domingo, 25 de noviembre de 2018

¿Una amenaza para el Amazonas? Operación retrete. La monarquía necesita un referéndum y La casa de papel.

Jair Bolsonaro, flamante presidente de Brasil.

Jair Bolsanaro, el hombre de extrema derecha que el domingo, 28 de octubre era elegido presidente de Brasil, hace solo unos meses, cuando nadie quería votar por él, amenazó con matar a 30 mil “izquierdistas” y alabó las dictaduras. Ahora, Jair Bolsonaro en la presidencia de este Estado, se enfrenta a un enorme retroceso en materia ambiental. Y ataca el ecologismo, defendiendo a ultranza la agroindustria, responsable de la deforestación. ¿Qué consecuencias traerá para el pulmón del mundo? La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia del país con mayor biodiversidad del planeta ya encendió las alarmas de las organizaciones civiles y activistas ambientales. El mandatario anunció que iba a fusionar el Ministerio de Agricultura y el de Ambiente, decisión que puede generar graves consecuencias para la Amazonia. Para Bolsonaro el medio ambiente no es una prioridad y así lo dejó claro durante la campaña. En ella, cuestionó el Acuerdo de París, alegando que ponía en peligro la soberanía nacional, desestimó el ecologismo y afirmó que no habría “ni un milímetro más de tierras para los indígenas”. Sus promesas de acabar con la “industria” de las multas para las grandes multinacionales que comprometen seriamente al medio ambiente y la detención de la demarcación de nuevas tierras para los pueblos originarios, representa un enorme riesgo para la selva misma y para el planeta, que padecen los estragos de la actividad humana. Jair Bolsonaro piensa arrasar la Amazonía con excavadoras gracias a poderosas compañías que gastaron millones ilegalmente, inundando WhatsApp de noticias falsas que lo apoyaban. “Somos 200 millones de habitantes y una de las cosas que está funcionando es la cuestión del agronegocio y la agricultura familiar. No podemos dificultar el progreso”, aseguró Bolsonaro en una sesión en vivo a través de sus redes sociales. “El problema -advierte el profesor de la Escuela Brasileña de Guierra, Fábio Albergaria de Queiroz, PhD en Amazonia y experto en medio ambiente- es que su gran referencia en términos de estadística es Donald Trump y Trump ha dicho que el cambio climático no existe”. Por eso “queda claro que, para él (Bolsonaro), el medio ambiente es una política de segunda clase” y eso trae graves consecuencias para la selva, las comunidades que habitan en ella y la flora y la fauna del lugar.

     Brasil cuenta con la mayor parte del Amazonas, el 60%.

El Amazonas se extiende por más de 7,4 millones de kilómetros cuadrados a través de Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela, Ecuador, Guyana y Surinam. De ese grupo de naciones, Brasil cuenta con la mayor parte, el 60%. De acuerdo con Greenpeace, la deforestación en los años 70 alcanzaba apenas un 1 % del total de la Amazonia que hoy alcanza el 18%. Expertos advierten que, si llega al 20 ó 25 %, el ecosistema comenzaría a entrar en colapso de forma irreversible. El profesor Fabio Albergaria de Queiroz nos recuerda: “La amazonia es uno de los reguladores de la temperatura del planeta y, si se altera el sistema de lluvias, su colapso sería desastroso: cambiaría el clima y la capacidad de almacenar dióxido de carbono en la atmósfera. Y esto se sentiría en todo el mundo”. En Brasil existen unas 600 reservas indígenas, que ocupan el 13 % de todo el territorio nacional. Sin embargo, no todas las zonas para las tribus están delimitadas legalmente. En campaña, Bolsonaro les ofreció a estas comunidades vivir de los recursos de “las regalías”, la “minería” y de las de las hidroeléctricas que quiere construir en esos terrenos, así como de la “explotación de la biodiversidad”. Para el obispo André de Witte, presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), “la posición de Bolsonaro sería realmente desastrosa” porque daría luz verde al “agronegocio” y a la industria extractiva, con lo que “el valor de la naturaleza preservada va a ser totalmente perjudicado”. No solo pone en riesgo a estas ancestrales tribus sino a toda la nación, pues su falta de experticia y su discurso en contra de la preservación del medio ambiente detiene el avance de organizaciones en la protección de las reservas naturales del país. “Mucho de lo que Bolsonaro dice es retórica y mientras el medio ambiente siga como política de segunda clase, la situación ambiental se quedará como está”, asegura Albergaria de Queiroz. Recientemente, el mandatario electo afirmó que estaba pensando en retirarse del Acuerdo de París, pero luego matizó sus palabras y dijo que el país no iba a desconocerlo. Después afirmó que iba a fusionar el Ministerio del Medio Ambiente y el de Agricultura, y ahora anuncia oficialmente la creación de una sola cartera. Expertos como Albergaria de Queiroz lo consideran “catastrófico, porque pretende unir dos ministerios que son opuestos irreconciliables. Tenemos un gran problema, pues ecosistemas como la Amazonía corren el riesgo de convertirse en áreas de agricultura”, aseguró. Lo preocupante es que el tiempo corre y con Bolsonaro, el gigante suramericano se aleja de un modelo de desarrollo sostenible. Y, en Brasil, el país donde más asesinan a ambientalistas de todo el mundo, los activistas siguen luchando por detener la deforestación, el monstruo silencioso que devora la Amazonia.

