sábado, 16 de febrero de 2019

Roger Waters, músico británico exlíder de Pink Floyd, apoya al presidente Maduro.


 Roger Waters, ex líder de Pink Floyd, responde a las críticas por apoyar al presidente Maduro.


Roger Waters, músico y activista británico, ex líder de Pink Floyd, llama a “no permitir que se destruya” Venezuela “por unos barriles”, en respuesta a una carta abierta dirigida a políticos estadounidenses por un grupo de “expatriados venezolanos”, en la que piden apoyar al opositor, Juan Guaidó, y la que fue firmada, entre otros, por una analista del banco de inversiones Goldman Sachs. Waters explica en Facebook que, tras su reciente llamada en Twitter “EE.UU., ¡fuera las manos de Venezuela!”, recibió una lluvia de reacciones de “todos los que hablan por el pueblo venezolano, la mayoría de ellos blancos, de clase media y residentes de la ciudad de Nueva York”. Una de ellas fue la respuesta de un viejo amigo suyo, un músico venezolano expatriado, quien le invitó a leer una carta abierta firmada, entre otros, “por una joven llamada Adriana Kohlhofer” y dirigida a los “Socialistas Demócratas de EE.UU”.

La misiva, según Waters, representa “una polémica apasionada en apoyo de las sanciones de EE.UU. y otros tipos de intervención en Venezuela, con la esperanza de llevar al cambio de régimen”, cambio que facilitaría la adopción de políticas económicas neoliberales, incluido el regreso de la industria petrolera venezolana a manos privadas. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue descubrir, tras una búsqueda en Google, que Adriana Kohlhofer, que “pretende hablar en nombre de la gente de Venezuela”, es una analista de gestión de patrimonio privado en Goldman Sachs. El músico británico cita resultados de un estudio realizado entre los venezolanos entre el pasado 7 y el 20 de enero por la reconocida empresa de encuestas Hinterlaces: un 81% de los encuestados no están de acuerdo con las sanciones aplicadas por EE.UU. contra su país; un 78% no estaría de acuerdo con una intervención internacional en Venezuela para destituir al presidente; un 86% es contrario a una intervención militar internacional en Venezuela y un 84% apoya un diálogo entre el Gobierno y la oposición para resolver los problemas económicos.

Según Waters, estos resultados demuestran que la opinión de la mayoría de los “venezolanos reales, que realmente viven en Venezuela”, no coincide con “la narrativa que vende” la analista de gestión de la riqueza de Goldman Sach, los altos cargos estadounidenses, sus “acólitos sumisos” en Canadá, Australia, la OTAN y la UE, así como “todas las dictaduras y cuasi democracias de derecha” en América Latina “dominadas por EE.UU”. Los resultados de la encuesta representan “un grito de corazón de un pueblo asediado”, que desea que “se levanten las sanciones letales y draconianas” y que se le dé “el tiempo y el espacio” para encontrar su camino; un pueblo que no quiere “ser los próximos Libia o Irak o Siria”, y que pide a EE.UU. que “deje de alimentar a los chacales” entre ellos y de “flotar como buitres” sobre sus campos petroleros.

En definitiva, “la analista de gestión de patrimonio de Goldman Sachs es solo eso, no es ningún oráculo”, asegura el activista, quien llama a “no permitir” que se destruya el “hermoso país” caribeño “por unos cuantos barriles de alquitrán, que es lo único que les importa”.

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