El día 2 de Junio, cuando el Rey compareció para
anunciar su abdicación, se inició un proceso legal y protocolario que culminó
el 19 con la proclamación del Príncipe de Asturias como rey Felipe VI. Tanto el
PP en el Gobierno como el PSOE que ocupa parte de la oposición trataron de
imponer al mismo tiempo la abdicación y la proclamación de un nuevo rey.
Trazaron la imagen de un príncipe preparado, vital, responsable y ordenado, que
genera confianza e inspira credibilidad. Y presentaron a la Corona como defensa de un
sistema democrático, vendiéndonos que la transición funcionó espléndidamente,
al menos por un tiempo, y aceptando, a lo sumo, haber llegado a algunos errores
que el pueblo recibió en silencio y con disgusto. Pero añadieron que el Rey intentó cortarlos en seco. “Ha llegado
el momento –dijeron– de dar un impulso, porque lo que hagamos contribuirá a la
renovación de España”. Reconocen que la “operación relevo de la Corona ” afecta a la
estabilidad de España y que está en juego el futuro de la monarquía y el de
España”. Dijeron que necesitamos de políticos responsables, leales y comprometidos
con el bien común. Que el rey mantuvo siempre con todos los expresidentes del
Gobierno unas relaciones correctas, institucionales y de lealtad, como, en la
actualidad, con M. Rajoy, cargado de serenidad y de sentido común y con Pérez
Rubalcaba, un hombre con sentido de Estado. Pero, los resultados del 25-M, el
desbarajuste electoral socialista y, a la vez, el avance de la extrema
izquierda, con la novedosa irrupción del “We Can”, así como las exigencias de
grupúsculos republicanos y el desafío catalán, fueron una confluencia de
factores que suscitaron el nerviosismo y el posible peligro en ciernes. De ahí
la urgencia de un nuevo ciclo que perpetua el anterior. “La tarea de Felipe VI –escribe
Franky bajo el título ‘Abdicación y proclamación’, en la revista Opinión– es
convertir a los españoles en monárquicos, convencidos de la utilidad de una institución
que los conecta con su vieja historia nacional y forma parte de las señas de
identidad colectivas, como sucede en Holanda, Inglaterra o Escandinavia y
consolida la monarquía dentro de un Estado… Ellos serán los reyes, pero le toca
a Rajoy y a los que vengan después gobernar
bien, para que la monarquía se sostenga. En 1981 el rey salvó la democracia;
ahora la democracia debe salvar a los reyes”. Según los barómetros publicados
por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la popularidad de la
monarquía no
ha dejado de descender desde octubre de 2008. Hace seis años,
los españoles tenían un grado de confianza hacia la Corona del 5,54 sobre 10,
mientras que ahora suspende con una nota del 3,72. Y si bien es cierto que,
tras la proclamación del Rey Felipe VI, el apoyo
a la monarquía ha aumentado notablemente, según encuestas de Sigma Dos
publicadas por El Mundo antes y después del anuncio de la abdicación de
Juan Carlos I, a pesar de la mejora de imagen la monarquía española, es la que
tiene un menor
respaldo ciudadano en
Europa.
En "King Juan Carlos of Spain
to Abdicate Throne for Son", The New York Times cuestiona la manera en que el rey amasó su fortuna personal.
Gracias al consejo de ministros aprobado
recientemente, Don Juan Carlos y Doña Sofía dejaron la poltrona
y la corona de España, pero se prepara a toda velocidad un decreto para
que sigan ostentando el título de rey y reina con tratamiento de majestad
y honores análogos a los del heredero a la Corona y su consorte. Todo lo contrario de los
monarcas belgas y holandeses que se quedaron sin privilegios tras abdicar. Alberto II de Bélgica es, desde que abdicó, en julio del
pasado año, un simple súbdito sin ningún privilegio especial que le proteja si
comete un delito. Lo mismo ocurre en Holanda con la princesa Beatriz, que fue
reina hasta el mes de abril, y que, desde entonces, es una ciudadana más en
asuntos judiciales. La artista Delphine Boël sostiene que es hija ilegítima del
exmonarca Alberto II, pero hasta ahora no podía solicitar un examen de
paternidad. Tras abdicar, los abogados de Boël estudian la forma de obligarle a
que se someta a una prueba de ADN para conocer si es el padre de su clienta.
