domingo, 11 de abril de 2010

Matas-Gürtel: Un hedor insoportable.


Sea por el tema tratado, sea por los que lo defienden, sea por su relación con él, el caso es que hay nombres y situaciones escandalosas que despiden un hedor nauseabundo. Hasta el punto de que el mismo aire que respiramos no parece salvarse del tufo que rodea estos asuntos.


Jaume Matas, ex presidente del Gobierno balear, rechaza, en una entrevista publicada el miércoles en “IB3” –televisión autonómica creada por él–, todos los delitos que el juez le imputa. Niega que haya habido financiación irregular del PP y que haya cobrado comisiones. “Tengo derecho a la presunción de inocencia –protesta Matas, levantando el pecho–. Yo no soy culpable de ningún delito y de nada, sobre todo mientras no se demuestre. Tengo derecho, como cualquier otro ciudadano, a mi privacidad, pero se me ha privado de ella, se ha violado sin ninguna condena. Me han destrozado el futuro, me han hecho mucho daño y me he quedado sin trabajo…”. Con estas palabras desesperanzadas, él mismo se lamenta de su actual situación y crea la imagen de un pobre Matas, contra quien los fiscales se ceban. Pero, el amigo de Rajoy hasta la fecha y de Camps (todavía ostenta el cargo oficial de “ambaixador”, distinción de la Generalitat Valenciana, con la que sigue sus contactos), no parece haber tenido grandes problemas para recoger lo tres millones de euros de la fianza. Obtuvo un crédito por esta misma cantidad en el Banco de Valencia, del grupo Bancaja, controlada por un ex presidente del PP, quien le prestó el dinero a otro ex alto cargo del partido para evitar la cárcel. Amistades que Matas ha sabido cultivar y de las que ha sacado su crédito. No en vano, estudió Ciencias Económicas en Valencia, se casó con una valenciana, Maite Areal, muy amiga de la mujer de Eduardo Zaplana, y mantiene vínculos con esta comunidad. Matas reconoce que, en su caso, es cierto que hubo errores “y eso es responsabilidad mía, pero no todo se hizo mal”. Y sigue convencido de que “se debe probar tu culpabilidad y no tu inocencia. Cuando yo estoy en un proceso donde es absolutamente al revés”.

Con la fianza cubierta, Jaume Matas ha quedado libre de la cárcel. Pero su facilidad por conseguir esos millones es difícil de explicar para quien declaraba ante Hacienda unos ingresos anuales de apenas cien mil euros. Así que comprendo la frase pronunciada en una radio de la Comunidad Valenciana: “Que suerte tiene Jaume Matas con los bancos que le prestan dinero para pagar su fianza mientras que a nosotros, los pequeños empresarios que luchamos para salir de la crisis, los bancos no nos dan un duro”. En esta época de crisis, ¿cuántos pequeños y medianos empresarios que han acudido al banco, pidiendo pequeños créditos para salvar sus negocios, se han encontrado con un “no” como respuesta? “Me pregunto –escribe Julia Navarro en Diariocrítico– si el banco, que tan generoso ha sido con Jaume Matas, lo será de ahora en adelante con todos aquellos ciudadanos que necesiten un crédito o un aval. Sería una vergüenza que no fuera así. Esa será la prueba del algodón de la entidad bancaria”. En este caso, su fianza llegó hasta el juzgado por una transferencia, no en bolsas de basura llenas de billetes de 500. Y el afortunado Matas niega, una vez más, que se haya beneficiado de un desvío de fondos de la construcción del velódromo Palma-Arena. “En la Administración española –trata de justificar– un proyecto se puede presupuestar en 40 millones y acabar en mucho más. Eso pasa con mucha frecuencia (...). El proyecto [del velódromo] no tiene nada que ver con el inicial (...). ¿Que alguien ha hecho alguna cosa mal? Ya se verá, pero el presidente no tiene ninguna responsabilidad”. Matas reconoce que ya no es político, que ve las cosas de otra manera, que está en esta situación en contra de su voluntad. Y cree que la sociedad de Baleares merece alguna cosa más. “Porque, al final, aquí se quiere transmitir la imagen de que, en el mundo político, no había ninguno honrado, y no es cierto. Ahora –termina diciendo– tengo la batalla de estos procesos judiciales. Y he de demostrar que soy inocente. (...) Más adelante, cuando todo haya pasado, hablaré de política”.


“¡Hola! –recibo en un E. Mail– Perdona no haberte escrito ni telefoneado. Estos últimos días he estado muy liado, ordenando la despensa. Tengo cantidad de papeles para clasificar, ya sabes… lo típico. Y he estado muy liado. Uff! Hoy he podido acabar con todo. ¡¡¡Estoy tan contento que quiero que veas cómo me ha quedado!!! Un abrazo. Jaume Matas”.

