Del 23 al 29 de mayo, transcurrió
la semana con más muertes en el Mediterráneo desde hace más de un año. Durante esos
siete días, según cuenta el Daily Digest, de Are You Surious, hubo más de 700 ahogados
tras el hundimiento de tres barcazas. “La ruta mediterránea ha vuelto a
abrirse. El campamento de refugiados de Idomeni ya no existe. Los últimos
voluntarios se fueron. Un espacio para mujeres ha abierto sus puertas en el
campamento de Ritsona. Bulgaria arrestó a 96 personas que intentaban cruzar la
frontera y mandó al ejército a la frontera con Grecia”. Según Médecins Sans
Frontières, el número de personas desaparecidas en el Mediterráneo podría llegar
hasta 900. Pero son sólo estimaciones, basadas en los testimonios de los
supervivientes. “Nunca sabremos los números exactos”, tuiteó Médicos sin
Fronteras. Esta fue la semana más mortífera desde hace más de un año. Estos
números muestran que las mejoras en el clima llevaron a un mayor número de
personas intentando cruzar el mar desde áfrica hasta Europa. Esta ruta se ha
convertido, otra vez, en el principal camino para los refugiados, después de
que se cerrase la ruta por los Balcanes. “Es muy difícil evitar que la gente
haga esto –confiesa William Spindler, portavoz de UNHCR para
Europa–. En nuestra opinión, lo que se ha de hacer es ofrecer alternativas
legales a los refugiados más vulnerables para que viajen a Europa. La razón por
la que la gente toma estos caminos tan peligrosos es porque no tienen otra
opción”. Los refugiados que utilizan esta ruta están pagando cientos o miles de
euros para llegar a cruzar de Libia a Italia. Los llegados esta semana incluían
eritreos, sudaneses, nigerianos y otros muchos de Africa Occidental. Eran
personas que huían de la guerra y de la miseria generada por intereses geoestratégicos
de Occidente y se encontraron con el muro inmenso del Mar Mediterráneo. Al
parecer, la mayoría de las barcas salieron de Sabratha, Libia, donde los contrabandistas
tienen el poder. Apilaron a las personas en botes inseguros de goma o en viejos
buques pequeros. Y, al final de su trágica huida, se encontraron a la muerte.
Fotos de Medecins sans Frotières.
“Creemos que la
historia de Idomeni –dice Giorgos Kyritsis, portavoz del Cuerpo Gestor de la
Coordinación de la Crisis Migratoria, en una entrevista con la agencia de
noticias ANA-MPA–, tal como la conocimos en los últimos dos
meses, se ha acabado”. Los 8.500 refugiadas en el emblemático campo han sido
obligados a dispersarse. Europa, cada vez se parece más a los años 30 del siglo
pasado, los años del fascismo Según Kyritsis, la evacuación de otros campos de
refugiados “en una zona más amplia” será llevada a cabo de “la misma manera
pacífica”, sin dar más detalles sobre cuándo comenzará la recolocación y qué
campamentos serán incluidos. Admite que las condiciones en algunos de los ellos,
donde fueron recolocadas las personas de Idomeni, no estaban en buenas
condiciones. Asegura que “estamos intentado mejorar” y que el Ministro de
Educación ofrecía un programa que proveía educación para todos los niños
refugiados bloqueados en Grecia. Kyritsis pidió a la Unión Europea mayor
asistencia para ofrecer ayuda a los 52.707 refugiados en Grecia, según fuentes
gubernamentales. Mientras tanto, los últimos voluntarios salieron de Idomeni y
la policía reabrió el acceso a Phoebe Ramsay. El Movimiento On The Ground
estuvo con los últimos voluntarios que abandonaron la plaza. Y escribió en su
FB sobre el vacío encontrado en el lugar en el que, en otro momento, hubo hasta
15 mil refugiados.
Últimos días en Idomeni.