Nada de eso ocurrirá en España, tras la abdicación. Por de pronto, el PP se ha
apresurado en anunciar que hará aforado al rey Juan Carlos mediante una ley
orgánica. De esta forma, el anuncio de las redes que se hacen eco de la fortuna
del rey, estimada en dos mil millones de euros, según la prensa extranjera, no
será motivo de la mínima preocupación monárquica. Desde hace dos semanas, no se
ha dejado de especular sobre esta fortuna atesorada por los reyes, tras casi cuatro décadas al frente de la
monarquía española. Y se han recordado las últimas cifras divulgadas por
la prensa extranjera sobre la riqueza acumulada por el rey. A este respecto, destaca
el artículo publicado en su día por The New York Times, rotativo que cifraba en 2,3
millones de dólares el patrimonio acumulado por el patriarca de la Familia
Real. Según este periódico, el Rey podía aceptar regalos en
sus viajes “en nombre del Gobierno español”, pero no existía una lista pública
de esos obsequios. No obstante, el periódico neoyorquino precisa que el monarca
ha recibido “yates, una casa en una isla y automóviles de lujo”. Además, el
prestigioso rotativo recalca que los bienes de Juan Carlos de Borbón a su
llegada al trono, tras la muerte del general Francisco Franco, equivalían a
“prácticamente nada”. Desde entonces, el monarca “ha trabajado duro para
generar su propia fortuna personal, más allá de los 8,3 millones de euros de
presupuesto anual”, en alusión a la asignación para la Casa del Rey consignada en
los Presupuestos Generales del Estado. Y la revista Eurobusiness y el anuario Forbes estiman
que la riqueza de Juan Carlos I ronda los 1.700 millones de euros. Según
Eurobusiness, esa cantidad se dividiría en 545 millones de euros de
“fortuna personal” y otros 1.136 millones de “bienes familiares”.
Los republicanos exigen un referéndum sobre el modo de Estado.
Horas después de que el rey
Juan Carlos I anunciara el lunes, 2 de junio, su decisión de abdicar al trono a
favor de su hijo, el príncipe Felipe, diferentes colectivos sociales y
movimientos republicanos salieron a las calles de toda España a fin de pedir la
convocación de un referéndum que decida la continuidad de la monarquía. Unos
diez mil manifestantes exhibieron y corearon consignas tales como “España,
mañana, será republicana”, “Los borbones, a las elecciones”, “Transición real
sin Rey”, “No hay dos sin tres, república otra vez”, “Que viva la lucha de la
clase trabajadora” o “Los borbones a los
tiburones”, abarrotando la
Puerta del Sol, en Madrid. La concentración contó con la
presencia de representantes de Izquierda Unida (IU), Podemos y el Movimiento
15-M. En Barcelona, unos 5000 españoles, de acuerdo con los datos de la Guardia Urbana ,
llenaron la plaza Catalunya en donde se expresaron a favor de una república.
Una de sus grandes pancartas decía: “Queremos votar 9N”, en referencia a una
consulta de autodeterminación. En otras, se podía leer “Felipe querido, nadie
te ha elegido”. En Sevilla, unas 4000 personas, según los organizadores, participaron
en una movilización similar en la que desplegaron una gran bandera tricolor
ante la Casa
Consistorial en reclamo de una consulta ciudadana para
decidir la continuación de la monarquía o la proclamación de una república. Tarragona,
Girona o Lleida, Valencia, Granada, el País Vasco, Alicante, Zaragoza,
Salamanca, Burgos, Palma de Mallorca, Asturias y Extremadura, fueron igualmente
escenarios de estas protestas. Protestas que traspasaron el territorio
español y se extendieron a otros países como Francia, Bruselas y Alemania,
donde cientos de jóvenes españoles portaron banderas con los colores de la República española, así
como pancartas alusivas a los escándalos que han rodeado a la Casa Real , en reclamo de
un referéndum.
Vigilando al pueblo desde arriba.
“La Coordinadora Republicana
de Madrid –dice un comunicado de la misma– conocía, a las 15 horas del
miércoles, la Sentencia
de la Sala de lo
Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Ésta rechazaba el recurso presentado ante la prohibición de la Delegación del Gobierno
sobre la concentración convocada para las 12 horas en la Puerta del Sol, La
sentencia aceptaba en su totalidad los argumentos de la policía y anteponía los
argumentos de orden público – absolutamente infundados– al ejercicio de
Derechos Fundamentales como es el de Manifestación”. “Una vez más –concluye la Coordinadora
Republicana –, la justicia no es igual para todos. La realidad
pura y dura es que, con ocasión de la entronización del nuevo rey, se ha impuesto
un Estado de Excepción en la práctica, con la represión como único argumento.
