domingo, 6 de junio de 2021

El Sáhara y los derechos del pueblo saharaui.

El Sáhara cuenta con uno de los mayores yacimientos de fosfato del mundo. (Fuente Youtube)

¿Qué tiene el Sáhara que tanto interesa a Marruecos?, se preguntaba Eva Landín en ElPlural.com del pasado domingo. Y recordaba, a la vez: “Residentes en la antigua provincia española reviven las escenas de la Marcha Verde que sacaron a España de un territorio que oculta una inmensa riqueza. Hasta noviembre de 1975, el Sáhara español fue mucho más que un desierto. Lo saben bien quienes vivieron allí. Carmen aterrizó en el aeropuerto de El Aaiún el verano de 1971, con sus dos hijos. Su marido estaba trabajando ya como ingeniero en Fosfatos de Bucraa, empresa paraestatal que fue española desde su constitución en 1962 hasta 1976, cuando la compañía se vendió un 65% a la marroquí OCP (Office Chericafien des Phospates) y el 35% restante quedaba en poder del INI. En la secretaría de dirección de esa misma empresa trabajaría hasta que tuvieron que abandonar el territorio. Todavía lo denomina ‘Mi Sáhara querido’, porque, asegura, allí vivió la etapa más feliz de su vida y forjó amistades eternas. Muy poco se sabía entonces de aquel sitio y muy poco, afirma, se sigue sabiendo de lo que ocurrió. ‘He leído tantas cosas que no son ciertas’, denuncia. ‘Tantas falsedades’... Al principio, reconoce, le preocupaba trasladarse a un lugar así. ‘En Sanidad Exterior nos hicieron vacunarnos de muchas enfermedades que luego descubrimos que ni existían en la zona’, rememora. El Sáhara, insiste, no era una colonia, era una provincia más. ‘Se desconoce cómo era la vida allí, la nuestra y la de los saharauis, que eran españoles de la provincia del Sáhara, con DNI español y representación en las Cortes’. ‘Muchos se sorprenderían si supieran que no se podía tener un negocio si no estaba a nombre de un saharaui, que se les daba una paga si hablaban español o cuáles eran sus costumbres, pues eran los hombres los que cosían o compraban’.

  Puesto de vigilancia en la planta de fosfato de Fos Bucraa, en mayo de 1974, en el Sahara.

Eva Landín cuenta cómo la empresa en la que trabajó este matrimonio fue la encargada de poner en marcha la ingente cinta transportadora de fosfatos desde el yacimiento (Bucraa) hasta la planta de tratamiento de la costa. Además de ser una de las minas a cielo abierto más grandes del mundo, el mineral que se extraía de ella era muy puro. “La construcción no fue nada fácil y la inversión, millonaria. Para crear los 106 kilómetros de cinta, en la que había además un total de 10 estaciones (una cada 10 kilómetros), hubo incluso que estabilizar con brea las zonas de dunas, ya que estas se ‘comían’ la infraestructura. En cumplimiento con el controvertido acuerdo tripartito de Madrid de noviembre de 1975, la mayor parte de la empresa Fos Bucraa pasó el año siguiente a pertenecer a la Oficina Cherifiana de Fosfatos de Marruecos, y trasladó su sede social a Rabat. Por aquel entonces, la cinta ya había sufrido el sabotaje del Frente Polisario. El marido de Carmen vivió en primera persona el atentado de la Estación 10. ‘Se ha llegado decir que fue en la 8 y la 9 y que la cinta no volvió a funcionar hasta que pasó a manos marroquíes. Pero no es cierto. Volvió a estar en marcha tres semanas después’. Y, del periodo que sucedió a la Marcha Verde pocas noticias se conocen de la cinta transportadora, que estuvo parada varios años. El marido de Carmen regresó ya sin la familia para ponerla de nuevo en funcionamiento, pero dejó definitivamente el Sáhara en 1979. Un año después, se hizo público que la compañía habría perdido en los últimos cuatro un total de 10.000 millones de pesetas. En octubre de 1982, sin embargo, se reinició la actividad, alcanzando un volumen anual de 400.000 toneladas de mineral útil. La extracción de fosfatos de este yacimiento lleva años siendo denunciada como expolio al pueblo saharaui”.

