domingo, 8 de noviembre de 2015

Las puertas giratorias de la Comisión Europea y… el otoño, la estación más fotogénica, recordada y cantada.


José Manuel Durão Barroso (Lisboa, 23 de marzo de 1956), primer ministro de Portugal, del 6 de abril de 2002 al 29 de junio de 2004, y presidente de la Comisión Europea, desde el 23 de noviembre de 2004 hasta el 31 de octubre de 2014, hoy está ligado al club Bilderberg, el supuesto Gobierno oculto del mundo. Con él, nueve excomisarios han cruzado la puerta giratoria en menos de un año. Entre ellos está el impulsor del TTIP en Bruselas, el excomisario de Comercio Karel De Gucht. Y mientras los gobiernos comunitarios vienen y van, las puertas giratorias siguen girando, independientemente de los signos políticos de presidentes y comisarios, de sus nacionalidades o de las promesas de los distintos ejecutivos de Bruselas. “Al menos 9 de los 26 comisarios salientes de la II Comisión Barroso en 2014, –uno de cada tres–, saltaron desde sus despachos en Bruselas a empresas privadas o a organizaciones vinculadas con las grandes multinacionales”. Así lo comprobaba A. López de Miguel el 12 de octubre pasado, en un reportaje en Públioco.es que lleva por título: “Barroso, rey de la puerta giratoria: un tercio de sus comisarios saltaron de Bruselas a la empresa privada”.  “Todo, después de haberse codeado durante años o lustros con las élites políticas y económicas mundiales desde sus sillones de máximos dirigentes europeos, los mismos que les permitieron dictar normativas que afectan a 500 millones de ciudadanos”. Vicky Cann, investigadora del Observatorio Corporativo Europeo (CEO), lo confirma: “Es, definitivamente, algo para lo que necesitamos una solución. Un problema que habíamos localizado, lo denunciamos hace cuatro años y nos dijeron que cambiarían las normas, pero las puertas giratorias siguen funcionando. Son un reflejo de la forma de trabajar de la Comisión”. El Colegio de Comisarios sólo ha obtenido autorización explícita en 98 de estos casos. El organismo no  se pronunció contra estos saltos ni tan siquiera en una sola de las ocasiones. “Sin embargo, un vistazo a las distintas carteras que manejaron y a la lista de empresas que demandan sus servicios basta para comprobar que ese ‘conflicto de intereses’ es un peligro más que evidente: muchos comisarios llevan años, incluso decenios, trabajando como altos cargos en distintas instituciones europeas. Conocen sus entresijos, saben qué resortes deben activar y a qué puertas hay que llamar para lograr sus propósitos, y han mantenido un estrecho contacto con la élite política y económica mundial. Esto es, precisamente, lo que los convierte en objeto de deseo para las multinacionales”.

      Barroso,  el rey de la puerta giratoria.

Entre los casos documentados por el CEO brilla con especial intensidad el del expresidente José Manuel Durão Barroso, quien, desde que dejó su cargo, ha adoptado hasta 22 funciones de todo tipo, remuneradas o no: desde distinciones honoríficas en universidades o think tanks hasta la presidencia de honor del Comité Honorífico del European Business Summit, el mayor evento de los lobbies corporativos en Bruselas, además de incorporarse a la dirección del exclusivo y secreto club Bilderberg. “Parece una omisión extraña –critica el informe, que recuerda el enorme interés del selecto club por albergar en su seno a poderosos grupos de presión, multinacionales y líderes políticos– no haber recordado a Barroso la prohibición de hacer lobby desde su posición en el club Bilderberg”. Durante su etapa como primer ministro de Portugal, Barroso pasó a ser tristemente conocido por su papel de anfitrión en la cumbre de Las Azores, en la que George Bush, Tony Blair y José María Aznar, teatralizaron junto al portugués su decisión de invadir Irak (2003). Un año después, como presidente de su primera Comisión (2004-2009), cosechó una nueva lluvia de críticas por su decisión de dejar la cartera de Seguridad, Libertad y Justicia en manos del conservador italiano, Rocco Buttiglione, y fue forzado a dar marcha atrás por los exabruptos machistas y homófobos del ultracatólico”. Uno años después, Barroso estaba a los mandos de la que sería su segunda Comisión cuando comenzaron las negociaciones secretas del tratado de libre comercio entre Washington y Bruselas, el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés). Y el Libro Negro elaborado por el CEO documenta algunas de las cesiones de la II Comisión Barroso ante las presiones de las multinacionales en materia de agricultura, alimentación o finanzas, y su nuevo estudio viene a ratificarlas: “Los intentos de multinacionales y lobbies corporativos para influir en las políticas europeas fueron más exitosos que nunca durante la II Comisión Barroso”.

