Fernando Alonso, ondeando la bandera española en su monoplaza.
Alonso es felicitado por Artur Mas.
Dicen los entendidos en deporte que lo que Fernando
Alonso hizo para ganar el Gran Premio de España en Montmeló sólo está al
alcance de los más grandes. Hasta ahora, nadie había ganando en Catalunya
saliendo desde más atrás del tercer puesto en parrilla. El asturiano lo hizo
saliendo el quinto y llegando el primero a la meta. En 1996, Schumacher logró
la mayor remontada para ganar, saliendo el 3º, pero aquel día la lluvia ayudó.
Artur Mas, presidente de la Generalitat catalana, fue
anfitrión de esta cita deportiva de primer orden que acabó siendo una fiesta de
exaltación española debido al espectacular triunfo de Alonso, quien, tras
cruzar la meta, recogió la bandera española que le entregara uno de los
comisarios de la pista y recorrió con ella y no con la catalana su camino
triunfal en su vuelta de honor, hasta dejar su bólido. El asturiano, como le
denomina siempre la prensa independista, la misma que omite el nombre oficial
de esta carrera que abre el periplo europeo del Mundial, hablando simplemente
de GP de Fórmula 1 y no de España, estaba eufórico y saludó a los suyos sin
quitarse el casco. Una vez en el podio, Artur Mas, presidente de la Generalitat , felicitó
afectuosamente a los ganadores (suponemos que lo haría en castellano, aunque no
me extrañaría que se consolara de la humillación de la bandera española,
hablándoles en catalán o en inglés) y entregó las diferentes copas, en medio
del delirio de los aficionados. El president Mas tuvo que escuchar un himno de
España largísimo en este circuito catalán al que acudieron 95.000 espectadores
que no cesaron de aclamar al campeón, no a Artur Mas, que se contuvo y se mordió
la lengua como nadie en medio de las banderas españolas. Antonio Lobato,
comentarista de Antena 3, llegó a decir de él: “Se le ve más relajado ahora,
con el himno de Italia”, refiriéndose a los himnos interpretados después de la carrera
en honor del piloto (Alonso) y del equipo (Ferrari) ganadores.
Y para colmo, los comisarios decidieron no
sancionar al asturiano por ondear la bandera en el coche, algo prohibido por el
reglamento, desatando el delirio de los aficionados en su vuelta de honor. El piloto de Ferrari fue llamado a declarar
al concluir la carrera para explicar ese comportamiento. Después de escuchar
las explicaciones del ovetense y teniendo en cuenta los precedentes –Alonso hizo lo mismo en Valencia, el año
pasado–, los
comisarios decidieron no sancionarle, a pesar de especificar en su resolución
que dicha acción contradice el artículo 43.3 de la regulación deportiva de la FIA. “No se
adoptará ninguna acción después de que, en condiciones similares, tampoco se
determinó nada”, señala el comunicado. Es decir, que los comisarios bendijeron
la ilegal celebración españolista en el salón de la casa de Artur Mas. Este no
sabía donde, cómo y cuándo aparecería la senyera, con los mismos colores que la
española pero tuvo que aguantarse como un jabato para pasar con entereza en
estas difíciles circunstancias para él.
payaso
ResponderEliminarSi quieres criticar a los catalanes no te escudes en la F1...
ResponderEliminarLa noticia es el carrerón de Alonso, el resto está de mas.
Lo tuyo tiene un calificativo: Corto de miras y provinciano.
ResponderEliminar¿ Que tendrá que ver las pretensiones de Mas, que quiera la independencia de Catalunya etc. con que no se tenga que comportar de manera educada y respetuosa, com Alonso, con la bandera española o con el sun sun corda. Si Alonso es español, que himno y que bandera habrá que exhibir, la de Camerun ?. Ah, y lo del catalán o ingles, pero que tonterias, que tonterias. Te recuerdo que el castellano/español, en Catalunya, también es oficial ( no própio, pero oficial ) por tanto, y aunque no lo fuera, si uno sabe que es la lengua materna del que va a felcitar y la conoce, que mejor detalle de cortesia que dirigirse a el con en su lengua ? Sea español o finés.
Ximo
Por cierto, ¿ como es eso del perfil ?
ResponderEliminar" En 1986, me desplacé a Madrid, en donde trabajé para la revista Interviú hasta 1985 ".
No me cuadra.