domingo, 16 de junio de 2019

Consultas, extraños pactos políticos y nuevos ediles.

      Imagen de Gamón Arias. 

Ayer, sábado, tras los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo, los diferentes partidos resolvieron la constitución de los gobiernos en los más de 8.000 ayuntamientos del país. 67.010 concejales se reunieron para elegir a 8.131 alcaldes y alcaldesas de los próximos cuatro años. El PP gobernará en cuatro de las ocho grandes capitales españolas: Madrid, Zaragoza, Málaga y Murcia. El PSOE, PNV y Compromís mantendrán Sevilla, Bilbao y Valencia. Ciudadanos consiguió hacerse con los ayuntamientos de Granada, Palencia y Melilla. Ciudadanos se hizo con los ayuntamientos de Granada, Palencia y Melilla. José María González, Kichi, (Adelante Cádiz) fue investido alcalde de Cádiz. Y Ada Colau (Barcelona En Comú) fue reelegida alcaldesa de Barcelona con el apoyo del PSC y tres de los seis ediles de Manuel Valls. Un extremo cinismo derivado de una derecha unida, más por intereses personales o de partido que por los generales, logró el poder en numerosos ayuntamientos y comunidades autónomas. De esta manera, PP, Ciudadanos y Vox se impusieron gracias al apoyo de Vox alcaldías en Madrid y capitales de toda España. Vox inspiró a las tres derechas, tras plegarse PP y Ciudadanos a acuerdos para obtener nuevos cargos. Como escribe Rosa María Artal en “Los pacos del caos”, el Día D ha llegado. “El problema es serio. Se vio venir, se avisó y no sirvió de nada. La sinrazón ultra va a gobernar sobre asuntos esenciales de los ciudadanos como la salud, la educación, servicios, hasta sobre las libertades y las ideas. Los pactos, tan esenciales en política y en democracia, nos han salido en España pactos del caos. Colocan en lugares cruciales de poder, no solo a una peligrosa ideología, sino a personas sin entidad, netamente poco preparadas. Síntoma evidente de lo poco en serio que se toman algunos partidos la gestión de las cosas de todos. Confusiones que obviaron señales claras, como la creencia de que Ciudadanos era un partido liberal de centro, han contribuido a este escenario”. Todo ello, dentro del pacto de gobierno de coalición alcanzado por las tres derechas en diversos municipios de toda España, permitido la investidura como alcalde de Madrid del popular José Luis Martínez Almeida, con el visto bueno de Ciudadanos. Y, tras el acuerdo de PP y Vox en Madrid, Jorge Azcón (PP) consiguió la alcaldía de Zaragoza. Por el contrario, Ada Colau, tras recibir el aval definitivo de sus bases para ser alcaldesa y gracias a un gobierno con el PSC, juró su cargo en Barcelona. Y en Valencia, Joan Ribó, candidato de Compromís a la reelección, fue elegido, por segunda vez, primer edil con el respaldo de esta coalición y con el del PSPV. 