Junto al desmesurado despliegue policial, se regresa a las prácticas más negras
de la Dictadura
con la policía visitando comercios y casas particulares conminando a la gente a
exhibir la bandera rojigualda. Cuando millones de trabajadores y trabajadoras
se encuentran sin lo más necesario para vivir, el Ayuntamiento de Madrid paga
con dinero público las 120.000 banderas que la policía está repartiendo”.
Cuatro policías se
personan en la redacción de ElDiario.es, exigiendo la retirada de una bandera
republicana que cuelga de una ventana de la sede.
Al día siguiente, jueves, se registra en Madrid
una jornada de miedo y represión para los republicanos. Cuatro policías se personan
en la redacción de ElDiario.es para exigir la retirada de una bandera
republicana que cuelga de una ventana de la sede, pero las personas que se
encuentran en su interior se niegan a ello. En la
calle, los agentes detienen o retienen a varios asistentes por gritar consignas
contra la monarquía o por llevar símbolos republicanos, como banderas o
pancartas. Entre las escenas más patéticas de la mañana resalta la de la Policía que invita a la
gente que anda por los alrededores de la Plaza de España a que se traslade a la Plaza de Oriente para que
así llene para las imágenes de
televisión. Por las redes sociales se divulga el hashtag #FelipeVIL
en el que se recogen imágenes e incidencias que se producen durante el desfile
real. Abundan los comentarios sobre las monarquías que no caben en una
democracia. O los de don Juan Carlos, echado por los dueños del dinero. En
Madrid, la Coordinadora 25-S emite un comunicado en el que
considera un “Estado de Excepción” el
despliegue policial efectuado, dirigido, según afirman, para “impedir que se
expresen los sentimientos democráticos y republicanos”.
“Represión contra las expresiones republicanas y antimonárquicas”, señalan, que
acaban con agresiones, cargas y detenidos políticos. “Disentir es ya motivo de
detención habitual”, concluyen en su comunicado.
Una imagen en la Puerta del Sol.
En los alrededores del Congreso hay más gente
proclamando al 'Cholo' del Atlético que aplaudiendo a Felipe VI. Resacosos aún
de la derrota de la selección, los madrileños no salen a la calle. Los más
monárquicos resoplan, con disgusto: “¡Qué acto tan austero!”. Son más, muchos
más, los policías en sus grilleras que los ciudadanos con banderas. Así lo
expresa Karina Sainz Borgo, en Vozpópuli: “Un hombre con bolsas repletas de
rojigualdas recorre la calle Prado. ‘La pequeña a tres; la grande a ocho’, dice
a una mujer. ‘Viva la
República ’, le responde ella. ‘Te la dejo a dos una y a seis
la otra, entonces’, le contesta él. Son las diez de una mañana. La derrota de
la selección española sabe a muela rota en la boca de quienes beben con desgana
un café en un bar cercano al Congreso, al que van acercándose turistas y
curiosos para ver pasar a Felipe VI, que esta mañana se proclama tras la abdicación
de Juan Carlos I, su padre. Muy cerca de Neptuno, un anciano
lee un periódico deportivo: ‘Abdican’, reza el titular en alusión a la derrota
deportiva. ‘Anda a trabajar, que hay que pagar la fiesta que se va a montar el
Felipe’, grita una mujer a otra. Los helicópteros cruzan el cielo de una ciudad que no huele a
multitud, una palabra en la que muchos quisieran verter el
sinónimo de democracia y que se destiñe en la poca concurrencia de una mañana
en la que campa el escepticismo y no la euforia (…) En la Puerta del Sol, un grupo de
personas con banderas republicanas son invitadas por funcionarios de policía a
abandonar el lugar. Todo ocurre rápido y a gritos. “Vámonos a Tirso de Molina”,
grita al grupo un joven con rastas. Mientras, esa pareja que viaja desde Costa
Rica se fotografía ante un retrato gigante de Felipe VI y Letizia que la Comunidad de Madrid ha
colocado en la fachada de la sede del gobierno regional. La alcaldesa, Ana Botella,
ha hecho repartir banderas y carteles con la foto del rey que hoy se proclama.
Por la calle Carretas solo dos locales las exhiben. ‘Que el fútbol es el fútbol
y el rey es el rey’, dice el dueño de un bar que a las once de la mañana no
recibe más clientes que otros días. ‘Te aseguro que más gente lloró anoche que
hoy’, remata.
Gritos en Sol entre republicanos y monárquicos.
Captura del momento de la detención de Jorge
Vestrynge en Sol.