En 2018, tras varias denuncias del Frente Polisario, la OCP se vio obligada a cambiar las rutas internacionales., aunque los tribunales emitieron sentencias contradictorias y, en varias ocasiones, sus barcos quedaron inmovilizados. Mientras unas consideraron que no había pruebas de que el cargamento perteneciese al demandante, otros fallaron que era del pueblo saharaui, y que, por tanto, las empresas marroquíes no tenían derecho a adjudicárselo ni a venderlo a terceros. Según el último informe anual de la organización WSRW, (Observatorio de Recursos del Sáhara Occidental por sus siglas en inglés) que rastrea y denuncia el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental, en 2020 fueron expoliadas 1.123.000 toneladas de fosfato. Y el mayor importador de este producto fue, con diferencia, India, seguida de Nueva Zelanda, Brasil, Japón, y, muy probablemente, apuntan desde esta entidad, China y Filipinas. El 35% de la empresa que España conservaba en 1976, acabó perdiéndolo. En 1996, el consejo de administración de la empresa aprobó una ampliación de capital. El INI (posteriormente TENEO y después, Sociedad Estatal de Participaciones Industriales –SEPI–) no acudió a la ampliación, por lo que la participación en la sociedad pasó del 35 a un 12%. En 2002 dejó de formar parte del accionariado y la Junta General Extraordinaria de Accionistas aprobó la reducción del capital social a cero y una ampliación posterior del mismo. La SEPI no ejerció el derecho de suscripción preferente, por lo que perdió la participación.

 
La batalla legal por los recursos naturales del Sáhara Occidental.

Pero el Sáhara Occidental no solo tiene fosfatos. Otra de sus grandes riquezas está en sus aguas, ya que cuenta con uno de los mejores caladeros pesqueros del Océano Atlántico. Carmen recuerda que, en las estrelladas noches en Cabo Bojador, “si mirabas al mar, parecía que hubiera una ciudad en él, de la cantidad de luces de barcos que se divisaban. La gente se sorprende mucho, además, cuando les cuentas que en la playa cogíamos cubos y cubos de camarones, percebes, nécoras o quisquillas”. La pesca tenía también por aquel entonces tanta importancia económica que “Fernando López Huerta, el teniente coronel que estaba al frente de la Agrupación de Tropas Nómadas, siempre precisaba que, con los impuestos que se les cobraba a los barcos que pescaban en los bancos saharianos, se pagaba buena parte del gasto que suponía para España el protectorado”, apunta Carmen. En la actualidad, la Unión Europea tiene con Marruecos un acuerdo pesquero por el que anualmente paga más de 50 millones de euros por el acceso a sus aguas. Cuando España dejó el Sáhara no se redactó ni un solo tratado. 

La Marcha Verde, en noviembre de 1975. El agonizante régimen de Franco, con Juan Carlos a la cabeza, accedió a la estrategia de Rabat para ocupar el Sáhara a cambio de una “salida elegante”