La ronda de contactos se inició el pasado martes entre Pedro Sánchez y los líderes de los principales partidos nacionales, barajándose muchas variables. Sánchez podía valerse de una abstención de Partido Popular y Ciudadanos que, por ahora, parece imposible por mucha presión que el PSOE intente ejercer. La opción más plausible y sobre la que Sánchez y su equipo trabajaron fue un acuerdo con Unidas Podemos aún por determinar, calificado de “Gobierno de cooperación”. Pero entre ambos sumarían 165 escaños, lejos de los 176 de la mayoría absoluta. Dos fueron las rutas que podría tomar el PSOE para reeditar Gobierno: bien con los partidos regionalistas, opción defendida por Casado para que la gobernabilidad del país no descansara sobre los independentistas; o bien negociar con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y JxCat. Adrián Lardiez apunta desde ElPlural.com: “De entre los potenciales socios de Sánchez dentro del espectro de partidos denominados regionalistas, el PSOE podría sumar a PNV, PRC y Compromís sin despeinarse demasiado. De los tres, el que más hará sudar a los socialistas será el grupo vasco. De hecho, Aitor Esteban, tras la reunión con Ábalos, advirtió de que, hoy por hoy, no tienen sus votos y que la reunión no fue más que una toma de contacto en un clima ‘distendido y constructivo’ que permitiera ‘explorar las posibilidades de avanzar hacia un entendimiento’. Pero, aún contando con los nacionalistas vascos, a Sánchez la aritmética parlamentaria sigue resistiéndosele. Solo existe una posibilidad de que esta fórmula sume, y es en un escenario en el que los presos electos de JxCat no renuncien a su acta. Sánchez no saldría elegido en primera votación, pero, en una segunda, solo necesitaría más ‘síes’ que ‘noes’ y la abstención de partidos como EH Bildu, Coalición Canaria UPN (Navarra Suma) valdría una investidura. Una opción no barajada por el PSOE puesto que, según fuentes internas consultadas, existe la posibilidad de que ‘JxCat cambie de opinión a última hora, renuncien al acta, firmen los nuevos, y adiós’... Ana Oramas (Coalición Canaria) ha advertido de que bajo ningún concepto apoyaría un Gobierno integrado por Podemos, con lo que el líder socialista tendría problemas con sus socios morados. A la ecuación habría que sumar a UPN, que ha puesto a disposición de Sánchez sus dos escaños siempre y cuando se abstengan y permita gobernar a su confluencia en Navarra. Por último, está la ruta de los partidos independentistas. Ábalos no ha descartado sacar la investidura adelante con su abstención porque ‘todos los diputados merecen la misma consideración y cuentan exactamente lo mismo’”.

     Pedro Sánchez y Pablo Iglesias,  el pasado martes en el Congreso de cara a la investidura de gobierno.

Por otra parte, los movimientos seguidos en Madrid, donde Ciudadanos apoyó finalmente a PP y Vox para tomar el control de la Mesa de la Asamblea de la Comunidad madrileña, empujaron a Pedro Sánchez a llegar a acuerdos con la única fuerza política que le queda de su lado: “Podemos”, que rebajó sus exigencias para apoyar un gobierno socialista, incluso dispuesto a renunciar a carteras ministeriales. “Satisfacción tras el encuentro con Pablo Iglesias —declaraba Pedro Sánchez en su Twitter tras el encuentro en el Congreso—. Hay voluntad de acuerdo en la izquierda. Trabajaremos por lograr un gobierno progresista cuanto antes. Un gobierno de cooperación, plural, abierto e integrador, para cumplir el mandato de la mayoría social de nuestro país”. La portavoz socialista, Adriana Lastra, confirmaba ese posible pacto: existe “voluntad de acuerdo” entre el PSOE y Unidas Podemos para que la legislatura comience “cuanto antes” con un Gobierno “progresista” y “de cooperación” que responda al “mandato de las urnas”. Tanto PSOE como Podemos y sus socios parlamentarios —IU, Equo y En Comú Podem— consideran que la alianza entre las derechas, confirmadas en Murcia y en la Comunidad de Madrid, son una amenaza a nivel nacional que hacen aparcar las diferencias, por mucho que, en la formación morada, no perdonen que Sánchez intentase antes un acercamiento con Ciudadanos para lograr un acuerdo con los liberales tanto de cara al Gobierno central como en gobiernos autonómicos. No cabe olvidar cómo Sánchez, nada más ganar las elecciones, intentó convencer al presidente francés, Emmanuel Macron, de que presionase a Albert Rivera para que no pactara con Vox, habiendo optado “los naranjas” por un pacto con la ultraderecha, aunque por ello tuviese que taparse la nariz. Macron amenazó con romper con Ciudadanos por sus pactos con Vox.  El Elíseo destacó que “cualquier trabajo de fondo con la ultraderecha es muy grave”, por lo que “no vamos a tener ninguna complacencia”. No se puede “ignorar” el escenario autonómico y municipal en España. Y la secretaria de Asuntos Europeos subrayó: “La alianza con la extrema derecha a nivel local, como hemos visto en España, no es una opción”. Para Albert Rivera, sí lo es.

      Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, reunidos el 11 de junio.
“Los faroles se apagan en la negociación: el PSOE se abre a Podemos y 
Cs vota con Vox. Sánchez e Iglesias negocian un Gobierno de ‘cooperación’ mientras que Ciudadanos hace equilibrios para alejarse de Vox. Los pactos cruzados empiezan a aclarar el panorama”. Lo escribía Rafael Méndez en El Confidencial del miércoles. “Tengo la impresión de que Pedro Sánchez no nos miente y que quiere un acuerdo con nosotros”, declaraba líder de Unidas Podemos. Para la portavoz socialista, Adriana Lastra, ‘un Gobierno de cooperación no es algo cerrado, no es un Gobierno de coalición’. Y nadie negó tajantemente lo fundamental: que puede haber ministros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, que es lo que marca la diferencia. “Hay una frase atribuida a Harry S. Truman que dice que ‘si no puedes convencerlos, confúndelos’. Y ese fue un poco el espíritu del día. Ciudadanos negó cualquier relación con Vox. Lo ha hecho desde que, en diciembre, accedió al Gobierno andaluz de coalición con el PP, gracias a los votos del partido de Santiago Abascal. Entonces, Vox apoyó el Ejecutivo andaluz desde el Parlamento sin hacerse la foto y Rivera aspiraba a repetir aquella jugada. Pero esta vez iba a ser más difícil. Llegada la primera votación, Ciudadanos se repartió con PP y Vox las mesas de los parlamentos de Madrid y Murcia. Aunque Albert Rivera insistió en desligar esos pactos de los futuros gobiernos autonómicos, estos parecen ya inevitables salvo giro imprevisto de última hora. Los socialistas asumen que solo una abrupta ruptura con el PP —¿quizá a cuenta de la alcaldía de Madrid?— puede hacer descarrilar los pactos entre PP y Ciudadanos con apoyo de Vox. En Madrid, Vox anunció que no era solo un acuerdo para la Mesa, sino que había pactado un documento con el PP para entrar en el Ejecutivo regional. En Murcia, el PSOE ofreció a Ciudadanos su apoyo a la alcaldía de la capital, la séptima ciudad de España por población y para lo que aún necesitarían los votos de Podemos, a cambio de una coalición en el Gobierno regional. PSOE y Ciudadanos suman en la comunidad, pero la mayoría no llega con sólo PP y Ciudadanos y necesitan a Vox. No obstante, el partido de Albert Rivera dio largas a los socialistas y prefirió pactar con el PP. Pero Ciudadanos sigue negando que Vox vaya a entrar en los gobiernos, aunque, desde el partido de Abascal, lo dan por hecho”.

A por un Gabinete de “colaboración”.

