Jean-Luc Mélenchon, candidato de la izquierda francesa.
EFE advierte que La
Francia Insumisa (LFI), el partido de Jean-Luc Mélenchon, amenaza al presidente
francés, Emmanuel Macron, con poner en marcha un procedimiento parlamentario
para destituirlo si no nombra como primera ministra a la candidata que ha
designado la coalición de izquierdas de la que forma parte.
En un artículo publicado
el domingo por La Tribune y firmado entre otros por el propio Mélenchon le exigen a Macron un Gobierno de izquierdas
con el argumento de que “en Francia, el único que manda es el voto popular”. LFI, que es la primera formación del Nuevo
Frente Popular (NFP) en el que también están el Partido Socialista (PS), los
Ecologistas o el Partido Comunista Francés (PCF), trata de poner así más
presión al jefe del Estado, que ha convocado a los jefes de los grupos
políticos el próximo viernes para sondearlos de cara a la formación de un nuevo
Gobierno.
El NFP lleva exigiéndole
desde el 23 de julio que nombre como primera ministra a la que designaron
entonces como candidata, Lucie Castets, con el argumento de que fue su
coalición la que consiguió la primera fuerza en la Asamblea Nacional al término
de la segunda vuelta de las legislativas anticipadas el 7 de julio. En la
práctica, la coalición de izquierdas obtuvo, con sus aliados, 193 diputados de
un total de 577, lo que le deja en cualquier caso muy lejos de la mayoría
absoluta de 289. La extrema derecha
quedó en primera posición en porcentaje de votos, pero el cordón sanitario de
la izquierda y del centro-derecha funcionó en las urnas y no obtuvo más que 143
escaños, con lo que se esfumaron todas sus esperanzas de poder ponerse al
frente de un nuevo Ejecutivo.
El bloque macronista, que
ha gobernado desde 2017, sufrió un severo revés en las legislativas en número
de votos (apenas poco más del 20%), pero el cordón sanitario le permitió salvar
relativamente los muebles y obtener 163 diputados, lo que en cualquier caso le
impide seguir a las riendas del país si no es con una amplia coalición por
ahora difícil de imaginar.
LFI invoca el supuesto
derecho del primer bloque político en la Asamblea Nacional, en este caso el
NFP, a formar Gobierno para denunciar la actitud de Macron, que se está dando
mucho tiempo antes de decidir a quién nombra primer ministro y ha descartado,
al menos hasta ahora, poner a Lucie Castets al frente.En concreto, los
firmantes del artículo avisan de que recurrirán al artículo 68 de la
Constitución, que contempla la posibilidad de destituir al presidente por
incumplir su deber. Pero resulta más que improbable que ese procedimiento pueda
prosperar porque en primer lugar tendría que ser aprobado por la mesa de la
Asamblea Nacional, para lo cual LFI necesitaría al menos el apoyo de los otros
partidos de su coalición de izquierdas, algo que prácticamente ha quedado
descartado con la posición del PS.
Su primer secretario,
Olivier Faure, puntualizó este domingo en su cuenta de X que la amenaza para
ponerla en marcha la firman únicamente los dirigentes de LFI y que lo que dicen
en el artículo de La Tribune sólo los compromete a ellos. Faure señaló que en
caso de que el nombramiento de un primer ministro por Macron, no fuera conforme
a lo que él entiende como “la tradición republicana”, la respuesta tendría que
ser presentar una moción de censura contra el nuevo Gobierno. El líder
socialista justificó esa opción porque “en un contexto en el que la extrema
derecha está al acecho, en el que Emmanuel Macron trata de puentear la voluntad
de los franceses, tenemos que ser responsables y mostrar que somos la fuerza
que garantiza justicia y estabilidad”.
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