A finales de mayo, la
evacuación de Idomeni continuaba a toda marcha. La zona principal del campo
estaba totalmente cerrada, pero los habitantes de Hara, BP y EKO, todavía
permanecían Los refugiados fueron trasladados a “instalaciones del gobierno” o
a “campos militares”. Precisaban de voluntarios para evaluar necesidades y
reestructurar el apoyo en este nuevo contexto. Eran necesarios equipos y
voluntarios de largo plazo para la traducción, la construcción, el apoyo
logístico, la coordinación y la conducción. Así como el apoyo para educación,
salud y proyectos de comunidad. En ese tiempo, un joven migrante se suicidaba
en la ciudad de Larissa. Según medios de comunicación locales, el hombre se
ahorcó de un árbol, muy cerca de una de las calles principales de la ciudad.
Según los vecinos, el joven anduvo unas dos horas mendigando, en busca de
comida, diciendo que no había comido nada en cinco días. UNHCR (United
Nations High Commissioner for Refugees) estaba seriamente preocupada por la
escasa y baja calidad de las condiciones de varios de los lugares en el norte
de Grecia donde los refugiados y migrantes fueron trasladados esta semana desde
Idomeni e impulsó a las autoridades griegas, con el apoyo financiero
proporcionado por la Unión Europea, a encontrar rápidamente mejores
alternativas. Algunos refugiados y migrantes fueron trasladados a almacenes y
fábricas abandonadas, dentro de las cuales instalaron las tiendas muy juntas.
La circulación del aire era pobre, y las provisiones de alimento, agua, baños,
duchas y electricidad, insuficientes. Las miserables condiciones de estos
sitios incrementaban el ya alto nivel de angustia de las familias instaladas,
provocando además relaciones tensas entre los refugiados. Las protestas crecían
respecto a cómo Grecia trasladaba a los refugiados a almacenes abandonados “no
aptos ni siquiera para animales.” Como ejemplo, el campo de Sindos donde la
mayoría de la gente era siria. Cada tienda acomodó a 5 a 8 personas.
Seiscientas compartían 40 baños y 14 duchas. No estaba permitido cocinar. Más
de un tercio de los habitantes totales eran niños, de los cuales el 50 % no
tenían aún dos años. Dos mujeres estaban en su noveno mes de embarazo. Y,
frente a todo esto, Europa seguía y sigue sin encontrar una solución.
Nave industrial en el campo de Kordelia
cerca de Tesalónica.
Edith Pérez Alonso,
Pablo Gabandé Tapia y Verónica Pérez Jiménez, publicaron un artículo en Nuevecuatrouno así titulado: …”Y creímos que
no podía haber nada peor que Idomeni”. En él contaban cómo entre una cárcel, un
mar de chimeneas y un descampado, se encontraba Kordelia – Softex, en un
polígono industrial a las afueras de Tesalónica. Un lugar inhóspito, en medio
de ninguna parte, sin rastro de vida, en el que no se ve un árbol ni una flor.
Sólo cemento. “Hace unos días –escribían–, unas 2.000 personas procedentes del
desalojo de Idomeni fueron trasladadas allí. Las tiendas se distribuyen entre
el interior de una nave industrial abandonada y una explanada aledaña. Están en
línea y numeradas, una detrás de otra, con muy poco espacio entre ellas. Lamish
es una niña de 7 años. Tiene una parálisis cerebral y una epilepsia mal
controlada. Desde Bomberos en Acción la están buscando por los diferentes
campos alrededor de Tesalónica para hacer seguimiento médico e intentar
acelerar su proceso de reubicación acompañada de su familia hacia España. Tras
vaciar Idomeni, el contacto se perdió. Al mostrar una foto de ella y su madre,
Mohamed, un refugiado palestino, la reconoce. En seguida, tras unas voces son
llevados a la tienda C-5, su nuevo hogar. Ha habido suerte. Las caras de
sorpresa y alegría dan lugar al poco a expresiones de preocupación. ‘Estábamos
mejor en Idomeni’ dice su madre, ‘aquí, muy mal, no hay ninguna ducha, ni agua
caliente’. Lamish sufrió ayer un nuevo ataque epiléptico. No había asistencia
sanitaria, no sabían a quién acudir. Por la mañana, fue atendida por personal
de la Cruz Roja alemana por un proceso febril.
Una de las naves industriales del campo de Sindos.
