domingo, 9 de marzo de 2025

Cuando la precariedad balear obliga a vivir en caravanas.

Enrique, Begoña y Javier.

Mamuel Martínez y Víctor López cuentan en Público cómo Javier y Enrique vuelven de un Pleno en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. No son concejales ni trabajan en el Consistorio, pero, desde hace algún tiempo, han emprendido una batalla que les obliga a pisar moqueta. Esta misma semana caminaron, también, sobre la del Congreso de los Diputados, donde se reunieron con representantes de Podemos y Més per Mallorca para tratar sus casos. Javier González es pensionista, está bien entrado en la sesentena y vive en el asentamiento caravanista de Son Güells. Era camionero, pero hace cuatro años un ictus terminó de forma abrupta con su andadura profesional y le dejó un 57% de discapacidad. Los altísimos precios de la vivienda en una región entregada al turismo masivo y desenfrenado ponen a los vecinos con un pie en la calle. Les arrebatan la posibilidad de vivir en un hogar. Con su sueldo no le llega ni para una habitación. Tienen el convencimiento de que la estrategia urbanística del Partido Popular en las islas consiste en entregar el territorio a la gente guapa, los yates, los complejos turísticos de lujo y los restaurantes caros. La ley de vivienda no se aplica y los precios escalan hasta colocar Palma entre las ciudades españolas más caras para vivir. Y no sólo por lo que cuesta el ladrillo. Vivir es caro en general porque, en la mayoría de los establecimientos, el precio se ha adaptado al bolsillo de los turistas. Por eso, muchos ciudadanos que jamás se habían imaginado desprovistos de un hogar con paredes y techo han terminado en asentamientos caravanistas, que ahora, para más inri, el Ayuntamiento de Palma quiere desmantelar a través de multas que oscilan entre los 700 y los 1.500 euros. Un estudio de la Universidad de les Illes Balears especifica que el 71% de los residentes en esas autocaravanas son trabajadores y cobran, de media, entre 1.000 y 1.500 euros. La isla expulsa a los mileuristas. 

Los inquilinos de caravanas, Pep de las Heras, de 78 años, y Javier Gonzáles, de 67 años, en Son Güells (Palma).

Por su parte, Enrique Cobos tiene 35 años y vive en otro asentamiento, el de Son Hugo. En la actualidad, trabaja en el sector de la hostelería y, si no hay contratiempos, empezará la temporada en el mes de mayo. Tuvo que abandonar su hogar hace dos años y explica cómo, desde el preciso momento en el que se vio en la calle, su máxima preocupación fue encontrar un sitio fijo en el que vivir. “Si estás en la calle no puedes tener un trabajo porque estás constantemente preocupado por miles de cosas”. Primero, pasó dos meses en la caravana de su hermano y, después, encontró una para instalarse él. Su voluntad, como la de todos los que viven en una caravana —o un coche— por obligación, es recuperar una vida normal, pero hasta entonces reivindican su derecho a pernoctar en los vehículos. Por eso luchan para que la nueva ordenanza que está promoviendo el Consistorio de Palma —con la que se les podrá multar— no llegue a aprobarse. Si eso ocurre, irán a los tribunales con el acompañamiento de formaciones como Podemos o Més, que ya han llevado iniciativas al Congreso para que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, se pronuncie y se implique. Begoña también vive en Son Hugo, tiene 61 años y lleva dos durmiendo en un New Beetle, “un escarabajo, pero moderno”. El campamento acoge a medio centenar de vehículos, furgonetas y autocaravanas; familias, en definitiva, que no pueden pagar una habitación ni un alquiler en la isla. Begoña perdió su casa el 18 de octubre de 2022. “No podía pagar el alquiler y me desahuciaron. Empecé a dormir en el coche, me duchaba en casa de alguna amiga, pero al final me vine al campamento porque necesitaba sentirme medianamente protegida”, reconoce en una conversación con Público. En cuanto a la ordenanza que está preparando el Ayuntamiento, asegura que les “criminaliza”. Es un texto que refuerza los estigmas. “Nosotros no acampamos, vivimos aquí. No generamos basura, ni hacemos ruido por las noches. Eso lo hacen los turistas y tienen barra libre —legalmente— para todo”, insiste. Las semanas posteriores al desahucio fueron "angustiosas". Begoña recuerda que estuvo "dando tumbos" por la isla mientras buscaba piso. “El precio de un estudio con habitación, baño y balcón superaba los 1.000 euros. Eso sin sumar la cesta de la compra o las facturas”, desliza. La vecina lleva en Palma desde los siete años y le quedan “cinco o seis” para la jubilación. El escenario es complicado, pero espera poder retirarse en un piso y “dejar más pronto que tarde” el New Beetle. “Esa es mi idea, me gusta ser optimista”, añade, entre risas.

El problema del alquiler en Baleares obliga a los profesionales turísticos a vivir en autocaravanas.  

Unas 400 personas están viviendo actualmente en caravanas en diferentes barrios de la capital balear. La mayoría por los graves problemas para acceder a una vivienda, debido a los elevados precios, lo que en muchos casos dificulta también el empadronamiento. Así lo ve Pep de las Heras, de 78 años: “Hay gente que está recién operada y por no estar empadronada no tiene visita a domicilio del médico. Después de estar un mes y medio en la UCI está abandonado aquí. No nos quieren empadronar”, insiste. En este enclave a las afueras de Palma viven trabajadores, jubilados y familias con niños pequeños. Según Javier González, de 67 años, “cada vez son más las personas que se plantean vivir en una caravana. Esto es solo la punta del iceberg del grave problema de acceso a la vivienda en las islas. No tenemos otra opción”. Para el alcalde de Palma, Jaime Martínez, la concentración del colectivo de autocaravanas ante la sede del Ayuntamiento representa un ejemplo más de la “dejadez” de las políticas de las dos anteriores legislaturas, tras no abordar las problemáticas sociales ni de vivienda. Además, asegura que la solución debe llegar tanto desde el consistorio como por parte del Consell de Mallorca y el Govern de Baleares.