Los socialistas insisten en que la petición de Ejecutivo de coalición queda desactivada, y que se trata de un Gabinete “de colaboración”, en el que podría haber independientes de la órbita morada. Pero, ¿qué significa un Gobierno de cooperación? Mientras que, para Juanma Moreno, en ElConfidencial, la pregunta que queda sobre la mesa tras la primera jornada de contactos formales de Pedro Sánchez, no tiene una respuesta clara, ni contundente, ni nítida, ni de consenso, para Pablo Iglesias no deja de ser una nueva denominación que remite a su misma exigencia, un Gobierno de coalición, sin “vetos” de ninguna de las partes. Para el PSOE, implica que Unidas Podemos ha rebajado sus exigencias y “ya no habla de Gobierno de coalición”. En realidad, el principal avance del reencuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias radica en el hallazgo de la misma expresión. “Gobierno de cooperación”. El artefacto político que ambos líderes consensuaron el martes en su reunión en el Congreso les sirve para comenzar a caminar, pero sin que aún tenga unos contornos definidos. La denominación se convirtió, cara a la galería, en la primera cesión de las dos fuerzas. Al PSOE le sirve para que Iglesias no hable en primer término del “Gobierno de coalición” que anhelaba. Y a Unidas Podemos para que Sánchez no hable de “Gobierno socialista en solitario”. Los dos ganan. Pero habrá que ver qué. En la Moncloa piden “tranquilidad”, esperan a ver cómo evolucionan las conversaciones, a partir de ahora discretas, entre Sánchez e Iglesias. “El Gobierno de cooperación puede ayudar a sumar apoyos. La coalición que quiere Podemos no da en cifras. No es posible. Ahora se trata de definir la cooperación, que no es más que colaboración”, indicaban en el entorno más directo del presidente en funciones al término de su ronda de conversaciones. Las dos partes rebajaron el tono ostensiblemente. Nada que ver, además, con la amenaza de elecciones que José Luis Ábalos, el secretario de Organización, había lanzado la víspera. Tanto el jefe de los morados como la portavoz socialista, Adriana Lastra, se esforzaron por hacer ver un espíritu constructivo, por recalcar la “voluntad de acuerdo” de las dos fuerzas. Pero, a partir de ahí, vienen las diferencias…


“Ahora —escribe desde Menorca mi amigo, Antonio Casero— se reforzarán todas las movilizaciones a través de todos los medios para impedir o frenar cualquier intento de entendimiento entre el PSOE con Unidas Podemos, que tendrían que tender la mano a otros partidos nacionalistas y progresistas, sin exclusión. Volverán a repetirse todas las maniobras para que fracasen, serán los mismos agentes que los anteriores: de los medios, el IBEX35, los barones y dinosaruios del PSOE, menos algunos que han fallecido y eran los que más se movieron en aquella batalla. En esta primera reunión de Sánchez con Iglesias se ha iniciado hablar de un gobierno de ‘cooperación’, que es el mismo sentido que una coalición. Lo deseo, así como que en ese gobierno estén miembros de Unidad Podemos, militantes y participantes activos en dicha organización. Sería un error hablar de personas ‘independientes’ del entorno de Unidad Podemos, ya que la riqueza y la cultura de este partido se basa en el enriquecimiento con sus aportaciones de sus adheridos. Las personas tienen ideas, y éstas son la base para desarrollar el programa y elevar la conciencia política del colectivo. Podemos tener muchas ideas y muchas propuestas, pero estas no van a ningún sitio si se quedan en nuestras vitrinas o son elementos decorativos. Los intelectuales y profesionales tienen una gran responsabilidad, pero la credibilidad y el reconocimiento se consigue con el compromiso activo y no desde una torre de marfil. Sin miedo a contaminarse, que hacerlo no es pecado. Hoy El Roto nos presenta una flor con un mensaje muy claro, nos da mucho para pensar lo importante que es tierra, aire y sol. ¿Qué podemos pensar?”.

     Vox sustituye un cuadro sobre la igualdad ante la ley por una fotografía de Felipe VI, mientras comenta: 'Hemos puesto al rey donde se merece'.