El campo está
custodiado y dirigido por militares, como la gran mayoría de campos oficiales.
La relación con ellos es buena, dicen, pero “no hacen nada si hay peleas”. “Tenemos
miedo de que nos encierren y no nos dejen salir”. Nadie les explicó cuál iba a
ser su nuevo alojamiento ni el funcionamiento del campo. Bomberos en Acción
están satisfechos de haber encontrado a Lamish, la niña entre los miles de
refugiados que rodean Tesalónica, algunos de ellos con restricciones de acceso.
Fue como encontrar una aguja en un pajar. Parecía imposible. Tal vez, Lamish y
su familia consigan llegar a España. Tal vez, después de ella, le siga Khadiya,
que sufre una cardiopatía congénita. Y Ahmed y Mudhafar, dos niños con cáncer a
quienes en la Coruña esperan con los brazos abiertos. Y tras ellos, los miles
de refugiados que el gobierno español se comprometió a acoger. Es cuestión de
voluntad política. Mientras tanto, en Kordelia y otros campos, miles de personas
continúan en una situación que denigra a la dignidad humana. Algunos, los
menos, están en campos con mejores condiciones de habitabilidad y servicios,
como los de Cherso y Petra. En los últimos días, Pablo, Edith y Verónica han
recorrido 6 campos oficiales. Cuatro de ellos están ubicados en polígonos
industriales (Giannitsa, Sindos, Kordelia y Kalachori). Salvo en el campo de
Cherso, la valoración de las comidas es mala. Los baños y duchas son muy escasos
y el acceso a agua potable, limitado. En el de Neu Kavala, la gente se queja de
mala relación con el personal militar, y de que muchas de las tiendas se
inundan cuando llueve. Munhir bromea: ‘Cuando llueve, nado en la tienda’. Y,
más adelante, ya sin intención de ser gracioso: ‘Tenemos sólo una botella de
agua por cada dos personas para beber al día’. En varios de ellos no hay acceso
a pañales ni a leche maternizada para bebés que no tomen pecho. Da la impresión
de que, en los campos ‘mejores’ hay personas con una situación socioeconómica
más holgada. Se ve a personas comprando y con buena apariencia. Sin embargo, en
campos más degradados como el de Giannitsa, nos comentan: ‘Aquí, nadie tiene
dinero. Nadie puede comprar’. El proceso de pre-registro para solicitar asilo
se presenta lento, y hasta su resolución pueden pasar incluso años. En muchos
de los campos, nadie ha informado aún sobre el derecho a pedir asilo, a pesar
de que muchas personas llevan meses en tierras griegas”.
Escuela improvisada en un tiende de Ritsona.
Lighthouse Relief
inauguró hace unos días el Espacio Femenino (Female Friendly Space) en el
campamento de Ritsona. El centro ha estado funcionando durante semanas. Se
organizó una fiesta de apertura y crearon un área común segura lejos de las
muchas dificultades de la vida en el campamento. Hay varias actividades, como
clases de inglés diarias, yoga, masajes y todo tipo de cuidados. Cuenta,
además, con un centro materno-infantil para mujeres embarazadas, madres y
bebés. Se ofrece ayuda para amamantar, y las voluntarias distribuyen productos
de higiene, leche infantil y suplementos alimenticios para las embarazadas. En
el campamento de Kara Tepe, en Lesvos, situado a unas dos horas de Atenas, hay
más de 900 personas refugiadas en lo que parece será un centro de acogida de
larga estancia. El campo empezó a funcionar a principios de marzo. Personal del
ejército del aire griego, de quien depende, levantó las tiendas en las que se
alojan unas 600 personas adultas y 300 niños. Tres ONG colaboran con el
ejército: Lighthouse Relief, I am You y Echo100+; otras llevan a cabo proyectos
diversos, como Disaster Tech Lab o Welcome Foundation. Cruz Roja de Grecia
ofrece atención médica y los voluntarios independientes acuden para ayudar en
lo más básico, como organizar y repartir ropa. No obstante, las condiciones
para los refugiados son dificilísimas. En marzo, cuatro personas se pusieron en
huelga de hambre para protestar por la precaria situación que están obligadas a
vivir, ya que no pueden salir de Grecia ni pedir asilo en otros países
europeos. Voluntarios de los alrededores, de municipios como Chalkis, están
intentando organizar una ayuda estable para los residentes del campo. Allá
acuden voluntarios y organizaciones internacionales (hay una guía para saber
cómo acudir a ayudar). Los propios refugiados echan una mano, y se levantó una
escuela para niños donde enseñan árabe, inglés y griego. Mientras la Unión
Europea toma pésimas decisiones en una crisis humanitaria sin precedentes,
estas personas necesitan vivir en condiciones dignas. En toda Grecia, continúan
levantándose nuevos campos que alojan a las más de 50.000 personas migrantes y
refugiadas que ha quedado atrapadas en
el país y a las que la Unión Europea no ha sido capaz de dar una solución.