Mark Elliot Zuckerberg.

Mark Elliot Zuckerberg programador y empresario estadounidense, conocido por ser el fundador de Facebook, no hizo nada mientras poderosas compañías gastaban millones ilegalmente para inundar la plataforma de mensajería de noticias falsas y discursos de odio. “Zuckerberg -aseguran Ricken, Christoph, Fadi, Emma, Alice, Rosa y todo el equipo de Avaaz- pudo haberlo detenido e informar a sus usuarios. Pero no lo hizo. Ahora, depende de nosotros aprovechar el momento para señalar a Facebook su responsabilidad sobre las noticias falsas y los discursos de odio difundidos en sus plataformas y acabar con ellos antes de que más personas como el presidente de Brasil se adueñen de nuestras democracias y de nuestro futuro. En Brasil, los periodistas solo empezaron a darse cuenta del problema después de que engañaran a millones de personas con noticias falsas. Pero hay una manera de solucionarlo: convenciendo a WhatsApp de que introduzcan un filtro para noticias falsas que puedan activar los usuarios que les alerte de posibles mensajes con desinformación. Para que esto funcione la plataforma podría permitir a los usuarios que el cifrado fuese opcional, una solución que protegería tanto nuestras democracias como nuestra privacidad. La cantidad de noticias falsas que actualmente se están difundiendo en todas nuestras redes sociales está creando una enorme y asombrosa crisis mundial. Facebook sigue albergando cientos de millones de cuentas falsas activas. Dos mil millones de personas tienen cuentas de YouTube y consumen hasta una hora al día, pero los expertos dicen que sus algoritmos empujan a la gente a ver contenido extremista, racista y calumnioso. Por eso nuestro movimiento está contraatacando -presionando a las plataformas de redes sociales, WhatsApp incluido- para que defiendan a los ciudadanos, las democracias y la información real”.  Avaaz está peleando contra las noticias falsas y la desinformación en todo el mundo. En Brasil, el equipo de “duendes” puso al descubierto una de las redes de desinformación más grandes del país y logró derribarla. “Pero esta acción llegó tarde y se quedó corta. Los algoritmos de las redes sociales tienen un gran poder sobre nuestras sociedades, y ahora mismo están obligándonos a consumir veneno. Por todo aquello que amamos, vamos a limpiarlas antes de que sea demasiado tarde”. 