Vozpópuli atestigua que la Policía Nacional cargó duramente
contra un centenar de personas, que se congregaron en la Puerta del Sol de Madrid a favor de la República
y en petición de un referéndum para decidir el modelo de jefatura de Estado. La
carga se produjo después de que algunos de los concentrados tratara de
sobrepasar el fuerte cordón policial establecido. La concentración había sido
convocada por la
Coordinadora 25-S bajo el lema “Por la democracia y el derecho a decidir” y “Viva la
República’. Los agentes también
identificaron a numerosas personas en los alrededores de la Puerta del Sol, que estuvo
blindada todo el día al servir de aparcamiento para el dispositivo de seguridad
con motivo de la proclamación de Felipe VI. A las ocho de la tarde, dos
grupos de personas con banderas republicanas y carteles en contra de la Monarquía llegaron a una
plaza casi completamente vallada y ocupada por numerosos efectivos policiales.
Las fuerzas del orden rodearon a ambos grupos, que finalmente se ubicaron en la
confluencia con la calle Alcalá, cerca de la estatua del Oso y el Madroño,
donde los agentes establecieron un doble cordón en torno a ellos, mientras
identificaban
a varios congregados. Media hora más tarde, Jorge Verstrynge,
el que fuera delfín de Fraga y ahora colaborador de Podemos y otras cuatro
personas que participaban en la protesta eran detenidos, mientras que otros
gritaban “Vergüenza”, “Policías terroristas” y “Estado policial”. Verstrynge
aseguró el viernes que los antidisturbios le trataron “como a un perro”, a él y a otros arrestados, y
afirmó que España no fue el jueves una “nación democrática ni por cómo se ha
elegido al jefe de Estado, nombrado como su papá ya lo era, ni por la actitud
de la Policía ”.
Calificó la actitud de los antidisturbios de “chulesca” y “africana,
de absoluta falta de respeto a la gente”. Y subrayó que no hubo “nervios” ni
“violencia” que justificasen esa actitud, sino que todos los manifestantes eran
pacíficos. Recordó que arrestaron “a una chiquita” que le miró la placa a un
agente que acababa de “pegar una patada a un anciano” y a un “anciano de casi
80 años” miembro de Equo, “absolutamente pacífico”. Sin embargo, aseguró que,
después, los agentes de la
Policía
Nacional le dispensaron un trato “impecable, incluso
cariñoso, diciendo “no pasa nada, tranquilos, es que estos son
así”.
Cambio de
bancos en la Comunidad de Madrid.
Y, mientras en diversas
ciudades se celebraban actos a favor de la
celebración de un referéndum para decidir el modelo de Estado, la “monarquía
renovada para un tiempo nuevo” empezaba como terminaba la otra: reprimiendo a
golpes. Algunos detalles mostraban las contradicciones del régimen. El
Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo,
renovó los bancos (de sentarse) en las calles por donde pasaría la
comitiva real, tras la coronación de Felipe VI en el Congreso. La alcaldesa,
Ana Botella, quería dejar la ciudad como los chorros del oro y emitió un bando
para que los vecinos engalanasen los balcones y ventanas con toda clase de
parafernalia borbónica. La patronal repartió banderas y carteles entre la ciudadanía
para que los colgasen en sus casas. Además de poner bancos nuevos, las
autoridades crearon un área de seguridad impresionante alrededor del itinerario
de la 'procesión'. Ana Botella, no pudo o no quiso precisar los costes de la
ornamentación de la ciudad pero señaló que la capital saldría
“en las televisiones de todo el mundo” y que cualquier experto en marketing
sabe lo que eso supone. La Policía
solicitó los datos a las personas que vivían o trabajan en los edificios de las
calles por las que pasaría el coche de los monarcas desde el Congreso hasta el
Palacio Real. Los agentes obligaron a las personas que vivían o trabajaban en
las calles por las que pasaría la comitiva real a enviar sus datos para tener
un “control” de las mismas. El objetivo de esas identificaciones previas era,
según fuentes del operativo, que la jornada de la coronación “discurriera con
normalidad”. La Policía
sostuvo que esos datos no se incluirían en ningún “archivo o base de datos”,
sino que se elaboraría un “listado” para saber qué personas accedían a la zona
por encontrarse allí su puesto de trabajo o su vivienda. Y aseguró que, tras la
jornada de la proclamación, esa lista sería destruida. La Policía colocó 120 puestos
de francotiradores para cubrir el área, que incluye el Congreso, el Palacio
Real y todo el recorrido de la comitiva real y de autoridades. En cada puesto,
ya operativos, se situó a un tirador y a un observador, ambos con apoyo para
comunicar cualquier incidencia.