Karel De Gutcht, ex comisario de Comercio de la UE.

Sin duda, el más célebre de los usuarios de las puertas giratorias que recoge el informe es el excomisario de Comercio, Karel De Gutcht, que dejó su cargo con el relevo de la antigua Comisión, en octubre de 2014, para ser reemplazado por la duramente criticada Cecilia Malmström, hoy considerada la cara más visible en defensa del TTIP. El caso de De Gutcht es especialmente emblemático porque fue él quien llevó las riendas en las etapas preparatorias y en las primeras negociaciones del TTIP; fue él quien presionó para incluir la cláusula de blindaje a las multinacionales o ISDS, que ha causado tanta polémica y rechazo entre los ciudadanos del Viejo Continente. El reconocido cerebro europeo del TTIP era el responsable de Comercio cuando comenzaron formalmente las negociaciones. Ya entonces fue muy criticado por el enorme peso que otorgó a los lobbies en estas reuniones, y recientemente recibió permiso para adoptar funciones en tres compañías distintas: CVC Capital Partners, Merit Capital y Belgacom (hoy Proximus). Las dos primeras operan en el sector financiero, mientras que la última forma parte de la Asociación Europea de Telecomunicaciones y Operadores de Red (ETNO, en inglés). Según el CEO, el sector de las telecomunicaciones ocupa el tercer lugar en el podio de las multinacionales que mantuvieron un mayor número de reuniones a puerta cerrada con la Dirección General de Comercio hasta que de Gucht dejó la Comisión. “Tuvo muchos encuentros con las grandes empresas, es chocante –advierte Cann–. Pero lo que es particularmente importante es que el de las telecomunicaciones fuera uno de los lobbies más fuertes. Su reclutamiento puede ser una carta en el devenir de esas negociaciones”. Hoy De Gutcht forma parte del Consejo de Administración de Belgacom, la mayor operadora telefónica en Bélgica e integrante de la Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO). Y se da la circunstancia de que este lobby mantuvo encuentros a puerta cerrada sobre el TTIP con varios representantes de la Dirección General de Comercio cuando De Gutcht era el máximo responsable de esta cartera en la Comisión. Incluso, y según recogen las actas de estas reuniones, los representantes de Comercio se comprometieron a “analizar y discutir a nivel interno” la posición del lobby, “para identificar si deberían introducirse nuevos elementos en la negociación”.

      María Trallero, directora de Política Comercial en la Federación Europea de Asociaciones e Industrias  Farmacéuticas.

Inmediatamente por debajo de De Gucht, figura John Clancy, el que fuera su portavoz en la Comisión Durão Barroso, quien, siguiendo la línea marcada por su exjefe, defendió el TTIP con uñas y dientes, y hoy está a sueldo de FTI Consulting, una consultora especializada en comunicación política que sólo en 2014 gastó entre 1,75 y 2 millones de euros en acciones de lobby. Entre sus clientes figuran Google, Facebook o Cuadrilla, una empresa que utiliza la técnica de extracción conocida como fracking –altamente contaminante–, pero las únicas restricciones planteadas por la Comisión para desarrollar su trabajo se acotan en un periodo de apenas doce meses, un plazo totalmente “inapropiado”, en opinión del CEO. En la lista también aparece la española María Trallero, en nómina de la Dirección General de Comercio entre 2005 y 2012, y hoy Directora de Política Comercial en la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas (EFPIA), uno de los mayores lobbies de un sector que, entre 2013 y 2014, multiplicó por siete sus reuniones sobre el TTIP con la Comisión. La ejecutiva española, según consta en su perfil de Linkedln,  tiene experiencia en la defensa de los intereses comerciales de la Unión Europea, tras su paso por la Organización Mundial del Comercio (OMC). María Trallero trabajó en la Dirección General de Comercio en el periodo 2005-2012. El informe reprocha a la Comisión Europea que, en 2013, permitiera su fichaje por la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA) en Bruselas, uno de los principales grupos de presión de la industria farmacéutica. Sorprendentemente, la Comisión autorizó la decisión de Trallero para convertirse en un director de EFPIA en 2013, sin aplicar ninguna restricción.

