El consejero de Sanidad de la
Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, propuso a los alumnos hacer abanicos
de papel para combatir el calor extremo que se vive en las aulas, y que según
CCOO ha provocado que varios escolares hayan sufrido en las últimas horas
vómitos, golpes de calor y lipotimias. El consejero dijo que la solución no
pasa “por instalar aire acondicionado”, sino que los niños “hagan abanicos de
papel, se hidraten bien y se ventilen las clases”. “No todo se soluciona con
aire acondicionado”, afirmó Rafael Sánchez Martos ante la sucesión de golpes de
calor y lipotimias entre los alumnos. La solución medievalista del consejero nace frente a la ola de calor que abrasa los colegios: “Dobla, dobla,
dobla (un papel) y tienes el abanico”.
Cristina Cifuentes, presidenta de
la Comunidad de Madrid, considera que la polémica no es sino “frivolizar”. La
líder del PP madrileño defiende que la recomendación de Jesús Sánchez Martos
“puede parecer algo más o menos afortunado”, pero añade que “en cualquier caso
no es una medida que provoque ningún tipo de daño a nadie”. Y pasa a defender
la gestión general de la sanidad madrileña por su equipo de Gobierno: “Más allá
de eso hay que ver el gran trabajo que se está haciendo en la Consejería de
Sanidad, reducción de listas de espera, mejora de los servicios en las
urgencias, en los centros de atención primaria, la humanización de la sanidad,
que es uno de los grandes objetivos que se está cumpliendo. Ese es el balance
verdadero que se tiene que hacer cuando se habla de la sanidad madrileña.
Esta manera tan “natural” de
combatir el calor en los colegios se ha visto acompañada de otras. Por ejemplo,
la consejería de Educación envió el pasado viernes una circular a los
directores de los centros educativos públicos de la Región de Murcia en la que
les recomendaba que mandasen a los alumnos a sus casas con sus familias si la
temperatura en el interior de las aulas superaba los 27 grados. El jueves, una
niña de tres años sufrió una lipotimia en un colegio de Torre Pacheco y tuvo
que ser atendida por un equipo de emergencias. En el escrito se recomendaba
adoptar una serie de medidas excepcionales a partir del 16 de junio, y hasta la finalización del período lectivo
del curso escolar 2016/2017. “En general, se procurará evitar la exposición
directa al sol del alumnado durante la jornada escolar, prestando especial
cuidado en su hidratación, permitiendo disponer de botellas de agua en las
aulas, manteniendo abiertos los servicios y posibilitando su acceso a ellos
siempre que se solicite”, indicaba la circular. Y añadía que “la dirección de
cada centro podrá adelantar el final de la jornada escolar en los casos en los
que esté justificado porque se alcance en el interior de las aulas una
temperatura superior a 27º y no se disponga de aire acondicionado en las
mismas, garantizando la permanencia durante la totalidad de la jornada lectiva
habitual para aquellos alumnos cuyas familias así lo soliciten”.
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