. Niña en un campo de refugiados en la
frontera de Macedonia con Grecia.
Al Oeste de Grecia, Roberto
Amerusa, alcalde de Tarsia, una pequeña ciudad en Calabria (Italia), comenzó
una campaña para construir un cementerio para las víctimas que perdieron sus
vidas en el intento de cruzar el Mediterráneo. “Dedicar una parte de nuestro
territorio para enterrar a estas víctimas es simplemente un acto de gran
humanidad,” dice Amerusa para Al Jazeera English. Según la ONU, un total de
8.632 personas han muerto o han desaparecido al tratar de llegar a Europa por
mar desde el inicio de 2014. Muchos de los cuerpos nunca fueron recuperados. Sólo
en un viernes, La Marina Italiana llevó a cabo unas 16 operaciones de rescate
que afectaron a más de 1.900 personas, En total, durante la última semana, más
de 10.000 personas fueron rescatadas. Entre ellas, una mujer embarazada que dio
a luz puso a su hijo el nombre de Alex, el mismo del capitán ruso del barco que
la liberó. En Turquía, al otro lado de Grecia, 165.000 refugiados esperan,
atrapados entre la frontera turca y territorios de ISIS. Al parecer, el acuerdo
entre Turquía y la Unión Europea ha dado resultados y los líderes europeos
están satisfechos por la disminución del número de personas que cruzan el Mar
Egeo hacia Grecia. Sin embargo, la UE no está dispuesta a conceder viajes sin
visado a ciudadanos turcos hasta que Turquía revise sus leyes de antiterrorismo
a principios de julio.
El Mediterráneo se ha transformado en un
cementerio para los refugiados.
Erdogan advierte a
Europa que no ratificará el acuerdo ante el Parlamento el próximo 30 de junio. Empresas
alemanas en Turquía están considerando reclutar refugiados sirios. Se trata de
trabajos en la industria del metal, de la construcción y logística. Un barco llegó
cargado con cincuenta personas en el sur de Lesbos. Del 1 al 15 de junio se
necesitan voluntarios para preparar y servir la comida y limpiar. El pasado 23 de mayo se hundió un
barco con 500 sirios e iraquíes a unos 70 km al noreste de Zuwara (Libia). Al
estar desalojado el campo de Idomeni y bloqueada la ruta del Egeo, mueren más
personas como consecuencia directa de la política migratoria de la UE. En
Hungría sigue aumentando la propaganda en contra de los refugiados mientras las
nuevas leyes amenazan deportaciones y expulsiones Las condiciones de los campos
cada vez empeoran más. OIM y ACNUR están presentes en el lado serbio de la
valla, en las zonas de tránsito, pero el acceso a los refugiados es muy
restringido. Jordania retiene a 12.700 refugiados sirios sin dejarles salir de
“Pueblo 5”, un campo con miles de casetas metálicas y cercado con alambradas de
púas. Sin nada que hacer, los refugiados invierten sus días en largas colas
para obtener raciones de alimentos.
Chez
Maurice, un burdel en la localidad de Maamelten.
