martes, 26 de diciembre de 2023

El discurso del rey, entre “interesante” y “decepcionante”.

 

El rey Felipe VI en su discurso de Nochebuena.

El discurso real de este año recibió el apoyo expreso del PP y Vox. Alberto Núñez Feijóo apuntó que “el Rey Felipe VI ha defendido la vigencia de la Constitución como único garante de la convivencia y de un futuro con certidumbre para todos. Fuera del respeto a la Constitución y a las instituciones no hay ley sino arbitrariedad”. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, manifestó que “fuera de la Constitución “no hay una España en paz y libertad”, añadiendo que “fuera del respeto a la Carta Magna no hay democracia ni convivencia posibles”. Y el partido de Santiago Abascal, reprodujo una frase literal del monarca en la que dijo que “España seguirá adelante”.

El Rey reivindicó la Constitución, la unidad de España y la Corona frente a la supuesta amenaza del Gobierno. El resto de partidos lamentó que el jefe del Estado haya evitado cuestiones de calado internacional, como la guerra de Israel contra Palestina y la invasión rusa de Ucrania. Pasó, además, por alto temas clave que han marcado la política nacional en los últimos meses, como la ley de amnistía y el aumento de la violencia ultra en las protestas contra el PSOE por la norma. Aunque no es la primera vez que Felipe VI obvia mencionar cuestiones de calado: el último año tampoco se refirió, por ejemplo, a la masacre de la valla de Melilla, a la crisis climática, o a la violencia machista. Felipe VI se aferró al inmovilismo, a la Constitución y al régimen del 78 en medio de una fractura institucional inédita.

El discurso navideño de Felipe VI concitó las primeras reacciones de algunos partidos y dirigentes políticos. Tanto Sumar, Podemos, ERC como el BNG criticaron el relato del jefe del Estado, que se ha limitado a reivindicar el régimen del 78 en medio de un contexto de fractura institucional inédita. Desde Sumar, el partido encabezado por Yolanda Díaz, lo calificaron de “decepcionante”. Ione Belarra, secretaria general de Podemos, reprocha la completa ausencia del genocidio en Palestina: “Cada vez más convencida de que la monarquía se ha quedado definitivamente atrás y de que Felipe VI va a ser el último”, afirma la líder de los morados. En la misma línea reaccionaron las formaciones nacionalistas ERC, Junts y BNG. Gabriel Rufián, portavoz de los republicanos en el Congreso, publicó una foto del monarca de niño saludando a Franco con el siguiente mensaje: “Lo que había cuando no había Constitución”.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, calificó el discurso de absolutamente irrelevante y contradictorio y criticó al rey por sembrar “la semilla de la discordia” en su discurso posterior al 1 de octubre. “Sólo actúa cuando está en riesgo aquello del 'Atado y bien atado”, dijo el dirigente independentista. Marta Garsaball, vicepresidenta de Òmnium Cultural, subrayó que el relato de Felipe VI está “muy alejado de los consensos mayoritarios de la sociedad catalana”, puesto que “niega los derechos de forma sistemática” a los catalanes. Mientras que Néstor Rego, diputado del BNG, ve en el discurso de “Felipe de Borbón” una “toma de posición con los sectores más reaccionarios e inmovilistas del Estado”. Y lamenta que “no intente siquiera empatizar con los problemas de la mayor parte de la sociedad”.

“Sonó antiguo, añejo, inmovilista —comenta Juan Tortosa en Púbico—. Demasiadas ambigüedades, demasiados lugares comunes, demasiadas obviedades, ni una mención al momento que vive el mundo, a los conflictos en Oriente Medio o Ucrania, ninguna alusión al calentamiento global, ningún guiño a la sensibilidad media, ninguna búsqueda de complicidad: hieratismo, palabras huecas, ambivalencias”...

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