Sindicato de Inquilinas de Inquilinas de Ibiza y Formentera

La precariedad no sólo invade Mallorca. Ibiza creció al calor del mito hippie. La familia Matutes controló la isla durante el último medio siglo y se hizo con buena parte de las discotecas y los hoteles en primera línea de playa. La isla pronto se convirtió en una máquina de hacer dinero a golpe de ladrillo, un paraíso para las élites, una meca para el turismo de lujo. Ibiza y Formentera recibieron el año pasado casi 3,7 millones de turistas, según datos del Instituto de Estadística de Balears. La población permanente de las dos islas roza los 172.000 habitantes. Esto quiere decir que hubo una media de 21 turistas por cada residente. ¿Las consecuencias? Los vecinos y las clases trabajadoras no tienen donde vivir.  “Los propietarios le sacan más partido al alquiler de temporada y al de habitaciones. Esto nos deja en una situación de desamparo absoluto. Las inquilinas tenemos que vivir de seis meses en seis meses y esto precariza –más si cabe– nuestras vidas. Llega un punto en el que nos vemos abocadas a marchar de la isla o vivir en la calle”, denuncian desde el Sindicat de Llogateres de Ibiza y Formentera. Los datos son todavía más llamativos si tenemos en cuenta la fotografía completa: dos de cada diez casas están vacías y el porcentaje de segundas residencias en todo el archipiélago asciende hasta el 30%. Cristina ha vivido en primera persona la transformación de la isla. “Llevo aquí más de dos décadas; primero venía en temporada, cuando había más trabajo, poco a poco me fui asentando y decidí quedarme todo el año. El problema es que cada vez me resultaba más difícil encontrar piso”, recuerda. El primer apartamento lo alquiló por 600 euros; los últimos, “por 800 y con contratos de temporada”. La presión inmobiliaria la llevó a comprar una autocaravana hace seis años. “Las condiciones no son las mismas que en una casa normal. No tenemos áreas habilitadas, tenemos que cocinar dentro del vehículo, pasamos frío en invierno y calor en verano. Y, por si fuera poco, nos discriminan. Me han llegado a tirar piedras contra la furgoneta, como si molestara”.  Chiara tiene una situación parecida; vive en una autocaravana con su hija de cuatro años. “Llevamos un año buscando piso, incluso habitación. Lo único que encontramos fue un sótano por 2.500 euros. Lo alquilaban por temporadas y me rechazaron porque no querían niños”, denuncia. Los campings tampoco aceptanpor lo general– solicitudes de larga estancia. “El único que me daba esa posibilidad, me pedía 13.000 euros por seis meses y tenía que pagarlos de golpe”, insiste. Perdió su trabajo durante la pandemia y decidió montar su propio negocio. Si no fuera por el dinero invertido, ya hubiera abandonado la isla. El Consell de Ibiza está dispuesto a seguir los pasos de Palma y ha acodado con los ayuntamientos imponer multas de hasta 30.000 euros a las autocaravanas que no cuenten con una reserva y estén aparcadas en suelo rústico. 

El catedrático de Geografía y director de la Cátedra d´Estudis Urbans, Jesús González.

La Universidad de les Illes Balears ha publicado recientemente los resultados de un censo pionero en todo el país, una investigación sobre los campamentos de autocaravanas que pone el foco en el Ayuntamiento de Palma, pero espera “recibir financiación” para extender la muestra a todo el archipiélago. “El trabajo de campo lo hicimos en verano, para tener una cifra lo más representativa posible. Palma tiene cinco grandes asentamientos en los que viven sobre todo personas que han sido excluidas del mercado del alquiler, pero no de la sociedad”, explica a Público Jesús M. González, catedrático de Geografía y director del estudio. La capital balear tenía hace unos meses 150 autocaravanas estacionadas en alguno de estos campamentos, 80 de ellas residenciales. Esta cifra contradice la que ha dado el alcalde de Palma, Jaime Martínez. El popular cifró este mes de febrero en 5.000 el número de vehículos. La universidad sólo ha censado las furgonetas y autocaravanas de los asentamientos, porque “las que aparcan en la calle representan un porcentaje residual”. El 93% de los encuestados confirmó haber buscado otras alternativas antes de acabar pernoctando sobre cuatro ruedas y tres de cada cuatro abandonarían los vehículos si encontraran un alquiler decente. La mayoría, además, son trabajadores de origen extranjero. En estos momentos, la ordenanza municipal de Palma de Mallorca que comportará multas para los caravanistas se encuentra en la fase de la aprobación inicial, pero todavía no ha entrado en vigor. “Si no podemos vivir en una casa porque no tenemos dinero y tampoco en una caravana, el siguiente paso es ir debajo de un puente”, insisten los afectados. Por el momento, albergan la esperanza de que los movimientos tanto políticos como sociales surtan efecto. 

Usuarios de La Fundació Social La Sapiència, Sojorn y Càritas narran su caso para sensibilizar.

