domingo, 23 de abril de 2023

Vecinos de Lavapiés denuncian “brutalidad policial” en el barrio… Y el emérito, Juan Carlos I, en Sansenxo, eclipsa la agenda de Felipe VIº, en Ronda.

La Policía Municipal de Madrid contra  José María Lara, Txepe, el pasado 15 de abril.

Policías municipales de Almeida detienen a golpes a un anciano que les acusa de racistas. Varios vídeos publicados en redes sociales muestran el arresto el pasado sábado, 15 de abril, en las inmediaciones del metro. Los vecinos de Lavapiés, en Madrid, denuncian un nuevo episodio de “brutalidad policial” en la plaza de la capital. Los vídeos muestran el arresto entre gritos en las inmediaciones del metro. En las imágenes se puede observar cómo efectivos de la policía se llevan esposado a un joven en la parte trasera de un vehículo policial. Unos agentes intentan introducirlo en el vehículo mientras otros le agarran de los pies para empujarlo al interior del coche. A pocos metros, otra persona mayor se acerca al detenido, cuando un agente intenta agarrarle del brazo. El anciano intenta zafarse, pero los dos policías acaban por tirarle al suelo y le presionan con una rodilla sobre la espalda para inmovilizarlo y esposarlo. “Podemos Madrid Centro” publica un comunicado en Twitter en el que califica lo ocurrido en Lavapiés como “una vergüenza” y pide responsabilidades a la Policía de Madrid “por la actuación desproporcionada que han sufrido los vecinos del barrio de Embajadores-Lavapiés”.

El cineasta, José María Lara Txepe Lara, un anciano de 75 años, es maltratado por la Policía de Madrid quien lo tira al suelo y lo esposa. Se trata del reconocido productor de cine, impulsor del cine vasco en los años 80. A Txepe Lara le duelen las rodillas y la espalda. En el vídeo difundido en redes se ve a tres policías encima de él. “Fue todo muy complicado se lamenta–. De repente, me vi tirado en el suelo, esposado, metido en el coche de Policía y llevado a un calabozo inmundo, con orines por el suelo” cuenta a Público. Txepe está acusado de quitarle la porra a un agente. “Es ridículo, y, en todo caso, ¿qué clase de policía se deja arrebatar la porra por un señor de 75 años? Lo que yo hice fue sujetar la porra, como un acto reflejo ante el golpe que se me venía encima. La sujeté con las dos manos” explica. Lara estaba en los exteriores del Teatro Valle Inclán de Madrid, en un acto sobre la oposición de la sociedad francesa al cambio en el sistema de pensiones. “Al final, escuchamos el alboroto y las sirenas de Policía y me acerqué. Vi una intervención policial contra dos chicos magrebíes; uno de ellos estaba en el suelo, pálido, mientras una agente intentaba reanimarlo. Le pregunté si habían llamado a un médico y me contestó que sí, que estaba a punto de llegar una ambulancia”, relata. En ese momento, el productor se retiró y se situó en la acera. “Veo a un agente pegar por la espalda a un hombre que estaba presenciando el suceso y se lo recrimino. No recuerdo las palabras, pero le diría que era una cobarde por pegar a la gente por la espalda.  Entonces, varios agentes fueron a por mí mientras gritaban: ‘Este también, detenido’. Y se abalanzaron sobre mí para tirarme al suelo. Fue como si tuvieran la orden de  esposarme, cuando yo les dije que no me iba a resistir”, cuenta Lara. 