Pero, además de fosfatos y de un caladero excepcional, el Sáhara Occidental guarda petróleo, gas y circonita. Su exploración y comercialización resulta igual de polémica, de manera que tras las denuncias de organizaciones como WSRW, algunas compañías decidieron abandonar la zona. Según apunta esta entidad, el Gobierno marroquí cuenta con dos socios principales en lo que respecta al gas y el petróleo: la irlandesa Island Oil&Gas consiguió varias licencias para actividades en tierra (onshore), mientras que la estadounidense Kosmos Energy cuenta con el 75% del principal yacimiento en alta mar (offshore), frente a las costas de Bojador, el más importante de la zona. A todo ello, hay que añadir, según algunas fuentes, hierro, uranio, cobre y oro, además de, ¿cómo no?, arena, cuya venta gestionan compañías marroquíes. Por un lado, es un importante material para la construcción y por otro es un elemento adquirido para distintas playas españolas. A todos estos recursos y a la inversión ingente que en el Sáhara se realizó, España dijo adiós en una salida que sigue estando rodeada de interrogantes. “No hubo tratados, ni convenios de colaboración. Nada. Que todo fue confuso y sospechoso lo saben bien quienes, como Carmen, estaban allí en aquel momento, civiles y militares que ahora miran hacia Ceuta sin poder evitar rememorar la Marcha Verde, en noviembre de 1975. El por aquel entonces secretario general del Gobierno del Territorio del Sáhara, el coronel Luis Rodríguez de Viguri, llegó a decir que dicha marcha se hubiera podido detener con botes de humo y aprovechando los vientos alíseos, lo que le valió su inmediata destitución. Años más tarde, en 1978, se atrevió incluso a relacionar la cesión del Sáhara a Marruecos con grupos de presión ligados a la familia Franco y una década después, en 1988, ya con 75 años, desveló que él fue al Sáhara en 1974 con el mandato expreso del Gobierno español de preparar al pueblo saharaui para la independencia. Para ello promovió un censo de la población autóctona que décadas después se convertiría en pieza clave para el plan de la paz de la ONU. De ese episodio de la historia también fue testigo Carmen, ya que conocía bien a la persona que se encargó de llevarlo a cabo”.

El teniente general, Federico Gómez de Salazar (d), conversa con el coronel, Luis Rodríguez de Viguri sobre el proceso descolonizador del Sahara

Rodríguez de Viguri llegó a decir que le engañaron, al entregar el Sáhara a Marruecos, Citó expresamente a José Solís Ruiz y a personas próximas a la familia Franco, como al abogado Miguel Juste, y se refirió a la intervención de Estados Unidos, Francia y Túnez. El coronel español incluso calificó de genocidio la actitud de la Administración española frente al pueblo saharaui, del que indicó “el Frente Polisario es y fue siempre su único representante real”. Lo cierto es que la salida de los tres ejércitos que allí estaban establecidos fue precipitada y casi humillante. “Hasta el pantalán se quedó pequeño y varias compañías tuvieron que salir por Villa Cisneros”, explica Carmen. El malestar entre los militares era más que evidente y son muchos los que creen que a eso respondió la visita del por aquel entonces príncipe Juan Carlos. Hoy, Eva Landín nos recuerda la historia, mencionando a Carmen quien, a sus 86 años, es consciente de que las nuevas generaciones apenas saben nada de ese periodo de nuestra historia. Y denuncia sin ambages: “Es indignante lo que hicimos con ese pueblo. Quedamos muy pocos que podamos recordar aquello. Nunca se ha estudiado y esta historia morirá con nosotros”. En efecto, España nunca entregó el Sáhara. Pablo-Ignacio de Dalmases escribió en 2016 ‘El Sáhara Español: El gran fraude. Los papeles del Coronel Rodríguez de Viguri’, en el que subraya que este episodio histórico permanece sin explicar del todo y que existen lagunas que la historiografía debe llenar. Quedan, recalca, “aspectos no aclarados, conductas sospechosas” y decenas de interrogantes como los que plantea también José Luis Rodríguez Jiménez en ‘Agonía, traición, huida: El final del Sahara español’. A todos ellos, podrían sumarse otros muchos más como ocurrió con el crédito que España tenía con el Banco Mundial, avalado por la Krupp. Carmen sabe que ya no va a conocer las respuestas. “Dije que me emborracharía con champán francés el día que el Sáhara fuera libre. Ahora sé que voy a morir sin poder hacerlo”.

Perseguido por Marruecos, Brahim Gali, líder del Frente Polisario, abandonó España y regresó a Argelia.

