Yolanda Díaz retiró la Medalla del Trabajo a Franco.

 

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el real decreto para la Oferta de Empleo Público (OEP) correspondiente al año 2023, que incluye el mayor número de plazas ofertadas para trabajar en la Administración del Estado de la historia. En total, se ofertan 39.574 plazas, un 15,8 % más que en la OEP de 2022, con las que se reforzarán las plantillas en distintos departamentos de la Administración General del Estado, la Administración de Justicia, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas.

Además, se aprobaron 50 millones de euros para el Plan de Empleo de Andalucía y se dieron el visto bueno definitivo a la retirada de condecoraciones o medallas al Mérito al Trabajo al dictador Franco y otros dirigentes de la dictadura. La decisión data del año pasado, tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, pero hasta ahora no se ha podido hacer efectiva la retirada de las medallas correspondientes a los cargos franquistas.

Claramente emocionada, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, anunciaba en octubre de 2022 la retirada de la Medalla, algo que calificó de “anomalía histórica” que se heredaba de anteriores etapas y que pudo ser retirada gracias a la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática.

La Medalla al Mérito en el Trabajo fue reinstaurada por dictadura de Franco en 1942, ya que había sido suprimida por la II República. Bajo su mando, el dictador condecoró a diferentes personalidades que participaron en el alzamiento militar que provocó la Guerra Civil, como el general Juan Yagüe, el secretario general del Movimiento, José Solís Ruiz; el cardenal Enrique Plá y Daniel, el exministro de Trabajo y miembro fundador de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), José Antonio Girón de Velasco o el empresario José Banús.

Las distinciones por la Medalla al Mérito en el Trabajo se condensaron en un llamado Libro de Oro que es, en gran medida, un Libro de la Infamia. Bastaría recorrer sus páginas para comprobar, con estupor, que hemos tardado demasiado tiempo en dar este paso”, contextualizó la vicepresidenta segunda.