miércoles, 24 de junio de 2015

España da la espalda al Sol.


La España de Rajoy no sólo da la espalda al Sol, sino que pretende que todos los que puedan llegar a él lo hagan una vez encarecido. El Ministerio de Industria trabaja a contrarreloj para proteger al poderoso oligopolio eléctrico, imponiendo nuevas barreras para asfixiar económicamente a aquellos ciudadanos que pretenden producir su propia electricidad utilizando la energía solar.  Ante la tremenda pérdida de poder regional y local en las últimas elecciones, el plan del Gobierno es aprovechar el vacío autonómico para fulminar el autoconsumo eléctrico, ¡obligando a todo aquel que monte un sistema de paneles solares a pasar 31 años amortizándolo!  Ante este nuevo ataque a las renovables, los ciudadanos exigen que el Gobierno retire de inmediato cualquier medida que añada nuevos gravámenes a los usuarios que opten por el autoconsumo.  

España tiene el cuarto recibo de la electricidad más alto de Europa, con una media de 80 euros por usuario y tardará unos diez años en recuperar los 33.600 euros que le ha costado. “En este país –escribe Daniel Verdú en El País– aunque es imposible cuantificar el número de instalaciones, el movimiento social a favor de esta energía solar creció de la mano de empresas como Ecooo o Solar Tradex y potentes asociaciones como la Plataforma para un Nuevo Modelo Energético o Som Energia. Pero el Gobierno, normativamente más cerca de las eléctricas, le está dando la espalda al Sol. Y el problema es  que la curva de producción del equipo fotovoltaico coincide muy pocas veces con la de la demanda. Es decir, se genera energía durante el día y suele consumirse por la noche al llegar a casa. Como recuerdan en la Unión española fotovoltaica (UNEF), en Portugal, se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado. Tampoco tiene ninguna restricción normativa al almacenamiento, como sí sucedería en España si se aprueba el borrador de decreto. Por eso, la gran aspiración de los defensores del autoconsumo es que se implante el llamado ‘balance neto’. Es decir, que se pueda verter a la red el excedente energético y luego recuperarlo en las horas sin sol. Por supuesto, dicen los defensores de este sistema, a cambio de una cuota de mantenimiento o una compensación. Así funciona en países como Alemania, Portugal, Grecia, Italia, Dinamarca, Australia, EE UU (la mayoría de estados) o México”.

España camina en la dirección opuesta al autoconsumo energético, opina Cote Romero, coordinadora de Ecooo, una empresa sin ánimo de lucro que fomenta la participación ciudadana en la energía. En los últimos diez años, en los que el recibo de la luz ha subido un 80%, se ha pasado de las primas a las renovables a que, quienes las fomentan, tengan ahora que pagar por producir energía. Los equipos fotovoltaicos se han abaratado un 70%.  Pero con las nuevas medidas que pretende implantar el Gobierno es prácticamente imposible recuperar una inversión de este tipo a medio plazo. Y, con la reforma, quien instale un sistema de autoconsumo tardará 31 años en amortizarlo. “Desde hace dos años, si un ciudadano se pone un panel en el tejado y amortiza la inversión le sale una energía más barata que la de la compañía. ¿Por qué no hay más paneles en todas las ciudades? Porque las eléctricas controlan la redacción de leyes”. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo, creará un nuevo cargo que desincentivará el uso de baterías o sistemas de almacenamiento por parte de los autoconsumidores de electricidad que se conecten además a la red, según se aprecia en el borrador de real decreto que regula esta actividad, cuyo contenido está siendo sometido a consulta pública.

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