viernes, 21 de junio de 2024

Mbappé llamó al voto en Francia ante el auge de la extrema derecha.

 

En un entorno en el que hay pocas voces que se posicionen políticamente, el futbolista Kylian Mbappé daba, hace nos días, un paso sorprendente al pedir a los jóvenes franceses votar en las próximas elecciones. El delantero advirtió de que “los extremos” estaban “a las puertas del poder” y deseaba que el 7 de julio, cuando se celebra la segunda vuelta, todavía estuviesen “orgullosos” de “vestir la camiseta de la selección”. Ante el auge de la extrema derecha, Mbappé, hijo de un inmigrante camerunés y de una mujer de origen argelino, llamó al voto en Francia, destacando lo que se juega en las elecciones. Iñigo Sainz de Ugarte escribe en ElDiario.es que Mbappé defiende los valores de “diversidad, tolerancia y respeto” y reclama a los jóvenes que piensen en lo que se juegan en las urnas. “No quiero representar a un país que no refleja mis valores, nuestros valores. Confío en que aún estaré orgulloso de vestir esta camiseta después del 7 de julio, fecha que podría cerrarse con una victoria de Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, y la formación de un Gobierno dirigido por la ultraderecha”. Después le preguntaron por lo que había comentado su compañero Marcus Thuram, explícito en su llamamiento a votar contra Le Pen. “Comparto los valores de Marcus  -contestó-. Para mí, no ha ido demasiado lejos. Todavía estamos en un país donde hay libertad de expresión y estoy de acuerdo con él”. Por su parte, Unai Simón, portero de la selección española, dijo que los futbolistas “tenemos tendencia a opinar demasiado” y que “los temas políticos hay que dejárselos a otros”.

Las palabras de Mbappé no son muy diferentes a las que pronunció Zinedine Zidane hace más de veinte años antes de otras elecciones. Se llegó a decir que Zidane, nacido en Marsella de padre argelino, habría dejado de jugar en la selección francesa si Jean Marie Le Pen hubiera vencido en las presidenciales de 2002, aunque es cierto que éste no tenía muchas posibilidades. Años después, la ultraderecha se cebó con Karim Benzema. Y, cuando un rapero estuvo entre los elegidos para crear la canción oficial de la selección en la Eurocopa de 2021, Jordan Bardella, número dos de Agrupación Nacional, dijo que eso era una rendición ante la “racaille” (la escoria, la palabra con la que los racistas se refieren de forma indiscriminada a los jóvenes de las barriadas marginadas).

Si la extrema derecha gana las elecciones en julio, Macron podría verse obligado a nombrar a Bardella como primer ministro. Se dice que el fútbol es lo que une a todas las culturas y razas por ser tan popular en todo el mundo. En ese deporte, por tanto, no hay lugar para el racismo, pero tampoco en algunos países se ve bien hacer declaraciones contra esa intolerancia que puedan resultar controvertidas. Es decir, que puedan incomodar a aficionados y partidos políticos de ideas xenófobas. Precisamente hace una semana, el futbolista Héctor Bellerín hacía un llamamiento a votar en las elecciones europeas, entrevistado por Juanlu Sánchez en el podcast de elDiario.es. “Yo sólo le pido a la gente que vote, que yo tengo mucho miedo en el cuerpo, la verdad”, dijo ante la perspectiva del avance de la extrema derecha en el Parlamento Europeo.

Mbappé y los futbolistas que no se mojan. UN TEMA AL DÍA



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