Lo primero que hizo Vox a su llegada a las instalaciones de la Asamblea de Madrid, donde ya tiene despacho, fue quitar un cuadro con un mensaje 'democrático' para poner un cuadro del rey Felipe VI. Fue José Ignacio Arias Moreno, el recién nombrado vicepresidente tercero de la Mesa de la Asamblea, quien colgaba entre sonrisas un cuadro del monarca en sustitución de uno en el que se podía leer el lema “Todos somos iguales ante Ley”. El vídeo lo grabó y subió a redes sociales su compañero de partido, Jaime de Berenguer, quien, en otro mensaje, comentó: “En España, poner el cuadro del Jefe del Estado en tú despacho institucional es revolucionario. Vamos al poner al rey en el lugar que se merece, la Asamblea de Madrid”. Así se vanagloriaba de retirar el otro cuadro colocado en su momento por Podemos, durante su etapa anterior en la Asamblea. “Primer acto de Vox en la Asamblea de Madrid. Despacho del vicepresidente tercero anteriormente ocupado por Podemos”, decía un tuit, que tuvo muchas respuestas. “Hemos puesto al rey donde se merece”, señaló De Berenguer en el vídeo. Una acción recibida entre ovaciones por el resto de presentes de Vox.

      Jornada triste para los socialistas en la Asamblea de Madrid.

“Los sueños de Gabilondo y Errejón se esfumaron, y tanto ellos como Isa Serra vagan por los pasillos sin que apenas les hagan caso los tropecientos mil micrófonos y cámaras que rodean el hemiciclo de la Asamblea de Madrid escribe Juan Tortosa en Público, bajo el título ‘Jornada triste en la Asamblea de Madrid’—. Las estrellas del día fueron los diputados de Vox. El ambiente me recuerda al que viví en enero, en el Hospital de las Cinco Llagas, en los días fríos de la investidura de Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía. En Sevilla los doce diputados de Vox eran toda una novedad y aquí ya no lo son tanto, pero existe un denominador común en los dos paisajes: la irrupción de la ultraderecha en las instituciones, que este martes en Madrid ya tocó pelo con un puesto en la mesa de la Asamblea. Un asunto cuya gravedad no debe hacernos bajar la guardia un solo minuto, ni mucho menos perder la perspectiva (…) Desde que robaron la cartera al socialista Rafael Simancas, allá por el 2003, han destrozado la Comunidad de Madrid, y ahora que la cosa parecía pintar algo mejor, la izquierda se ha quedado de nuevo a las puertas del cambio, con un palmo de narices y con la ultraderecha sentada en la mesa de la cámara para mayor vejación. En la expresión de Gabilondo parece adivinase un cierto hastío: madre mía, otros cuatro años en la oposición, ¿los resistirá? Con una humillación añadida: ni en los tiempos de mayoría absoluta del PP, la izquierda llegó a tener solo dos representantes en la mesa. De los siete puestos en total, la correlación solía ser 4-3. Esta vez, 5-2. Para que no queden dudas de la cera que va arder durante los próximos cuatro años… Perder la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital es un sonoro fracaso, por mucho que los socialistas se empeñen en repetir una y otra vez que fueron ellos quienes ganaron las elecciones autonómicas y municipales. Se perdió Andalucía y no se ha recuperado Madrid. Eso significa un serio hándicap para las expectativas de la izquierda en los próximos cuatro años”. 

      Para Isabel Díaz Ayuso, un juego de trileros. 