Basta echar un vistazo a los asentamientos crecientes de caravanas en las barriadas de Palma para imaginar lo que nos confirman la Sapiència, Sojorn y Càritas Mallorca. “Se incorporan nuevos perfiles a este colectivo: personas trabajadoras que a pesar de tener un sueldo no pueden acceder a una vivienda digna”. Baleares cada vez se parece más a la realidad americana que la directora de cine Chloé Zhao retrató de forma impecable en Nomadland. Muchas son las personas sin hogar que prefieren dormir en caravanas, asentamientos o incluso al raso, antes que recurrir a uno de los albergues públicos. Eso complica un problema histórico: la falta de un recuento real del sinhogarismo en las Islas. Palma es el único municipio de Mallorca en el que se realizan recuentos nocturnos de personas sin hogar. Lo que no se cuenta parece que no existe, pero a la vez el sinhogarismo ha crecido tanto en Baleares que ya no es invisible.  “No hay una cifra de cuántas personas están viviendo en la calle –explica, en Última Hora, Teresa Riera, responsable del proyecto Sense Llar de Càritas Mallorca –, lo que sabemos es que cada día se acercan a los servicios de acogida personas nuevas a las que les tenemos que decir que no tenemos un lugar para que vivan, los servicios están colapsados. Toni Moyà, de la Fundación Social la Sapiència y Jaume Alemany, del proyecto de acogida Sajorn, describen situaciones similares a la vez que piden más sensibilidad a la población en torno al problema de la vivienda.  Conocedores de que la demanda supera con creces a la oferta, los propietarios, de la mano de las agencias inmobiliarias, no solo están subiendo los precios de los alquileres, sino que evitan alquilar a familias con niños, personas con discapacidad u otros colectivos vulnerables a sabiendas de que su singularidad retrasa los desahucios en caso de impago. Baleares es la comunidad en la que más aumenta el precio de la vivienda. Tradicionalmente, las personas se quedaban en la calle en el proceso de empezar de cero en un nuevo país, tras perder su trabajo o sufrir un desahucio. También por adicciones y problemas de salud mental. Esto está cambiando. La mayoría de las personas sin hogar son actualmente de origen Europeo, un 40 % autóctonos de Baleares”.

Un indigente levanta su tienda de campaña frente al Consolat.

Tourinews.es advierte que, en últimos tiempos, las autocaravanas no solo han servido para recorrer el mundo. Debido al difícil acceso a la vivienda y al elevado precio de los alquileres, algunos residentes de las Islas Baleares, muchos de ellos trabajadores turísticos, se han visto obligados a convertir su autocaravana en su vivienda principal. Y es que cabe destacar que el precio del alquiler en Mallorca (Baleares) se disparó en diciembre con el récord de los últimos cinco años: 12,9 euros por metro cuadrado, según el último informe de Idealista. Desde 2012, el precio de los alquileres se ha disparado más de un 50% en Palma de Mallorca. Unas condiciones que hacen que muchas personas tengan que vivir en autocaravanas. Antonio, de 55 años y directivo de hoteles en la isla, tiene problemas para encontrar un alquiler debido a su contrato de fijo discontinuo. “Aunque ven que con tu sueldo sí que puedes pagar una vivienda, como tienen otras opciones, los propietarios prefieren elegir a una pareja, que tengan dos sueldos”, cuenta Antonio. A pesar de tener trabajo e ingresos, Enrique vive desde hace cuatro años en un espacio de ocho metros cuadrados al no poder afrontar el gasto de un alquiler. “No puedo pagar durante los meses de invierno 1.000 euros entre alquiler y gastos generales. La realidad de todo es que los pisos tienen precios altísimos y el coste de la vida es muy alto. Tengo necesidad de vivir”, señalado en declaraciones al periódico El País. Por otro lado, Joan — de 53 años, y, hora en paro—, señal que, antes de adquirir su caravana estuvo viviendo tres años en su coche. Además, con su edad, tiene claro que no quiere compartir piso con gente que no conoce. “Compartir tiene que ser una opción, y no una obligación”, expresa. En definitiva, los precios altos, el difícil acceso a una vivienda y la falta de ellas ha provocado que muchos residentes baleares tengan que vivir en coches o autocaravanas. Esto hace que, cada vez con mayor frecuencia, muchas personas pidan la regulación del precio del alquiler para poder acceder a una vivienda digna.

Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:  

 '7.291', la obra en ARCO que recuerda a los muertos en residcias madrileñas.

La feria de arte contemporáneo, que abrió sus puertas en Madrid el pasado viernes, exhibe este año una obra que disgusta a la presidenta del Gobierno madrileño. Son 206 galerías de hasta 36 países. 7.291 es el título de la instalación, firmada por Ramón Mateos. La obra es un homenaje explícito a las personas que murieron por covid en las residencias madrileñas durante el confinamiento tras los protocolos de la vergüenza aprobados por el Gobierno de Ayuso que impedía su traslado a hospitales públicos de Madrid. La instalación también hace referencia al documental homónimo de Diego Galán y recibe el mismo nombre que la plataforma de familiares de los fallecidos.                                                                

Trump quiere callar a los estudiantes con cárcel y expulsiones. Si protestas en la universidad y no le gusta, te puede meter en la cárcel o echarte del país. Así de fácil. Libertad de expresión, ¿para quién? Si una universidad permite protestas "ilegales" (según él), se queda sin fondos federales. Trump no gobierna, amenaza. Los estudiantes extranjeros que protesten serán deportados. Los americanos, expulsados o encarcelados. Democracia al estilo Trump. Quiere que sean espacios de obediencia. No pienses, no critiques, no te manifiestes. ¿Qué sigue, listas negras de estudiantes? Lo que empieza en los campus acaba en toda la sociedad. Trump no solo va contra los estudiantes, va contra cualquiera que se atreva a desafiarle. (Spanich Revolution)

Marco Rubio con la cruz de ceniza por el inicio de cuaresma, mientras amenaza con masacres en público. Para que la distopía sea aún más teatral. Este fundamentalismo religioso mientras no paran de delinquir, ser cómplices de asesinar niños y mujeres, abandonar a los pobres y sobreproteger a los ricos que han acabado llevando el templo mientras expulsan a Jesús del mismo.

