Un equipo mutidisciplinar
integrado por 15 técnicos inició ayer las tareas de exhumación en el Valle de
Cuelgamuros, hasta el año pasado llamado Valle de los Caídos, para tratar de
recuperar los restos reclamados por familiares de 128 víctimas de la Guerra
Civil, represaliados del franquismo en su mayoría. En el interior de la
basílica ya se ha instalado un laboratorio forense para que los expertos puedan
trabajar. Impulsada por el Gobierno para cumplir la Ley de Memoria Democrática,
en la operación de exhumación participarán, además de seis forenses, un grupo
de arqueólogos, odontólogos, genetistas y cuatro miembros de la policía
científica, cuya misión específica consiste en ayudar a identificar las cajas
en las que están enterradas las víctimas, si los números de inscripción no se
aprecian bien a simple vista.
Un centenar de familias llevan
años envueltas en un embrollo judicial después de que una sentencia histórica
reconociera en 2016 el derecho a recuperar los cadáveres de los hermanos
Lapeña, fusilados en 1936 y enterrados en el mausoleo franquista. La Ley de
Memoria Democrática también prevé la “resignificación” de este enclave para dar
a conocer las “circunstancias de su construcción” y “el periodo histórico en el
que se inserta”, todo ello con la finalidad de “fortalecer los valores
constitucionales y democráticos”.
Familiares de los
hermanos Lapeña y otras víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista denunciaron
ante el Defensor del Pueblo el incumplimiento de las exhumaciones de sus seres
queridos de Cuelgamuros, como se había establecido en la sentencia emitida el
30 de marzo de 2016. Se cumplen siete años del incumplimiento de la sentencia
histórica que reconocía el derecho a la sepultura digna tras una lucha iniciada
en 2008 reclamando al Estado la devolución de los restos. Manuel Lapeña, hijo y
sobrino de los hermanos Lapeña, murió hace 2 años sin poder ver sus cuerpos
fuera del Valle de los Caídos.
Tras décadas de espera y
de lucha, ayer se dio el primer paso para exhumar los restos de las víctimas
enterradas y reclamados por sus familiares. Después de la exhumación el pasado
24 de abril del falangista José Antonio Primo de Rivera y medio año después de
que los restos del golpista Gonzalo Queipo de Llano saliesen de la Macarena,
los familiares de los represaliados verán la respuesta a sus reclamaciones,
muchas de ellas tras décadas de quejas. En la primera fase, se buscarán los
restos de 18 víctimas enterrados en el nivel 0 de la cripta de la capilla del
Santo Sepulcro, y posteriormente se continuarán las tareas en los niveles 1, 2,
3 y 4 de la misma capilla para encontrar los otros 59 cuerpos reclamados. Para
el resto, los profesionales continuarán los trabajos en otras capillas de la
Basílica.
Ahora, el Ejecutivo
inicia los pasos para sacar los restos de las casi 34.000 personas que se
encuentran en las capillas de la basílica, lo que sigue convirtiendo al
mausoleo en la mayor fosa común de España.
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