A principios de abril,
en Líbano, 75 refugiadas sirias que habían sido forzadas a prostituirse en la
mayor red de tráfico de personas y proxenetismo, fueron liberadas, según
denuncia Amnistía Internacional. Habían sido enfrentadas “a los mayores riesgos
de explotación y acoso sexual”. Sus testimonios, publicados por la ONG Agenda
Legal, son nauseabundos. Demuestran cómo fueron engañadas, golpeadas,
torturadas, violadas, forzadas a prostituirse, a abortar y a vivir encerradas
sin ver la calle durante meses o años. Todo ello había sido posible por la
inacción de las autoridades y la situación de indefensión en la que se
encuentran muchas de estas jóvenes sirias. Fueron captadas en Siria o en Líbano
bajo la promesa de un futuro mejor en forma de matrimonio o un trabajo en
restaurantes que les permitiría mantener a sus hijos. “Llegué a Líbano –cuenta
Sally, seudónimo de una de las cinco jóvenes que consiguió escapar y dirigirse
directamente a la oficina local de Hizbolá–, tras perder a mi familia en la
guerra”. Una tarde, en Beirut hace más de dos años, la joven de 27 años conoció
a 'P', también sirio y uno de los hombres clave de la trama. Convenció a Sally diciéndole
que “se había enamorado” de ella, que quería casarse y así ayudarla a ella y a
su hijo. Al poco tiempo, 'P' la llevó a Chez Maurice, un burdel en la localidad
de Maamelten, situada en la bahía de Junieh, a 20 kilómetros al norte de la
capital. Allí fue encerrada y golpeada hasta que se resignó a no exigir más su
libertad. Forzada a prostituirse y sin posibilidad de escapar, recibía a
hombres siete días a la semana, desde las seis de la tarde hasta altas horas de
la noche. Los cabecillas de la red, formada por 18 hombres y mujeres, obligaban
a las chicas a recibir hombres hasta las cinco de la mañana. Tras ser
liberadas, las 75 chicas han pasado a estar bajo la tutela de ONG, cobijadas en
varios centros donde reciben atención médica y apoyo psicológico por parte de
una red de ONGs locales e internacionales, coordinadas por el Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Lisa Abou Khaled, portavoz
de ACNUR, asegura que las mujeres serán reasentadas en terceros países cuando
estén mejor y tras estudiar cada caso.
Protesta contra la esclavitud sexual y la
prostitución ante el Palacio de Justicia de Beirut.
La mitad de los más de
cuatro millones de refugiados sirios en la región son mujeres, una cuarta parte,
menores de edad. A ellos se suman los más de siete millones de desplazados
internos en Siria debido al conflicto. En un informe publicado en Febrero, Amnistía
Internacional (AI) advierte que las refugiadas sirias en Líbano “se enfrentan a
mayores riesgos de explotación y acoso sexual”. La organización apunta que “el
déficit en la ayuda humanitaria y las políticas discriminatorias impuestas por
las autoridades libanesas· crean estas condiciones. “La mayoría de las
refugiadas de Siria en Líbano sufren para sobrevivir, a veces en condiciones
desesperadas” afirma Kathryn Ramsay, investigadora de género en AI. “Se
enfrentan a la discriminación generalizada y muchos obstáculos a la hora de
obtener comida, vivienda o un trabajo”. Sobrevivir es “más difícil” para estas
mujeres, en especial para aquellas que son cabeza de familia, y “se enfrentan a
un mayor riesgo de sufrir acoso, explotación y abuso en el trabajo y en las
calles”. El descubrimiento de esta red de tráfico de mujeres y proxenetismo ha
desatado la indignación en el país y un conflicto político. El líder del
principal partido druso, Walid Jumblatt, escribió en Twitter que “esta red ha
estado en funcionamiento durante años con altos funcionarios cómplices” de secretismo.
La acusación apunta directamente a la policía. El ministro del Interior ha
rebatido estas acusaciones, pero acaba de ordenar una investigación interna. La
prostitución en Líbano es una práctica extendida a pesar de estar prohibida. El
área de la bahía de Junieh, donde esta red operaba, es conocida por albergar la
mayoría de burdeles y clubs nocturnos donde se práctica la prostitución. “Esto
es una gran broma”, comenta indignado un conocido 'bloggero' local que prefiere
mantener el anonimato por estar hablando de una cuestión “altamente politizada”.