       Wilson Witzel, gobernador de Río de Janeiro.
El nuevo gobernador del estado de Río de Janeiro, Wilson Witzel (del Partido Social Cristiano, PSC), logró su estatus tras acercarse a la familia Bolsonaro y participar en mítines a favor del nuevo presidente brasileño. Witzel sigue al pie de la letra la línea dura marcada por el ultraderechista y utiliza terminología bélica como “abatir” y “eliminación de objetivos” para referirse al asesinato de delincuentes por parte de la Policía Militar. “Lo correcto es matar a los delincuentes armados”, responde Wilson Witzel en el diario Estado de São Paulo, aplicando su estrategia de seguridad pública, relacionada sobre todo con el narcotráfico. “La policía va a hacer lo correcto: apuntar a la cabecita y... fuego. Para que no haya errores”. Ni siquiera los nefastos resultados de la Intervención Federal en la seguridad pública de Río de Janeiro le hacen pensar en una estrategia alternativa. Está centrado, como primer paso, en crear una brigada de francotiradores de élite. La innovación de Witzel es suprimir la secretaría de Seguridad Pública y elevar a ese escalafón a la Policía Militar y a la Policía Civil. Su ideología, su discurso y sus primeras decisiones han colocado ya al nuevo gobernador como una nueva amenaza para los derechos humanos. El Observatório da Intervenção teme incluso que Witzel pueda llegar a reinstaurar la “gratificación faroeste” [de lejano oeste], empleada en los noventa por el gobernador Marcello Alencar para premiar los llamados “actos de valentía de los policías”, que no eran otra cosa que asesinatos de delincuentes. Durante la campaña electoral, el gobernador electodemostró que el discurso violento genera rédito electoral, el día en que en uno de sus mítines presumió haber arrancado y partido en dos una placa homenaje a la concejala Marielle Franco, asesinada a tiros el pasado 14 de marzo junto a su chófer Anderson Pedro Gomes. La vejación al recuerdo de la concejala y a lo que significaba su trabajo social, como mujer negra, lesbiana y de la favela, acompañó a Witzel, durante su discurso. Desde el Observatório da Intervenção se preparan para lo que vendrá a partir de ahora: “Una intervención sin intervención oficial. Más decretos de Garantía de la Ley y el Orden (GLO) –que permiten la participación militar en operaciones de seguridad pública– y más generales o comandantes en los principales despachos de la seguridad pública aquí en Río de Janeiro”. Los últimos movimientos del gobernador, mientras tanto, están relacionados con la organización de un viaje a Israel junto al senador electo Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del presidente. El objetivo es claro: ver de cerca cómo funcionan los drones armados del Ejército hebreo.

Jair Bolsonaro, candidato presidencial en Brasil, aprovechó la desconfianza a la política en Brasil. 

Camilo Gómez, escribió el 28 de octubre pasado en El Mundo cómo Jair Bolsanaro se perfilaba como el nuevo presidente de Brasil. “De pie, sobre una tarima de tres metros en Brasilia, Jair Bolsonaro agarraba con su mano izquierda un muñeco del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, vestido como prisionero, y lo golpeaba con su palma derecha. Era marzo de 2016 y Brasil vivía uno de sus momentos más tensos en la última década. Los principales símbolos de la izquierda en la región, Lula y Dilma Rousseff, eran investigados por corrupción. Con cada bofetada, Bolsonaro sonreía y, tras un último derechazo, arrojó el muñeco al suelo. En seguida bajó a saludar a sus partidarios, que lo levantaron en brazos y lo aclamaron como a un ídolo. Pero ¿quién era realmente Jair Bolsonaro? Sus seguidores lo llaman ‘el mito’. Para algunos de ellos es un ser superior, una ficción, un héroe. Lo aplauden por su estilo retador, por salirse del libreto usual de los políticos. Para otros, en cambio, representa el peligro, los extremos, el regreso de una dictadura. Jair Messias Bolsonaro es un exmilitar de 62 años que, con casi tres décadas de una discreta carrera en la arena política, surgió hace menos de dos años como el símbolo de la derecha desmedida. Desde 1991, circula por los pasillos del Congreso de Brasil. Ese año fue elegido como diputado federal de Río de Janeiro por el Partido Demócrata Cristiano. Desde entonces ha sido un camaleón, pues ha vestido las banderas de siete partidos. Con cada pulso electoral sumó más adeptos, aunque no se lo debe tanto a su carrera, pues ha impulsado pocas reformas. Su éxito es mérito de sus afirmaciones, sus posturas personales y su crítica empedernida a los gobiernos de izquierda. Su discurso, ambicioso y controvertido, no fue usual en una campaña a la presidencia. En el exterior lo comparan con Donald Trump, Marine Le Pen o Rodrigo Duterte. Lo llaman la versión tropical de la ultraderecha. Ser políticamente incorrecto, como Trump, un antisistema, se volvió una fórmula popular entre algunos políticos tras el éxito del magnate en Estados Unidos”. 