Tras una semana de pasión por la crucifixión jurídica de Jaime Matas, la semana de Pascua no ha sido la de resurrección sino de más presión y sufrimiento para un PP que no acaba de despegar ni de desembarazarse de los viejos fantasmas del pasado. El martes, a media mañana, pocas horas después de que los abogados tuviesen acceso al sumario de la Gürtel, el PP ya estaba diciendo a los periodistas que no había novedad alguna y negaba que hubiese nuevas pruebas, ratificando su absoluta confianza en Bárcenas, ex tesorero del PP, al que ni se le suspendía de militancia ni se le retiraba el pago de la defensa.


Bárcenas se va un poco.


Poco importaba el hecho imposible de que nadie pudiera leerse en unas horas los 291 tomos (unos 50.000 folios) del sumario. A medida que los medios de comunicación iban desgranando el sumario a velocidad de vértigo, Esteban González, vicesecretario general del PP, sostenía desde Génova: “No hay nada nuevo”, “eso no es otra Filesa”, “no hay financiación irregular”, Gürtel “no es la Filesa del PP”, es “una trama contra el PP”… Pero las fianzas por responsabilidad civil de la trama ascienden a 201 millones de euros, 33 veces más que lo que se llevó Filesa. En ésta, un senador, un diputado del PSC y una ex coordinadora de finanzas del partido fueron condenados. Mientras que en la trama Gürtel, por el momento, hay unas 70 personas imputadas y 16, vinculadas al PP. Y, aunque no están condenadas, los indicios y pruebas en su contra son, en algunos casos, abrumadores. Rajoy, hoy irritado con Matas, quien, hasta hace podo, había sido su amigo, no ha osado mover ni un dedo contra Camps ni contra Fabra. Y protege hasta el último momento a Bárcenas, quien lo sabe todo del partido. Pero no parece haber tomado las distancias necesarias para salir puntualmente airoso de esta crisis. Oyentes de la cadena Ser, en un alarde de imaginación, recordaban estos días títulos llamativos de películas aplicados al caso: La caída del Imperio Mariano, Toma el dinero y Correa, L. B. Confidencial, El Silencio de los peperos, Lo que Gürtel se llevó, Forrest Camps, Portelgürtel, El Gürtel tenía un precio…



María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP.


Durante los primeros días de la semana, el PP estaba muy tenso. Rajoy seguía sin decir palabra sobre Bárcenas, ni para apoyarle ni para desautorizarle. Recibía presiones para que se deshiciera del ex tesorero, quien continuaba siendo senador y aún ocupaba un despacho en la sede de la calle Génova. Dirigentes del principal partido de la oposición se mostraban muy nerviosos y, el miércoles, algunos de ellos presionaron al presidente para que tomara inmediatamente “medidas muy duras”. Dos fuerzas se perfilaban presionando al líder del partido: una, mayoritaria, encabezada por Cospedal y por dirigentes regionales, que reclamaban mayor contundencia frente a la corrupción y, en particular, contra el ex tesorero; otra, capitaneada por Arenas y Ana Mato, miembros de la cúpula que, juntamente con Francisco Álvarez Cascos, ex secretario general, pedían respaldar sin fisuras a Bárcenas mientras el Tribunal Supremo no confirmaba definitivamente su imputación. Rajoy resistía, mudo, y esquivaba las preguntas de los periodistas. Dolores de Cospedal afirmaba que su partido actuaría “si hay cambios procesales” en relación al caso Gürtel y que “en el PP, no hay miedo a nada. Aquí se ha tomado una postura muy responsable”.


Javier Arenas, líder y presidente del PP andaluz y amigo personal de Luis Bárcenas, ha sido uno de los dirigentes que más ha defendido su continuidad, frente a la oposición de la secretaria general, Dolores de Cospedal, que abogababa por echarle. Arenas, autor de la frase “a nosotros no nos gana nadie en honradez”, soslayaba los informes policiales que señalan pruebas según las cuales las empresas dirigidas por Francisco Correa contribuían a la financiación ilegal del partido al menos en las comunidades de Madrid y Valencia, gobernadas por los conservadores, Esperanza Aguirre y Francisco Camps. En la misma línea se pronunciaban Esteban González Pons, según el cual, del sumario conocido se desprende que “no hay financiación ilegal del PP”, y Pío García Escudero. Nada más hacerse público el sumario del caso Gürtel (50.000 folios bajo secreto hasta principios de la semana pasada), el responsable de comunicación del PP seguía sosteniendo que “no aparecen datos de ingresos en las cuentas del PP. Ni un euro de la Gürtel se ha ingresado en el PP”. Ninguno de ellos comparaba el caso Gürtel con Filesa, cuando la trama de Francisco Correa había recaudado casi cinco veces más dinero, actuando casi durante una década y, había favorecido los intereses del PP, repartiendo sobres entre parlamentarios y alcaldes y entre sus familiares más próximos para asegurarse adjudicaciones públicas. Por su parte, Antonio Hernando, secretario de Ciudades y Política Municipal del PSOE, aceptaba que “no todo el PP es Gürtel”, pero sí que “todo el Gürtel” estaba en el PP. Hernando sugería: “Cuando calla es porque teme”.