La permanencia del PP en la Puerta del Sol se daba por hecha: Isabel Díaz Ayuso era optimista sobre su posible presidencia de la Comunidad de Madrid, tras el éxito logrado en la Mesa de la Asamblea. Pero, la popular debería manejar bien sus cartas para que Ciudadanos y Vox no rompieran la baraja. “La candidata del PP —escribe Paula Díaz, el pasado miércoles en Diariocrítico— ya sudó la camiseta antes de su primera parada en boxes: la Mesa de la Asamblea. La enemistad manifiesta entre sus socios necesarios -Ciudadanos y Vox- estaba complicando lo que, en un principio, se aventuraba como un acuerdo fácil. En la sesión constitutiva de la Cámara, el pacto entre las derechas se cerró apenas minutos antes de entrar a votar en el Pleno. Ayuso, lograba la segunda reunión entre Ignacio Aguado y Rocío Monasterio que terminaba sin acuerdo alguno. Ante tal situación, fue la popular quien aceptó firmar con Vox el contrato que les daría la vicepresidencia tercera mientras buscaba la forma de que Ciudadanos no tuviera que prestar sus votos para ello. La negociación fue, más allá del inicio de la XI Legislatura, el primer paso en el camino a la investidura que, según el Reglamento de la Asamblea, deberá celebrarse, como tarde, el 11 de julio. No obstante, los de Vox dieron un ultimátum a Ciudadanos: o aceptaban el “preacuerdo” firmado con Ayuso en los próximos 15 días o el previsible pacto podría saltar por los aires. Monasterio aseguró que “Vox no regala sus votos”. Y los 12 diputados de Vox facilitaron el acuerdo PP-Ciudadanos para la Mesa de la Asamblea a cambio de la firma de Ayuso en la que se comprometía a dejarles la citada vicepresidencia y a concederles puestos en el Gobierno en una relación “proporcional” a la representación del partido en la institución. Por otra parte, el líder de los naranjas, que en las últimas semanas instó a Monasterio a unirse al pacto PP-Ciudadanos o “explicar que gobernará Gabilondo con Errejón”, tuvo que tragar con el acuerdo PP-Vox, aunque aseguraba que la formación de Monasterio no había recibido “ni un solo voto” de los naranjas. Del mismo modo, insistió en que su misión ahora sería seguir negociando un acuerdo de Gobierno con el PP en el que se hablaría de medidas programáticas, pero también de reparto de sillones en el Ejecutivo. Unos planes en los que no prevé contar con Vox en absoluto… Y a Ayuso, que ya no puede ni disimular sus ojeras, le quedan por delante muchas noches sin dormir, organizando su juego de trileros. Si su bolita llega o no a la Puerta del Sol es una incógnita que se despejará, según las previsiones de su equipo, ‘antes de que termine el mes de junio’ ”.

Albert Rivera, a por todas. 

Juan Trinidad Marcos, candidato de Ciudadanos, fue elegido el martes por mayoría absoluta como presidente de la Asamblea de Madrid con los votos de Vox y del PP. Una elección que tuvo lugar tras el enfriamiento de las relaciones entre Ciudadanos y Vox, algo tensas por recelar la formación liberal de contar con apoyos de los ultraconservadores y de darles asientos de representación en la Mesa de la Asamblea madrileña, algo que finalmente tuvo lugar. Fue el primer paso para la XI Legislatura. Juan Trinidad, diputado de Ciudadanos en la Cámara madrileña desde la pasada legislatura, fue erigido como el nuevo presidente de la Asamblea con los 68 votos de PP, Ciudadanos y Vox, mientras Pilar Llop, candidata del PSOE, obtenía 64, los correspondientes a la suma de los diputados de PSOE, Más Madrid y Podemos. Paloma Adrados (PP), fue elegida vicepresidenta primera de la Asamblea; Diego Cruz (PSOE) vicepresidente segundo e Ignacio Arias (Vox), vicepresidente tercero. De esta manera, Ciudadanos sigue marcándose su objetivo tras las elecciones del 26 de mayo: gobernar allá donde sea posible, asumiendo las contradicciones en las que se caiga. El coste, según los 'naranjas', vale la pena. “Aunque Albert Rivera –escribe Marta Monforte Jaén en Público del pasado jueves– haya perdido esa imagen de líder centrista al escorarse a la derecha y disputarle el espacio hegemónico que tantos años ha ostentado en solitario el Partido Popular, pero –y a pesar de las dudas– ha mejorado el resultado de las pasadas elecciones y ahora su formación es clave para la formación de gobiernos autonómicos y locales. Un líder de Ciudadanos que está aprovechando ese poder. Este mismo jueves su formación proponía a los 'populares' que su candidata, Begoña Villacís, compartiera la alcaldía con José Luís Martínez-Almeida: dos años cada uno. El PP tachó de ‘ocurrencia’ la propuesta y se negaba en redondo. Sin embargo, este ofrecimiento de los 'naranjas' hubiese sido muy criticado por el propio Rivera en el pasado, ya que el catalán se ha mostrado, en más de una ocasión, en contra del ‘reparto de sillones’ y ‘los gobiernos de perdedores’. Esta fórmula, sin embargo, tiene ambas características, ya que la lista más votada fue la de Manuela Carmena y solo un pacto de PP, Ciudadanos y Vox puede arrebatarle la alcaldía”.

