No es que el líder del nazismo haya resucitado, pero su retorno al nuevo museo berlinense de Madame Tussaud ha levantado ampollas ante la clase política alemana que lo ha calificado de “mal gusto”. La figura de cera que representa al dictador en sus últimos días, reducido en su búnker, extendiendo su mano derecha sobre un libro que bien pudiera ser diario y con su mirada desafiante ante el estruendo de bombas aliadas, hará temblar a más de uno. Por de pronto, el alcalde de la capital, Klaus Wowereit, ha expresado su preocupación por esta sorprendente figura en una Alemania en donde sigue prohibida la simbología nazi. El nuevo museo, situado en la céntrica Avenida Unter den Linden, reúne, en sus 2.500 metros cuadrados, a 75 personajes célebres, repartidos en habitaciones clasificadas por temas: políticos de ayer y de hoy, científicos, artistas y deportistas. Junto a la actual canciller alemana, Ángela Merkel, se puede contemplar al Dalai Lama, al Papa Benedicto XVI, a Nicolás Sarkozy, o a George Bush. Además, el museo permite al visitante tumbarse en el diván para que Sigmund Freud lo psicoanalice, al tiempo que se somete a un test de coeficiente intelectual ayudado por el profesor Albert Einstein. Los amantes de la literatura tienen como reclamo a Bertolt Brecht o Günter Grass, situados cerca de grandes maestros de la música como Beethoven o Johann Sebastian Bach. Y los amantes de la Eurocopa, al “Kaiser” Beckenbauer y al ex portero Oliver Kahn, del Bayern de Munich, Oliver Kahn, mientras que los aficionados al tenis pueden jugar unos sets con Boris Becker o Steffi Graf. Sin embargo, en este juego del “quién es quién”, se echa de menos algún que otro cartel que refresque la memoria de los más jóvenes, y figuras que están de más, como el mismo Führer. No se trata de un simple acto de mal gusto. Si yo fuera uno de los personajes elegidos para posar en el Museo, me negaría a compartirlo con ese monstruo. Y si creyera en Dios o en cielo, renunciaría al paraíso al encontrarme con la figura del nazismo alojada entre los suyos. Por de pronto, en las primera horas del sábado, jornada de apertura del museo, un hombre de 41 años arrancó la cabeza de Hitler, protestando así por la polémica exhibición de la figura de cera. Según la policía, el responsable de la decapitación vive en el barrio de Kreuzberg, un lugar emblemático por su multiculturalidad y porque sus habitantes suelen votar a la izquierda.
Últimos días del dictador en su despacho.
Saltando sobre el mar. Un participante realiza una pirueta durante la quinta prueba del Campeonato del Mundo de kiteboard del la PKRA (Asociación de Riders Profesionales de Kitesurf), que se ha celebrado en la playa de Valdevaqueros, en Tarifa, Cádiz.
Recreación del antiguo barco griego Argo. Usado por Jasón y los Argonautas en la búsqueda del "vellocino de oro", el Argo navega en el canal de Korinthos, a unos 83 km al oeste de Atenas. El velero, de 50 remos, tiene tripulación de los 27 países miembros de la Unión Europea y surca hacia Venecia.
Hay quienes prefieren correr delante de los toros. En Pamplona, cuando llegan los Sanfermines, siempre ocurre igual. Las fiestas de la capital de la Comunidad Foral de Navarra, al norte de España, comienzan el 6 de febrero, a las 12 horas del mediodía, con el chupinazo (cohete) más famoso del mundo. Con él se inician unas fiestas ininterrumpidas de nueve días y nueve noches, hasta las 24 horas del 14 de julio, con la canción de despedida “Pobre de mí”. Personajes del cine y de la literatura de todas las nacionalidades se dan cita en ellas. Los encierros, una carrera mortal de unos 800 metros en la que los toros, arropados por miles de corredores bípedos, luchan por llegar a una plaza en la que serán toreados y enfrentados a la muerte en medio de gritos, sangre y violencia, son la parte más “atractiva”. Mozos y morlacos corren sin parar, expuestos los primeros a sufrir toda clase de accidentes, incapaces los segundos de entender el objetivo y el interés de tantas cámaras televisivas. Las normas de seguridad no logran frenar los accidentes de esta carrera que comienza cada mañana a las ocho y dura entre dos y tres minutos. Para muchos, los minutos más largos; para algunos, momentos eternos...
Un operario ultima la colocación de la figura de San Fermín en el kiosko de la Plaza del Castillo.
Hojas al sol que más calienta.
Tranquilidad laboral específica.
Literatura mojada. Miles de libros, dañados por el agua después de un incendio en la Facultad de Artes en la Universidad de Ginebra el pasado 29 de junio, son expuestos en el hall Palexpo en Génova, Suiza, para que se sequen.
Hojas al sol que más calienta.
Pepe Roig pinta en colores lo más oscuro de nuestros actos y pensamientos.
Tranquilidad laboral específica.
Para que se sepa.
Bien abastecidos
El dios fútbol. La Selección Española gana la Eruocopa.... ¡Y hasta en la sopa!
La técnica utilizada por Samsyng es muy sencilla: la publicidad viral. Utiliza buenas ideas de vídeos y montajes para extender su marca. Por ejemplo, el Drag & Drop, una animación en la que se le da vida a una escena inanimada partiendo de elementos añadidos por el autor. Una publicidad global que persuade a actuar como quiere y cuando quiere. Recomiendo la lectura de tres libros sobre el tema: “Comunicación por objetivos: la Publicidad”, de Clemente Ferrer Roselló (EUNSA, 1986), “La publicidad y su poder” (Las técnicas de provocación al consumo), de Eric Clark (Planeta, 1989) y “La publicidad al poder”, de Ivan Fallon (Ediciones B, 1990). No son actuales, pero sí informan largo y tendido sobre esta industria.
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