Entrada a
Tirso de Molina por la calle Doctor Cortezo. Grito ensordecedor de "¡Un,
dos, tres, República otra vez!"
Más de un centenar de personas se
concentran el jueves en la plaza de Tirso Molina con banderas republicanas, coreando
“¡Un, dos, tres, República otra vez”, “Sí, sí, sí, queremos decidir”, “Lo
llaman democracia y no lo es” o “Es una dictadura, eso es”, después de que las
fuerzas de seguridad les impidieran acceder a la Puerta del Sol. Durante su
recorrido, según denuncia el colectivo del 15-M Política a Corto Plazo, en su perfil de Twitter, la policía arroja
al suelo a las personas que intentan exhibir banderas republicanas, detiene, al menos, a tres personas, e
identifica a otras muchas. Después, continúa la manifestación con la represión
policial contra quienes ejercen sus derechos a la libertad de expresión y manifestación.
No todos los días abdica un rey. "Nada de lo que pasó se ha improvisado", asegura Mariano Rajoy. Una decisión tan memorable habría reclamado más habilidad y precisión. No todos los años abdica un Rey. José Alejandro Vara escribe en Vozpópuli algunos de los puntos más controvertidos que mueven a la sospecha:
1.- Del 'yo sigo' de Navidad al 'me voy' de Reyes. El último mensaje navideño de don Juan Carlos incluyó la siguiente frase: "Mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en función del mandato que me atribuye el orden constitucional". Un compromiso inquebrantable por mantenerse firme en su función y en su papel al frente de los destinos de la Nación. Unos días después, el 5 de enero, fecha de su 76 cumpleaños, empezó todo.
Según la versión de la Zarzuela, el Monarca, ese día, le transmitió al Príncipe, primero, y a la Reina y la Princesa, después, su decisión de iniciar los preparativos para el proceso de abdicación. ¿Qué ocurrió en esos doce días? Se produjo luego, el 6 de enero, la penosa imagen del Jefe del Estado durante la Pascua Militar, confuso y trastabilleante, y, un día después, don Felipe se afeitó la barba.
2.- ¿Para qué el aforamiento del futuro Rey? El Rey informó a Rajoy el 30 de marzo y a Rubalcaba el 3 de abril de la operación. El día 4 de abril, el Consejo de Ministros aprobó incluir en la Ley Orgánica del Poder Judicial el aforamiento del Príncipe, junto al de la Reina y la Princesa de Asturias. ¿Para qué necesita el futuro Rey el aforamiento, si la Constitución le garantiza su absoluta inmunidad?
3.- Los esforzados e inexplicables viajes del
Monarca. El Rey, ya de salida, engorda su agenda con
desplazamientos incesantes fuera de España, en especial a los países del Golfo.
Se trataba, dicen ahora, de rearmar la imagen de la Corona. El jefe de la Casa del Rey traslada a los
periodistas la existencia de unas desconocidas encuestas privadas que reflejan
un incremento en la popularidad del Rey. ¿Para qué el tremendo palizón de la
gira por el Golfo por parte de un Monarca renqueante y saliente?
4.- Una ley de abdicación del tamaño de un tuit.
La vicepresidenta del Gobierno, nos han dicho, se encargó de coordinar los
trabajos para elaborar la ley de abdicación, tal y como recoge preceptivamente la Carta Magna , junto a Rafael Spottorno.
En el nuevo texto legal, no se hace referencia ni a la inviolabilidad jurídica del monarca
saliente, ni se recoge mención alguna a la Sucesión. Tampoco
se señala nada respecto al tratamiento y a la disposición en la Familia Real de Don
Juan Carlos en el futuro. ¿Tantos meses de trabajo para tan nimio resultado? O
las prisas o el parto de los montes.
5.- El toma y daca sobre la jornada de proclamación.
El mismo equipo de trabajo debía diseñar otros aspectos concretos sobre la
ceremonia de proclamación del Príncipe de Asturias como Rey Felipe VI. Se dice
que será el 18 de junio. ¿Nadie pudo haber mirado antes un calendario y
despejar con tiempo y mesura la gran incógnita?
Al fin, Juan Carlos abdica a favor de su hijo,
Felipe VI.
6.- Las agendas 'locas' del día D.