“Chez Maurice era conocido, desde hace al menos 20 años, por ser un burdel”.
Dice que la mayoría de locales están abiertos gracias a la corrupción de
aquellos que deberían prohibirlos, algo que han denunciado varias organizaciones
y la prensa local. “La realidad es que, si no pagas o sobornas, te cierran el
sitio”, concluye. “Lo sabe todo el mundo”.
Los países que
asistieron a la Cumbre de Londres para ayudar a los refugiados sirios solo han
asignado poco más del 16% del dinero estipulado para 2016, según un informe de
la ONG Concern Worldwide. Ese dinero debería destinarse a ayudar a los países
de la región que rodean a Siria, principalmente Turquía, el Líbano y Jordania,
haciendo foco en la educación de los niños sirios y en aumentar las posibilidades
de que los refugiados encuentren trabajo remunerado. En la conferencia de
Londres, se aceptó que era muy probable que muchos refugiados vivieran un largo
período de tiempo fuera de Siria y que, tal vez, nunca pudieran regresar a su
país, destruido por una guerra civil que ya lleva cinco años. Era la primera vez que, en un solo día, se
recaudaba una suma dinero tan grande para una crisis humanitaria. Los países
prometieron casi 5.400 millones de euros para 2016. Sin embargo, hasta mediados
de abril, solo habían entregado 1.448 millones de euros. El informe indica que
el 94% de los países aún no han convertido el dinero prometido en ayuda real y
que 18 de los que se comprometieron a aportar dinero todavía no han destinado
ningún fondo a ayudar, entre ellos Kuwait (uno de los anfitriones). Todavía
está pendiente el 98% de la donación de Arabia Saudí, el 96% de la británica,
más del 89% de la alemana Sólo tres donantes (Australia, Malta y Lituania) han
asignado en su totalidad los fondos que prometieron. Según Simon Starling,
responsable de la asesoría jurídica en Concern Worldwide y autor del informe, los
donantes no han actuado con la rapidez que exige la situación y las
estadísticas señalan que hay un lapso de tiempo crucial desde que los donantes
se comprometen hasta que la ayuda se convierte en una realidad financiera. Los
sirios son los que pagan el precio de este retraso. Además, según se dice en el
informe, habiendo grandes necesidades humanitarias dentro del país, una gran
parte de los fondos se desvían hacia los países vecinos. “La respuesta
humanitaria en los países vecinos –dijo Starling– continúa obteniendo más
fondos que la respuesta dentro de Siria, donde se encuentra la mayor cantidad
de gente con necesidades; es necesario corregir este desequilibrio y los
gobiernos donantes deben lograr que todas las partes del conflicto garanticen
un acceso humanitario incondicional para llegar a los que más lo necesitan”.
Pero, de acuerdo con los autores del informe, “hasta la fecha, los controles
sobre los compromisos que se hicieron en la conferencia de Londres han sido inadecuados
y poco transparentes… Para que la ayuda financiera se concrete, la campaña debe
estar dentro de un marco temporal acordado”.
En
un artículo titulado “Tiburones del PP”, David Torres señala en Público.es que
pocas cosas hay más semejantes a una orgía de tiburones caníbales que
cualquiera de las tramas corruptas del PP, ese bosque frondoso donde los
corruptos se roban unos a otros sin orden ni concierto y donde la caja B
desemboca en una caja C, la C en la D y así hasta completar el abecedario para
seguir luego con los números. “Gracias al juez Eloy Velasco hemos sabido que
Francisco Granados e Ignacio Palacios se quedaban con parte del dinero de las
donaciones ilegales que recibían en nombre del PP madrileño. A lo mejor
obedecían algún código interno de la organización o, simplemente, aplicaban una
variante de ese viejo refrán que dice que quien roba a un ladrón tiene un
treinta por ciento de comisión. En cualquier caso, aparte de la fétida
evidencia que emana de todo esto, asusta pensar la cantidad de cosas que
desconocía Esperanza Aguirre de sus colaboradores más íntimos. Llega a ignorar
una sola podredumbre más y asciende a los cielos en cuerpo y alma, como
Remedios la Bella. Es normal que, contemplando el latrocinio popular, los
dirigentes acaben desconfiando unos de otros, expeliendo finiquitos en diferido
y relegando a los más avariciosos o pardillos al proceloso limbo de ‘esa
persona de la que usted me habla’. Ahora bien, si algo hay que reconocerle a
esta gente es su capacidad por llevar las cuentas al milímetro, una obsesión
matemática que, de haberse aplicado en los márgenes permitidos por la ley, no
sólo nos habría sacado de la crisis sino que probablemente nos habría llevado a
la cabeza de la economía mundial. En la libreta de Bárcenas y en el cuaderno
confiscado a Granados hay tal profusión de asientos, cifras e iniciales como
para fundar una biblioteca de ajedrez y llenar varias casetas de la Feria del Libro.