      
El ultraderechista Jair Bolsonaro capitalizó el malestar de los brasileños. Sin Lula, era el favorito.

Bolsonaro dijo que las mujeres “deben ganar menos porque se quedan embarazadas”, que “los artistas deben ser fusilados”, que “las minorías tienen que inclinarse a las mayorías”, que “los negros no sirven ni para reproducirse” y que “sería incapaz de amar a un hijo homosexual”. Apoyó la venta libre de armas (en un país con elevados índices de violencia), la tortura de delincuentes, pues para él “el mejor delincuente es el delincuente muerto”, y minimizó la importancia de las ejecuciones durante la dictadura, que además revindica. “El error de la dictadura fue torturar y no matar”, declaró, nostálgico del periodo militar.  Este prontuario de declaraciones misóginas, homófobas y racistas tuvo gran aceptación entre los brasileños. Bolsonaro se aprovechó de un electorado que ya no cree en la política tradicional y que busca una solución radical frente a la crisis económica y social que vive el país. Encontró la fórmula del éxito en capitalizar el odio del pueblo hacia la corrupción de la izquierda. Emuló los ataques a la prensa como lo hizo Trump “No serán la prensa ni el Tribunal Supremo los que me dirán cuáles son mis límites”, dijo. “Responderé lo que yo quiera”, sentenció en su primer debate. Se presentó a sí mismo como la única salvación, como el “Messias” que necesitaba el país. “Solo hay uno que puede cambiar el destino de Brasil, ese es Jair Bolsonaro”, sentenció. No obstante, en su primer debate, planteó un discurso más moderado, con intenciones de mostrar una imagen reflexiva, una postura equilibrada. En su contra estaban los empresarios, que lo veían como una moneda al aire, pues creían que no sabría tomar el rumbo del país. Además, la relación de muchos de sus familiares con empresas estatales inquieta al electorado, que está hasta el cuello de la corrupción. Sin embargo, un sector de los jóvenes comenzó una fuerte campaña a su favor en internet, el mismo grupo que pidió a gritos la prisión para Lula.

Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores.

Fernando Haddad, candidato a la Presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT) en las recientes elecciones, anunciaba el pasado miércoles que su formación estudiaría denunciar ante los tribunales a WhatsApp por la difusión de noticias falsas durante las elecciones. Según Haddad, el PT presentaría la acción judicial en Estados Unidos, país donde WhatsApp tiene su sede, para que “allá rinda cuentas de lo que hizo aquí”. “Nosotros pretendemos explorar la posibilidad de entrar con una acción judicial contra WhatsApp en la sede de la empresa, para que allí rinda cuentas de lo que hizo aquí, desconociendo la jurisdicción de las autoridades brasileñas” afirmó Haddad. El objetivo, según el excandidato presidencial, es forzar a la empresa a aclarar cómo la aplicación fue utilizada en Brasil para la propagación masiva de noticias falsas durante el período electoral. Según Haddad, los dirigentes de la empresa en Brasil se han negado a abrir los datos para explicar la propagación de mensajes falsos en la última semana de la primera vuelta. “Queremos saber quién ha contratado, cuántos mensajes se han propagado y para engañar a quién”, precisó. Haddad perdió las elecciones para la Presidencia de Brasil durante la segunda vuelta en la que salió victorioso el ultraderechista Jair Bolsonaro con el 55% de los sufragios, once puntos más que el progresista.

