Medallas a porrillo. También las chicas del equipo español de natación sincronizada lograron deslumbrar en los Campeonatos de Europa de Natación celebrados en Eindhoven (Holanda). Primero, durante su ejercicio de ronda preliminar de estilo libre combinado. Luego, con los premios conseguidos por Gemma Mengual, la única nadadora del mundo que consiguió cuatro medallas de oro en unos campeonatos del mundo, por Mireia Belmonte, de sólo 17 años, quien ganaba otra de oro, Nina Zivanevskaya, con el bronce, Erika Villaécija, con otra medalla de plata y Rafa Muños, con el bronce. España se coloca segunda en el medallero con ocho metales, sólo por detrás de Rusia. Los cinco oros (cuatro de ellos en la sincronizada) colocaban la delegación española por delante de potencias tradicionales como Francia o Italia.
Gemma Mengual.
Mireia Belmonte, con la medalla de oro.
Tamborada de Calanda, pueblo de Buñuel.
Carlos Saura, cineasta turolense que rodara “Pippermint Frapé” con Gerardine Chaplin, ha “roto la hora” de Calanda en un homenaje a Buñuel, nacido en esta localidad, un forofo del estruendo de tambores. El sonido de estos instrumentos al unísono durante 26 horas seguidas es un reto que se repite año tras año. Las vibraciones producidas se parecen a las de un terremoto. En Mula (Murcia), la tamborada es continua a lo largo de toda semana, sobre todo en la madrugada del Martes Santo hasta las 4 de la tarde del Miércoles y en la mañana del Viernes. Lo tocan padres, hijos, abuelos y algunos tatarabuelos. Centenares de tamboristas despiden la Semana Santa, tras la procesión del Resucitado.
Los habitantes de Hellín, (Albacete), ciudad del Tambor, pretenden conseguir un récord mundial oficial. Su popular tamborada quiere ingresar en el Libro de Récords Guinness. No conformes sólo con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional, ahora aspiran conseguir este récord acústico como la mayor concentración de tambores. Aseguran haber superado este año los de 10.049 honkonguenses que ostentaban ese récord. sonando al unísono mucho más tiempo. Y se sienten orgullosos de ser la ciudad del mundo que mayor número de tambores ha sido capaz de reunir en un solo día o la que mayor nivel de decibelios produce con un mismo ritmo de tambor. Y es que para gustos no hay nada escrito.
Lo desesperante en España, respecto de los que golpean los bombos o tambores multitudinariamente, es que lo hacen prácticamente sin ninguna variedad ritmica. Con toda certeza puede afirmarse que los percusionistas de India, Africa, Borneo, Nueva guinea y Papúa, y en general todo el continente asiático, de hace 3000 años A.C., ya habían superado con creces el estadío embrionario en que se encuentran los actuales iberos.
ResponderEliminarchiflos.