Dicen que, para muchos andaluces, la Semana Santa es un sentimiento y un folklore que, en la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con la religión. En Sevilla, la España más profunda, el Ayuntamiento gasta durante esta semana 5,2 millones de euros. Pero, durante este tiempo, entrarán en la ciudad 160 millones y 60.000 nazarenos seguirán las imágenes al paso de las trompetas y tambores. La preparación de estas procesiones dura meses, pero, a veces, alguna de ellas se ve sorprendida por una lluvia que impide salir a la calle. Y los nazarenos y costaleros no siempre se resignan elegantemente.
En marzo de 1978, se celebró en Sevilla durante los días 24, 25 y 26 de marzo, fechas, a la sazón o sin ella, de Semana Santa, la Iª Conferencia Regional del Partido Comunista de España (PCE). En el mitin de clausura, intervinieron, como principales figuras, Dolores Ibárruri, la “Pasionaria”, Santiago Carrillo y Rafael Alberti. La política quedó para los dos primeros días; la poesía, para el tercero. Cuenta Ramón Reig en “Público” (“Cuando Alberti llamó ‘camarada’ a la Macarena”) que el poeta de El Puerto de Santa María escribió sus coplas para la ocasión y armó la marimorena, sobre todo entre la población más conservadora. “Un comunista osaba ‘mancillar’ uno de los símbolos sagrados de la capital de Andalucía, que se proyectaba mucho más allá de la propia Andalucía. Su intervención llenó de sorpresa a los concurrentes. Alberti subió al estrado y leyó: ‘La Virgen del Baratillo,/ sobre cuarenta costales,/ sueña en la hoz y el martillo/ para aliviar tantos males./ Déjame esta madrugada/ lavar tu llanto en mi pena,/ Virgen de la Macarena,/ llamándote camarada./”.
En la misma línea, dedicó otros versos al Cristo del Cachorro y a la Virgen Esperanza de Triana. Incluso llegó a declamar: "Que no hay bien que se resista/ hoy en la tierra y el cielo/ al Partido Comunista". "Insólito –tituló “ABC”, para el que los versos eran "chuflillas" y Alberti "una caricatura de sí mismo"–: versos del comunista Alberti sobre nuestras cofradías". “El Correo de Andalucía”, entonces propiedad de la Iglesia, no dio tanta trascendencia al hecho. Su colaborador habitual, el sacerdote Francisco Gil Delgado, se hizo eco del acontecimiento, en tono conciliador. No en vano el PCE tenía una fuerte presencia en el colectivo “Cristianos por el Socialismo” que se dejaba sentir con unos carteles donde dos antebrazos con las manos convertidas en puños formaban una cruz.
En marzo de 1978, se celebró en Sevilla durante los días 24, 25 y 26 de marzo, fechas, a la sazón o sin ella, de Semana Santa, la Iª Conferencia Regional del Partido Comunista de España (PCE). En el mitin de clausura, intervinieron, como principales figuras, Dolores Ibárruri, la “Pasionaria”, Santiago Carrillo y Rafael Alberti. La política quedó para los dos primeros días; la poesía, para el tercero. Cuenta Ramón Reig en “Público” (“Cuando Alberti llamó ‘camarada’ a la Macarena”) que el poeta de El Puerto de Santa María escribió sus coplas para la ocasión y armó la marimorena, sobre todo entre la población más conservadora. “Un comunista osaba ‘mancillar’ uno de los símbolos sagrados de la capital de Andalucía, que se proyectaba mucho más allá de la propia Andalucía. Su intervención llenó de sorpresa a los concurrentes. Alberti subió al estrado y leyó: ‘La Virgen del Baratillo,/ sobre cuarenta costales,/ sueña en la hoz y el martillo/ para aliviar tantos males./ Déjame esta madrugada/ lavar tu llanto en mi pena,/ Virgen de la Macarena,/ llamándote camarada./”.
En la misma línea, dedicó otros versos al Cristo del Cachorro y a la Virgen Esperanza de Triana. Incluso llegó a declamar: "Que no hay bien que se resista/ hoy en la tierra y el cielo/ al Partido Comunista". "Insólito –tituló “ABC”, para el que los versos eran "chuflillas" y Alberti "una caricatura de sí mismo"–: versos del comunista Alberti sobre nuestras cofradías". “El Correo de Andalucía”, entonces propiedad de la Iglesia, no dio tanta trascendencia al hecho. Su colaborador habitual, el sacerdote Francisco Gil Delgado, se hizo eco del acontecimiento, en tono conciliador. No en vano el PCE tenía una fuerte presencia en el colectivo “Cristianos por el Socialismo” que se dejaba sentir con unos carteles donde dos antebrazos con las manos convertidas en puños formaban una cruz.
Alberti no sólo relacionó a la Macarena con el comunismo, llamándola “camarada”, sino a la Virgen del Baratillo, cuya capilla está situada junto a la plaza de toros de la Maestranza, otra institución rancia de la ciudad. La misma imagen que fue vestida de luto cuando murió el general Queipo de Llano, experto en intoxicación radiofónica y en fusilamientos. En Triana, hay una parroquia y cofradía llamadas de San Gonzalo, en honor de don Gonzalo Queipo de Llano. Alberti también "tocó" con sus versos "impíos" al Cristo del Cachorro. El Cachorro procede del barrio de Triana, un arrabal obrero que resistió con uñas y dientes el levantamiento contra la República en 1936. Alberti y un grupo de dirigentes comunistas se fueron por aquellas fechas a ver al Cristo del Cachorro por el puente de Triana.
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