Se nos dice que el jueves pasado se reunieron el Rey y el Príncipe de Asturias
con Rajoy y Rubalcaba en la
Zarzuela para ultimar los detalles del crucial lunes 2, el
'día D' de la operación. ¿Por qué ese día, si el monarca tenía agendado un
desplazamiento a Barcelona que hubo de suspenderse? ¿Por qué precisamente esa
jornada, si Rubalcaba se concentraba con la ejecutiva del PSOE? ¿Por qué esa jornada, si Rajoy despedía a la Selección Nacional de Fútbol
que tuvo que esperar una hora a pie de avión la llegada del presidente?
7.- La familia Real, desperdigada. Se
buscó, dicen, una fecha para llevar a cabo el sorprendente anuncio, en la que la Familia Real
estuviera reunida. Nada más lejos. El Príncipe tuvo que acelerar su regreso de El Salvador
para llegar a estar presente en momento tan señalado (si se hubiera averiado su
avión, como es costumbre, no lo habría logrado) y la Reina viajaba esa tarde a Nueva York. La infanta
Elena, por Ecuador y Cristina... no cuenta, pero seguía en Ginebra. O sea, la Familia Real reunida
y bajo control.
8.- La penosa calidad del vídeo. En
anuncio tan crucial para el futuro político de la institución y del país, la grabación del mensaje de monarca no pudo parecer más
cutre. Toda España pendiente de su emisión y se tuvo que
aplazar en dos oportunidades. Dicen que el Rey se emocionaba y tuvo que repetir
varias veces. Quizás. ¿No estaba todo tan preparado? El resultado final del
vídeo dio lugar a muchos comentarios.
“Acabo de avergonzarme al leer el ‘Bando de la alcaldesa de Madrid con motivo de la
proclamación del rey don Felipe VI en esta villa y corte’ –escribe Rafel Borràs, coordinador de programas de la Fundacion Gadeso ,
en el artículo ‘Con la
República y la igualdad’, publicado en Periscopi–. Es
vergonzoso que esta gente de extrema derecha intente imponer el pensamiento
único. Conozco a muchos españoles y a bastantes madrileños que, en ningún caso,
no estarían de acuerdo con esta estupidez (…) No escondo mi republicanismo.
Estoy convencido de que la monarquía es la coronación de la desigualdad. Es
más, soy de los que, desde la izquierda, reivindico el pensamiento de M.
Robespierre y me fascina su radicalismo por la igualdad material de la
ciudadanía… Para hacer más soportable los lameculos monárquicos por parte de
del tripartido borbónico (PP, PSOE y UPyD), les aconsejo la lectura de algunos
textos que recientemente se han publicado. Por ejemplo, cualquier cosa de
Florece Gauthier, sobre la revolución francesa. Fíjense si 'pueden resultar
actuales. ¿Hasta cuándo llamarán justicia al furor de los déspotas y barbarie o
rebelión a la justicia del pueblo? La frase podría ser de alguien del 15-M, de
un participante de ‘Ocupemos Wall Street’ o de un activista de la PAH. Pues sí, es de
Robespierre. Toda
esta disquisición viene al caso de la lamentable sucesión borbónica que nos han
impuesto al pueblo. Dicen que por imperativo constitucional.
Pero, todo el mundo sabe que la celebración de un referéndum sobre la forma de
estado es perfectamente constitucional. En cualquier caso, conviene que Felipe
VI sepa que asistir a la ceremonia de su coronación con uniforme militar es un
símbolo tan potente que sólo se desprenderá de él si inicia su reino convocando
un referéndum para que el pueblo decida si quiere monarquía o república”.
Felipe VI, nuevo rey de España.
“Marioneta del poder –escribe Arturo González en
Público.es, bajo el título ‘El nuevo rey, tan formalito y obediente’– prolongador
de una saga que por fortuna ya no es lo que era pero por desgracia nos hunde en
los abismos de la historia. Embajador sin atribuciones, capitán general sin
mando. Símbolo de la unidad desunida, protagonista soñado de revistas del
corazón. Asistirá impasible a la desigualdad de su pueblo, sin instar de manera
seria a un poco de justicia, amenazando incluso con dimitir si hiciera falta,
limitándose a recitar un cúmulo de palabras viejas con la intención de que sean
nuevas, inconsciente y molesto tapón del cambio político necesario, qué
decepción, érase que se era un príncipe tímido y taciturno que cuando se
convirtió en rey se volvió respetuoso con lo establecido por podrido que
estuviera”…
La Gran Vía, a las 10 horas, 30 minutos del jueves, Felipe y
Leticia van al Congreso.
