martes, 7 de julio de 2009

Carta a la señora Presidenta de Argentina.


Acabo de leer una carta de Carlos Algeri, (un periodista argentino al que confundí con Carlos Alfieri). Se dirige a Cristina Fernández en una carta publicada en su blog personal “Si usted me permite, Señora Presidenta, tengo algunas cosas para decirle”. Resumo lo más importante de esta misiva: “No es mi deseo aguarle la fiesta por su triunfo ‘con el sesenta por ciento’ en El Calafate (‘Mi lugar en el mundo’, según su propia confesión), pero sucede, Señora Presidenta, que la Argentina tiene límites más amplios que su reducto patagónico preferido. En esta Argentina que primero la votó y ahora le acaba de propinar un tremendo llamado de atención, suceden cosas muy graves”. Carlos le recuerda que suceden cosas muy graves: “Una pandemia se está llevando vidas, mientras, desde el gobierno que usted encabeza, lo único que se exhibe es improvisación e ineficiencia. Y algo mucho peor: una incalificable especulación política. La ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, renunció un día después de la paliza electoral del 28 de junio, cuando –por las razones que invocó– debió hacerlo mucho antes. Si ella no lo hizo, usted debió haberla reemplazado… Pero, mezquindades de la política vernácula, Señora Presidenta, en la Argentina –según parece–, un voto vale más que una vida”.
”Seguramente –prosigue Algeri en su carta a la presidenta –a usted no le faltan barbijos, ni alcohol en gel, ni Tamiflú. Probablemente tampoco los necesite. La vida es muy distinta cuando se la ve detrás de vidrios polarizados. Por si usted no lo sabe, Señora Presidenta, millones de argentinos viajan diariamente hacinados en colectivos, subtes y trenes, en el único momento de calor que les propicia este invierno cruel, que además del cuerpo les enferma el alma, cuando la impericia se une con la insensibilidad. Entonces, el pueblo llora. Llora de impotencia y de bronca cuando no se lo escucha, cuando se lo toma por estúpido, cuando se ningunea su reclamo en las urnas. Y, como escribió Raúl González Tuñón, Señora Presidenta, ‘cuando el pueblo llora, mejor no decir nada, porque ya está todo dicho’.
Desde su puesto de observador, Carlos Algeri se permite aconsejarla que “si perdió por el setenta por ciento de los votos, por favor hágase cargo de admitir la derrota, felicite a sus adversarios por el triunfo y pregúntese qué ha hecho mal, para buscar las correcciones necesarias”. En cuanto a la Gripe A, cuyo número de fallecimientos se duplicaron al día siguiente de las elecciones, le pregunta: “¿Es irreverente de mi parte pedirle que encabece personalmente la lucha en contra de la pandemia, en lugar de buscar rédito político en el plano internacional acompañando el retorno de Manuel Zelaya a Honduras? ¿A quién se le ocurriría pensar en la terraza del vecino cuando en el techo propio hay filtraciones que amenazan su estructura?”.
A Carlos Algeri no le preocupa la derecha, ni la izquierda, ni los disensos. Pero confiesa rebelarse contra la intolerancia, la soberbia, el autoritarismo. “Intuyo que no soy el único. Usted, Señora Presidenta, gobierna para peronistas, radicales, socialistas, izquierdistas, derechistas, independientes y escépticos. De cada uno de estos sectores (y muchos otros seguramente) le han reclamado a gritos, figurativamente hablando, un cambio”… “Usted pensará que no la voté. Piensa bien. También pensará que no voté a su esposo en las anteriores elecciones. Sigue pensando bien. Aunque en democracia, no necesito recordárselo yo, usted gobierna para todos. Hoy, muchas de las personas para las que usted gobierna, pensamos que nos está tomando el pelo… Su propio esposo fue quien convirtió estas elecciones legislativas en un plebiscito. Ya conoce el resultado. En democracia, se gana y se pierde. Le tocó perder. Pero es sólo una batalla. Si usted tiene voluntad de cambio y piensa realmente en el bien de la Nación, en la salud de la República, no dudará un instante en hacer lo que deba hacer para enderezar el rumbo”.
”Un buen estadista –termina Algeri recordando– es aquél que reconoce sus errores y está dispuesto a enmendarlos, respetando la voluntad popular. Un buen estadista, tal vez, se preguntaría por qué una buena parte de los vecinos de “su lugar en el mundo’ le negó el voto”.

6 comentarios:

  1. Kirschner concitó muchas ilusiones dentro y fuera del peronismo, cuando asumió y pudo sacar a Argentina del colapso económico e institucional en que había caído en 2001. Sin embargo, su deriva posterior, proseguida por su arrogante mujer, y la supeditación de la actividad gubernamental a los intereses partidistas y sectarios hacen imposible el desarrollo institucional y el bienestar ciudadano.
    La carta de Carlos Alfieri tiene el valor y el aval de quien es un agudo observador y, sobre todo, un periodista responsable.

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  2. Santiago, no conozco a Algeri, pero la confusión no resta razón a su crítica a un país estragado por la peronización, dentro de la cual se inscribe el virus K.

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  3. Santiago, no conozco a Algeri, pero la confusión no resta razón a su crítica a un país estragado por la peronización, dentro de la cual se inscribe el virus K.

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  4. Hay un sorete llamado Carlos Algeri, que se la pasa castigando al kirchnerismo en su blog, lo cual podría resultar por demás loable, visto el desastre del matrimonio gobernante...
    Sin embargo, estas críticas furibundas comenzaron cuando Carlos Algeri fue echado de la Municipalidad de Lomas de Zamora, donde trabajaba de buchón del intendente kirchnerista Jorge Rossi.
    Y Carlos Algeri fue echado de la Municipalidad por vender paco, marihuana y cocaina en el hall de entrada de la intendencia...
    ¡Inclusive para un sinvergüenza como Rossi fue demasiado! No obstante, ahora este hijo de puta de Algeri trabaja para Osvaldo Mercuri, rival de Rossi y basura de igual calaña que Rossi.

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  5. Puedo aceptar las críticas de cualquier persona sobre el gobierno de los kirchner, pero nunca de un cipayo provinciano que utilice términos como "tilinguería sudaca". Que escriba en inglés y para Europa, en calidad de periodista de segunda. Qué bueno que estamos despertando y las "dictaduras" sudacas estan terminando con esta mentira liberal del capitalismo berreta.

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  6. Yo si la voté.

    Te podría responder con altura, pero a una persona como usted que destila odio es imposible hacerla entrar en razón así que...

    4 años mas de K, la tenes adentro.

    Un saludo afectuoso

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