“The Times” y “Le Monde”: Rivera derechiza a Ciudadanos.

Un periodista del diario “The Times” informa sobre el reparto que los tres partidos de la derecha han hecho de la Mesa de la cámara capitalina, dejando a Más Madrid – con más apoyos y escaños – sin ningún cargo en la misma. El rotativo británico aprovecha para acusar a Albert Rivera de desplazar a Ciudadanos del centro hasta la derecha. Al referirse a la formación de Abascal como “la extrema derecha”, destaca que “por primera vez, desde la muerte de Franco, ha conseguido una posición de poder en España. El texto señala las conversaciones que Ciudadanos, PP y Vox mantienen desde las elecciones del pasado 26 de mayo, momento en el que recalcan que los populares “perdieron escaños”. Asimismo, hace referencia al encuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el que se pusieron los primeros cimientos para un “gobierno de cooperación” que aún queda lejano. Tras contextualizar todo lo ocurrido en el pasado martes en cuanto a política se refiere, The Times subraya que Vox “se opone al feminismo, a los derechos LGTBi, plantea duras medidas contra la inmigración ilegal”. Así introduce las ambiciones del partido de ultraderecha, puesto que busca “un rol en Sanidad y Educación” a nivel regional y recoge los más que evidentes recelos del partido radical con las leyes de violencia machista. Considera que este pacto de la ultraderecha con Ciudadanos podría causar cierta fricción en las filas del partido liberal. “Ciudadanos se fundó en 2006 como una formación de centro, pero su líder, Albert Rivera, la ha desplazado hasta la derecha”, señala antes de recoger las advertencias y lamentos de Manuel Valls sobre un pacto con Vox. En Francia, por su parte, Le Monde titula: “En España, Ciudadanos abre la puerta a acuerdos con la extrema derecha”. También la prensa francesa ve claro que los pactos con la extrema derecha en España dejan en una situación a Ciudadanos que difícilmente puede explicar a sus votantes. Quizá desde la distancia tengan una mejor perspectiva, y esto les da cierta capacidad de análisis que parece que falta en la prensa de masas española. Según el rotativo, Ciudadanos ha logrado colocar como presidente de la Asamblea de Madrid a Juan Trinidad gracias a los votos de Vox y que el partido ultra logró un puesto en la mesa gracias a ese acuerdo. El artículo también explica los posibles acuerdos liberales llevados a cabo por los tres partidos de derecha en Murcia y Castilla y León y asegura que es una posición “difícil de defender” cuando este partido “pretendía encarnar la regeneración de las instituciones españolas”.

Fotomontajes e imágenes sorprendentes de esta última semana:


Santiago Abascal, saludando referencialmente al rey.


Lo primero que hizo VOX al entrar en su despacho de la Asamblea de Madrid es cambiar el cuadro de Podemos por el del Rey…


Antonio Carro Alvarez comenta sobre el facha de Rivera: "Venía a la política a regenerarla y da la entrada al partido de extrema derecha, xenófoba, racista, machista. Pasará a la historia como protagonista principal y abanderado de la extrema derecha. Están cortados por el mismo patrón".

Lo que hay que aguantar en esta vida por mandar…


Resumen de los pactos. 

¿A alguien le sorprende que el Tribunal Supremo pare la exhumación de Franco, alineándose a favor de la familia del dictador?