Dijo una vez Charles Chaplin: “Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima. Pasé años buscando la aprobación de los demás, hasta que entendí que la única aprobación que realmente importa es la propia. El verdadero amor comienza en uno mismo, y cuando lo encuentras, todo lo demás encaja”. (Ankor Inclán)

Esta foto es increíble

A primera vista, parece como si alguien estuviera leyendo en el agua, pero cuando te acercas, te das cuenta de que no hay ninguna persona, ningún libro, ningún estudio, sólo una ilusión. La vida es muy parecida. Parece de una manera, pero debajo de la superficie, es completamente diferente... (Mishelle Mayer)

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Manel F., Vergara, Ferreres, Santygutiérrez, Puebla, Riki Blsnco, Horca… 








Dos hombres, un destino.
Una historia de amor en Madrid.

Rearme.
Mis investigaciones. 
Lo que vio Mariano.

El nuevo orden.

Alberto contraataca. 






Pep Roig, desde Mallorca:

El retorno del Prínsipe Asul (Cap. 29)

Los vídeos de esta semana:

"Vivo en una Caravana porque NO puedo Pagar un Alquiler" #SinCensurar

Crece el número de asentamientos de caravanas en Mallorca

El Carnaval más artístico de Madrid que reivindica derechos: "Hay que dar el cante"

Oscar 2025: una gala con sorpresas y la presencia de Karla Sofía Gascón

Carlos Mazón canta "Me maten" de C. Tangana

Trump, Zelenski, Putin, Macron i Pedro Sánchez canten "Gangsta's Paradise" de Coolio

Control de fronteres

La tornada de "La Caixa"


sábado, 8 de marzo de 2025

Cuando el gato domestica al hombre.


El gato es un animal que ha logrado domesticar al hombre. No es el hombre quien ha domesticado al gato, sino al revés.

El gato eligió vivir con el hombre, pero en su propio término. Se trata de un animal que no ha renunciado a su libertad, que no ha renunciado a su soledad. Y, sin embargo, el gato es capaz de amar. Ama con una pasión que es casi humana y con una intensidad que es casi dolorosa. El gato ama con su cuerpo entero, con su alma entera. El gato ama sin condiciones, sin reservas.

Y cuando el gato ama, es como si el universo entero se detuviera. Como si el tiempo se detuviera o como si la realidad se detuviera.

El gato ama con una pureza que es casi divina. Y yo, que he sido amado por un gato, sé que he sido amado de verdad, sin condiciones ni reservas. Sé que he sido amado con una pasión que es casi humana, con una intensidad que es casi dolorosa.

Y por eso, yo amo a los gatos. Amo su independencia, su libertad, su soledad. Amo su capacidad para amar sin condiciones, sin reservas. Y amo su pureza, su inocencia, su divinidad.

(Este texto es una adaptación de un fragmento de un ensayo de Borges, titulado “El gato” y publicado en su libro “Otras inquisiciones”.)


viernes, 7 de marzo de 2025

Manu Sánchez, presentador, humorista, actor, escritor, empresario y, sobre todo, payaso.

 

Manu Sánchez, en el despacho de su productora, 16 Escalones.

Manu Sánchez (Dos Hermanas, Sevilla, 1985) ha sido reconocido por el Gobierno andaluz con la Medalla de Andalucía de Valores Humanos, y es entrevistado por Antonio Morente en ElDiario.es: “Esta medalla es como que en la tierra de la buena gente te den un premio por buena gente. Me parece perfecto y un premio doble, y así se lo hice saber al presidente”.  La reseña de la Junta de Andalucía le define de manera muy fina como “presentador, humorista, actor, escritor, conferenciante y empresario,” pero él, en sus redes, se describe lo primero como payaso.

Si España es camisa blanca de mi esperanza, le pregunta el entrevistador, ¿Andalucía qué es? Y Manu contesta: “Quizás la camiseta interior, esa que se esconde, que al final vas calentito porque la llevas, pero no va por fuera. Esa que a veces parece que no es noble para ser enseñada. Esa que igual no hay que plancharla porque como va por dentro no hay que mimarla mucho. Yo creo que no es que Andalucía no sea España, es que España es España porque tiene Andalucía… Yo no sé si somos los más españoles, pero es donde más españoles hay”. Reconoce que el andalucismo hay que ejercerlo en Madrid, que es donde se reparten la tostada y el pescado. “Ahí es donde hay que reivindicar lo propio, donde hay que ver cómo va lo del reparto de la riqueza y de los recursos, donde hay que conseguir los grandes hitos para infraestructuras e inversiones…Ojalá ese partido andalucista existiera y ojalá, cuando se defina, se pareciese mucho a lo que a mí me gustaría que fuese: un andalucismo transversal, porque creo que no tiene que perderse ahora mismo en definirse filosófica y políticamente. Creo que hay grandes cuestiones andalucistas que son transversales: el tratamiento del puerto de Algeciras o la falta de inversión en infraestructuras es algo en lo que se puede poner de acuerdo gran parte del espectro político andaluz e ir a Madrid a pelearlo”.

Manu se siente más libre no perteneciendo a ninguna sigla. Y se define como un montón de cosas. “Yo soy una persona de izquierdas porque creo en el justo reparto de la riqueza, pero también soy empresario. Voto lo que no me conviene porque es cuestión de principios. Yo voto en conciencia y en cuestión de principios. Voto cosas que después, en el día a día y en la práctica, a mí me vienen mal entre comillas. Creo en la lucha obrera, en la lucha de clases, y en otras muchas luchas que nos están haciendo despistarnos de que la lucha de clases está ahí y parece que no está de moda. Creo en el feminismo, en el ecologismo, en la lucha contra el racismo, contra la xenofobia. Pero que no nos despisten de la lucha de clases”.