José María 'Txepe' Lara

La versión del policía, profusamente difundida, sitúa a Txepe Lara prácticamente como un vándalo que arrebatase la porra, lo que podría suponer una acusación de grave resistencia a la autoridad. De momento, Txepe quedó en libertad, sin cargos, a la espera de que el juzgado pueda citarle. “Es una barbaridad que digan que yo le arranqué la porra”, clama el cineasta, sorprendido del cariz que ha tomado la noticia en algunos medios de derechas en los que le llaman “etarra” y “exmiembro de ETA”. Txepe Lara  reconoce que militó en ETA hace 50 años, cuando en España había una dictadura criminal. “No voy a rechazar mi pasado. Hay que contextualizar cómo eran las luchas de la sociedad española hace 50 años” dice. Añade que ha producido medio centenar de largometrajes y otros tantos cortos. Que estuvo formándose en Alemania como operador de cámara. Y que, en 1974, contactó con un militante de ETA y se dedicó a dar a conocer la lucha del pueblo vasco. “Un año después, regresé a España ya como miembro de la organización para colaborar en la fuga de la Cárcel de Segovia de una veintena de luchadores antifranquistas. La fuga fue un fracaso por la presencia de un topo y acabó con la detención de los fugados y sus colaboradores, entre ellos, yo, en abril de 1976”. José María Lara pasó 13 meses en prisión preventiva en la Cárcel de Carabanchel (Madrid) y salió tras un indulto. Pero nunca se le llegó a juzgar.  Pasó a la clandestinidad en Francia, donde fue detenido durante la Semana Santa de 1981 y condenado a nueve meses de prisión, tras los cuales fue enviado a la frontera con Suiza, negándose el Gobierno francés a la extradición pedida por España. En enero de 1982, Txepe Lara participó en la famosa rueda de prensa de la VII Asamblea de ETA, donde se anunció el abandono de la lucha armada por parte de un sector que, aunque minoritario, fue determinante. “A cuentagotas pudimos volver a España. Entonces, Euskadiko Ezkerra me envió a Pamplona para organizar el partido allí. Es cuando comencé a trabajar en el cine”, recuerda Lara. 

En 2019 recibió el premio Zinemira, el galardón honorífico por toda su carrera de impulso al cine vasco.

‘Txepe' Lara cree que su caso es “una anécdota” en comparación al de los dos jóvenes de origen magrebí que la Policía Municipal de Madrid interceptó primero: “Soy uno de los abuelos del cine vasco”, comenta en Eldiaio.es, entre el orgullo y la campechanía. Es el único momento de la charla en el que se relaja un poco, todavía visiblemente alterado por lo ocurrido el pasado sábado en la Plaza de Lavapiés. Pese a ello, afirma sentirse “bien”, tanto física como mentalmente. Su voz denota, no obstante, el estado de zozobra en el que todavía se encuentra. Reconoce haber recibido en las últimas horas “muchas llamadas” por parte de varios medios de comunicación. Y explica detalladamente y con pausa su versión de lo acontecido. “Unas cuantas personas salíamos de un acto sobre lo que está sucediendo en Francia a raíz de la reforma de las pensiones. De repente, empezó un enorme guirigay con sirenas de la policía, así que nos aproximamos y vimos que había dos detenciones un poco aparatosas. Me acerqué a uno de los chavales, al que estaban apretando contra el suelo. Parecía estar un poco mal. Pregunté a una de las agentes si habían llamado a una ambulancia y me dijo que sí”. Fue entonces cuando llegaron todavía más efectivos y la situación acabó de desbordar: “Uno de ellos le dio una hostia a un señor que estaba de espaldas, ya alejándose”. En ese instante, se dirigió a dicho agente: “Creo que él mismo estaba un poco asustado por lo que había hecho, pero no hubo tiempo de nada, porque, de repente, apareció otro policía que quiso pegarme con la porra. Conseguí sujetarla con las dos manos y se produjo un forcejeo”. Lara cuenta que el efectivo municipal gritó “¡este también detenido!” y, acto seguido, se produjo “lo que ya ha podido ver todo el mundo”, en referencia al vídeo difundido en redes. Posteriormente, Lara fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional de Moncloa. Desconoce si se le van a imputar cargos: “Los policías municipales habrán hecho su declaración, pero desconozco el contenido de ella. Yo, desde luego, me negué a firmarla”. Según Lara el comisario decidió que no tenía sentido que siguiese detenido en dependencias policiales: “Podía irme a casa y me llamarían si la autoridad judicial lo considerase oportuno”, relata. Por su parte no descarta emprender acciones legales contra algunos de los agentes implicados: “Estudio denunciar los hechos como abuso policial. Mi abogado va a recopilar y a enviar las fotos y los vídeos para que la Justicia determine si hay un delito”. En cuanto al carácter racista en el origen y la intensidad de la intervención policial contra los dos jóvenes detenidos en la plaza (ambos de origen magrebí), denunciado por varios testigos y usuarios de las redes sociales, prefiere no manifestarse.