     Varios eurodiputados muestran carteles contra el TTIP durante una sesión plenaria en la Eurocámara

Otro de los casos más interesantes es el de Jan Eric Frydman, hoy a sueldo de la firma sueca Ekenberg&Andersson, donde está a cargo del área de Prácticas Transatlánticas. Antes, fue asesor especial de Política Comercial y Asuntos Transatlánticos para la comisaria Cecilia Malmström, lo que, en palabras del CEO, le granjeó un “acceso extraordinario a las negociaciones sobre el TTIP”, en las que ha jugado su rol en materia de Cooperación Reguladora, uno de los apartados más espinosos del acuerdo. Y la puerta sigue girando con Eoin O'Malley, que pasó de la poderosa patronal europea Business Europe. Desde el arranque de las negociaciones, la patronal se mantiene a la cabeza de los grupos de presión, y persigue aumentar el poder de las empresas a la hora de inmiscuirse en las regulaciones, algo que preocupa a distintos partidos políticos y movimientos y plataformas sociales. El informe que rubrica la investigadora Vicky Cann para el CEO recoge también otra decena de casos de utilización de puertas giratorias que afectan a distintos trabajadores y cargos de la Comisión, parlamentarios o incluso figuras vinculadas a gobiernos como el de Reino Unido. El problema es que en muchas ocasiones estos hechos pasan desapercibidos para la opinión pública, y organismos como la Comisión actúan de forma opaca “escudándose en argumentos relacionados con la privacidad”, según el CEO. “A veces –señala el informe–, el conflicto de intereses está claro; otras, resulta difícil de probar”. La Comisión sí acota parcialmente las funciones que pueden cumplir sus asalariados cuando cruzan la puerta giratoria, al menos de forma temporal, pero el Parlamento Europeo es más laxo en sus restricciones. Y eso, por no hablar de la ausencia de obligaciones de rendición de cuentas a los lobbies que fichan a políticos para aprovecharse de sus contactos e influencias: el registro de la UE es voluntario, y las empresas ni siquiera deben declarar qué cantidad invierten en estas acciones de presión. Los últimos datos recopilados por el CEO sobre los sectores que ejercen una labor de lobby más decidida en lo que respecta al TTIP y el documento inciden sobre estas acciones de presión: “Las mayores multinacionales europeas se han unido para dar un fuerte respaldo al TTIP”, advierte el CEO. “Hay una dura batalla de lobbies en Bruselas y Washington sobre lo que debería y no debería incluir el TTIP”, apunta el organismo en su último estudio, que a lo largo de 40 páginas profundiza en los usos de puertas giratorias mencionados y arroja una conclusión preocupante: es probable que los casos detectados sean apenas una muestra, pero “la punta del iceberg” de la actividad lobbista en el TTIP.

1       Algunos de los grupos de presión más insistentes en las negociaciones sobre el TTIP son los que  abrieron sus puertas a los exasalariados de Bruselas.

