jueves, 3 de julio de 2014

El mordisco de un jugador uruguayo en el Mundial.


El futbolista uruguayo Luis Suárez mordió en el hombro a Giorgio Chiellini, defensor de la Juventus de Turín, en el partido contra Italia. Tras el incidente, que se produjo el pasado 24 de junio durante el partido de la Copa Mundial, entre Italia y Uruguay, recibió una dura sanción de la FIFA que le consideró culpable de haber agredido a otro jugador, suspendiéndole a nueve partidos oficiales con su selección y a cuatro meses de inhabilitación por su acción.  Se le prohibió a entrar en los recintos de todos los estadios durante el periodo de duración de la competición y se le impuso una multa que asciende a 100.000 francos suizos. Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA declaró: “No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente durante la Copa Mundial de la FIFA, cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores. La Comisión Disciplinaria ha tenido en cuenta todos los elementos del caso y el grado de culpabilidad de Luis Suárez de acuerdo con lo estipulado en el Código Disciplinario. La decisión ha entrado en vigor en el momento en el que se le ha comunicado”. La FIFA ya había abierto expediente disciplinario a Luis Suárez, en marzo de 2013, por dar un puñetazo a Gonzalo Jara, jugador chileno, durante la clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Finalmente, no le sancionó. En cambio, sí fue sancionado en Inglaterra y Holanda también por morder a rivales.

El lunes pasado, el uruguayo pedía perdón por el mordisco al hombro del defensa italiano y reconoció a su manera la acción: “Por ello, me arrepiento profundamente –dijo en un comunicado–, pido perdón a Chiellini y a toda la familia del fútbol. Y me comprometo a que nunca vuelva a ocurrir un incidente como este con mi intervención”. La federación de Uruguay presentará recurso de Apelación ante lo que entiende una “sanción desproporcionada y no sujeta a derecho”. El país está conmocionado y se considera una cacicada política de Joseph Blatter, presidente de la FIFA, ante la campaña mediática liderada por británicos, italianos y brasileños. El equipo que dirige Óscar Washington Tabárez recibió un golpe anímico terrible. Diego Lugano, el capitán, dijo que iban a tratar de ganar el partido del sábado en Maracaná para dedicárselo al delantero que estaba roto. Y el presidente uruguayo consideró que la sanción impuesta por la FIFA a Luis Suárez por morder a Chiellini quedaría “en la peor memoria de la historia del fútbol” como una “eterna vergüenza”.

José Mujica, presidente de Uruguay, no se olvidó de la dura sanción a Luis Suárez de la FIFA, a cuyos dirigentes llegó a insultar gravemente tras la eliminación de su selección ante Colombia. “¿Qué piensa?”, le preguntó un periodista durante la recepción al equipo nacional. Y  el presidente le respondió sin titubear: “Que la FIFA son una manga de viejos hijos de puta”. Tras semejante afirmación, el dirigente del país fingió pasmo, tapándose la boca. Pero cuando parecía que iba a pedir perdón, el periodista le pregunta si podía publicar el vídeo. “Publícalo”, respondió Mujica con tono impasible. Momentos después, volvía a la carga y aseguraba que la FIFA “podía haberle sancionado (a Luis Suárez), pero no ponerle una sanción fascista. Hemos tenido que padecer no una injusticia o una sanción, que, en parte, podría entenderse, pero no puede entenderse jamás la truculencia, la forma, los procedimientos aplicados. Fue una monstruosa agresión. No solo a un hombre, a un país”, añadió el presidente de Uruguay.        

Mujica señaló que, por este motivo, acudió de madrugada al aeropuerto a recibir al jugador a su regreso de la concentración de la selección uruguaya en Brasil. “Fuimos a recibir a este muchacho y fracasamos en el horario que estaba equivocado pero volvimos a las 5 de la mañana y en medio de la pista en nombre del pueblo uruguayo le dimos un humilde abrazo y lo invitamos a seguir viviendo y aprendiendo. A las 5:30, estábamos con la familia recibiéndolo en una mañana fría, pero todos con el corazón caliente, unidos como sociedad”, relató Mujica. Pese a su molestia con la FIFA, el presidente, un exguerrillero tupamaro de 79 años, apuntó que el torneo mundial es antes que nada “una fiesta deportiva” y no “una guerra”. “Que el dolor y la ofensa no nos achique el alma ni la visión. Confiamos y estamos al lado de nuestros compatriotas en el triunfo o en la derrota al lado de ellos y con ellos y agradecidos por lo mucho que nos han dado”, añadió. Antes, en un programa de televisión en el que fue entrevistado por Diego Maradona, Mujica calificó la sanción como una “agresión contra los pibes del pueblo uruguayo por el afán de la FIFA por ¡escarmentar” al jugador.
 

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