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U Un nuevo informe de Greenpeace alerta de que la mitad de la superficie de las playas españolas —incluidas las de la costa balear— podría desaparecer en unos años. “El cambio climático produce calentamiento, acidificación y desoxigenación de los mares y océanos”, explica una experta. Y la mitad de la superficie de las playas españolas —incluidas las de la costa balear— podría desaparecer en tan solo 25 años. El aumento de la temperatura durante las últimas cuatro décadas ha provocado una subida del nivel del mar que continúa acelerándose a nivel global. La última ola de calor en el Mar Mediterráneo ha provocado anomalías de hasta los cuatro grados por encima de lo habitual en junio de 2025, lo cual tiene un enorme impacto en los ecosistemas marinos. Las consecuencias son graves para multitud de especies, entre ellas la Posidonia oceánica, como pone de relieve el informe “Destrucción a toda costa. Impactos del urbanismo y el cambio climático en el litoral, de julio de 2025”, que publica Greenpeace. Entre las décadas de los 60 y 70, en pleno franquismo, se produjo un crecimiento urbanístico desordenado y sin planificación, fenómeno que se conoció en el archipiélago como balearización. Se trata de un modelo turístico-inmobiliario que más tarde fue exportado por empresas de Balears al Caribe. Así comenzó una transformación inédita del paisaje natural, afectando, sobre todo, a las zonas costeras, cuyas calas y playas vírgenes quedaron salpicadas por el hormigón.
La La saturación turística que trajo ese modelo a la costa balear se ha trasladado también al mar. Muestra de ello es que Balears lidera las matriculaciones de barcos recreativos ante el aumento de la demanda de alquiler de las mismas y que está “en pleno auge tanto con licencia de navegación como sin ella”, recoge el documento. Esta masificación “tiene muchas implicaciones, tanto ecológicas como sociales o económicas”, afirma Aniol Esteban, director de la Fundació Marilles. “Hay más barcos, menos espacios y más riesgo de vertidos e impactos por fondeos”, lamenta. El fondeo ilegal de yates y embarcaciones recreativas sobre la posidonia es uno de los impactos más dañinos para la planta, conocida como el pulmón del Mediterráneo, y que aumenta su mortalidad a partir de temperaturas superiores a los 28 grados. “Existe un riesgo real de que desaparezca en aguas someras a causa del aumento de la temperatura del agua y la intensidad de las olas de calor marinas, con graves consecuencias para los hábitats que conforma y los servicios ecosistémicos asociados”, señala. Además, el aumento de las embarcaciones en el mar balear, junto al riesgo que ello implica en cuanto al incivismo y la erosión de la calidad de las zonas costeras, afirma Esteban, “también afecta a la calidad de nuestra experiencia en el mar”. “Creemos que el sector náutico es el primer interesado en tener un mar bien conservado. Un cambio de modelo es necesario para garantizar el bienestar de la población y el futuro de los sectores clave de estas islas”, asegura el experto, que también es biólogo marino y economista medioambiental.
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Nicolás Ribas, en un amplio reportaje publicado el pasado 26 de julio, informa en Eldiario.es: “El actual reglamento de Marina Mercante permite alquilar embarcaciones durante tres meses al año bajo algunos supuestos que necesitan de autorización expresa. Por ejemplo, en el caso de que se solicite un cambio temporal de uso privado a comercial; cuando se pida una autorización puntual para un viaje o actividad distinta a la que el buque o embarcación de recreo está autorizado o cuando un barco de recreo con bandera extranjera (de la UE o de fuera de ella) quiera operar por primera vez como embarcación de alquiler en aguas españolas. Para ello, deberá pasar un control para demostrar que cumple con los mismos requisitos legales y de seguridad que se exigen a los barcos con bandera española. Esta posibilidad, afirma el grupo ecologista, ha disparado los anuncios en las plataformas ‘por parte de particulares que buscan rentabilizar su embarcación’. El control de las embarcaciones es insuficiente, por lo que proliferan en muchas calas y playas. Los fondeos asociados a los barcos y yates generan, cuando se hace incorrectamente, un gran impacto ambiental sobre los hábitats marinos, así como sobre la posidonia. En este sentido, el Govern balear está elaborando un decreto para aumentar las limitaciones al alquiler de embarcaciones. El alquiler náutico es una actividad estratégica para nuestra comunidad, tanto por su impacto económico como por la necesidad de garantizar que se lleve a cabo de forma segura, transparente y respetuosa con el medio, afirma Juan Manuel Lafuente, conseller del Mar y del Ciclo del Agua”. Por otro lado, demasiada velocidad genera un exceso de ruido, oleaje y movimiento de sedimentos en la costa que afectan a la vida marina y pueden poner en riesgo la seguridad de los bañistas. “Se ha conseguido una limitación de la velocidad de las embarcaciones en la reserva marina del Freu de sa Dragonera”, indica Esteban, un avance que ha sido posible gracias al trabajo de la plataforma Sa Dragonera Blava.
En cuanto a los impactos del cambio climático, las zonas costeras son “especialmente vulnerables”, destaca el informe. A la subida de las temperaturas y los cambios en el régimen de precipitaciones se suma el aumento del nivel del mar, la intensidad de los temporales y el calentamiento del agua. “Las proyecciones para el cambio climático son malas”, afirma Xisco Sobrado, técnico del área marina del GEN-GOB. “Para el año 2030, en principio, tendríamos que haber reducido nuestras emisiones a la mitad respecto a las de los años 90” para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales, recuerda Sobrado, en la línea de los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo, el año pasado ya se superaron esos umbrales. El aumento de las temperaturas por encima de los 28 grados es un peligro para la posidonia, pero también para otras especies marinas, como alerta Biel Morey, biólogo marino y cofundador de Save the Med. Pese a que no hay estudios concluyentes en Balears sobre la influencia que pueda tener el cambio climático en especies como la raya o el tiburón, especies amenazadas también por otras externalidades, Morey recuerda que las olas de calor marinas, como las que ha habido en 2022 y 2023, “muy probablemente afectan a especies que viven a poca profundidad donde pasan etapas críticas de su vida (zonas de cría/crecimiento, o con la finalidad de reproducirse)”.
