Luis
Bárcenas, a su regreso de vacaciones en Canadá, donde ha pasado una semana
esquiando en Vancouver, con su familia, obsequió con una “peineta” a los periodistas
que le esperaban en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Claro que el gesto del ex
tesorero del PP, imputado en el caso Güertel, quien declarará el próximo día 25,
seguramente ha sido mal interpretado, como todas sus palabras. Y, llegado el
momento, dirá que lo que quería proclamar con el mismo que era un “Viva España”,
por supuesto. Pero el fiscal Anticorrupción esperará a conocer su declaración
para pronunciarse sobre las medidas cautelares pedidas por una acusación
popular. Entre ellas, pidió que se le prohíba salir de España y se le coloque
una pulsera localizadora, ante el riesgo de fuga existente.
La Asociación
de Abogados Demócratas por Europa (Adade), personada como acusación popular, ha
reclamado ya al juez instructor de la causa, Pablo Ruz, que aplique a Bárcenas
una serie de medidas a raíz del descubrimiento de cuentas en Suiza vinculadas a
él en las que llegó a acumular 22 millones de euros. Y De Dospedal, la
secretaria general del PP, ya ha presentado una demanda civil contra el
extesorero de su partido y contra El País a raíz de la publicación en este
diario de una presunta contabilidad B del PP en la que figuran dos pagos de
7.500 euros a Cospedal.
Por su parte, el Partido Popular ha vuelto a asegurar que todo lo que se dice sobre los últimos casos de corrupción en el partido es falso. Pero las querellas que iba a presentar contra Bárcenas y contra todos los que se atreven a hablar de estos asuntos duermen en algún cajón de la sede de Génova. Rajoy sigue esperando el momento para exigirle responsablidades: “Cuando este partido ha detectado alguna irregularidad –dijo, hace dos semanas–, ha actuado, y lo ha hecho con un alto nivel de exigencia que nadie ha igualado”. Y, a la vista de las últimas noticias, envejece igual de mal que sus falsas promesas electorales o las ruedas de prensa de Carlos Floriano. ¿Cómo cuadrar ese “alto nivel de exigencia” con el trato dispensado al imputado Luis Bárcenas? ¿Cómo explicar que el extesorero al que el PP dijo haber “apartado” mantuviese su salario, el coche, el chófer, la secretaria y el despacho? Pero, tranquilos, porque el nivel de explicaciones del PP es infinito.
Estoy intrigada a ver qué pasa.
ResponderEliminarMás bien creo que no pasará nada a menos que nos comprometamos.