“Yo creo en la Andalucía obrera, del campo, del mar, en la Andalucía de la fábrica. Soy hijo de trabajadores, mi madre es administrativa, mi padre, tornero fresador, mis abuelos trabajaban en el campo y en una fábrica de uralita, mis cuatro abuelos eran analfabetos… Ha habido muchos avances en democracia y hay quien dice que antes se vivía mejor. Pues quien diga esto que se lo mire; antes muchas familias vivían tremendamente peor de lo que vivimos ahora. Yo soy de izquierdas, pero soy también empresario, creo que no hay un antagonismo entre el trabajador y el empresario. Creo que no hay que ver el enemigo en la iniciativa privada. Nosotros hacemos cultura y hacemos cultura rentable, le ganamos dinero a los proyectos empresariales que hacemos. Ni la cultura está subvencionada ni el de izquierdas es el enemigo del empresario. Nosotros somos un ejemplo de eso. Nuestro carácter es obrero, pero somos empresarios”.

“Muchas veces me dicen que no me meta en nada, que a lo mío. Vale, yo soy humorista, director, presentador, empresario, lo que usted quiera, pero soy ciudadano también. Si alguien no quiere venir a verme a una obra de teatro por lo que opino, pues mira, gracias, porque a lo mejor tampoco quería yo hacer reír a ese que tiene problemas porque yo esté en contra de la ultraderecha. ¿Usted es de ultraderecha y no quiere venir a reírse conmigo? Pues me alegro, yo no quiero hacerle reír a usted, que es fascista, racista, homófobo y machista. A usted que lo entretenga su puñetera madre”.

Manu Sánchez gente define Andalucía.

Manu Sánchez ultraderecha


jueves, 6 de marzo de 2025

Nueva costumbre: guardar papel higiénico en la nevera.

 

Es la nueva costumbre que impera ahora en el mundo: guardar el rollo de papel en la nevera. Y no, no es para sentir más fresquito a la hora de limpiarse o combatir las altas temperaturas del próximo verano. Los expertos del Servicio de Seguridad Alimentaria de Estados Unidos lo han recomendado para combatir los malos olores de la nevera. El organismo ha recomendado esta práctica en su página web para ayudar a combatir los malos olores que muchas neveras sufren. Además, ayudan a una mejor conservación de los alimentos, algo fundamental para prevenir intoxicaciones.

Según los expertos, tener un rollo de papel higiénico en la nevera actúa como un deshumidificado: recoge la humedad del electrodoméstico y favorece así la eliminación de los malos olores. Además, al recoger la humedad del ambiente, dada su capacidad absorbente, ayuda a que los alimentos duren más, pues es precisamente esta humedad la que puede acelerar su descomposición y la creación de los malos olores.

No se trata de llenar la nevera de rollos. Basta con tan solo uno, colocado al fondo de la nevera, donde no moleste. Lo ideal es cambiarlo cada tres semanas, pero si se observa antes que está muy húmedo u oscurecido, hay que cambiarlo. También se habla de papel de periódico enrollado, pero dado que cada vez es menos habitual la prensa impresa, el papel higiénico es un buen sustituto.

Eso sí, el rollo hay que meterlo nada más sacarlo del paquete, no coger uno que lleve tiempo almacenado en el baño ya que lo más probable es que ya haya almacenado humedad y bacterias. Cabe aclarar que es un truco o consejo para disminuir o eliminar los malos olores persistentes, pero no sustituye a una buena limpieza. De hecho, como detallan en la web, la limpieza a fondo y desinfección es lo primero. Si comienza a oler mal, lo primero que hay que buscar y retirar es el alimento o producto en mal estado. Si persiste el mal olor, habrá que sacar todo y limpiar las bandejas y estantes. El truco del papel higiénico ayuda a evitar los malos olores o a reducirlos, pero si es un problema recurrente, lo ideal será hacer una limpieza antes.

miércoles, 5 de marzo de 2025

Los dos matones y el pringado de clase.

 

Donald Trump y su vicepresidente, JD Vance, mandaron callar al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca.

David Torres escribe, en Público del pasado lunes, que nunca se deben perder las formas. Y que si, por lo que sea, uno las pierde, al menos que no sea en público…“Después de su brillante campaña en Sicilia, el general Patton estuvo a punto de embarcar para casa por insultar y abofetear a un soldado que padecía fatiga de combate. Le obligaron a pedirle perdón delante de la tropa, lo relevaron del mando y lo usaron como señuelo durante las operaciones previas al desembarco de Normandía. Una vez afianzada la cabeza de playa, le entregaron el mando del Tercer Ejército, donde capitaneó una ofensiva fulgurante en la que lo único que lo detuvo fue la falta de combustible. De haber favorecido a Patton en lugar de a Montgomery, quizá los americanos hubiesen entrado en Berlín antes que el Ejército Rojo, pero tras la derrota alemana, dijo tales burradas contra los aliados rusos que el alto mando decidió trasladarlo a una oficina para que se enzarzara con la papelera.

“Patton era un genio militar, qué duda cabe, uno de los mayores tácticos de la contienda, pero, de no haber muerto en un absurdo accidente de automóvil, difícilmente hubiera podido hacer una carrera política como Eisenhower, que era un diplomático nato. Hace setenta años, ser un patán consumado penalizaba mucho en las encuestas. En lo de perder los papeles y en el mal carácter, Donald Trump se parece bastante a Patton, aunque prácticamente es en lo único que se parece. No tiene muchas más cualidades aparte del dinero y la pésima educación. Sospecho que, hoy día, Patton podía haber llegado a presidente sin esforzarse demasiado, cuando lo único que hace falta para dormir en la Casa Blanca es ser multimillonario, cabrearse hasta la apoplejía y portarse como un imbécil.

“Lo que vimos el otro día durante la paliza verbal que le propinaron Trump y Vance a Zelenski es un cambio definitivo en el modo de encarar las relaciones internacionales. Antes de Naranjito, los líderes estadounidenses solían guardar las formas con sus perritos de presa y hasta Kissinger, que era una bestia genocida, decía de Somoza que ‘es un hijo de puta, sí, pero es nuestro hijo de puta’ (una frase que copió de Roosevelt). El posesivo del plural denotaba cariño, el mismo con que han alimentado a base de armas y pasta el conflicto ucraniano durante más de una década. Obama te machacaba a bombazos en Libia o en Siria, te expulsaba del país a patadas o te dejaba pudrirte en Guantánamo, pero siempre con unos modales exquisitos.