Entre los extras y regalos con que los constructores aderezaron generosamente
sus donaciones, figuran además cabezas de toro, trofeos de caza, cenas en
restaurantes de lujo, relojes Cartier, paseos en limusina, boxes para caballos
y picaderos equinos y de los otros. Juntas sobre una mesa producen un
organigrama exacto no sólo de las dos décadas largas de administración pepera
en la Comunidad de Madrid sino también del ecosistema natural de la mafia. Las
‘putitas’ (como cariñosamente se las denomina en el informe judicial) eran ‘de
confianza’, un sintagma que expresa a la vez cariño y costumbre. Como diría un
tiburón, la campaña electoral va viento en popa”.
Aylan Kurdi, el niño sirio de tres años,
ahogado en una playa de Turquía.
“No vengáis a Europa”,
titulaba Ignacio Gil en Fronterad.com, revista digital en la que muestra las
lecciones incómodas de la crisis de los refugiados. Gil es fotógrafo. Lleva
casi 20 años buscando imágenes de todos los campos para el diario ABC. La
crisis de refugiados le ha hecho viajar a Serbia, Macedonia y Grecia, pero
también a buscar a los protagonistas en España, desplazados que han conseguido
asilo aquí y a quienes retrata para su blog. “Resulta difícil –explica Gil–
entender las decisiones que el Gobierno comunitario está tomando ante lo que se
considera la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
Decisiones que se adoptan sobre la marcha y a trompicones. Porque Europa no
tiene un plan. Desde hace meses, improvisa. Y, en este momento, están justo donde
querían. Con los ojos cerrados, que ya se encarga Turquía”. Para Ignacio Gil,
el cuerpo sin vida de Aylan, el 2 de septiembre, quien naufraga junto a su
hermano Galip y su madre Rahan, hizo que se multiplicaran las declaraciones de
buenas intenciones de algunos políticos europeos, liderados por Angela Merkel,
en favor de la acogida de otros Aylan..
El 5 de septiembre de 2015, miles de refugiados entraron en Alemania, al
grito agradecido de “¡Merkel es nuestra madre!”. Enseguida llegaría el otoño y
después el frío invierno, pero no por eso se frenó el éxodo. Así que ahí empezó
a cambiar el discurso.