La proclamación de Felipe VI no
pasó desapercibida para la gran mayoría de medios de comunicación de cualquier
rincón del planeta. Son muchos diarios los que destacan las palabras de unidad
y diversidad pronunciadas en su discurso por Felipe de Borbón, el guiño a
nacionalistas con la frase de “en esta España cabemos todos” y el papel de la
nueva reina, Letizia, sin dejar escapar los gestos de complicidad entre la
nueva pareja real. En esta línea, el sensacionalista británico 'Daily Mail'
abrió su edición digital con los besos entre los nuevos reyes, una pareja que
convierte a la Corona española en la más
“glamorosa” de todo el mundo. Sin embargo, el único diario que
rompe con la idea de la sobriedad es el británico 'The Guardian', que subraya
que “no todo fue austeridad” ya que “los nuevos reyes realizaron un recorrido
por las calles del centro de Madrid en un Rolls-Royce descapotable”. Titula
este diario en su web: “El nuevo rey de
España asume el trono”, resaltando que se trató de una ceremonia oficial sencilla
acorde con la situación de austeridad de
España, algo en lo que también incide el brasileño 'O Globo', que destacaba que
“Felipe VI se enfrenta al desafío de un reino en crisis económica” o la versión
digital de Der Spiegel.
'Le Monde'
pone especial énfasis en el “interminable” besamanos y se diferencia del resto
al recoger en un lugar destacado el deseo de los republicanos de convocar un
referéndum. El diario 'Le Soir', el de
mayor tirada en la región francófona del país, informa de forma destacada
acerca de la ceremonia, haciendo hincapié en los retos a los que deberá
hacer frente el monarca: la restauración de la imagen de la
corona y el control de los movimientos separatistas y republicanos. Para el
'Daily Mail', Felipe y Letizia convierten a la Corona española en la más
“glamorosa” de todo el mundo. Los principales medios chinos
también se hicieron eco, reproduciendo la información facilitada por la agencia
oficial Xinhua. Pero, son los medios de comunicación latinoamericanos, al margen
de los españoles, los que lo han vivido con mayor entusiasmo, destacando la
palabra “renovación” y la mención constante a los fuertes vínculos de sus
países con España. 'Wall Street Journal' habla de una sobria ceremonia
organizada en un periodo de “austeridad” que vive un país con “dificultades
económicas”.
A
pesar de los esfuerzos de la policía que
invitó al personal a que se trasladase a la Plaza de Oriente para que dieran una buena
imagen, Felipe VI no logró llenarla...
Los 18 dibujantes que abandonaron
la revista satírica El Jueves, después
de que la empresa editora, RBA, decidiera censurar una portada sobre la
abdicación del rey, publicaron el miércoles pasado 'Orgullo y
Satisfacción', un cómic de 75 páginas con el que quisieron “decir
adiós a Juan Carlos I y dar la bienvenida a Felipe VI”. El cómic está dirigido y coordinado por Guillermo,
Albert Monteys, Manel Fontdevila, Bernardo Vergara y Manuel Bartual, históricos
dirigentes de El Jueves. Los textos e historietas están firmados por los
dibujantes que dejaron El Jueves: Ágreda, Albert Monteys, Asier y Javier,
Bernardo Vergara, Guillermo, Isaac Rosa, Iu Forn, Lalo Kubala, Luis Bustos,
Malagón, Manel Fontdevila, Manuel Bartual, Mel, Paco Alcázar, Paco Sordo, Pepe
Colubi y Triz. La publicación salió a la venta un día antes de la coronación de
Felipe VI. El cómic se puede comprar en la web abierta para la ocasión a un
precio mínimo de 1,50 euros, “con la posibilidad de aportar más –afirman los
dibujantes– si el lector lo desea (¡estamos con la nevera vacía y este verano
va a ser muy largo!)”. Los autores seguirán colgando sus cosas si el tiempo no
lo impide. “No queremos vivir en un país donde esta portada no se pueda
publicar en papel”, dicen. La casta no quería que la corona de mierda
apareciese en papel y ahora la revista catalana la ha publicado en portada y en
contraportada.
"No se puede ceder ni un solo milímetro
cuando la prensa se ha arrodillado de manera vergonzosa ante una monarquía
antidemocrática y ensuciada por el escándalo –dicen en la revista–. Internet y
las redes sociales son una herramienta fundamental para la libertad de
expresión. Pero esta libertad de expresión ganada en el mundo virtual no
debería servir de consuelo ante la pérdida de espacios de libertad en la
prensa, las radios o las televisiones”. Estos profesionales del humor terminan
dando su versión a la mierda que llevaba la corona de Manel Fotdevila en al
portada de El Jueves: "Miramos el dibujo censurado y vimos que la corona
estaba llena de porquería, suciedad... y nos preguntamos qué era toda esa
suciedad que querían esconder los dueños de El Jueves. Nosotros tenemos una
teoría. Esta teoría la hemos desarrollado en la contraportada".
