Henrique Mariño señala en
Público las decenas de grupos de rock y artistas de música electrónica que rechazan
participar en festivales como el Viña Rock, Sónar o FIB Benicàssim. “Numerosos
grupos y artistas han rechazado participar en los festivales españoles
propiedad de Superstruct Entertainment, comprado por el fondo estadounidense
KKR, después de que El Salto informase de que éste se había dedicado a ‘invertir
en firmas israelíes de ciberseguridad, aportar capital para centros de datos y
poseer la propiedad mayoritaria del conglomerado mediático que ofrece viviendas
en territorios palestinos”. Entre los festivales figuran algunos de los más
importantes del país, como Arenal Sound, O Son do Camiño, FIB Benicàssim o
Resurrection Fest. La deserción se ha producido sobre todo en el Viña Rock, con
un cartel protagonizado por bandas con mensaje, más críticas y politizadas,
aunque también ha sido significativa la reacción de artistas que han pasado por
el Sónar, especializado en música electrónica y de vanguardia, o que tenían
previsto participar entre el 12 y 14 de junio.
Sons of Aguirre &
Scila fue el primer grupo que tomó la decisión de no volver a tocar en el Viña
Rock y en otros festivales propiedad de KKR, a través de Superstruct
Entertainment por colaborar “con diversas entidades sionistas [...], siguiendo
la infame “metodología de la colonización por asentamientos”, pues “uno de sus
tentáculos (la inmobiliaria Yad2) vende apartamentos en zonas ocupadas de forma
ilegal por los israelíes en Palestina” , declaró la banda en un comunicado.
A continuación, muchos
grupos que habían tocado en la reciente edición del Viña Rock, pero también
otras que no figuraban en su cartel, se sumaron al boicot. Entre ellos,
Reincidentes, Fermin Muguruza o Porretas. La reacción también llegó desde los
artistas de música electrónica que han tocado en el Sónar o estaban presentes
en la programación de esta edición, como Ancient Pleasure, Amantra, Animistic
Beliefs, Jeisson Drenth, Manuka Honey, Juliana Huxtable o DJ Sosa RD.
El listado de los grupos
que han rechazado tocar en los festivales de Superstruct Entertainment es interminable.
Y, hasta el momento, los últimos que han manifestado públicamente su decisión
son La Raíz y La Élite, incluido en el cartel del FIB Benicàssim. Toni Mejías,
miembro de Riot Propaganda y Los Chikos del Maíz, animó a que bandas más
mediáticas, de otros estilos más populares y “no tan explícitamente políticas”,
tomasen partido, porque así darían “un golpe en la mesa”.
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