Brahim Ghali regresó el pasado miércoles a Argel para terminar de recuperarse de la covid-19, después de que el juez rechazara imponerle medidas cautelares. El secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, abandonaba España durante la noche en un avión oficial argelino medicalizado Hawker 1000B. Fuentes saharauis apuntan que el vuelo llegó de madrugada a Argel, en donde Ghali seguirá en un centro médico la recuperación de la covid-19, enfermedad por la que vino a España. Ghali –que ha pasado más de un mes en el hospital San Pedro de Logroño, donde ingresó el 18 de abril por covid-19– recibió el alta en el centro sanitario sobre las 22.00 horas y fue trasladado en ambulancia hasta el aeródromo navarro. Según un comunicado de la República Árabe Saharaui Democrática, la decisión Brahim de cooperar y responder positivamente ante la Justicia, “expresa la voluntad del pueblo saharaui y su dirección política, de reconocer la supremacía del Derecho y el apego a los principios de la justicia”. Por su parte, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, señalaba que el Gobierno “tiene que dejar claro” que ambos países son “socios estratégicos. Nos interesa tener muy buenas relaciones con Marruecos. Somos el mejor socio que pueden tener en Europa”, dijo, al tiempo que ha exigía “respeto” a las fronteras españolas. Sin embargo, la salida de Ghali no terminaba con el pulso político entre Rabat y Madrid. “Que España aclare sin ambigüedades sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones” en relación al Sáhara Occidental, señalaba el lunes el ministerio marroquí de Exteriores en un comunicado. Ábalos defendió que la posición del Gobierno con el Sahara “no ha variado”, que es “secundar la resolución de Naciones Unidas”.


David Bollero, en un artículo aparecido en Público y titulado “La justicia española vuelve a desquiciar a Mohamed VI”, dice: “Ni tres horas le hicieron falta al juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, para dictaminar que los informes de la acusación contra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, no han ‘suministrado elementos siquiera indiciarios que avalen la existencia de motivos bastantes para creerle responsable de delito alguno’. Así las cosas, no se adopta ningún tipo de medida cautelar por riesgo de fuga y Ghali es libre de marcharse donde quiera cuando reciba el alta hospitalaria. Y así lo ha hecho, partiendo de nuevo a Argelia. ¿Saben a dónde irá cuando recobre las fuerzas, aunque la mayor parte de la prensa continúe obviándolo? A la guerra, de donde vino, porque desde el pasado 13 de noviembre, Marruecos reactivó el conflicto bélico al romper el alto el fuego. El juez Pedraz, el mismo al que el ahora senador del PP y siempre bufón de la Corte, Rafael Hernando, llamó ‘pijo ácrata’ cuando sus autos no le agradaban, ha considerado innecesario decretar prisión provisional y la retirada del pasaporte de Ghali. Lo cierto es que en esta querella absolutamente sobreactuada quienes han acosado física y mediáticamente al presidente de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) han ido de despropósito en despropósito, viendo desmontadas sus absurdas teorías, como las que apuntaban a la entrada en el país con pasaporte falso, cuando Ghali entró con su pasaporte argelino. La cuestión del Sáhara Occidental no le es ajena a la Audiencia Nacional (AN). De hecho, en 2006 ya se inició un procedimiento en su Juzgado Central de Instrucción número de 5. La diferencia con respecto a la actual es que era en sentido inverso, es decir, que la víctima era el pueblo saharaui y el genocida Marruecos, concretamente, sus fuerzas armadas militares y policiales. Los delitos por los que se abrió la causa se extendían desde el 6 de noviembre de 1975 y el 7 de octubre de 1992. Instruyó la causa entonces el juez titular de la sala, Baltasar Garzón. Siete años más tarde, se amplió la querella inicial al encontrarse indicios probatorios sobre la detención ilegal y ejecuciones extrajudiciales de hasta ocho víctimas relacionadas en la querella de 2006, asesinadas a manos del ejército marroquí en Smara (Sáhara Occidental) en febrero de 1976. Los cadáveres de estas víctimas saharauis fueron hallados en una fosa común en Fadret Leguiaa. La ampliación de la querella se haría efectiva en enero de 2014, admitiéndose a trámite al probarse no sólo que las muertes de esas ocho personas saharauis habían sido violentas por arma de fuego y con tortura previa sino, además, a manos del Ejército Real Marroquí. Sería en 2015 cuando el juez Pablo Ruz, titular del Juzgado Central de Instrucción nº 5 entonces, imputó a once ciudadanos marroquíes, ordenando la detención de siete de ellos, sin que Marruecos ejecutara tales órdenes. Dicho de otro modo, salvaguardando la seguridad de sus verdugos”.