“Zelenski en el Despacho Oval, sentado junto a Trump y Vance, recordaba al pobre crío acogotado por dos abusones en el patio del colegio. Primero le afearon la vestimenta, a ver si el dirigente ucraniano iba a estar al mismo nivel de Musk con sus pintas barriobajeras, su gorra de pandillero y su hijo sacándose mocos de la napia. Después le dijeron que se callase y agachase la cabeza, no se fuese a llevar una hostia. El pobre Zelenski salió acojonado rumbo a Londres, a reunirse con sus amiguitos, sin comprender aún que en el colegio había un matón nuevo y que ya no le juntaba. En cuanto a la cámara, estaba ahí para enseñarnos cómo va a ser a partir de ahora la diplomacia internacional: lo mismo que antes, sólo que con público”.

martes, 4 de marzo de 2025

“Valientes y brillantes”: así es la hilarante parodia de la reunión entre Zelenski y Trump en Saturday Night Live

 

Apenas han pasado unos días desde que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, acudiera a la Casa Blanca para hablar con su homólogo en EEUU, Donald Trump. La reunión fue calificada como “humillación” para el mandatario europeo. La televisada conversación mantiene todavía a medio planeta consternado, pero los humoristas del programa Saturday Night Live han logrado encontrar las carcajadas, incluso en un momento de tan alta tensión, parodiando el encuentro. “Dices que quieres acabar esta guerra, pero francamente, no tienes las cartas. Yo sí las tengo", afirma el imitador de Donald Trump. "Tengo 'saltar', 'coge cuatro', 'revertir'...", continúa el mandatario, en alusión a las cartas del Uno. "Tengo 'salir gratis de la cárcel', esa me la dio el Tribunal Supremo”. Uno de los momentos álgidos de la escena incluye al magnate tecnológico y “amiguísimo” de Trump, Elon Musk. “¿Quién entra a la Casa Blanca en camiseta y vaqueros, como un trozo de basura?”, critica el republicano a Zelenski justo antes de que aparezca su aliado en el Gobierno con ni más ni menos que una motosierra. “Donald, ¿qué haces en mi oficina? Ya sabes que ahora yo soy el presidente”, le espeta Musk –interpretado por Mike Myers– al mandatario. Tras un incómodo silencio, el actual dueño de X comienza una retahíla de aspavientos y balbuceos extraños. “Estoy tan cómodo con todo eso”, responde Trump.  El sketch ha cruzado los mares y llegado a públicos de todo el mundo, incluido el español. Múltiples usuarios, incluidos periodistas como Rosa María Artal y otros destacados profesionales de la información, han aplaudido la valentía de los humoristas estadounidenses para hacer risa de la dramática situación de las relaciones internacionales. (Tremending).

Elon Musk Cold Open – SNL




domingo, 2 de marzo de 2025

Los fondos buitre y sus hilos en España.

José María Aznar y Ana Botella.

El pasado lunes ElPlural.com nos recordaba cómo la vivienda es uno de los bienes que más están achacando la especulación, y los vecinos españoles, las víctimas de este fenómeno. “En España, los fondos buitre se han convertido en un problema a la orden del día. Entidades multimillonarias compran cientos o miles de viviendas a tocateja y a la vez para especular con ellas, inflando el mercado y dificultando el acceso a un bien de primera necesidad como son los hogares. En concreto, los tres más grandes que se mueven en nuestro país son Blackstone, Cerberus y Lone Star, y son llamativas sus relaciones con apellidos muy conocidos de la política conservadora y de la banca españolas.  Son innúmeros los casos de escándalo que se han ido sucediendo a lo largo de los años en este sector. Algunos ejemplos pueden traerse a la mesa con tres apellidos concretos como principales protagonistas: Aznar, Botella y Botín. El expresidente del Gobierno es ahora uno de los defensores principales de los fondos de inversión extranjeros, en tanto que habla de la ‘confianza’ que depositan en la economía de nuestro país. Su hijo, José María Aznar Botella, estuvo al frente de Haya Real Estate, enmarcado en la estructura de Cerberus y que fue vendido a la empresa sueca Intrum por 136 millones de euros tras haber reportado beneficios millonarios durante años. Haya Real Estate y Aznar Botella fueron responsables de un intento de desahucio múltiple en el municipio de Paterna, después de que quisiera expulsar de sus casas a muchos vecinos con el objetivo de vender los inmuebles por hasta 10 veces más dinero de su coste original. Se estima, según medios de comunicación, que Aznar Botella posee más de 40.000 millones de euros en activos inmobiliarios.

Alonso, el hijo pequeño de José María Aznar y Ana Botella.