El CEO va un paso más allá y hace suyas las peticiones de cientos de organizaciones civiles europeas: que la Comisión publique los textos de posición de cara a las negociaciones, todas las peticiones y ofertas, además de los borradores de los documentos consolidados antes de cada ronda negociadora, y las agendas de las negociaciones. A juzgar por la línea seguida por Malsmtröm y la Dirección General de Comercio, y a pesar de que la comisaria prometió traer más transparencia al llegar a su cargo, la Comisión Juncker está a años luz de tener en cuenta estas peticiones, de abrir puertas y ventanas para que los parlamentarios y los ciudadanos conozcan hasta el último y más oscuro rincón del TTIP. A lo largo de más de una treintena de páginas, el informe presenta también los casos del español Joaquín Almunia, excomisario de Competencia, hoy autorizado para realizar hasta 13 funciones distintas, algunas en empresas privadas, o el de la extitular de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, que cobra un salario por sus trabajos para el think thank Bertelsmann Foundation, propietario de tres cuartas partes de las acciones de la corporación mediática que lleva el mismo nombre. Los ejemplos de estos y otros comisarios son “insanos” en opinión del CEO, peligrosos por la cercana relación entre los gobernantes europeos y las empresas. A su juicio, Bruselas no debería haber autorizado al menos ocho de las funciones asumidas por distintos comisarios únicamente en lo que respecta a la II Comisión Barroso. El hecho de que ni siquiera el Comité Ético sea un organismo independiente –se compone ad hoc, y lo integran un exjuez y dos exrepresentantes de las instituciones europeas– sirve para ilustrar la permisividad de la Comisión con las actividades de los más altos dirigentes de todo un continente, que ni siquiera fueron elegidos directamente por los ciudadanos europeos. Para evitar los “potenciales conflictos de intereses”, el CEO sugiere prohibir a los comisarios que se incorporen a empresas privadas de los sectores relacionados con sus carteras al menos durante tres años, y pide afilar la normativa para que acote mucho más su campo de juego. Sin embargo, en una cultura política en la que incluso el registro de lobbies es voluntario, Cann cree necesario potenciar cambios que vayan más allá de lo normativo. “Este asunto va sobre la voluntad política”, afirma. “Y, cuando tienes una Comisión que no ve problemas en que estos exgobernantes pasen directamente de Bruselas al sector privado, tenemos un problema”.


El otoño es, probablemente, la estación del año más fotogénica. Desde hace varias semanas, las temperaturas han descendido, amanece más tarde y anochece mucho antes, hacia las seis la tarde. Las hojas verdes de los árboles caducos mutaron de color. Primero, se tornaron amarillentas, con tonos ocres; finalmente, se desprendieron de los árboles y se secaron. Con la ayuda del viento que, por esta época, empieza a soplar más fuerte, se amontonan en las calles y plazas. Bajo la luz otoñal, se forman mosaicos de colores. Y mis ojos, recién operados de cataratas, descubren estampas de una perezosa melancolía, de una insondable tristeza y de un sublime e inabordable sentido de esta vida. Esta es la época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente. En definitiva, desde el inicio del otoño, el tiempo en que el astro está por encima del horizonte, se reduce en casi tres minutos cada día a las latitudes de la península. Un collage de colores adorna todos y cada uno de esos días. Una luz amarillenta, anaranjada, con  matices verdes y marrones, me revela magníficas estampas naturales que cada amanecer o atardecer pretendo inmortalizar con mi cámara. Y los días, largos y luminosos del solsticio de junio, caminan a zancadas hacia el solsticio de invierno, dando paso a sombrías jornadas y a noches interminables, perfectas para charlar con amigos, para escuchar música, para pasear a la luz de la luna o para dormir.







“Desde aquí –escribe nuestro compañero, Pep Roig, en la Última Hora del domingo, en Mallorca, bajo el título “No a mi parte alícuota para la paga del senador Bauzá–, y para que conste, ruego, exijo a la autoridad competente (si es que hay algún competente con autoridad oficial) que tengan a bien descontar mi parte alícuota para dotar de contenido la paga del senador José Ramón Bauzá, ex presidente de la comunidad autónoma de Les Illes durante cuatro años de infausto recuerdo, de mala gestión, prepotencia y menosprecio a propios y extraños, como lo demuestra la publicación de las sentencias judiciales que contravienen leyes, disposiciones y decretos firmados por el ahora senador y su tropa de consellers,  y el desconcierto en el que dejó sumido al partido que presidía. Para que no se pueda decir que todo fue por culpa de ‘enemigos externos’, recordemos que fue el propio Rajoy, su Gobierno, el que impugnó ante el Constitucional diversos artículos de seis leyes aprobadas por el ahora senador. Tuvo que dar marcha atrás a lo que prendía mediante decretos, logró que más de 100.000 personas se manifestaran contra su forma forzada de aplicar el TIL, sin tener en cuenta la opinión de los expertos, profesionales, padres de alumnos. Ahora mismo, el Tribunal Superior de Justicia, ha vuelto a tumbar su ocurrencia del servicio de pediatría que perjudicaba a los usuarios del hospital de Inca. Por tal desastre, el PP le ha premiado con una suculenta plaza de senador, para que pase algunos placenteros años en su amada capital de España a costa de los contribuyentes, entre los que me cuento, y por eso estoy disconforme con seguir sufragando a escote la prebenda. Y mira que hay gente válida en el PP, entre la gente válida que no echó para que no le hicieran sombra”.