Donald Tusk: ‘No vengáis a Europa’
Gil
viajó a Lesbos (Grecia) a finales de diciembre de 2015 y vio cómo, con la vía
búlgara cerrada tras cortar el paso por Turquía, con una valla de más de cuatro
metros en 2012, una isla turística se convertía en cuestión de meses en un
gigante campamento de refugiados. “A finales del año pasado, la parte norte de
la isla, muy escarpada pero más cercana a la costa griega, había quedado
relegada por el control de los guardacostas turcos y los vigilantes de Frontex…
La zona de llegadas se situaba al sur de Mitilene, en una playa frente al
aeropuerto. Hasta allí, llegaban las zodiac, sobrecargadas de personas y
escasas de motor, que habían zarpado de noche y que llegarían de madrugada o
durante las primeras horas de la mañana, tras una travesía incierta que podría
durar entre 4 y 8 horas. Por la noche, voluntarios y periodistas esperábamos en
la playa alrededor de una hoguera las llegadas para hacer nuestro trabajo. Pero
eso quedaba en un segundo plano. Porque cuando las barcazas llegaban a la
orilla faltaban manos para ayudar. Primero, había que calmarles y evitar que se
tirasen al agua helada, ansiosos por tocar tierra. Aunque esa misma ansiedad
enseguida se convertía en alegría por haber conseguido agotar otra pequeña
parte de su inmenso trayecto. Llegar a Lesbos tiene un precio que hay que pagar
a las mafias que operan desde la costa turca, donde ellos embarcan. Un precio que, para un refugiado era de un
mínimo de 600 euros por persona para un trayecto que cualquier turista o
nacional puede hacer en los ferrys del estado griego por 30 euros. Un pasaje
seguro al que no tenían acceso. Solo seis meses después del Welcome Refugees
llegaría la frase lapidaria del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk:
‘No vengáis a Europa’…
“Unas
horas antes –concluye Ignacio Gil–, los países limítrofes con Grecia habían
cerrado escalonada pero definitivamente las fronteras. Y ese espacio, en tierra
de nadie, que hasta el momento había sido un campo de tránsito, un lugar de
paso, como lo era Lesbos, se convirtió en un lugar permanente para las más de
quince mil personas que había allí. Si fue difícil trabajar en Lesbos, en
Idomeni fue mucho peor. La tensión se había disparado y la situación era
crítica. Los fotógrafos asistimos a escenas dramáticas; con familias numerosas,
algunas compuestas por hasta tres generaciones, chocando contra la valla de
Macedonia, pidiendo a gritos y llantos que les dejasen pasar, sin entender muy
bien por qué se lo impedían. Pero pese a la restricción total, allí seguían
llegado personas. Y así, en un lugar pensado para dos mil personas en tránsito
empezaron a acumularse millares. Se saturaron los campos, faltaban recursos,
las condiciones higiénicas eran deficientes y los médicos temían que se
desatasen algunas enfermedades. Las circunstancias eran pésimas y los policías
del lado europeo reprimían duramente cualquier intento de forzar el paso,
defendiendo el fortín frente un temible enemigo compuesto mayoritariamente por
mujeres y niños. Efectivamente la frase de Tusk fue el punto de inflexión que
cambió la política europea sobre refugiados y migrantes económicos que
solicitan asilo en nuestro continente. Después, se firmó el acuerdo con Turquía
para devolver allí a todos los que pisaran, desde ese momento, el suelo
europeo, porque ya no quedaba nada de las buenas intenciones. En seis meses se
hundieron en el fondo del mar”.
Entre
los fotomontajes de esta semana, presentamos el que presenta esta señora d ela
tercera edad, montada a la escalera; el
de Rajoy, con el presidente francés, François Hollande; el de los regalos de un
empresario a Granados (caballos, cabezas de toro y prostitutas); la portada de
El Jueves (el golpe policial a la Cosa Nostra); el del humor español clásico…
El humor en la prensa
de esta semana: El Roto, Forges, Peridis, Vergara, M. Fondevila, Ferrán, J. R. Mora,
Mel, Pat, Mauro Biani…
Pep Roig, desde
Mallorca, nos recuerda: Europa naufraga, La búsqueda; Con el orden establecido,
Venta de humo, Realistas y Hace siete años.
Hace siete años Pep Roig ya dibujaba esto:
Entre los videos de esta semana, el grito de rabia de una maestra española de 42 años, en paro.
¿VENEZUELA? A MÍ QUE NO ME HABLEN DE VENEZUELA
Yolanda garcia rebolloso
Política, manual de instrucciones
MEDIAPRO
Juan Carlos Monedero - Los 1000 ATAQUES A PODEMOS PODEMOS ESPAÑA TV
Publicada el pasado 24 mayo, la entrevista soñada de Bertín. Hitler y el mejor periodista de la zona euro, cara a cara y frente a la vitrocerámica. LATE MOTIV - Bertín entrevista a Hitler | #LateMotiv74 Late Motiv
Fragmento del programa montado por Dani Vigo. Jekyll and Jill en Buenos Días Jekyllandjill Editores
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