El disidente, Orlando Zapata Tamayo, de 42 años, miembro del Movimiento Alternativa Republicana, iniciaba, a principios de diciembre, una huelga de hambre en la prisión de Camagüey para pedir que se le tratara como “prisionero de conciencia”. Hasta que el martes pasado, después de 85 días sin ingerir alimentos, dejaba de existir. La organización Directorio Democrático Cubano denuncia que, el pasado mes de octubre, Zapata sufrió una paliza por parte de militares que le custodiaban en la prisión provincial de Holguín. “Estos golpes –prosigue–, le provocaron al recluso una hemorragia intracraneal que derivó en una operación quirúrgica”. El Directorio explica que, desde que Zapata inicia su huelga de hambre y “durante 18 días” el director de la prisión de Kilo 8 le retira la ingesta de agua, lo que termina por inducirle un fallo renal. A pesar de su crítico estado de salud, el régimen lo trasladó la semana pasada al hospital de la Prisión Combinado del Este, en La Habana, donde, según el Directorio, no existían condiciones para tratarlo. Elizardo Sánchez Santacruz, profesor universitario, ex-preso político, una de las figuras principales de la disidencia cubana y presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), acierta con la palabra “parteaguas”. “Esto –comenta, a raíz de lo sucedido con Orlando Zapata– es un parteaguas (punto de inflexión). El Gobierno ha sacado mal las cuentas y la cosa se le va a poner de color de hormiga”.
Reina Tamayo, madre de Orlando.
Los últimos ocho años de la vida de Orlando Zapata, se convierten en un calvario. El 6 de diciembre del 2002, dos agentes de la policía política le detienen. Es miembro del Movimiento Alternativo Republicano (un pequeño grupo disidente, de orientación pacífica, fundado aquel mismo año) y algunas horas después le imponen cargos de desacato, desorden público y desobediencia. Pasa varios meses recluido en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, de donde sale en libertad condicional el 7 de marzo del 2003. Se incorpora a las protestas tras la “Primavera Negra” (en la que se detuvieron y condenaron a 75 periodistas independientes, acusados principalmente de conspirar con Estados Unidos). Participa en el ayuno de protesta en casa de la disidente Martha Beatriz Roque. La ola represiva le lleva de nuevo a la cárcel, tras ser condenado a tres años por “desacato, desórdenes y resistencia a la autoridad”. Pero, su actitud, siempre contestataria, con constantes protestas y huelgas, le provoca nueve juicios más, con una pena total de 56 años. Reina Tamayo, su madre, detalla el rosario del dolor aplicado contra su hijo como si ella misma lo hubiera vivido.
Para el movimiento opositor, lo sucedido es revelante. “La muerte de Zapata –opina Elizardo Sánchez–, por la soberbia del régimen castrista, que no ha comprendido lo que es respetar los derechos humanos, ha servido para unir a la disidencia como nunca antes y para que todos nos movilicemos en torno a una agenda común, la de la libertad a los presos políticos y el respeto a los derechos humanos”. En la isla, hay unos 200 presos políticos, 65 de los cuales son considerados por Amnistía Internacional, prisioneros de conciencia. Pero, para el gobierno cubano, todos son “mercenarios”. Los medios oficiales ni siquiera publican la noticia de la muerte de Orlando. Sólo la embajada de Cuba en Madrid da una versión oficial según la cual, al prisionero “se le garantizaron todos los medicamentos y tratamientos necesarios hasta su fallecimiento”. La de Cuba en Barcelona prohíbe y destroza el pequeño altar montado, con flores y banderas y un cartel en el que se recuerda que había muerto por la libertad en Cuba. Para el Gobierno cubano, Zapata era un simple “delincuente común”.
La muerte del cubano Orlando Zapata Tamayo, albañil y fontanero, salta el martes pasado a los titulares de los periódicos y los telediarios de todo el mundo. Orlando había muerto como protesta contra el régimen castrista y tras varios años de cárcel en que no le faltaron vejaciones, palizas y torturas. La noticia es publicada en casi todas las portadas de los periódicos españoles y largamente comentada en radios y televisiones nacionales. El más rebelde de los presos disidentes, luchador pacífico de los derechos humanos, muere “de frente. No de rodillas”, según palabras de su madre en la BBC.
Un opositor firma el libro de condolencias por la muerte de Zapata.