La cosa no termina en Paterna con la familia Aznar Botella. La excalcaldesa de Madrid, Ana Botella, llevó a cabo la venta de pisos sociales a fondos buitre en 2013, concretamente 1.860 viviendas públicas protegidas a dos sociedades de Blackstone por debajo del precio de mercado. La venta irregular de 1.860 viviendas de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), realizada en 2013 por el Ayuntamiento, fue archivada por el juzgado 38 de Madrid. El Tribunal de Cuentas consideró que el Consistorio vendió por debajo del precio de mercado estas 18 promociones inmobiliarias. “El precio de venta de todos estos inmuebles fue inferior al mínimo jurídicamente exigible”, concluía la sentencia del Tribunal de Cuentas, que el pasado diciembre condenó a Botella y a otros siete miembros de su equipo a abonar un total de 25,7 millones de euros por el perjuicio realizado a la Hacienda Pública con esa venta. Esa investigación concluyó, además, que la operación se hizo aportando información privilegiada a los fondos, “sin pliegos, sin concurrencia, y sin realizar una tasación inicial”. Por su parte, el propio José María Aznar tampoco es ajeno a este submundo inmobiliario. Fiel a las ideas neoliberales que promulgó en su etapa gubernamental, se mostr siempre del lado de estos fondos de capital extranjero. Ya en 2016 se reunía con fondos de capital riesgo y gestores de fortunas familiares extranjeros, a los que presentó las oportunidades que ofrece nuestro país y se ofreció como 'facilitador' de sus inversiones. Para ello, el expresidente del Gobierno se valió de su hijo, Alonso Aznar, que trabajó en Citi durante cinco años, y de su yerno, el empresario Alejandro Agag. También fue miembro entre 2007 y 2009 del consejo asesor internacional de Centaurus, un fondo de capital riesgo que sucumbió en la crisis financiera.  El exlíder del PP se quiso valer, ante los gestores de los fondos, del peso específico de su figura, su conocimiento de los entresijos del mundo político y empresarial en España y sus buenas relaciones con el PP. 

     Felipe Morenés (i) y Juan Pepa (d), socios fundadores de Stoneshield Capital.

Por último, el tercer apellido en discordia en este mercado es el de Felipe Morenés Botín-Sanz de Sautuola, hijo de Ana Botín, que como miembro de Lone Star, negociaba principalmente con activos de riesgo. En marzo de 2018, creó junto a un socio su propio fondo, denominado Stoneshield, afincando la sociedad en Luxemburgo. Desde allí controla uno de los grupos más grandes de España de residencias de estudiantes, Micampus, con más de 30 centros operativos. Felipe Morenés es el mayor de los tres hijos de Ana Botín, presidenta del Banco Santander. Trabajó en Londres en UBS y luego en Lone Star, donde coincidió con Juan Pepa, que era el director para Europa del fondo texano. Lone Star envió a los dos a España, donde contaba con una importante cartera de activos inmobiliarios después de haberse hecho con créditos dudosos de la entidad alemana Eurohypo y con la inmobibiliaria de Kutxabank, Neinor. Esta última operación se formalizó en mayo de 2015 y, en menos de tres años, Lone Star vio sus beneficios crecer en 350 millones de euros a base de comprar hipotecas impagadas o en riesgo de caer en morosidad, con descuentos que superan habitualmente el 50%. El fondo buitre intenta quedarse cuanto antes con el piso o local para rehabilitarlo y ponerlo de nuevo en el mercado por un precio mucho mayor al de compra. “Se habla de fondos oportunistas, pero somos fondos patriotas porque había que dar entrada a la confianza en el ladrillo español”, justificó Juan Pepa en 2015 con una insólita nomenclatura.

 Los grandes tenedores se disparan en Madrid en tan solo un año.

Estos son solo algunos ejemplos concretos de las maneras de operar de esta clase de gigantes inmobiliarios, pero hay muchos más. En concreto, Madrid se está transformando en un parque temático pensado para las grandes empresas y las fortunas de sus directivos. Los fondos buitre y grandes especuladores son bienvenidos a la capital de la gentrificación, donde los vecinos ya no tienen barrios de los que (ni a los que) huir. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se niega a aplicar políticas de vivienda y no acepta las de ámbito nacional, centrada en reducir impuestos a las rentas más altas y las grandes herencias, que utilizan su creciente y patrocinada fortuna para comprar más pisos con los que especular. Entre 2023 y 2024, el número de propietarios con más de tres pisos alquilados se ha disparado en 2.600. La Comunidad de Madrid goza ahora de 10.242 propietarios con más de tres viviendas, lejos de los 7.600 que acogía en verano. Los datos han sido revelados por la propia administración en una respuesta a una pregunta parlamentaria emitida por Más Madrid. Entre los privilegiados los hay siempre un poco más y los propietarios de diez o más pisos también han crecido, de 1.507 a 1.868. Entre los conocidos como grandes tenedores acumulan casi 150.000 inmuebles, según recoge el Catastro y adelantaba elDiario.es, saliendo a una media de 75 pisos. “No son pequeños propietarios, son fondos y especuladores que vacían los bolsillos de las familias madrileñas”, denuncia la formación autonómica a través de sus redes sociales. Resulta evidente que las fortunas que se encuentran detrás de estas viviendas no son el perfil de empresario ‘hecho a sí mismo’ que la derecha liberal quiere vender, sino fondos masivos de especulación que destrozan barrios y las vidas de sus vecinos.

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 Jorge Ponce da en el clavo con su reflexión en 'La Revuelta': ¿En qué momento el saludo nazi dejó de ser nazi?

Vivimos tiempos confusos. Tiempos en los que poner un carril bici en tu ciudad es ser un comunista, pero hacer el saludo nazi no es ser un nazi, sino ofrecer tu corazón. Y es que las modas van y vienen, los pantalones de pata ancha, las hombreras y ahora el saludo nazi. Lo hemos visto estos días cuando el hombre más rico del mundo, Elon Musk, un tipo que apoya a la ultraderecha alemana, hizo un saludo nazi de lo más completo (llevándose el brazo al hombro incluido). En ese momento, muchos salieron a decir que eso no era el gesto nazi sino una coincidencia y entonces otros como Steve Bannon, salieron a repetir el mismo gesto. Como diciendo, que no nos defendáis, que esto es lo que es. Y Jorge Ponce entró en el asunto en La Revuelta y, tirando de ironía, dejó esta reflexión: “El saludo nazi en mi época lo hacían los nazis”. Después, profundizó: “Si lo hace Jordi Évole o Nico Williams, eso es irónico. Pero como coincide que lo han hecho unos nazis...”. (Tremending)

Alemania demostró ayer que, a pesar de todo el apoyo recibido por Trump y Musk, la democracia no se doblega ante el extremismo ultra. Con un rotundo rechazo a pactos con ideologías de odio, se reafirma el cordón sanitario que impide que voces ultra tomen el poder. Paralelamente, la izquierda sorprende con un discurso integrador y una revolución juvenil que reconfigura el mapa político plantando una semilla de cambio, haciendo de Berlín el epicentro del cambio. Las nuevas generaciones, a pesar de los intentos de la ultraderecha, están forjando un futuro inclusivo para derrotar al status quo. La historia se escribe cuando la juventud y la conciencia popular alzan la voz: el futuro es de quienes luchan por una democracia real. (Spanish Revolution)



 Los periodistas parlamentarios se concentran contra Vito Quiles y Ndongo: “Señalar no es informar”.