Al fin, el jueves, Bárcenas presenta voluntariamente su cese como militante del partido –aunque no su acta de senador para no perder su condición de aforado– El ex tesorero del PP, imputado en el caso Gürtel por presunto cohecho y delito fiscal, abandona definitivamente su cargo y renuncia temporalmente a su militancia. Poco después le sigue el diputado “popular”, Jesús Merino, igualmente aforado e investigado por el Tribunal Supremo. Rajoy agradece el gesto del hombre que ha protegido hasta el momento y anuncia que deja de ser militante. Los conservadores dan a conocer la noticia a través de un comunicado. El senador por Cantabria lamenta el “daño irreparable” que se le ha hecho tanto a él como a su familia. “Creo, sólo desde la convicción de mi inocencia, que este caso, dados los cargos que he desempeñado en el partido, está siendo el instrumento para dañar el PP y a su presidente. Ese el motivo por el que tomo esta dolorosa decisión”. Este fue su mensaje de despedida.


Los periodistas preguntan a Rajoy si Bárcenas va a seguir manteniendo despacho y si el PP continuará pagándole la defensa. El líder conservador elude responder abiertamente. Solo por la instrucción, Miguel Bajo, abogado de Bárcenas, podría cobrar entre 350.000 y medio millón de euros. Rajoy no es capaz de decir si el senador permanecerá o no en el Grupo Popular. “No lo sé. Lo tendrán que decidir en la Cámara Alta”. En su blog “El ojo izquierdo”, José María Izquierdo escribe sobre Gürtel “Se puede entender que Bárcenas quiera mantener su escaño de senador, pero no que el PP le deje, no le exija el acta y le expulse del grupo parlamentario; por eso produce sonrojo leer las loas a la enérgica actuación de Mariano Rajoy contra los corruptos”. Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE y diputada en el Congreso, recurre en el suyo al chiste del dentista para ilustrar la relación entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el ex tesorero, Luis Bárcenas, quien “le tiene cogido por sus partes”. Valenciano sitúa a Rajoy en el papel del “dentista” que espera en la consulta al “paciente” Bárcenas para proceder a “la extracción”. Cuando el líder del PP “está con la jeringuilla de la anestesia en la mano, nota que, por debajo del brazo del sillón, la mano de Bárcenas le sujeta con fuerza sus partes pudientes”. Sorprendido y asustado, clava su mirada en los ojos de Luis Bárcenas que, con una sonrisa malévola le dice: “Bueno, doctor, a ver si no nos hacemos daño, ¿eh?”.



Francisco Álvarez-Cascos, afirma el viernes que los miembros del PP involucrados en la investigación del “caso Gürtel” “tienen toda la razón para no sentirse juzgados e investigados con ecuanimidad”, ya que los policías que investigan al PP son una “camarilla” que está “falsificando papeles” y “preconstituyendo pruebas”. Fernández de la Vega le exige una “rectificación inmediata” o que acuda con pruebas a los tribunales. “Debe rectificar sus palabras inmediatamente si no aporta pruebas de lo que ha dicho”. Remarca “la gravedad” de lo que se va conociendo y pide nuevamente respeto para “la actuación y los tiempos de los jueces”. En el plano político, afirma que “el PP y sus máximos responsables deben elevar el nivel de exigencia sobre lo que está ocurriendo dentro de sus filas y explicar lo sucedido”. La vicepresidenta insiste: “Contra la corrupción, hay que adoptar decisiones claras y contundentes”.