Ahora bien, se muestra especialmente preocupado por el estado de salud y judicial de dichos jóvenes: “Mi detención es, al fin y al cabo, una anécdota. Lo importante es que no sabemos nada de la de dos ciudadanos con documentación española”. Lara sí concreta que los detenidos no tienen relación con una pelea que se produjo unos minutos antes, a pocos metros de estos altercados, y que, desde luego, los arrestos no se produjeron por ese motivo. Conforme la conversación avanza, deja caer que “es posible” que la procedencia magrebí de los dos jóvenes haya tenido relación con una posible actuación policial desproporcionada, aunque incide en que lo que más le interesa es “saber qué tal están”. La Policía Municipal se limita a señalar que, por el momento, prefieren “no hacer ningún tipo de declaración al respecto”. Quien sí ha opinado es el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien, en un acto en Ifema, remarcó su “respaldo total y absoluto” al cuerpo y ha aseverado que no va a permitir que “cuatro podemitas le digan a la Policía Municipal lo que tiene o no tiene que hacer”. Estas palabras han llegado después de que la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, criticase en Twitter como “muchos barrios de Madrid están cansados de ver redadas basadas en perfil étnico”, por lo cual pidió a Almeida “depurar responsabilidades”.

“La trayectoria vital de Txepe Lara –publicó el lunes LQSomos, bajo el titular:La erótica del poder: la pasión por hacer daño como instrumento de mordaza’– ha estado siempre vinculada a la justicia social y la defensa de los derechos humanos: abandonó Alemania, donde, a los 18 años,  fue enviado por su padre. Allí trabajo, estudio y se licenció como ingeniero fotográfico. La noticia del asesinato de Puig Antig lo trajo de vuelta a España con el objetivo de organizarse en la lucha antifranquista y así lo hizo del 1974 hasta 1982, participando en la disolución de ETA político/militar, tras haber pasado por las cárceles franquistas como preso político. Muy posteriormente militó en la asociación de presos y represaliados durante el Franquismo “La Comuna”. La conciencia, social, política y cultural de este enorme ser humano no le permitió, el sábado 15, pasar de largo o quedarse indiferente ante el abuso policial contra inmigrantes subsaharianos en el barrio de Lavapiés. El resultado, una vez más fue la brutalidad policial contra Txepe, la que sufren quiénes denuncian ese abuso de poder, quienes no tienen miedo, y saben por experiencia propia que solo el pueblo salva al pueblo, pues no hay mejor juventud que la de los no sometidos, mayor rebeldía que frenar con las propias manos la agresión del sistema. Txepe Lara fue detenido y paso la noche en un calabozo que debió traerle a la memoria aquellos tiempos de la interminable noche franquista en cautividad. Hacemos sabedoras a organizaciones defensoras de derechos humanos, sindicatos y gentes del mundo de la cultura que permanecer callados ante la brutalidad policial contra quienes defienden que ningún ser humano es ilegal”. 

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El emérito, junto a su amigo Pedro Campos, tras su llegada al aeropuerto de Peinador (Vigo) en su segunda visita a España desde Abu Dabi. 

Cuatro días después de estos hechos sucedidos en el barrio madrileño de Lavapiés, la llegada de Juan Carlos de Borbón a Galicia acapara el seguimiento mediático y opaca el acto de su hijo, el rey, en la ciudad malagueña de Ronda, en el que reclamaba ante 2.500 escolares “modelos y referencias éticas” para la sociedad española. El aterrizaje de Juan Carlos de Borbón en Vigo el miércoles a mediodía en un lujoso avión privado y su llegada en todoterreno con asientos de cuero al chalé donde se aloja en la veraniega localidad gallega, eclipsó por completo la visita que su hijo, Felipe VI, y su nuera, Letizia Ortiz, habían programado, a 900 kilómetros de distancia, en la villa andaluza de Ronda. El rey titular y su Casa no dejan de hacer méritos con la agenda oficial para aparentar cercanía con los súbditos, pero sus esfuerzos se diluyen por el empeño de su emérito progenitor en protagonizar tertulias y titulares de diarios y telediarios. “Calificado molestamente por el Gobierno como ‘privado’ y disfrazado de supuesta discreción, aplaudido por el PP en Galicia y fuera de ella y denostado por la izquierda a la izquierda, el segundo viaje del anterior monarca a España desde que se refugió moral y fiscalmente en Emiratos Árabes Unidos volvió a poner al borde del ridículo a su familia real. Real en los dos sentidos”. Así lo escribe Juan Oliver en Público, al aparecer a mediodía a pie en la plaza de toros de la Real Maestranza de Ronda, para asistir a un espectáculo ecuestre. “A puerta gayola, caminando sobre la arena como un Borbón torero, fue saludando al público que le aclamaba desde los tendidos, la mayoría escolares, unos 2.500, ansiosos por palmear su mano y encantados de ver a la monarquía de cerca, pero desde la barrera. Casi al mismo tiempo, más de medio centenar de periodistas aguardaban en Peinador, el aeropuerto de Vigo, para filmar en directo y desde lejos al exjefe del Estado descendiendo del Bombardier Global 500 de la compañía Royal Jet Group, con sede en Abu Dabi. El precio medio por una hora de vuelo en ese tipo de compañías ronda los 7.000 euros…Desde Peinador, Juan Carlos emprendió viaje hacia Sanxenxo, conducido por Pedro Campos, su amigo regatista y presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, que organiza la competición de vela que empezaría tres días más tarde…”.