La muerte de Orlando Zapata desata una ola de consternación y repulsa contra los métodos represivos del régimen. Este reacciona mandando a mil policías castritas a Banes, su pueblo natal, en el oeste de la isla, a unos 800 kilómetros de la Habana, en donde se celebra el sepelio a las siete de la mañana, prohibiendo a los familiares que llevasen el ataúd a hombros. Previamente, unos 50 disidentes son detenidos o puestos en reclusión domiciliaria forzados a no salir de sus residencias, para evitar que se desplacen a Banes y evitar un velatorio y entierro popular. Las causas de su muerte son diversas, según de donde provengan las fuentes. El médico, en su certificado apunta a la desnutrición a la que se había sometido voluntariamente. La madre va más allá y culpa al gobierno cubano por el tiempo que tardaron en trasladarlo del centro médico para presos de Camagüey, en donde estaba ingresado, hasta el hospital de La Habana, en donde muere.
Luis Ignacio Lula da Silva, entre Fidel y su hermano, Raúl, una visita enturbiada por la muerte de Zapata.
Raúl Castro culpa a Estados Unidos del fallecimiento. “La muerte de Zapata es lamentable –dijo–. Es el resultado de nuestras relaciones con EEUU”. Castro asegura que “no hubo torturados, ni ejecución. Eso sucede en la base de Guantánamo”. Elizardo Sánchez acusa de hipócrita al presidente de su país por sus palabras. En el exilio, los medios contrarios al régimen cubano hablan de “maltrato, de falta de atención médica y de medicamentos, de comida en mal estado, de ausencia de higiene, de juntar a los presos comunes con los más peligrosos, de los gritos, de los insectos y roedores que se consideran tortura física…”. La muerte de Orlando ensombrece la visita de dos invitados de lujo: los presidentes de Brasil y de Venezuela, Lula da Silva y Hugo Chávez. Luis Ignacio Lula da Silva evita de todas las formas posibles hacer cualquier referencia a la situación de derechos humanos en Cuba, coincidiendo con la muerte del activista Orlando Zapata. “Un mártir –señala el diario “Correio Braziliense”– en el camino de Lula”. Pero éste se limita a lamentar “la muerte de una persona en huelga de hambre”, sin entrar a valorar las causas que llevaron al disidente hasta la morgue. Medio centenar de presos políticos aseguran haberle pedido que solicitara al régimen cubano la puesta en libertad de Zapata debido a su estado de salud pero él niega haber recibido carta alguna de prisioneros cubanos. La muerte de Zapata hubiera pasado desapercibida si no hubiera sido por los blogueros cubanos y las denuncias de disidentes.
Yoani Sánchez, tras sortear a los policías, graba en vídeo unos testimonios de la madre del fallecido, Reina Tamayo: “Yo digo así al mundo: este es mi dolor. Mi hijo perdió la vida, es un asesinato premeditado. Mi hijo ha sido torturado todo el tiempo que ha pasado en prisiones. Yo, con mi dolor profundo, pido al mundo que exija la libertad de los demás presos”. Horas más tarde, a través de Twitter, Reina contesta a Raúl Castro: “Ahora lamenta la muerte de mi hijo. Después que no lo atendió. Es un asesinato premeditado”. Amnistía exige una investigación profunda para saber si hubo malos tratos. La Unión Europea lamenta la muerte. El Gobierno español “deplora profundamente” lo sucedido, “que indica un déficit claro en derechos humanos”. Y EEUU se muestra “profundamente entristecido”. El régimen cubano había ignorado las gestiones a favor del preso realizadas en las semanas previas por Hillary Clinton o el propio Vaticano.
Miguel Ángel Moratinos.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español y de turno en la UE, hace, en Ginebra, una condena a la pena capital en durante la inauguración del IV Congreso Mundial contra la Pena de Muerte pero tiene un “olvido” imperdonable precisamente el día en que se conoce la trágica muerte de Orlando Zapata. Algunos medios apuntan a que lo hace de una manera velada con su frase: “Nadie tiene derecho a arrebatar la vida a otro ser humano”. Solo un día después, sugiere acordar una resolución para exigir a Cuba la liberación de los presos políticos y lamentaba “profundamente” la muerte de Zapata, reclamando al “régimen” la liberación de los presos de conciencia. Diputados de distintos países de Europa y presidentes de las Comisiones de Exteriores de sus respectivos parlamentos, firman el viernes en Madrid una resolución de “condena” tras la muerte del opositor y preso político cubano Orlando Zapata. Y reclaman al “Gobierno cubano” la “próxima liberación de todos los presos políticos” y el “compromiso” con una “apertura democrática”. Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores dice, por su parte, que el Gobierno “lamenta profundamente el fallecimiento” de Orlando Zapata, pero recuerda que “no hace ni siquiera una semana” que su departamento realizó “una intervención de carácter humanitario para evitar su fallecimiento” a la que la que la isla hizo oídos sordos. Pese a todo, el hecho de que el régimen cubano haya dejado morir de inanición a Orlando Zapata no supondrá, según explicaciones de Moratinos, la interrupción del diálogo que España mantiene con la isla.
