Banca y obispos españoles, undios por el Espíritu Santo.
“Los principales banqueros y
obispos españoles, representados oficialmente por la Conferencia Episcopal
Española y la Asociación Española de Banca, se reunieron este fin de semana en
un lugar indeterminado del cantón suizo de Nidwalden para renegociar la
explotación de un activo tan abstracto, pero tan rentable, como es el alma de
los ciudadanos”. Así decía este texto de Rokambol News de hace un mes.
El presidente de la AEB, admirado
en todas las instituciones penitenciarias por su exquisita y discreta codicia,
cree que “ha llegado la hora de que los obispos compartan con los banqueros lo
que tanto les hemos ayudado a conseguir”. Según el financiero, el miedo al
infierno y el terror al desahucio han trabajado casi por igual para hacer de
España un lugar seguro y confortable para la fe.
“Si, finalmente, la
Banca se hiciera con el 47 % de todas esas almas –termina esta noticia– se
abriría un nuevo periodo de esperanza para la comercialización de un sinfín de
productos bancarios irregulares, semi-tóxicos, tóxicos y deleznables que tanto
recelo están causando ahora entre los clientes”. “Pero no es solo su dinero lo
que anhelamos, sino su amor”, han aclarado desde el Banco de Santander. “La
mitad de ese amor a Cristo es nuestro”, han añadido desde la Central Nacional
de Coordinación de Estafas a Pensionistas y Ciudadanos con Escasa Cultura
Financiera, que la Asociación Española de Banca posee en el Casino Puputah, de
las Islas Vírgenes.
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