Impulsada por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), decenas de periodistas de medios de comunicación con líneas ideológicas diversas se concentraron el pasado miércoles en el Congreso y dieron lectura a un manifiesto con el título “En defensa del periodismo parlamentario. Es necesario un trabajo honesto en un clima de respeto mutuo, al margen de la línea editorial de cada medio o la ideología de cada periodista. Así hemos trabajado siempre”. Los periodistas relataron cómo en los últimos tiempos han sufrido “descalificaciones, insultos y señalamientos por parte de personas acreditadas” que “no respetan unas normas elementales de convivencia” “Incluso nos amenazan con dar a conocer nuestros domicilios” añade el texto. “Con su comportamiento dificultan el trabajo de los profesionales de la información y perturban el clima de respeto que debe presidir la necesaria relación con los políticos. Ese comportamiento repercute directa y negativamente en el derecho constitucional a la información que tiene la ciudadanía”, indica el manifiesto. Por último, reiteran la necesidad de que las Mesas del Congreso y el Senado “adopten las medidas necesarias para evitar comportamientos inaceptables en el ejercicio del periodismo, sin que ello conlleve, en absoluto, limitar, restringir o menoscabar el derecho de los medios de comunicación de obtener y difundir información veraz para la ciudadanía”.

Esta postura se ha manifestado a raíz de la participación de Vito Quiles, conocido agitador de extrema derecha, en ruedas de prensa parlamentarias. Quiles, candidato en las listas del partido “Se Acabó la Fiesta” para las elecciones europeas del 9J y jefe de prensa de Alvise Pérez, líder del partido, ha generado controversia y cuestionamientos sobre la imparcialidad en el ejercicio del periodismo en estas instituciones. “La ultraderecha -declara Spanish Revolution.net- ha convertido el Congreso en su plató de propaganda. Acreditados como ‘periodistas’, algunos agitadores ultras insultan, amenazan y señalan a profesionales de la información. Ahora, el Congreso se prepara para cerrarles la puerta. Los periodistas parlamentarios han dicho basta. Denuncian que estos pseudomedios no solo los atacan, sino que también ponen en riesgo su seguridad. PP y Vox callan o incluso los respaldan. ¿Libertad de prensa? No, es violencia política. Se negocia un régimen sancionador que permita retirar acreditaciones a quienes usen el Congreso para acosar. Sin regulación clara, no se puede frenar a los desinformadores que intoxican el debate. La libertad de prensa no es un escudo para el acoso. El Congreso no puede ser el refugio de quienes convierten la desinformación en su modelo de negocio. El periodismo se defiende con rigor, no con bulos y amenazas”.

Tesla se hunde y Elon Musk no puede hacer nada para evitarlo. 

Tesla pierde 186.000M$ en Bolsa y su dueño, 74.500M$. Las ventas se desploman en Europa y los consumidores rechazan a un Musk trumpista, conspiranoico y antiambiental. Su “revolución” eléctrica está que arde… pero no como él esperaba. Las ventas se han desplomado un 45,2% en Europa mientras BYD y otros fabricantes chinos arrasan. ¿Qué ha pasado con la empresa que lideraba el coche eléctrico? El Cybertruck ha sido un desastre, la calidad de fabricación es un chiste y la innovación brilla por su ausencia. Los clientes ya no confían en Tesla, y los datos lo confirman: en EE.UU., la lealtad a la marca ha caído del 72% al 65% en solo un año. Dos de sus diseñadores estrella han abandonado el barco. David Imai y Bernard Lee, responsables de modelos clave como el Model 3, han salido corriendo. La falta de nuevos diseños y la crisis interna hacen que Tesla huela a empresa moribunda. Mientras tanto, Musk se dedica a hacer el ridículo en redes. Entre memes fachas y delirios de grandeza, ha convertido Tesla en un problema más que en una solución. Sus inversores empiezan a cansarse de su circo permanente. La única salida para Tesla parece ser Trump, ya que quizá le regale algún contrato militar para evitar el colapso. Pero en el mercado real, la era de Tesla ha terminado y el mundo ha seguido adelante.



Imagen antigua de como detectaban los aviones, antes de que se inventara el radar.

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Vergara, Manel F., Sabiote, Horca, Mazón, J. Morgan, Padylla, Kap, B. Erlich…

   
Manzón ya no se acuerda.





El papel europeo.


Sísifo.


Los socios.








Bernardo Erlich, en el diario bonaerense Clarín.

Pep Roig, desde Mallorca:

Sólo para ricos.
El fondo buite.

Golpe a golpe.
Exigentes contra el sistema

El mundo en sus manos.

Los vídeos de esta semana:

Fondos buitre: ¿quiénes son los grandes especuladores del alquiler?

La vivienda en España y los fondos buitre | Queremos Opinar. 17 de abril del 2024

TRUMP Y MACRON: ¿qué dice el lenguaje no verbal de los presidentes de EE UU y Francia? | EL PAÍS

UCRANIA: ZELENSKI cede ante TRUMP y COMPARTIRÁ la EXPLOTACIÓN de sus TIERRAS RARAS | RTVE

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Carnaval de Cádiz. Las ratas –  Una comparsa crítica con la especulación y el turismo masivo