Entre los fotomontajes publicados, escogemos los de Skakeo FanZine. Desde que Blair pidió perdón por la Guerra del Golfo, en el PP se han visto reacciones variopintas al respecto: Aznar dice que a él le fue genial, Margallo critica sutilmente y Espe, siempre a su bola, va diciendo que España no intervino. Comentan que, en España ya no hay partidos de derechas ni de izquierdas, sino un centro pluralísimo masificado. Rajoy contesta a las preguntas grabadas en TVE, habiendo conseguido plasmalizar a la ciudadanía. ¡Qué suerte hemos tenido de haber vivido la llegada del Mesías! San Mariano Salvador Daspaña. Mientras tanto, la familia Pujol simula tras las rejas rojas y Arthur Mas pide dinero al Estado para pagar las Farmacias. Apareció el nuevo mártir en el Santoral, San Arthur Mas... ¿No será que al PP le conviene revivirlo y darle cancha? El web Negro asegura que “de España no se va ni Dios”. Aparece, en El Jueves, el Yo y Antiyo. El hermano de Wert, encabezando la lista de Podemos por Ciudad Real. Y Rajoy “premia la gran labor de Wery en Educación, regalándole la estancia en París con su amorcito... Una estancia que, por cierto, pagamos entre todos los españoles. Un último consejo: cambia tus hojas, pero no pierdas tus raíces.











Alberto Mott, en dosis diarias.





El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Forges, Peridis, J. R. Mora, Manel Fontdevila, A. López, Ferrán, Mel, Pat…



















Pep Roig, desde Mallorca: Menos monos, Adiós y que aproveche, La empecinada realidad, El pelotón de los torpes, La vida sigue igual y Vota, calla y paga.







Entre los vídeos de esta semana recordamos una pieza del otoño, “Las hojas muertas”, canción de Jacques Prévert y Joseph Kosma, inmortalizada por Cora Vaucaire. Escuchamos varias versiones de la misma: Lucille Dumont, Edith Piaf, Juliette Greco e Yves Montand. Este último, en el Olympia de París. Chanson de Jacques Prévert et Joseph Kosma immortalisée par Cora Vaucaire (1918-2011), disponible sur la compilation "La dame blanche de Saint-Germain-des-Prés" chez EPM Cora Vaucaire "Les feuilles mortes" (version originale) Prévert/Kosma EPM MUSIQUE Cora Vaucaire "Les feuilles mortes" (version originale) Prévert/Kosma EPM MUSIQUE

 
Le Québec d'autrefois - (1950) (Autumn Leaves: In French) (Paroles: Jacques Prévert - musique: Joseph Kosma) Lucille Dumont - Les feuilles mortes (avec paroles) (1950) fenicnarfabc fenicnarfabc
Edith Piaf - Autumn Leaves (Les Feuilles Mortes) Wor Moya
 
 Juliette Greco - Les Feuilles Mortes hapansen
 Actualizado el 6 ene. 2008 Les Feuilles Mortes_Yves Montand à l´Olympia unamisma
Recordamos también a Pablo Iglesias, en el Hormiguero ¿Censura a Pablo Iglesias en El Hormiguero?
 

Pablo Iglesias toca la guitarra y canta en EL HORMIGUERO. Pablo Iglesias canta junto a Pablo Motos - El Hormiguero 3.0 Antena 3.


Oigan a la bacallanera del Règim on fire contra Mas y Junqueras. Y al director de La Vanguardia ¿No les recuerda al perro mordiendo a su amo por no sacarle a pasear? La Rahola, histérica contra Mas por cargarse el prusés Dolça Catalunya.

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