génova, Feijóo se ve obligado a dar un golpe sobre la mesa. El presidente de
los populares es el primero en condenar dicha postura: “La violencia de género
existe -sentencia- y cada asesinato de una mujer nos conmociona como sociedad. Y,
desde el PP, no daremos ni un paso atrás en la lucha contra esta lacra. No
vamos a renunciar a nuestros principios, cueste lo que nos cueste”. Pero,
el hecho es que las concejalías de Igualdad están desapareciendo en los
principales ayuntamientos en los que PP y Vox han llegado a un acuerdo tras el
28-M. En capitales de provincia como Burgos o Toledo, o en ciudades como
Orihuela o Talavera de la Reina, este departamento desaparece, se integra en otros
o cambia de nombre, haciendo buena una de las exigencias de los de Santiago
Abascal para formar parte de varios de estos gobiernos municipales. Y, en otras
ciudades también se han eliminado las concejalías de Sostenibilidad o Medio
Ambiente, y se han propuesto como primeras medidas derogar planes de movilidad
sostenible y carriles bici, como ha pasado en Valladolid o Elche.
El escritor y periodista
Benjamín Prado se pronuncia, en ElPlural.com, con mucha contundencia sobre Vox,
exponiendo su visión sobre la llegada de este partido a las instituciones, y definiéndolo
como “un verdadero drama”: “Es un importante retroceso democrático. Creo, por
poner un ejemplo, que, en un país donde hay 1.205 mujeres asesinadas desde que
se contabilizan las víctimas y donde se produce una violación cada tres horas,
que salga un descerebrado a decir que la violencia machista no existe, que
encima es el segundo de a bordo del partido en la Comunidad Valenciana, me
parece muy grave. Y que se pacte con ese tipo también es muy grave”.
Prado expone el acuerdo
entre el PSC y el PP para que Jaume Collboni pueda gobernar, evitando así un
posible gobierno independentista en Barcelona. Cree que lo que ocurre en
Cataluña es un reflejo de la política española. “La derecha no pacta con la
derecha, los independentistas no pactan con los independentistas, el PP pide la
luna y se la dan, y pacta también con el Partido Socialista. Es todo un juego
de conveniencias, con líneas rojas que son líneas rojas, pero son líneas rojas
móviles que se desplazan cuando interesan”.
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