El auto del juez Ruz de 2015 sigue contando David Bollero en su artículo– fue demoledor para Mohamed VI, que no sólo veía cómo la Justicia española daba un revés a su régimen torturador sino que, además, negaba la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, apoyándose para ello, entre otras, en la sentencia del Tribunal de La Haya de 1974, anterior a la Marcha Verde, que indicaba que “los datos aportados no suponen ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sahara Occidental y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano”. La Justicia española dictaminó que “la ocupación del territorio del Sahara Occidental por Marruecos se efectuó empleando la violencia contra el pueblo saharaui y provocó el desplazamiento de gran parte de esta población a través del desierto hacia Argelia (Tinduf)”. Las acusaciones no eran algo baladí y, desde luego, estaban mucho más sustanciadas de lo que está la querella contra Ghali, con el bombardeo de Um Dreiga (febrero de 1976) con un papel protagonista. Así, los escritos de la acusación de entonces daban testimonio de medio centenar de asesinatos a sangre fría consumados por miembros de las fuerzas armadas o policiales marroquíes, 76 delitos de asesinato en grado de tentativa, más de 200 delitos de detención ilegal de personas, 23 delitos de lesiones o torturas… Mención especial, por cierto, al gran Manuel Ollé, abogado que entonces llevó la causa saharaui y ahora se ha hecho cargo de la de Ghali. Ese es el retrato de Marruecos, el legado de Hassan II y Mohamed VI que ayer, con lo dictaminado por el juez Pedraz, volvió a sufrir un duro revés. La credibilidad de Mohamed VI cotiza a la baja. En la órbita del dictador alauita reina el nerviosismo, puesto que incluso dentro del propio Marruecos la imagen del monarca se ha visto extraordinariamente debilitada entre el pueblo marroquí, que ha visto como su rey no ha dudado en lanzar al mar a menores para conseguir sus fines políticos. Rabat anda dando bandazos como un pollo sin cabeza, con ataques inéditos al Ejecutivo español, con esperpénticas amenazas que han terminado por convertir una tensión bilateral entre Marruecos y España en un conflicto a nivel europeo. Estaba tardando este nivel de escalada, concretamente 45 años, que son los que Marruecos lleva vulnerando la legalidad internacional, con la connivencia de España y la UE. Tras más de cuatro décadas de infamias de gobiernos españoles de diferente signo político y los Borbones como símbolo fraternal de regímenes que no velan por los DDHH, hay que ser cuando menos escépticos. No en vano, ahí está Pablo Casado, líder del principal partido de la oposición que no duda en volver a mercantilizar con vidas humanas, las saharauis, a cambio de lo que él considera estabilidad geoestratégica y comercial. Estas amenazas por parte de Marruecos, el reconocimiento por parte de su titular de Exteriores de querer anexionarse Ceuta y Melilla o el modo en que sistemáticamente instrumentaliza miles de vidas humanas para presionar a España es el pago a la sumisión y pleitesía que nuestro país lleva rindiéndole desde hace casi medio siglo –por no hablar de la financiación–. Quien a partir de ahora continúe apostando por mantener la misma línea sin aplicar ningún tipo de contramedida o restricción y, sobre todo, sin asumir de una vez por todas la responsabilidad histórica de España con el Sáhara Occidental, no sólo estará ciego sin ver la debilidad de Mohamed VI –pese a los delirios de Trump heredados por Biden–, sino que escribirá otro capítulo de la vergüenza en nuestra Historia reciente.

Aminetu Haidar: “Esperamos que el Gobierno español pueda liderar el proceso de descolonización del Sáhara”.

