jueves, 18 de junio de 2015

Los alcaldes de La Marea gallega ‘plantan’ al Santísimo Señor Sacramentado… y homenajean a una matemática

La ‘ofrenda de las siete ciudades’ se ha quedado este año en la de ‘las cuatro ciudades’. Los alcaldes de ‘Las Mareas’  apostarom por la laicidad
 
Alcalde de Santiago de Compostelam Mariño Noriega.

Apenas 24 horas después de tomar posesión, los tres alcaldes gallegos de las mareas (Martiño Noriega, por Santiago, Xulio Ferreiro, por A Coruña, y Jorge Suárez, por Ferrol) chocaban con los obispos y el PP, excusando su presencia en Lugo en la denominada Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Señor Sacramentado. Los tres alcalde de “las Mareas” se negaron asistir a una misa y procesión católicas presidida por el arzobispo de Santiago, máxima autoridad de esta Iglesia en Galicia, rompiendo con la costumbre de proclamar su “devoción” que, desde 1669, los cargos políticos practican. Los regidores de Compostela Aberta, Marea Atlántica y Ferrol en Común defendieron así la laicidad de las instituciones que dirigen, mientras el PP y la Iglesia los acusó al unísono de falta de tolerancia.

Las mareas, candidaturas en las que se unen colectivos sociales, culturales, ciudadanos sin experiencia política y partidos clásicos y emergentes, ya habían advertido que   pondrían en práctica la aconfesionalidad del Estado que propugna la Constitución. Y que sólo  participarían en actos civiles. El nuevo alcalde de Santiago ya anunció que no intervendrá en la Ofrenda al Apóstol que se celebra cada 25 de julio en la Catedral: “Soy de los que pienso que no le corresponde a un alcalde pedirle al Apóstol que termine con el desempleo y la corrupción. Lo que le toca es ser capaz de impulsar políticas de transparencia y de fomento del empleo”,  explica en un artículo publicado en el diario digital Praza Pública.

Por el contrario, el resto de alcaldes que asistió a la ceremonia fueron el de Tui (Enrique Cabaleiro, del PSOE); el socialista, de Betanzos; el de Ourense (Jesús Vázques, del PP), el de Lugo (Lara Méndez, del PSOE) y el de Modoñedo (Elena Candia, del PP). Esta alcaldesa, aprovechó para “regañar” a los alcaldes de “las Mareas”. “El pueblo que huye de sus tradiciones y de su conciencia –dijo– renuncia a su identidad y a su alma”. Mientras el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, quien tradicionalmente preside este acto en la catedral de Lugo, calificó el acto de “profundamente arraigado en el sentir religioso y espiritual de la comunidad gallega”, y advirtió del peligro que nos acecha: “La indiferencia religiosa, el olvido de Dios, la ligereza con que se cuestiona su existencia, la despreocupación por las cuestiones fundamentales sobre el origen y el destino transcendente del ser humano”.

Por su parte, Xulio Ferreiro, el alcalde de A Coruña, acudió a otro tipo de ofrendas, en este caso a María Wonenburger, la primera mujer española que consiguió una beca Fullbright para doctorarse en Matemáticas en los Estados Unidos. Wonenburger hacía justo un año había fallecido, por lo que se le recordaba. Xulio Ferreiro contestó al arzobispo y a la alcaldesa de Mondoñedo: “Hoy el alcalde de A Coruña -dijo- está donde tenía que estar, homenajeando a la ciencia, homenajeando al conocimiento”. La situación promete repetirse en versión aumentada el próximo 25 de julio, cuando se haga la tradicional Ofrenda al Apostol Santiago. El alcalde de la ciudad ya ha advertido que él no participará. Y Martiño Noriega explica en su un artículo que “no le corresponde  a un alcalde pedirle al Apóstol que termine con el desempleo y la corrupción. Lo que le toca es ser capaz de impulsar políticas de transparencia y de fomento del empleo”.

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