El Consejo General del
Poder Judicial (CGPJ) cumplía el pasado lunes cinco años exactos con un mandato
en funciones, caducado según la ley. En todo ese tiempo, el PP ha seguido
controlando a su manera a los jueces teniendo que juzgar casos de corrupción de
su interés, como el 'caso Gürtel', 'Púnica' y otros que le afectaban. Hasta que
el comisario de Justicia de la Unión Europea, Didier Reynders, ha insistido en
que la prioridad en España debe ser la “renovación” del CGPJ. Da así la razón
al Gobierno, que estuvo presente con Reynders en una reunión con el ministro de
Justicia, Félix Bolaños.
El partido presidido por Alberto
Núñez Feijóo admitió a varios medios, que se compromete a estudiar esa
renovación, tras cinco años de mandato caducado. Pero puso una nueva condición:
que el PSOE al mismo tiempo que negocie la renovación de vocales del CGPJ,
negocie desde ya un sistema de elección por los propios jueces. Insiste en que
el objetivo es “despolitizar” el órgano de gobierno de los jueces y “garantizar
la independencia judicial”. Y, en la rueda de prensa de su nuevo portavoz
nacional, Borja Sémper, afirma que la postura cerrada del PP es que antes de
sentarse a negociar hay que aprobar la nueva norma para cambiar la forma de
elegir a los miembros del CGPJ, conforme a sus exigencias.
El comisario de Justicia,
Didier Reynders, insiste en que esa debe ser la “prioridad”, por encima de
cambiar el sistema de elección del órgano de gobierno de los jueces, condición
que vuelve a poner Alberto Núñez Feijóo. Reynders sostiene que la preocupación
de la Comisión Europea es el bloqueo porque está afectando, además, al funcionamiento
de la Justicia y admite que reformar el sistema es más complicado que llegar a
una renovación puntual del órgano de gobierno de los jueces. Sánchez pretende
ponerse en contacto con Feijóo para abordar ese asunto, pero el ministro evita poner
una fecha. “La Comisión Europea está abierta al diálogo y, si nos llega una
propuesta, objeto de un acuerdo de las fuerzas políticas en España, la
estudiaremos”, dijo Reynders sobre la posibilidad de que el proceso se realice
como pide el PP. Pero reconoció que ese planteamiento es más difícil: “Los
procesos de reforma llevan más tiempo que una renovación. Por ello se nos
ocurrió primero la renovación y luego la reforma”.
Juanlu Sánchez habla en
su boletín Aldía de urgencia: “La Comisión Europea ya no sabe cómo decirlo:
España tiene que renovar el Consejo General del Poder Judicial, que lleva cinco
años bloqueado por magistrados conservadores afines al PP y que deberían
haberse ido en 2018. El PP dice que hasta que no se haga una reforma legal para
instaurar el nuevo sistema de elección de jueces que ellos han diseñado, no
activan la renovación. Bruselas dice que es justo al revés: cumpla usted con la
ley, active la renovación. Y ya luego se ponen a negociar la reforma que sea. El
comisario que ha transmitido ese mensaje de ‘urgencia’ es el responsable de
Justicia, Didier Reynders, que no es precisamente de izquierdas y que, de hecho,
fue tomado como faro moral y jurídico por la derecha cuando expresó dudas sobre
la ley de amnistía. No hay que ser adivino para saber que el PP esta vez no
hará ni caso y que, como explica Javier Pérez Royo aquí, seguiremos atascados
en un peligroso callejón sin salida”.
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