Operación retrete. 
Pero, volvamos a España, en donde otras amenazas políticas nauseabundas nos siguen invadiendo.  “Era casi fatal -escribía el pasado miércoles David Torres en Público- empezar el Día Mundial del Retrete con novedades sobre la financiación ilegal del PP, en concreto, sobre la Operación Kitchen, un operativo policial controlado por el inefable Villarejo y destinado a hacerse con la documentación que Bárcenas tenía en contra del partido. Como todas las operaciones que implican a Villarejo, ésta también contaba con espoleta retardada. El estallido ha supuesto la publicación por parte del diario El Mundo de unos papeles donde hay apuntes de pagos en dinero negro para el sastre de Mariano, para la boda de la hijísima de Jose Mari y para el marido de María Dolores, entre otros muchos delitos. Es decir, nada que no supiéramos. Lo que no se entiende muy bien es por qué a esta operación en concreto la llamaron kitchen, cocina en inglés, cuando está claro que se refiere a las cloacas, al WC, al retrete de Génova. Probablemente porque el PP es un partido tan poco versado en prácticas mafiosas que cagan donde comen, en lugar de mantener ambos recintos en compartimentos estancos…. Mariano Rajoy, en el caluroso verano de 2013, protagonizó una comparecencia estelar ante las cámaras donde dijo una de sus memorables sentencias: ‘Todo es falso, salvo alguna cosa’. En efecto, ahora acabamos de descubrir que también podía haber dicho: “Todo es falso, excepto todo”, porque los papeles de la Operación Kitchen documentan la corrupción del PP a todos los niveles y por todo el territorio español y buena parte del suizo. El ministerio del Interior, dirigido en aquellos tiempos por un radioaficionado de la Virgen de Fátima, ocultó durante años estas pruebas al poder judicial, desmintiendo aquel sabio consejo de La jungla de asfalto: ‘No puedes fiarte de la policía porque nunca sabes cuándo va a ponerse de parte de la ley’. En la España del PP, en cambio, te puedes fiar de la policía al cien por cien. El mismo día que esta oleada de podre ascendía a las portadas de los periódicos se publicaba un mensaje del senador Ignacio Cosidó explicando, mediante un sencillo cálculo numérico, la manera de controlar los hilos del poder judicial y del Tribunal Supremo entre el PP y el PSOE. Esto no lo sabíamos tampoco, salvo alguna cosa. Cosidó, por cierto, era el director general de la Policía cuando Villarejo hacía de las suyas, pero no se enteraba ni del Nodo. Para terminar de arreglarlo, la movida criminal ha pillado a Pablo Casado, Secretario Cuñado General, en Lepe, haciendo chistes justo una semana después del primer aniversario de la muerte del inolvidable Chiquito de la Calzada. Casado -que tiene un estilo de dar mitines muy de monólogo cómico, riendo sus propias gracias -ha dictaminado que toda esta inmundicia es cosa del pasado. También es verdad que el pasado cada vez le pilla más cerca, ayer mismo para ser exactos, y que Casado, que tiene siempre en la cabeza las grandes gestas históricas, para la corrupción padece lo que técnicamente se conoce como memoria de pez. Con lo fácil que era tirar de la cadena, aunque entonces se quedan sin PP”.

 La monarquía española necesita un referéndum.

The New York Times publicaba el pasado miércoles un artículo de David Jiménez, ex director de El Mundo, en su versión en español: “La monarquía española necesita un referéndum”. El autor del mismo defiende la convocatoria de una consulta e invita al rey Felipe VI a “aceptar el envite” lanzado desde una veintena de universidades públicas y desde al menos siete distritos y cinco municipios de Madrid. Recuerda que, “aunque Felipe VI no se ha visto implicado de forma directa en ninguna irregularidad a pesar de los escándalos que han rodeado a la Casa Real, resulta difícil saber qué apoyo tiene el rey entre los españoles. “El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el organismo público encargado de medir el pulso social del país, dejó de preguntar sobre la monarquía en 2015, después de que los escándalos de Juan Carlos I hundieran su popularidad”, apunta Jiménez. “Lejos quedan los días en los que la monarquía española vivía un idilio casi perfecto con la ciudadanía, la familia real tenía una imagen impoluta y el debate sobre el modelo de Estado permanecía en la marginalidad política”, subraya el artículo. Jiménez culpa de ello a que durante demasiado tiempo la imagen de Juan Carlos I “estuvo sostenida en una fantasía. La prensa ocultó sus excesos, los políticos miraron para el otro lado y la élite económica le agasajó en busca de privilegios e influencia, creando un muro de protección tan cortesano como ficticio”. Ante ello, Jiménez defiende que lo que necesita Felipe VI es justo lo contrario: “Abrir la institución a la calle, huir del hermetismo que promueve su entorno más conservador y reanudar el impulso reformista de sus comienzos, abrazando incluso la idea de que al final su futuro sea decidido en un referéndum”. En el mes de julio, ante la falta de datos sobre la monarquía después de tres años sin que el CIS pregunte sobre ella, Podemos realizó una encuesta interna a nivel nacional sobre un posible referéndum. Sólo un 16% de los participantes en el estudio asociaba monarquía con democracia. Todos estos datos coinciden con la proliferación de los actos de desafección a la Corona entre los ciudadanos y las instituciones.