La madre de Tamyo responsabiliza al régimen cubano de la muerte de su hijo “desnudo en las celdas de castigo, amarrado a la litera, con mordazas de tres nudos en la boca, con cambios de presidio para alejarle de su familia, con golpes en la cabeza, patadas”… Ella veló su cuerpo sabiendo que el sistema, acostumbrado a doblegar voluntades, no había podido con su Orlando, el irreductible. “Los abusos cometidos contra Orlando Zapata –sostiene Janisset Rivero, secretaria nacional adjunta del DDC–comprueban que la tortura y el terror contra el pueblo son políticas de Estado bajo el régimen castrista. Esta muerte es una prueba de la práctica del terrorismo de Estado”. Elizardo Sánchez, dice que el deceso de Zapata, “aparte de una tragedia para la familia, es una muy mala noticia para todo el movimiento cubano de derechos humanos y también para el Gobierno, porque esa muerte era evitable”.
Madres cubanas.
Ricardo J. Royo-Villanova y Martín escribieron en Jack Daniel’s Blog: “Orlando Zapata no ha tenido tanta suerte como tuvo Aminetu, porque Orlando Zapata, un pobre albañil, un valiente defensor de los derechos humanos sin padrinos ni en la prensa ni en las instituciones internacionales sólo va a recibir, probablemente, desprecio por parte de la izquierda, que no ve lo que no quiere ver, o lo que le resulta incómodo. Eso es lo que ocurre con quienes se enfrentan a lo que algunas personas ignorantes califican como ‘la democracia más profunda que he conocido jamás’, que no es otra cosa que la dictadura cubana: que la izquierda internacional en su conjunto las ignora, y ya se pueden morir de asco, o de hambre, como en este caso, que no se van a fijar en ellos más que oportunistas manipuladores de la extrema derecha.”
Mujeres de la agrupación Damas de Blanco (i) participando, el pasado diciembre, de una protesta en pro de la liberación de sus familiares. EFE/Archivo.
A raíz de la muerte de Orlando, cuatro presos políticos recluidos en la cárcel cubana “Kilo 5” y “Kilo 8” así como un psicólogo disidente, comienzan por separado otras huelgas de hambre. Los presos forman parte del grupo de 75 opositores condenados a penas de hasta 28 años den la llamada “primavera negra” de 2003, acusados por el Gobierno de ser “mercenarios” al servicio de los Estados Unidos. El disidente es el psicólogo y periodista Guillermo Fariñas, conocido como “Coco”, que ha participado en redes de los llamados “periodistas independientes” y reside en la ciudad central de Santa Clara. Fariñas toma la decisión de comenzar el jueves, cuando agentes de la seguridad del Estado lo detienen y golpen, al dirigírse con otros disidentes al sepelio de Zapata.
“Abogados con lágrimas de cocodrilo”, titulo Guillermo Pardo en su blog ”Migramundo”. “De repente, el gran estanque se ha llenado de cocodrilos políticos que dicen lamentar y hasta llorar la muerte del disidente cubano Orlando Zapata. Estos animales (políticos) de cuidado se nos muestran ahora como los enérgicos repulsivos del régimen que no quisieron serlo cuando la madre del sacrificado pidió a la comunidad internacional, veinte días antes de su muerte, que se intercediese por su hijo cuando aún se le podía salvar. Todos (los cocodrilos políticos) se comportaron como los sordos que no lo fueron cuando presionaron y consiguieron que se liberase a Raúl Rivero o a Gutiérrez Menoyo, que no son, como lo era Zapata, ni albañiles ni negros. No luce lo mismo poner el morro por la supuesta intelectualidad que por un currito con las manos grisáceas de cemento”.
