Al fin, comienzo a ver concejales de grandes ciudades que rechazan el coche oficial para desplazarse y prefieren circular e ir al Ayuntamiento en bici. Joan Ribó, de Coalició Compromis, es uno de ellos. Durante la campaña, buscó el voto joven y verde y éste se dejo seducir por sus gestos y promesas, votando no a uno sino a tres concejales del mismo partido. Ribó encandiló a los valencianos con un discurso nuevo y fresco. Decía que pretendía enseñar a la alcaldesa Rita Barberá que se puede gobernar sin derrochar. Y como primer gesto, este ingeniero agrónomo de 64 años ya ha anunciado que él “pasa” de coches oficiales y de escoltas al que todos los concejales valencianos tienen derecho. “Yo no necesito escolta ni asistente –comenta–. Tener un coche todo el día no se corresponde con la situación de la ciudad y del país, teniendo en cuenta, además, que estamos ante el segundo ayuntamiento más endeudado del Estado. Sólo preciso de un ordenador y un teléfono”.
Coalició Compromis diseñó un nuevo plan de movilidad en el que los valencianos sólo se desplazarán en coche cuando lo necesiten. Prefiere utilizar sus piernas caminando o circulando en bici o en transporte público. Pero sabe que no es fácil que Rita Barberá cambie el modelo de ciudad. “Tiene –dice de ella– un concepto de ciudad muy antiguo, no de la ciudad del siglo XXI que Valencia necesita”. Ribó cree que en cuatro años se pueden conseguir muchas cosas. “Todavía no he tenido tiempo de sentarme a hablar con la alcaldesa, pero si ella quiere que yo la enseñe a montar en bicicleta, estaré encantado de ayudarla”.
Un total de 35.881 electores “desencantados” con la política valenciana confiaron su voto al ex militante d’Ezquerra Unida del País Valencià. Ribó también va a exigir que no se multe a los ciclistas que van por las aceras hasta que Valencia disponga de carril bici. Pero lo más inmediato para él es reducir la contaminación lumínica. “Valencia es la ciudad que más contamina por número de farolas de toda Europa. Utiliza el doble de luz artificial que Barcelona, y ese derroche no se puede consentir”.
Así es el nuevo opositor de Rita Barberá para el cual poseer 33 coches oficiales para todos los cargos públicos es una etiqueta de “lujo carísimo”. “Que lo tenga la alcaldesa, me parece bien. Pero nadie más necesita tener un coche esperándolo en su casa”. Esas mismas personas “pueden ocuparse de otro trabajo, como la seguridad ciudadana, que seguramente hará más falta en Valencia”. Ribó confiesa que tiene el biorritmo de la gallina: amanecer y anochecer temprano. Para él, sentarse en el sillón de la oposición es un reto. “Necesitamos reformular un proyecto de ciudad moderno y novedoso”. Para conseguir ese cambio de mentalidad, Ribó está dispuesto a escuchar las propuestas de los manifestantes del 15-M. “El otro día me pasé por allí, y me parece un acto hermosísimo. Hay que cambiar el mundo. Y yo ya estoy dentro del sistema. Si necesitan fuerza desde dentro, que me llamen”.
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