Como colofón a esta ópera política bufa que, más que por su música ocurrente, espanta y sobrecoge por su hedor, Ignacio Escolar publica, en su blog del martes pasado, un artículo titulado “La contundencia de los incorruptibles” en el que dice: “Por 25 pesetas por respuesta, dígame explicaciones sobre la corrupción en el PP en boca de sus mejores líderes. Como, por ejemplo, ‘el PP es incompatible con la corrupción’. Un, dos, tres, responda otra vez. Y contesta con una serie de nombres, fechas y frases contradictorias:
Mariano Rajoy, noviembre de 2004: “Vamos a intentar hacer en España lo mismo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares”.
Jaume Matas, diciembre de 2006. “Con la corrupción, tolerancia cero
Mariano Rajoy, 29 de marzo de 2010: “El señor Matas ha pedido su baja. La vamos a aceptar, como es natural. Le deseamos lo mejor y, si puede, que demuestre su inocencia”.
Mariano Rajoy, 30 de marzo. “Ya no tengo nada que añadir a lo que dije ayer”.
Francisco Álvarez-Cascos, 31 de marzo: “No todos están siendo investigados por el mismo rasero” (…) “Ningún partido tiene inspectores de Hacienda para investigar el patrimonio de sus militantes”.
Javier Arenas, 31 de marzo: “Creo que la actuación del PP en este asunto ha sido correcta, la que tenía que ser. Me parece de un extraordinario cinismo las críticas del PSOE, que es el partido vinculado estos 30 años con la gran corrupción”.
Alberto Núñez Feijóo, 5 de abril. “El PP seguirá siendo un partido irreprochable’.
María Dolores de Cospedal, 5 de abril. “Luis Bárcenas tiene un lugar en la sede, su antiguo despacho, y no creo que esto tenga que escandalizar a nadie. No es un privilegio”.
De la misma, hace un mes: “El PP ha asumido costear la defensa procesal de una persona [Bárcenas] que durante 30 años ha sido trabajador del partido porque así lo consideró oportuno en su día”.
Mariano Rajoy, 5 de abril: “El PP ha sido contundente contra la corrupción”…
Añadimos la frase de Aznar el pasado 8 de abril: “El PP era, y debe seguir siendo, incompatible con la corrupción”.
Y las dudas de Rajoy, en el mismo día: “El señor Bárcenas va a continuar como senador... eeehhhhhh... mmmmmm... en el grupo popular supongo, claro... es decir... hmmmmmmmmm... el señor Bárcenas tiene en estos momentos una baja... eeeehhhhh... hmmmmm... ha pedido la baja de militancia, no lo sé... hmmmmm... eeeeehhhh... la verdad es que esa pregunta la tendrá que decidir el grupo popular en el senado...” Así como las gracias interesadas dadas a Bárcenas por su gestión: “El PP quiere hacer un reconocimiento público a la magnífica gestión que en estos años ha prestado el señor Bárcenas y quiere agradecerle igualmente su lealtad”.

- Dadas las circunstancias, tal vez sí que tendríamos que suspenderle de militancia…
- Cautelarmente…

Finalmente, el mismo sábado, el propio Bárcenas comunicaba en una conversación con el presidente del PP, Mariano Rajoy, que, en adelante, pagaría de su propio bolsillo, los honorarios de su defensa en el “caso Gürtel”, formalizando su decisión en un comunicado oficial con membrete de la Oficina de Información del Partido Popular. El ex tesorero constataba que asumía los costes que podían conllevar su defensa procesal en el Tribunal Supremo y ratificaba su decisión de abandonar la dirección del grupo popular en el Senado, pero no precisaba si tomaba la decisión de dejar la disciplina de este grupo para pasarse al Mixto. Igualmente, Bárcenas agradecís a Rajoy “la confianza” que había depositado en él durante estos años.


Es hora de que cambiemos la crítica mordaz del texto por los dibujos aparecidos en esta misma semana. Comenzamos con Territorio Vergara (Bárcenas se va, pero poco…Gürtel, Mariano, el contundente y Medidas contra la crisis)






Continuamos con Manel Fontdevila (Clásico de toda la vida, El sumario, El Justiciero y Cuando todo iba bien)




Pep Roig (“Don Tancredo” Rajoy, aliviado, Papeleo, papelón, Acción-reacción: ¡Mira aquella mosca que vuela por el horizonte!, Corruptolandia, El mundo al revés)






Y terminamos con tres vídeo. En el primero, recordamos cómo Rajoy duda sobre la continuidad de Bárcenas, como senador del PP

En el segundo, habla Hilda Molina, la neurocirujana cubana que, desde hace un año, vive en Argentina y presenta su libro “Mi verdad”. Cuenta cómo Fidel Castro nunca le hizo una declaración de amor directa. “Vivía alabándome. Fue muy cortés y cariñoso conmigo”. Luego, Castro comenzó a tener una conducta “hostil” con ella, tal vez porque “no le contestaba lo que él esperaba”.

Finalmente, contrastando con la tradicional música española de Semana Santa, ofrecemos una animada y visual música interpretada en un espectáculo militar noruego el 19 de marzo del 2008.

2 comentarios:

  1. Esto va por barrios, Santiago. Cierto es que hacía la derecha huele muy mal, pero crece la sospecha de que en el PSOE tras su reciente pasado (14 años de legislatura de F.Gonzalez)se dice pronto, han aprendido a tratar la corrupción como a los residuos radioactivos. Estanqueidad absoluta y soterrada en la meseta castellana, o en el fondo del mar matarile rile rile.
    chiflos.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, amigo Chiflos,pero eso es ya otro tema, del que también hablaremos.

    ResponderEliminar