viernes, 17 de diciembre de 2021

El padre Justo, apodado “el loco de las catedrales”.

 

Catedral de Justo en Mejorada del Campo.

El padre Justo Gallego, apodado “el loco de las catedrales”

Justo Gallego construyó durante 60 años la conocida como ‘Catedral de la Fe’, ubicada en el municipio madrileño de Mejorada del Campo, sin conocimientos de arquitectura, con materiales reciclados y en base a una promesa. Todo comenzó un 12 de octubre de 1961, cuando este agricultor decidió iniciar el proceso de construcción de una catedral dedicada a la Virgen del Pilar como fruto de una clara promesa: curarse de la tuberculosis que le obligó a abandonar el monasterio en el que vivía.

Justo nació en 1925 en la misma localidad de la que ahora es “Hijo Predilecto”. En ella, dedicado toda su vida al levantamiento de una obra admirada por la ciudadanía, símbolo de la Comunidad de Madrid y que, con el tiempo, ha ido acogiendo un mayor número de visitantes. Hasta que el pasado domingo, 28 de noviembre, fallecía, a los 96 años, tras toda una vida entregada a su catedral, una construcción de 35 metros de altura con 12 torreones, 28 bóvedas y más de 2.000 vidrieras. Una obra que llegó a traspasar fronteras, llegando incluso al Museo de Arte Moderno de Nueva York en forma de exposición. Y su autor, llegó a convertirse en protagonista de anuncios de famosas marcas como Aquarius o de algunos documentales como “El labriego que creyó en Dios” o “Ser Justo. La catedral de todos”.

Ángel López, vecino del municipio de la Almoguera (Guadalajara) será quien, junto con la ayuda del Padre Ángel y Mensajeros de la Paz, finalice la construcción de esta obra. Descubrió la catedral por sorpresa durante una visita y, desde ese momento, le brindó toda su ayuda a Justo para continuar con el proyecto. Tal y como cuenta a Madridiario, Justo llevaba tiempo comentándole su intención de nombrarle heredero de la catedral. “Me decía que si no era yo no habría nadie que lo terminase ni que llegase a hacerlo como él quería. Yo le dije que sí, era su voluntad. Hace ocho meses me fui en busca del Padre Ángel para ver si nos podía ayudar y entre los dos vamos a hacer un lugar de encuentro muy acogedor para todo el mundo”, afirma. “Esperamos poder terminarla como en uno o dos años, pero dependerá de las licencias. Aun así, nosotros seguimos con la intención absoluta de cumplir el sueño de Justo, convertirlo en un centro social interreligioso, que sea la casa de todos y que todo el mundo reconozca la catedral. Afrontamos esto con toda la humildad posible”.

Por motivos en los que no ha querido hacer hincapié, el heredero de la catedral no pudo acudir al entierro de Justo. “No pude ir a verle, no pude ir a su entierro en contra de mi voluntad. Pero no me importa, porque yo con Justo lo he dado todo”, afirma el padre Ángel. Él fue quien se encargó de estar a su lado sus últimos meses, aseándole e incluso dándole su comida. Y se muestra completamente agradecido. “Estoy muy contento. Justo se ha ido como él quería. Ha muerto en su catedral, en su cama, y es lo que más feliz me hace”, concluye.

Durante 57 años, Justo Gallego construyó a mano, esta catedral en las afueras de Madrid. Una catedral que puede acabar en la basura.



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