Velorio de Zapata Tamayo. Cubanet
Gramma publicaba el viernes la “versión oficial”. En un artículo, firmado por Enrique Ubieta Gómez, se afirma que Zapata Tamayo no era un preso político y que se hizo todo lo posible por salvarlo. “Ávidos de enrolar a la mayor cantidad posible de supuestos o reales correligionarios en las filas de la contrarrevolución, por una parte, y convencido por la otra de las ventajas materiales que entrañaba una ‘militancia’ amamantada por embajadas extranjeras, Zapata Tamayo adoptó el perfil ‘político’ cuando ya su biografía penal era extensa…. Como buitres estaban algunos medios —los mercenarios del patio y la derecha internacional—, merodeando en torno al moribundo. Su deceso es un festín. Asquea el espectáculo. Porque los que escriben no se conduelen de la muerte de un ser humano —en un país sin muertes extrajudiciales—, sino que la enarbolan casi con alegría, y la utilizan con premeditados fines políticos. Zapata Tamayo fue manipulado y de cierta forma conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas. ¿Acaso esto no es una acusación contra quienes ahora se apropian de su ‘causa’? Este caso, es consecuencia directa de la asesina política contra Cuba, que estimula a la emigración ilegal, al desacato y a la violación de las leyes y el orden establecidos. Allí está la única causa de esa muerte indeseable”.
El pobre Camps.
Y mientras los disidentes cubanos critican al castrismo, algunos políticos españoles, con su imaginación desbordante, ponen a prueba la democracia cuando se enfrentan con Hacienda. Francisco Camps declara tan sólo una cuenta corriente con 905euros y la mitad de otra, compartida (1.389 euros). El presidente de la Generalitat dice poseer la mitad de una vivienda en Valencia, cuyo valor catastral es de 110.339 euros. Y asegura tener un vehículo Saab 900 S, matriculado en 1995 de un valor aproximado de 1.500 euros. Además, declara un Plan de pensiones con 8.309 euros. Eso es todo y se queda tan pancho. Las declaraciones de presidente de Generalitat insultan a todas las familias que están pasando momentos difíciles, pese a contar con el apoyo de Rajoy quien ya le ha dicho: “Paco, yo siempre estaré contigo, a tu lado, delante o detrás”. Tal es el estupor que ha provocado la declaración de actividades y bienes patrimoniales del president que ha tenido que responder por él su secretaria general, Dolores de Cospedal, en Telecinco. “Yo me creo, cómo es lógico y normal, que las personas, cuando hacen sus declaraciones oficiales y públicas, dicen la verdad y también el señor Camps”. El portavoz del PP en las Corts, Rafael Blasco, cree normal lo que ha declarado Camps porque “cuanto más tiempo lleva uno al servicio público de los ciudadanos, más dinero pierde”. Y se ha quedado tan ancho.
Lara propone hacer una colecta para Camps.
Lo primero que ha pensado Cayo Lara, coordinador de IU, al escuchar estos datos, ha sido “hacer una colecta” en su coalición para “regalarle un traje a este hombre y pueda mantener así la dignidad de un presidente de Comunidad Autónoma con ese patrimonio”. Lara agrega que espera que dentro de “no se sabe cuanto tiempo” no nos encontremos conque hay propiedades o bienes que pueden estar a “nombre de otras personas”. En el Partido Socialista de Valencia creen que la declaración de Camps ha sido una “engañifa” y el proceso de transparencia que se requería, un “fraude”. Ángel Luna, asegura, indignado, que el formulario utilizado para llevar a cabo esta iniciativa es “absurdo”. La portavoz adjunta del grupo socialista, Carment Ninet, no cree verosímil que, con unos ingresos mensuales de 6.000 euros y más de 20 años en política, Camps sólo tenga 900 euros. “Es patético y ridículo” que, en este tiempo, “en el que ha ganado 1,5 millones de euros”, sólo tenga esa cantidad. Por su parte, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no declara tener ningún piso o casa en propiedad. Aunque hace públicas cantidades más elevadas que Camps en cuanto a bienes y derechos no inmuebles: 295.000 euros. Incluye, por último, un Lancia Delta de 21 años de antigüedad, además de acciones y planes de pensiones.
La insultante pobreza de Camps y de Barberá .
Qaesar, en “El Ventano”, dice en el artículo “Timos y chulerías”: “El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, dice que sólo tiene 905 euros en el banco, media casa, algo más de mil en acciones y un coche viejo, cuando su sueldo supera los 80.000 euros anuales. Algo parecido ocurre con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá: tiene coche (viejo), pero no vivienda. Estas increíbles declaraciones de bienes demuestran la calaña de estos sujetos. No intentan camuflar una parte de su casi seguro extenso patrimonio, sino que dan unos datos absolutamente increíbles con la intención de reírse de la ley y de los ciudadanos. ¿O es que hay, además, otros motivos? ¿Acaso han realizado los papeleos necesarios para declararse económicamente insolventes por si un juez se atreve a pedirles responsabilidades por sus corruptelas? Es la prepotencia de la derecha caciquil que sigue creyéndose estar por encima de la Ley. Es la chulería de la caverna más rancia e integrista que se cree inmune ante la Justicia. ¿Cómo es posible que no salten todas las alarmas cuando un alto cargo público afirma estar al borde de la pobreza? Y lo más preocupante: ¿Cómo es posible que estos personajes sigan ganando votos?”
