Llegó el momento clave para
la mayor de las Pitiüses, desbordada desde hace años de turistas y de basuras.
Comencemos por saber cuándo su Govern está dispuesto a enviar, sus residuos a
Mallorca porque su vertedero no da para más. “No es una solución sostenible ni
solidaria”, lamenta el ecologista Joan Carles Palerm. A falta de
infraestructuras de incineración de los residuos no reciclables en la isla, el
Govern ha decidido, según explica Esther Cabezas, intermediar entre el Consell
de la isla y el de Mallorca para que estos restos sean quemados en Son Reus a
partir de octubre. El vertedero de Ca na Putxa, está al límite. Esta solución permitirá
la clausura de la instalación ibicenca, según Marga Prohens, presidenta del
Govern balear, y el Consell d'Eivissa tendrá que sufragar los gastos del
transporte marítimo.
Según los grupos
ecologistas, la situación de Eivissa se debe a la falta de previsión por parte
de las administraciones públicas, que “no han querido coger el toro por los
cuernos”, y al déficit en la cantidad de residuos reciclados que ha provocado
la saturación del vertedero existente de Ca na Putxa. Sin embargo, ni la
coalición progresista ni los populares incluyeron en el Plan la creación de
nuevas infraestructuras para los residuos no reciclados. Y Joan Carles Palerm,
presidente del GEN: “Si la instalación fuera incineradora o vertedero, hubiese
sido incluida en el Plan Director Sectorial y no estaríamos en esta situación.
La cuestión es que ahora necesitamos tres años para elaborar un proyecto, cinco
años de tramitación para poder construirlo y, luego, hay que hacerlo, como
mínimo, otros dos años, con lo que nos ponemos en diez años. El PP, que ha
gobernado muchos años, “no ha querido coger el toro por los cuernos”. La
situación ahora es límite. Y la isla se verá obligada, sí o sí, a enviar los
residuos fuera, al menos por una década, porque en Eivissa no hay ninguna
infraestructura operativa.
“Las 100.000 plazas de
turismo ilegal también crean residuos. Si no estuvieran, el vertedero nos
duraría cinco años, e igual llegaríamos. Esta situación la conocen todos desde
hace tiempo y nadie ha hecho nada”, puntualizan desde el GEN. “Enterrar la
basura tampoco es una buena opción y, aunque en los últimos años hemos bajado
algo en residuo per cápita, tenemos que disminuir nuestras basuras no
reciclables mucho más, como así lo indica la normativa europea. Esto pasa
porque hay que decrecer. Nosotros preferimos un vertedero que una incineradora
porque incentiva más el reciclaje y la reutilización, ya que tiene una vida
útil y de lo que se trata es enviar allí lo mínimo posible. Pero, si queremos
cumplir con la normativa de Europa, hay que procesar los residuos en una
incineradora sí o sí, debido a la incapacidad para bajar los porcentajes. Si hubiésemos
trabajado mejor estos años sería posible un vertedero, pero así es imposible”,
reitera Palerm. Por lo tanto, “o dejamos la basura en medio de la calle o la
llevamos a otro sitio. Lamentamos que hagan las cosas tan mal, que no haya
margen para poder trabajar en serio y tengamos que esperar hasta que se
construya la incineradora”, especifica.
Llegado 2025 sin ninguna
solución, el transporte de los residuos que Eivissa se va a encontrar con otros
problemas. En primer lugar, se multiplicarán los costes del proceso. “Y, por
otra parte, esta solución implica depender de múltiples factores humanos y
climatológicos que podrían complicar, y mucho, que los residuos no reciclados
salieran de la isla: huelga de estibadores, mal tiempo, imposibilidad de
navegar por averías, etcétera”, comentan desde el GEN-GOB.
Para la formación morada,
la única posibilidad es una planta de Valorización Energética, una
incineradora. “La tecnología ha avanzado para que pueda ser una planta de poco
impacto ambiental y visual. Todo depende del proyecto y de todos los informes
que se tienen que hacer con datos actualizados”, explica Fernández. “Si
trasladamos nuestros residuos fuera de la isla, como ya vamos a tener que hacer
en los próximos años, se necesitará una flota de camiones de gran tonelaje,
unas 40 toneladas, vamos a tener que circular por carreteras que no están
preparadas”, explican en Podemos. Además, ponen de manifiesto la necesidad de
barcos especializados para estas labores. “Cada día pasarían por la ciudad de
Eivissa alrededor de 10 de estos camiones. ¿Estamos preparados para esto?”
Por su parte, el
Departamento de Gestión Ambiental del Consell d'Eivissa convocó, hace semanas,
una consulta popular en la que aún se puede participar. Si los resultados son
concluyentes “formarán parte del proceso de toma de decisiones sobre el futuro
tratamiento finalista de los residuos”, explica la institución, aunque no son
vinculantes. La consulta, que el PSOE tilda de “paripé”, da a escoger entre
“enviar los residuos a la incineradora de Mallorca o construir una planta de
valorización en Eivissa”.