Felipe VI, en Ronda, eclipsado por el viaje del emérito a Sanxenxo.

A su llegada al chalé de Campos, y al contrario que en su última visita, el anterior monarca ni siquiera bajo la ventanilla para hablar con los periodistas y curiosos que se arremolinaban en el exterior. Sólo saludó sonriente desde el coche, pero sin más explicaciones. Según fuentes del Ayuntamiento de Sanxenxo, no habría recepción oficial ni contacto con el público ni con la prensa, como sucedió hace un año. Ni una palabra sobre el discurso que horas antes, frente a los 2.500 niños y niñas con los que compartió el espectáculo ecuestre, dio su hijo Felipe en la plaza de toros de Ronda, y en el que instó a la sociedad española a abrazar la “modernidad” y a dotarse de “modelos y referencias éticas”.

El rey emérito, Juan Carlos I, navega de nuevo en su Brribón en Sanxenxo, Pontevedra.

La CUP, como ya hizo en diciembre de 2021, emplea un subterfugio para preguntar en la sesión de control sobre Juan Carlos I. “¿Qué opinión le merecen al Gobierno los valores deportivos que transmite el campeonato español de vela en Sanxenxo?”, reza la pregunta que el parlamentario Albert Botran hará el próximo miércoles al ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. Para indagar sobre esta cuestión en el Congreso, la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, se sirve de otra fórmula encubierta en una pregunta oral dirigida a Pedro Sánchez. “¿Patrimonio Nacional u otro organismo del Estado le está buscando residencia a algún ciudadano español que vive actualmente en el extranjero?”, pronunció la diputada en una sesión de control. “Debe de tener más información que yo. Le puedo decir que no”, respondió Sánchez para después salir en defensa del actual monarca, Felipe VI. “Tendremos que recriminar o no aprobar la conducta de una determinada persona, no de una institución. Hablamos de personas, no de instituciones”, apostilló en el marco de los esfuerzos invertidos para separar los escándalos de Juan Carlos I de su hijo.

"Mi regocijo republicano se multiplica al tener dos reyes: uno para sufrir y otro para joder”