“La Casa de Papel” se ha convertido en la primera serie española en recibir un Emmy Internacional. La ficción, creada por Álex Pina, recibió el galardón, en la categoría de Mejor Drama, en la 46º ceremonia de Los Premios Emmy Internacional, celebrada en Nueva York. La serie original de Atresmedia, que actualmente emite Netflix, se enfrentaba a la aclamada serie de Amazon India, Inside Edge. Sus otros dos competidores eran la ficción británica “Urban Myths” y la brasileña “Uno contra todos”, cuyo actor principal, Júlio Andrade, fue nominado a los Premios Platino. “La casa de papel” tiene entre sus fans al mismísimo Stephen King. “Si te gustan [las historias de] atracos, te va a encantar esto. Es una bomba. En español, con subtítulos en inglés o doblada”, ha tuiteado el célebre escritor de terror para sus más de 5 millones de seguidores. La serie recibió el pasado mes de junio el premio a mejor serie dramática en el Festival de Televisión de Montecarlo y el premio Fénix a Mejor Serie. “La Casa de Papel” también fue elegida Mejor Serie Española y Premio Especial del Público en el Festival Internacional de Luchón (Francia). Recibió el Premio Iris a Mejor Guión, el premio Fotogramas de Plata como Mejor Serie Española y el premio del Festival MiM Series a la Mejor Dirección. El partido de Pablo Iglesias celebró el Emmy Internacional, pero también el “rescate del cántico antifascista Bella Ciao”

Las fotomontajes y las imágenes más sorprendentes de esta semana:


 May acepta ceder Gibraltar a cambio de Magaluf. (De El Jueves)



Sesión de control  en el Congreso. @Aquel Coche


Lo de Borrell está siendo sometido al VAR...

Gabriel, el travieso. @Elmundolibre.


Rokambol News publica que el PP y Ciudadanos aceptan condenar el Franquismo si también se condena el Racionalismo, la Hermenéutica, el Platonismo y el jazz. “Además del Comunismo y el Realismo volitivo”, han recordado al unísono Rivera y Casado.



¿Por qué Albert Rivera no se atreve a decir que Vox es extrema derecha? Twitter analiza los motivos httpswww.publico.estremending









El humor, en la prensa de esta semana: J.R. Mora, El Roto, Peridis, Pat, Manel F., Vergara, Javirroyo, Acacio, Pedripol, Vergara…







 20N.
 Izquierda...  o cómo empeorar las cosas
 Pablo Casado, el gracioso.








Pep Roig, desde Mallorca: Por encargo y a medida, Hecho el descuento, hecha la trampa,   Conduzca por la derecha, El país de “para mí y los míos”, Pero ¿esto qué es?, No se rían, por favor…







Los vídeos de esta semana: Rifirrafe entre Borrell y Rufián que provoca la expulsión del portavoz de ERC Este es un cortometraje basado en el histórico anuncio de compresas que decía “soy tu menstruación”, y que forma parte de la campaña del Gobierno de Cantabria para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, que se celebra el 25 de noviembre. Yolanda Domínguez, autora del proyecto audiovisual, señala que su objetivo es “recordar que eliminando nuestros comportamientos machistas podremos tener relaciones más sanas con nosotros mismos y con los demás”. Hola, soy tu machismo .
Polònia - Polònia - 22/11/2018 LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. “20 N” | #LateMotiv463 SINFONIA (Simon Brethé) – UFMG

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