Carlos Fabra y Alfonso Ferrada, tal para cual.
Carles Mulet, portavoz de “Iniciativa pel Poble Valencia” en Castellón, hace referencia al hecho de que Ferrada no siguiera como alcalde y fuera nombrado senador territorial por unas Cortes donde el PP tiene mayoría. Con lo que se "le intentó blindar dándole el aforamiento de senador". Considera que los "indicios de criminalidad" eran "totalmente previsibles" y demuestran "la indecente manipulación" que hace el PP de los cargos públicos. Pero Ricardo Costa, portavoz del PP en las Cortes Valencianas, justifica su nombramiento y asegura que a su partido le parece totalmente “ético” que se elija como senador a una persona imputada por presuntos delitos de corrupción urbanística. Mientras todos seamos iguales... Pero ¿lo somos, en realidad? Al menos Mariano Rajoy, presidente del PP, quien no ha dejando de apoyar incondicionalmente a Carlos Fabra y a Ferrada, cargos de su partido, sí lo cree.
En realidad, ¿todos los políticos son iguales? Me permito retroceder unos meses, cuando el PP de la Comunidad Valencia protagonizara ciertos movimientos a la hora de cerrar sus listas electorales. Fue el momento en que Carlos Fabra, presidente de la Diputación Provincial de Castellón, presentó a su propia hija, Andrea Fabra, como candidata al Congreso, continuando con su saga política derechista. El bisabuelo de Andrea fue presidente de la Diputación, como lo fue su abuelo, su padre, y él mismo, lo que demuestra que, en esta comunidad, las herencias sanguíneas van a la par con los cargos públicos. Andrea Fabra, casada con Juan José Güemes, actual Consejero de Sanidad en el Gobierno de Esperanza Aguirre e imputada en uno de los procesos judiciales abiertos a su padre, dejaba, a su vez, un puesto libre en el Senado, para que pudiera optarlo Alfonso Ferrada, alcalde de Burriana (Castellón) e implicado igualmente en varios casos de corrupción urbanística es una de los favoritos de Fabra. La unión entre ambos favorece a este último. Secretario de Política Económica y Empleo del PP en la Comunidad Valenciana, el socio político de Carlos Fabra es accionista de empresas inmobiliarias y está imputado en una causa de presunta corrupción urbanística por el juzgado de Instrucción número 1 de Vila-Real, lo que no impide que sea elegido senador territorial por el Pleno de las Cortes Valencianas.
El ex alcalde Ferrada (lo fue de 1995 al 2007), sigue hoy acusado por los presuntos delitos de prevaricación, malversación de fondos públicos, cohecho y atentado contra la ordenación del territorio. Ferrada ya ha declarado ante el juez, admitiendo que tanto su suegro como su esposa tienen cuentas en un paraíso fiscal: Andorra. Y justificó dichas cuentas, sosteniendo que posee propiedades en dicho país, como las tiene en Castellón. Ferrada goza hoy de inmunidad parlamentaria y el Tribunal Supremo es la única institución judicial que puede procesarle, dada su condición de aforado.
El ex alcalde Ferrada (lo fue de 1995 al 2007), sigue hoy acusado por los presuntos delitos de prevaricación, malversación de fondos públicos, cohecho y atentado contra la ordenación del territorio. Ferrada ya ha declarado ante el juez, admitiendo que tanto su suegro como su esposa tienen cuentas en un paraíso fiscal: Andorra. Y justificó dichas cuentas, sosteniendo que posee propiedades en dicho país, como las tiene en Castellón. Ferrada goza hoy de inmunidad parlamentaria y el Tribunal Supremo es la única institución judicial que puede procesarle, dada su condición de aforado.
Carles Mulet, portavoz de “Iniciativa pel Poble Valencia” en Castellón, hace referencia al hecho de que Ferrada no siguiera como alcalde y fuera nombrado senador territorial por unas Cortes donde el PP tiene mayoría. Con lo que se "le intentó blindar dándole el aforamiento de senador". Considera que los "indicios de criminalidad" eran "totalmente previsibles" y demuestran "la indecente manipulación" que hace el PP de los cargos públicos. Pero Ricardo Costa, portavoz del PP en las Cortes Valencianas, justifica su nombramiento y asegura que a su partido le parece totalmente “ético” que se elija como senador a una persona imputada por presuntos delitos de corrupción urbanística. Mientras todos seamos iguales... Pero ¿lo somos, en realidad? Al menos Mariano Rajoy, presidente del PP, quien no ha dejando de apoyar incondicionalmente a Carlos Fabra y a Ferrada, cargos de su partido, sí lo cree.
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