Aníbal Malvar, en su artículo del jueves, “Ventajas de tener dos reyes”, recuerda, en Público, que lo bueno de tener dos reyes es que cada uno de ellos va a sufrir la impunidad de su par cual si fuera un súbdito. “Juancar sufre a Felipe y Felipe sufre a Juancar, con lo cual yo me siento más igualitario y más contento. Qué alegría ver a Juancar regateando en Sanxenxo mientras Felipe y Letizia se muerden las uñas mutuamente dejando perdidos los pasillos marmóreos de Zarzuela. Ya sabe nuestro real matrimonio lo que es tener a un impune en casa, como tenemos todos los demás españoles, comiendo percebes de la ría con nuestra pasta, bebiendo albariño con nuestra pasta, navegando veleros pagados con nuestra pasta y evadiendo por paraísos fiscales nuestra pasta. Mi regocijo republicano se multiplica al tener dos reyes, uno para sufrir y otro para joder, con lo que el dolor del totalitarismo se reparte mejor entre todos. Con un solo rey este menda no tendría bastante. Yo estaría igual de jodido y él demasiado cómodo. Esto de que el monarca de un país pueda estar jodido por otro monarca del mismo país es revolución libertaria sin precedentes en la historia. Solo Shakespeare atisbó tanta grandeza. Franco murió en la cama. Los borbones tienen pinta de morir colgándose mutuamente de su árbol genealógico. Al final la república va a ser como Godot, y solo hay que esperarla encaramados a una rama. De dicho árbol. Como nuestro rey rampante cotiza en Abu Dabi, donde no se cotiza, no se sabe cuánta pasta está dejando Juancar de aportar a nuestra Hacienda pública. Son pequeños detalles que nos permiten asegurar que tampoco este borbón nos ha salido muy patriota, y llevamos unos cuantos. Suelo odiar a los patriotas. Se creen que por posar los pies en un sitio pueden patear a los caminantes que vienen de lejos. Son gente poco apacible, escasamente pensadora y bastante menos hospitalaria. Pero a un jefe de Estado se le debe exigir que sea un poco patriota, al menos en lo tributario. Para ser patriota no hace falta robar a nado una piedra del peñón de Gibraltar, como hizo Javier Ortega-Smith. Ser patriota, majestad, no te hace definitivamente tonto ni buen nadador. Pero, coño, hágalo por la familia. Juancar no reconoce al actual jefe de Estado porque no lo considera jefe, y por eso viene y va sin permiso por España montando escándalo, ni reconoce al Estado, ante el cual no rinde cuentas. Ni judiciales ni bancarias. Felipe VI está sufriendo estos días como un plebeyo, y sé que eso os apena enormemente. Qué rabia tener a un delincuente surcando las ondas de un mar gallego que es feudo tuyo. Y para colmo, es tu padre. Parece una telenovela venezolana.  Cuando ocurren estos maravillosos sucedidos borbónicos, a mí me encanta consultar la prensa internacional. Sobre todo, la británica, tan cargada de veneno como los tés de las novelas de Agatha Christie cuando se ingieren a las cinco en punto. A los británicos les encanta su monarquía, capaz de matar princesas plebeyas, pero les atufan las demás. Quizá por eso Carlos III denegó a Juancar el honor de recibirlo en el Palacio de Buckingham. El cachondeíto que se monta en la prensa extranjera cada vez que se hacen noticiables nuestros monarcas no suele ser muy bien reflejado en nuestros periódicos. Todos los periodistas del mundo saben que el actual borbonismo es heredero del franquismo. Y lo cuentan. No como aquí. Y nos consideran, con razón, y gracias a la monarquía, una especie de república bananera insertada en Europa. Y es que lo somos. Solo hace falta disfrutar del bronceado de Juancar a bordo del Bribón, tan bribón y tan impune”.

Carlos Santos, en “Un debate mal cerrado”, emitido en ‘La libreta colorá’, a media mañana, en RNE:

“Si no fuera por lo que es, si el protagonista de esta historia fuera un ciudadano normal en circunstancias normales, su comportamiento sería ejemplar y, para los de cierta edad, envidiable: un hombre con 85 años cumplidos que es capaz de hacer miles y miles de kilómetros para hacer deporte con un grupo de amigos preparando, además, con la ilusión de un chiquillo, su participación en un campeonato mundial. Pero, claro, el protagonista de esta historia no es un ciudadano normal ni sus circunstancias son normales. Estamos hablando de Juan Carlos Primero, de quien jefe de Estado de una democracia europea y al cabo de varias décadas tuvo que abandonar su corona y su país, después de que los contribuyentes conocieran que había atesorado una ingente fortuna en el extranjero, a espaldas de Hacienda, aparte de otros asuntos relativos a su vida privada que a muchos de esos contribuyentes parecían, cuanto menos, poco edificantes. (…) Pero una cosa es lo que ocurrió y otra lo que está ocurriendo. Los historiadores que en su día recordarán esos episodios tendrán también que recordar que Juan Carlos pasó los últimos años de su vida en una suerte de exilio dorado, en un rico país del golfo pérsico. Que intente buscar salida a esa situación por la puerta pequeña de incrementar sus visitas a España es humanamente comprensible pero políticamente insoportable. Como bien saben en La Zarzuela cada una de esas visitas reabre un debate mal cerrado que igual, algún día, las propias instituciones, encabezadas por la Casa Real y el Parlamento, tendrán que abrir de una vez por todas de par en par”.

Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:

“No le da vergüenza nada”: las reacciones a la gira por todo lo alto de Juan Carlos I en Londres y su vuelta a España.

Antes de volver a España, una vez más, de tapadillo, el emérito se paseó por Londres mostrando la profunda preocupación que le ha supuesto tener que marcharse a Abu Dabi para evitar sus polémicas y problemas legales. Las malas lenguas dirán que el monarca se está pegando la buena vida por una escapadita a la capital británica, donde ha hecho las actividades que haría cualquier persona campechana, como ir a un exclusivo club de caballeros, tomar el té con el rey de Inglaterra o ir de invitado al palco en el partido del Real Madrid. El colmo de los colmos es que le han llevado al palco de Stamford Bridge, donde presenció el partido del Real Madrid y tomó nota de los regates de Vinicius. No obstante, su famoso "explicaciones, ¿de qué?" está inspirado en la lambretta del brasileño. A fin de cuentas, un tremendo castigo para el emérito, dada la cantidad de escaleras que debe haber superado para llegar a su asiento. (Tremending)

The Guardian acusa a Moreno de querer “complacer a la extrema derecha”

El periódico británico The Guardian publicó un artículo en el que en los últimos 30 años debido al cambio climático, la agricultura, la contaminación minera y el drenaje de marismas. También señala los peligros que enfrenta el Parque Nacional de Doñana debido a las decisiones del gobierno regional de Andalucía. La pieza periodística, firmada por Sam Jones, cita las preocupaciones de la ministra de Medio Ambiente de España, Teresa Ribera, y de las organizaciones medioambientales. Según el artículo, el gobierno regional de Andalucía está impulsando un plan que “amenaza la supervivencia de uno de los humedales más importantes de Europa”. 

Lo del PSOE con la 'Ley de Vivienda' y el tema del Sareb, es otra muesca más de política social que se apuntan los socialistas cuando, antes, lo rechazaban. (Skakeo FanZine).

Albert Rivera ficha a Toni Cantó y desata el cachondeo.

Tanto cachondeo con que a Toni Cantó no le gustaba dar palo al agua y no solo sigue engordando el currículum, sino que en cada nuevo puesto pone en práctica las habilidades aprendidas. Ahora, “va a dar clases de corte y confección, especialidad en chaquetas".




El Concorde, a casi 15 kilómetros de altura sobre el mar de Irlanda, en abril de 1985.

Se trata de un avión comercial supersónico, volando a velocidad de Mach 2, es decir, 2 veces la velocidad del sonido o 2170 millas por hora aproximadamente. Un pequeño avión caza se le acercó en vuelo y lo acompañó durante 4 minutos a igual velocidad. Fue el momento en que el piloto tomó la fotografía, siendo hasta hoy la única imagen del 'Concorde' volando a tal rapidez. Al fondo, el Sol brillando, en un cielo que, a esa altura, adopta una tonalidad más oscura aún en pleno día, debido a la disminución de la densidad del aire. A esa altura, se puede apreciarse la curvatura de la Tierra.

 

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Vergara, Manel F, Dávila, Riki y Blanco, J.R. Mora…








Pájaro de mal agüero

Señor, sí, señor.


Una carencia.

Sequía.
Vivencia.


Desde Sanxenxo.

 El aperitivo del emérito en Sansenxo.







Pep Roig, desde Mallorca:

La gran ocasión.


La élite delite
Silencio selectivo.

Prioridades.

Los vídeos de esta semana:

LAVAPIÉS: BRUTALIDAD POLICIAL | El Tablero

La detención de Txepe Lara, el productor de cine y antiguo miembro de ETA, en Lavapiés | EL PAÍS

Premio Zinemira - Txepe Lara

La Foto Nocturna Del Rey Juan Carlos Que Avergüenza A La Zarzuela

El Rey emérito llega a Sanxenxo en su segunda visita a España

EMÉRITO: FELIPE VI pide "EJEMPLARIDAD" y "REFERENCIAS ÉTICAS" mientras su padre aterriza en ESPAÑA

El rey emérito sale a navegar

NO-DO Barça – Polònia




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