Otra experta señala, en el mismo sentido, que “el cambio climático produce calentamiento, acidificación y desoxigenación de los mares y océanos, cambiando los hábitats y su biogeoquímica”. Raquel Sunyer, doctora en Ciencias del Mar y coordinadora del Informe Mar Balear, explica que los tiburones que se pueden ver más afectados por el calentamiento “son los que viven y se reproducen en zonas más costeras”. Aquellos que viven en océano abierto, por otro lado, “podrían estar modificando su distribución para desplazarse a aguas más profundas y menos cálidas”, profundiza Sunyer. La ‘tropicalización’ del Mar Mediterráneo tiene como consecuencia, por tanto, fenómenos meteorológicos más extremos. El aumento de un grado de temperatura del agua, indica el estudio, proporciona más energía, “provocando fenómenos meteorológicos más intensos y de mayor duración con mayores impactos en las zonas costeras”. “Tenemos estos escenarios: nos encaminamos hacia un cambio climático desbocado y fuera de control si superamos los dos grados”, lamenta Sobrado. El técnico del área marina del GEN-GOB recuerda que la única manera de reducir las emisiones contaminantes hacia la atmósfera es adoptar “un decrecimiento de las actividades económicas”. Así, Sobrado reconoce que este escenario es complejo, pero el otro, el de los peores efectos del calentamiento global “sería un desastre” para la economía balear. Sería un problema para los propios seres humanos, para su supervivencia. Y hay mucha información científica al respecto“, advierte. Los efectos del clima sobre los ecosistemas impactarán especialmente sobre las zonas con mayor impacto de inundación permanente, en los próximos 25 años, por la subida del nivel del mar y por eventos meteorológicos que se asocian principalmente a humedales existentes o urbanizados (como el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca y la Reserva Natural de S’Albufereta), zonas de influencia de torrentes, y playas de arena. Entre las playas más afectadas por inundación se señalan más de una sesentena en Mallorca, entre ellas, algunas tan conocidas como Es Trenc, Caló des Moro, Alcúdia o Formentor, esta última en el punto de mira debido a la reforma de un hotel de lujo que se habría realizado sin licencia, según diferentes entidades denunciantes. Menorca, que es reserva de la biosfera, tiene más de una veintena de calas y espacios naturales afectados por los mismos riesgos. Entre ellos, el Parque Natural de s’Albufera des Grau, la bahía de Fornells —antiguo puerto de pescadores— o cala en Turqueta.
Patético como la UE se traga todo lo que Trump le impone Trump. “Solo” el 15% de aranceles que nos imponen, pero Europa no puede imponer aranceles recíprocos a los productos USA. Encima se comprometen a comprarles energía y equipamiento militar. Qué VergUEnza. Qué poca dignidad. El Colonialismo colonizado.
“Si ustedes pueden
descansar algunas semanas, les felicito. Y los que no puedan descansar, que
sepan que las vacaciones están sobrevaloradas”, ha pronunciado el líder de Génova
al término de su discurso en el que ha hecho balance del curso político y que
volverá a arrancar el próximo septiembre. Esta reflexión ha suscitado en las
últimas horas un aluvión de comentarios en tono de reproche, negativos y que
vienen a sentenciar lo dicho por Feijóo. “Las vacaciones son un derecho de los
trabajadores. Pero está bien saber que el tipo que quiere gobernar España
considera que están sobrevaloradas. Igual que considera innecesario subir el
salario mínimo”, ha expresado uno de ellos. “Sobre todo cuando no has trabajado
nunca”, decía otro. Asimismo, uno de los comentarios más compartidos de las
últimas horas del jueves rezaba así: “Dice un político que confunde descanso
con debilidad y no sabe lo que es sudar en agosto por 1.184 euros al mes. Lo de
Feijóo es desprecio de clase con corbata, dietas, chóferes y aire
acondicionado”. Otra de las internautas incluso recurrió a la ley vigente para
desmontar la ‘broma’ de Feijóo: “No, las vacaciones no están sobrevaloradas,
son un derecho laboral. Es un derecho irrenunciable que está en el artículo 38
del Estatuto de los Trabajadores”.
Es música en directo al
atardecer, mercados al caer la noche, paseos en bici, encuentros inesperados, y
el sabor del tomate recién cogido. Es
una estación que invita a vivir sin prisa, a conectar con la naturaleza y con
uno mismo. Porque aquí el verano es
algo más: es una forma de estar.
La música no está en las notas, sino en el silencio entre ellas (Wolfgang Amadeus Mozart).
El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Enrique, Manel F, Vergara, Ermengol, Sansón, Santygutiérrez, Malagón, Javi Salado…
Pep Roig, desde Mallorca:
El retorno del Prínsipe Asul. Cap. 50.
Intelligencia desnatural..
El tiempo vuelaaaaaa.
Los vídeos de esta semana:
El Mediterráneo: un
sistema vulnerable
El cambio climático
modifica el ecosistema en el Mar Mediterráneo
Aniol Esteban, director
de la Fundació Marilles
Adaptando nuestras playas
al cambio climático - LIFE AdaptCalaMillor
TURISMO | Residentes se
manifiestan en unacala de Mallorca contra el turismo masivo | EL PAÍS
Las costas que desaparecen
de las Islas Baleares: Una advertencia sobre el cambio climático.
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