Los profesionales que abandonaron la revista El
Jueves, publican el 'Orgullo y Satisfacción', un tebeo de 75
páginas con el que quieren despedir al rey que se va y saludar al que viene. “Estamos aquí –advierten–,
en orgulloysatisfaccion.com. También nos encontrarás en Twitter y en Facebook, y podéis enviarnos cartas de
amor a hola@orgulloysatisfaccion.com”. Orgullo y Satisfacción
lo edita “¡Caramba!”, una editorial independiente especializada en cómic y
libros de humor fundada por Manuel Bartual y Alba Diethelm, en Madrid en junio
de 2011. Son los editores de libros como Humor Cristiano de Alberto
González Vázquez o El Hematocrítico de Arte, y de cómics como Ser
un hombre: Cómo y por qué de Albert Monteys, Reunión de Manel
Fontdevila o La industria de los sueños de Paco Alcázar.
Tras el especial del
Web Negro sobre el cambio de rey, presentamos otros fotomontajes como: El Rey
Juan Carlos y Rubalcaba se retiran, Me dejaron el marrón, Referéndum real,
Entre un príncipe y un ex príncipe, Los lamentos de la reina Sofía y La reserva
del capitán general.
Los dibujos de Erlich
Los humoristas tocan
con sus trazos los temas de esta semana: Peridis, J. R. Mora, El Roto,
Fontdevila, Forges, Pat, Malagón López, Vergara, Kap…
Ascenso al trono.
Todo lo republicano, fue prohibido el jueves en Madrid.
Pep Roig dibujó: Justicia políticamente ajustada, Todo el mundo es bueno, A rey abdicado, rey puesto, La
inhumana humanidad, La España sólo para VIP’s.
Terminamos con seis vídeos. En el primero, los españoles reclaman un referéndum sobre la monarquía.
En el segundo, la Policía trató de impedir el acceso a personas con banderas republicanas al recorrido del paseo de Felipe VI por el centro de Madrid tras su coronación. Tres mujeres denuncian agresiones e insultos por parte de la policía al mostrar banderas republicanas. Un grupo de una decena de republicanos y cuatro periodistas fueron retenidos en las inmediaciones por los antidisturbios durante una hora y media hasta que acabó el acto.
En Bruselas, esta semana pasada los españoles organizaron un referéndum sobre la elección del jefe del Estado. En Bourse, se abrió el periodo de votaciones. La urna estuvo toda la semana en lugares emblemáticos de Bruselas. El jueves 19, se recontaron votos frente a la embajada.
Las absurdas órdenes recibidas de los altos mandos así como la incompetencia de los mismos para gestionar una protesta pacífica de unos pocos centenares de personas, unido al comportamiento de algunos agentes, más propio de un matón que de un servidor público, generan escenas tan graves e inquietantes como las que muestra este vídeo del jueves en Madrid, durante la concentración en la Puerta del Sol a favor de una república.
El popular programa Polònia, de TV3, ha hecho su propia versión de la sucesión de la Monarquía con una charla ficticia entre el rey y el heredero, en el que el estado actual de la Monarquía no sale bien parado. Con el regalo de un coche como pretexto, Don Juan Carlos hace entrega a Felipe de una herencia destartalada. “Hijo mío, ha llegado el momento de que lo conduzcas tú. A mí me lo dio Franco y yo lo tuneé un poquito para darle un aspecto más moderno”, empieza diciendo el rey a su hijo, que le responde: “Ya era hora, después de 39 años”. Pero lo que se encuentra el futuro rey está muy lejos de lo que imaginaba.
No se donde nos llevará todo esto pero me da mucho que pensar que habia un libro que anunciaba ya en el 2007 la abdicacion del rey Juan Carlos y un proximo enfrentamiento cuando Felipe fuera rey
ResponderEliminarhttp://www.caesaremnostradamus.com/Lo%20cumplido_archivos/abdicaelreyjuancarlos.htm
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe quedo como minimo asombrado,después de ojear esta web.........tuvimos mas de un millón de muertos en el ultimo enfrentamiento entre españoles.....veo que no sera el ultimo.......me da pena,pero a los republicanos,no me gustan los bombones,por usurpadores y franceses,no a la republica,al menos ahora,repongamos como rey a un austria,y vacilemos al resto de las cortes..................
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