María Antònia Munar, ex presidenta del Parlamento Balear. Foto de Pep Vicens.
Y, de Valencia, pasamos a Mallorca, en donde la presidenta del Parlamento Balear, Maria Antònia Munar, de Unión Mallorquina, acaba de presentar su dimisión a raíz de unas declaraciones del ex vicepresidente del Consll de Mallorca, Miquel Nadal (UM), quien aseguraba el viernes pasado ante el juez que Maria Antònia le había entregado 300.000 euros en efectivo en el coche oficial para comprar la mitad de las acciones de Video U, una productora que recibió contratos millonarios de la corporación insular. Nadal, quien no precisaba la procedencia del dinero aunque lo identificaba como “de UM”, involucraba, en la financiación ilegal del partido, a la presidenta del Parlamento autonómico, histórica líder, e incidía en que la intención era impulsar un medio de comunicación afín a UM, aunque aclaró “que no pretendía obtener beneficio económico”. Video U resultó adjudicataria del proyecto para la puesta en marcha de Televisió de Mallorca por más de cuatro millones de euros. Su declaración se produjo después de que tres ex directivos de Video U confesaran en contra de Nadal y de Munar, al responsabilizar a ambos de las irregularidades cometidas en la pasada legislatura desde el Consell de Mallorca mediante subvenciones a personas próximas a UM. María Antonia Munar dimitía como presidenta y diputada “por responsabilidad”, tras negar “de manera rotunda” la veracidad de las manifestaciones hechas por Nadal y se retiraba de la vida política.
Panel de UM con la sombra de Miquel Nadal, en un acto del partido. Foto S. Llompart.
Nadal detalló al juez las supuestas corruptelas cometidas por Munar, a quien sustituyó al frente de UM. Según fuentes jurídicas, en su declaración, Nadal asumía “toda la responsabilidad” en el pago en nombre de UM de la cantidad de dinero que le entregó Munar (entonces presidenta del Consell y de UM) para comprar la productora. El ex líder de UM y ex conseller de Turismo del Govern balear (cargo que abandonó en diciembre) declaró ante el juez a petición propia. Previamente, Miquel Oliver, ex administrador de Video-U y ex director de Televisió de Mallorca, atribuía a Maria Antònia Munar y a Miquel Nadal la propiedad de la productora que cobró contratos millonarios de la Televisió de Mallorca durante la pasada legislatura. Su confesión, como la de otros dos directivos se producía por un acuerdo alcanzado por los imputados con la Fiscalía Anticorrupción para conseguir una rebaja de las penas en las que podrían haber incurrido los imputados.
Mario Vaquero, el famoso supuesto rapero valenciano, más conocido por John Cobra, quien cerró su intervención en la gala de elección del representante de Eurovisión con un “tocadme la polla todos”, participó en 2006 en una manifestación neonazi del partido ultra España 2000 en Valencia en la que se insultó a los inmigrantes. Así lo cuenta Susana Hidalgo en “Público”. Y lo atestigua con una imagen suya de la calle de La Paz, bajo el consulado de Marruecos, donde los ultras gritaron, entre otras consignas, “Islamistas hijos de puta”. El vulgar, violento y descarado Cobra dispuesto a todo por conseguir la fama, ha salido en varios foros de Internet como neonazi valenciano, pese a que siempre se defiende diciendo que no es racista y que “mi mujer es colombiana”. Ante los rumores en Internet de su participación en la manifestación, tal como aparece en la fotografía, reconoce que estuvo allí “para ayudar a un barrio que estaba ocupado por gente extranjera que robaban y agredían a gente joven”. “Yo no soy nazi –se defiende–, pero lo que está claro es que estuve hace poco en Madrid y aquello era... Nigeria se quedaba una mierda al lado de aquello... Rumanos, árabes...”, suelta el rapero en su monólogo que termina: “Antes nazi que maricón”.
Pero pasemos ya a los dibujos presentados esta semana. Territorio Vergara presenta Manuel de urbanidad, Nos lo temíamos y Protesta sindical
Manel Fontdevila dibuja Esa rara sensación, Pobre Camps y Todos juntos.
Y Pep Roig nos muestra el Diálogo convergente-divergente, Alta política, Unanimidad, Leguleyospolíticos, Contaminación política y Continuará.