En el 2009, Marruecos denegaba a Aminetu Haidar su entrada al Sáhara Occidental al marcar en la casilla “nacionalidad saharaui”. Fue devuelta por Marruecos, sin pasaporte. La solidaridad del mundo de la cultura española y la implicación internacional hicieron que su caso diera la vuelta al mundo. 32 días después, cuando su salud parecía hundirse, pudo regresar a su hogar en el Sáhara. Hoy, Haidar forma parte de la lista de personas y organizaciones candidatas al Premio Nobel de la Paz. Lleva a sus espaldas la lucha pacífica de toda una vida frente a la ocupación marroquí. Con tan solo 20 años, fue sometida a una desaparición forzosa que duró cuatro. No sería la única vez que sería detenida y secuestrada. La conocida como la “Gandhi saharaui” ha sido galardonada en todo el mundo por su valentía en la lucha por los derechos humanos y por el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Entrevistada en Público por Sato Díaz, Aminetu habla del pueblo saharaui. Sobre la valoración que hace del chantaje llevado a cabo por Marruecos durante estos días, dice que no es algo nuevo. “Marruecos siempre ha usado sus cartas para presionar a los sucesivos gobiernos españoles mediante el chantaje. El Gobierno marroquí, que es una dictadura, nunca ha respetado a sus ciudadanos a su pueblo, imaginemos cómo puede respetar a otro pueblo que es vecino. Los españoles no pueden llamar amigo a un vecino que está haciendo deliberadamente chantaje y es un verdadero riesgo contra los intereses españoles y la seguridad de España…Felicito a la justicia española por no estar instrumentalizada como la marroquí, que siempre has estado manipulada por el rey de Marruecos. En cuanto al caso Ghali, reitero lo dicho por el fiscal y el juez: ni hay indicios ni hay pruebas. La justicia tiene que ser aplicada contra Marruecos que ha practicado genocidio contra nosotros como pueblo. Yo, personalmente, soy víctima directa de crímenes de lesa humanidad que ha cometido Marruecos contra todo el pueblo saharaui. He sido víctima de la desaparición forzada, un crimen de lesa humanidad; estoy siempre, como todo el pueblo saharaui, bajo la represión grave, la opresión, las detenciones arbitrarias, las torturas, la difamación de parte de los peones del régimen marroquí”.

Sultana Khaya

Aminetu Haidar nunca ha pensado en abandonar su lucha por los derechos del pueblo saharaui. “Tengo la total convicción de que mi causa es justa. Además, he hecho un juramento a los mártires de la causa saharaui, a los que hemos dejado detrás de nosotros y a los que seguimos reivindicando que se revele el paradero de los desaparecidos. Nunca daré marcha atrás hasta que el Sáhara sea libre o hasta que yo sea muerta… Desde que se produjo la ruptura del alto el fuego por parte de los marroquíes se ha incrementado la represión para los saharauis. Pero hay que recordar que nunca hemos tenido nuestras libertades fundamentales, como ejercer el derecho libre a la manifestación, reunión… Siempre hemos sufrido la confiscación de los derechos elementales, más básicos. Como activistas que hemos tenido el coraje de decir ‘no’ a la ocupación marroquí hemos sufrido detenciones arbitrarias, torturas, la expulsión del trabajo, vigilancia diaria de los agentes de la policía y nuestros hijos son víctimas de esta política represiva de Marruecos…A mí me impidieron la salida hacia España hasta que el Alto Comisionado intercedió. Otros miembros de mi organización siguen bajo asedio policial, como Sultana Khaya, una activista conocida que ha sufrido durante los últimos meses toda la brutalidad que podemos imaginar. Incluso su madre, que es mayor, ha sido víctima de torturas y su hermana y su familia están bajo arresto domiciliario. Mina Baali, otra activista miembro de la ejecutiva de nuestra organización, está bajo arresto domiciliario en El Aaiún por sacar la bandera saharaui y reivindicar el respeto a los derechos del pueblo a la autodeterminación e independencia. Otro activista, Lehsen Dalil, que, además, tiene nacionalidad española, ha sido torturado, tiene secuelas. Presentó su denuncia al consulado español y a la embajada. En este caso, no soy optimista. Ha habido muchas víctimas de tortura con nacionalidad española y el Gobierno español no dice nada, aunque lleven documentos españoles. La situación se deteriora diariamente. Necesitamos un mecanismo que sea capaz de controlar la situación de los derechos humanos. Y, como saharaui, agradezco la buena atención a nuestro presidente por motivos de un acto humanitario, lo agradecemos mucho. Pero no solo esperamos que el Gobierno de España asuma sus responsabilidades, sino que también pueda liderar –y liderar no es solo asumir–el proceso de descolonización del Sáhara”.