Tremending.  ¿A quién da la mano el rey Juan Carlos en el Roland Garros? Los memes más hilarantes de su foto.

El pasado 2 de junio el rey Juan Carlos se retiró de la vida pública, presidiendo una corrida de toros en Aranjuez. Desde entonces su vida… no parece haber cambiado mucho, a decir verdad. El pasado domingo acudía con la infanta Elena a la final de Roland Garros, que enfrentó al español Rafa Nadal con el austríaco Dominic Thiem. Nadal agradeció su presencia y le dio la mano. El momento fue recogido por las cámaras… y posteriormente reinterpretado por los tuiteros, que han tirado de humor y han cambiado al flamante campeón de Roland Garros por diferentes personajes en sus memes.


Los colores del verano en Mallorca.


Concha Sampol ¡Bona tarda! Sineu.


Langer. Con mucho cariño


No importa que dé más luz. Es una bombilla eléctrica y traidora contra las tradicionales velas...

Una imagen de explosión del amor.


Una justicia obesa, morbosa, siendo cargada por un pueblo miserable, delgado, de ojos fondos. Obra de escultor danés, Jens Galschiot.

      J. R. Mora. garrote-vil.  The New York Times dejará de publicar viñetas políticas a partir del 1 de julio.

“El New York Times —escribe J. R. Mora— ha anunciado que dejará de publicar viñetas políticas en su edición internacional como ya hice hace más de un año en la edición nacional. El 1 de julio dirá adiós a la sátira y también a dos de sus dibujantes, Patrick Chappatte y Heng Kim Song, a los que se ha cepillado. Resulta casi cómico que cierren esa nota recordando que el año pasado, por primera vez en su historia, ganaron un Pulitzer por unas viñetas políticas. También publicaron un breve comunicado firmado por su editor, James Bennet, en la misma línea. Nada de seguir corriendo riesgos al publicar una opinión no controlada, moldeada, suavizada, adaptada y servida al gusto de los que cortan el bacalao en la empresa, que bien pueden ser internos y/o externos y pueden tener mucho que ver con la pasta que entra, o no. No han sido pocas las opiniones en contra de esta decisión, desde los que califican al diario de cobarde hasta los que se sienten decepcionados y le recuerdan al NYT la tradición e historia de las viñetas políticas que ahora se cargan de un plumazo por una escaramuza puntual. Pero, claro, esta otra «turba» de contrarios a la desaparición de las viñetas no será la que influya en la postura del diario.

Los dibujantes, como era de esperar, también reaccionaron. Y así lo hicieron:


Viñeta de Clay Jones.

Viñeta del mexicano Darío Castillejos 


Viñeta de Ed Hall. 


Viñeta del belga Steven Degryse, 'Lectrrr'.


Viñeta del brasileño Osmani Simanca 


 Viñeta en The Charlotte Observer por Kevin Siers, presidente de la Association of American Editorial Cartoonists (AAEC), que también publicó un comunicado.

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Vergara, Manel F., J. R. Mora, Atxe, Malagón, Javirroyo, Eneko…









 Blanquear y más. 
 El matiz.
 Moneda de cambio.








Pep Roig, desde Mallorca, dibuja: Mentes plastificadas, La hora de ¿“la vedad”?, Derecha, derecha, un, dos, tres...,Por norma habitual, Vocación de segundones, Botones, Trampas reiteradas, Un extremo cinismo gana en los ayuntamientos y en las comunidades.…









Los vídeos de esta semana:

 PP y Vox se reúnen por primera vez en el Congreso Barcelona: pacto entre BComú y el PSC que mantiene a Colau como alcaldesa Ada Colau, reelegida alcaldesa de Barcelona Polònia - Polònia - 13/06/2019 LA RESISTENCIA - Entrevista a Candela Peña | #LaResistencia 12.06.2019 La Revoltosa (Ruperto Chapí) / BSMM / 1929

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