En
Mijas, municipio de la provincia de Málaga, decenas de burros permanecen la
mayor parte del día amarrados a una barra de hierro de la que apenas pueden
despegarse unos centímetros. Son los conocidos “burro taxis”, que
transportan a personas
por las empinadas cuestas del municipio y que cargan con diferentes
decoraciones en la cara y por todo el cuerpo que les mantiene aún más incomodos,
mientras tiran desesperados de las cadenas que los mantienen casi inmóviles.
Se
trata de animales obligados a realizar el trabajo de un vehículo de motor,
transportando a personas por las empinadas cuestas del municipio, siendo ésta
una de sus actividades más publicitadas desde su propia oficina de turismo
dependiente del Ayuntamiento. Son animales que desarrollan comportamientos
repetitivos, como tirar de las cadenas que los mantienen casi inmóviles.
Según
Change.org, frente a ese maltrato animal que no puede ser una actividad de ocio,
se exige al Ayuntamiento “la inminente suspensión de este servicio que
interfiere en claro delito de maltrato animal. Porque “los animales no son
esclavos”.
STOP ANIMAL ABUSE
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