sábado, 25 de abril de 2020

Nuestros vecinos, olvidados.



Francisco Quijorna confiesa sentir “sana envidia y no poca admiración por nuestros vecinos. Portugal, ‘la Suecia del sur’, se enfrenta a la situación sin poses, alharacas ni aspavientos. No sólo están siendo eficaces frente a la pandemia decretaron el estado de alarma también el 13 de marzo, pero con 112 positivos y ningún fallecido, y sus hospitales están lejos de la saturación– sino que están dándonos una lección de civismo y cordura.

En las redes sociales portuguesas es casi imposible encontrar vídeos de ciudadanos rabiosos, insultando o soltando gracietas, y, en las calles, la policía “sensibiliza”, “recomienda”, pero apenas multa. (74 detenidos en todo el país por saltarse el confinamiento, mientras que en España superan los 3.780). Además, los partidos políticos han acercado posiciones, y el presidente (centro derecha) y el primer ministro (socialista) tejen alianzas y se guardan las discrepancias en público.

“Siempre me ha molestado –remata Quijona– ese desdén cateto hacia nuestros vecinos. Ellos, en cambio, siguen ahí, dando muestras de sosiego, de respeto, de saber estar. Me congratulo de tenerlos tan cerca”.

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