Un informe de la Universidad de Oxford concluye que los medios españoles son los menos creíbles de los once países consultados en Europa y los segundos menos creíbles de los doce estudiados de todo el mundo. (Publicado en 2016 y de plena actualidad).

Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:

Esta panda de sinvergüenzas, ladrones y corruptos son los que luego te hablarán de la patria. Recuerda también que Cospedal apoyó a Casado para ser quien es, igual que Aguirre lo hizo con Ayuso. La corruPPción del PP no son cosas del pasado, es una forma de gobernar.

La crítica de Yolanda Díaz a los despidos en bancos que tienen 'beneficios obscenos'.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, critica los expedientes de regulación de empleo planteados por varias entidades financieras, como CaixaBank y BBVA, con miles de despidos a pesar de los “beneficios obscenos” obtenidos.





La naturaleza se rebela a la tecnología. Giosuè BelluomoSindrome di Stendhal today

“Tu Dios es judío,

Tu música es negra,

Tu auto es japonés,

Tu pizza es italiana,

Tu gas es argelino,

Tu café es brasileño,

Tu democracia es griega,

Tus números son árabes, tus letras son latinas

Soy tu vecino. Y ¿todavía me llamas extranjero?”

(Eduardo Galeano en “El cazador de historias”).


Cuanto más obscura es la noche, más brillantes son las estrellas. (Astrofotografía para principiantes)

La luna, besando el mar. (Astrofotografía para principiantes).

“Proteger y mejorar el medio ambiente es cuidar de la salud de nuestro planeta”, esta fue la premisa del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebró ayee, día 5 de junio.

El humor, en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Enrique, Eneko, Vergara, Manel F., Harca, J. R. Mora, Malagón… 












Arma arrojadiza.

Jaque  al inmobilismo.

Metamorfosis machista.

Centrifugando en  horario valle.

Preparando lo de Colón.

Siempre un paso más allá.

Asesinos tolerables.

Los de antes.




Nueva factura eléctrica.


Pep Roig, desde Mallorca: Con la venia,  Libertad de cárcel, Intrusismo, Contra la esencia nacional, Apocalipsilistos y Eso es todo.

    






Los vídeos de esta semana:

Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, abandona España y regresa a Argelia |


Aminatu Haidar: "la ONU debe garantizar los derechos de los saharauis para evitar la violencia"

El discurso viral de un enfermero en el centro de vacunación del Wanda

Cuando Casado hablaba de Cospedal...y bien, además

La descacharrante parodia de ‘Polonia’ con González, Aznar o Guerra cantando contra los indultos a ritmo de C. Tangana. Con la música de la canción Los tontos de C. Tangana, imitadores de José María Aznar, Felipe González, Alfonso Guerra, José Barrionuevo, Rafael Vera y "un militar del 23-F" cantan contra los indultos del ‘procés’.

Més viejos - Polònia

La reunió dels indults – Polònia

LATE MOTIV - Monólogo. Batman en Benidorm 

Un alegato animalista de Víctor Kossakovsky protagonizado por Gunda y sus hijos, una familia de cerdos. Después de verla, consumir carne no es una opción.

Gunda (Estreno en cines 28/05) - Tráiler | Filmin




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