Carlos Hernández,
columnista de eldiario.es, ha escrito un demoledor retrato de Felipe VI a raíz
de la vergonzante decisión de otorgar el título de duquesa de Franco a Carmen
Martínez-Bordiú, en pleno 2018. Un retrato que es igualmente publicado en Eco
Republicano y en elNacional.Cat. El cronista lamenta haber pecado de ingenuo y
tenía la esperanza de que el monarca impidiera la renovación de un ducado de
este tipo en un ataque de sentido común. Según el periodista, lo tenía muy
fácil, “haber anulado el Ducado le habría valido el aplauso entusiasta de más
de media España, la comprensión o al menos la indiferencia de la mayor parte
del resto y el rechazo de una minoría muy minoritaria de ultraderechistas. Un
coste despreciable para un acto lógico y justo que le habría reportado un
importante rédito, a nivel de prestigio”.
El periodista prosigue
admitiendo: “Cuidan su imagen con los mismos patrones que lo hacían sus
antepasados durante los siglos pasados. A Felipe y a Letizia lo que más les
preocupa es salir elegantes en el '¡Hola!' y que sus niñas parezcan adorables
en el Sálvame de turno”. El sangrante retrato que hace el cronista circula en
torno a la idea que tienen Felipe y Letizia de sus “súbditos”, “una España que
sigue siendo la de aquel pueblo aborregado que enloquecía cuando los señoritos
se dignaban en saludarles desde su coche de caballos; aquel país en el que la
plebe no sabía cómo agradecer la mísera limosna que recibían de los mismos que
les freían a impuestos para vivir a cuerpo de rey… y nunca mejor dicho”.
Según el artículo, el rey
desprecia a medio país donde él reina. “Ya enseñó la patita después del 1 de
octubre, ya hizo su apuesta con la mano 'derecha', ninguneó la palabra y sólo
habló a los que cantaban '¡a por ellos!' en concentraciones ultras y en
furgones policiales”. Felipe como ídolo carpetero para groupies fascistas de
extrema derecha. Felipe como garante de la tarea previa que hicieron su
bisabuelo Alfonso XIII, tolerando el golpe de estado de Primo de Rivera, de su
abuelo, Juan presentándose voluntario para combatir con falangistas y nazis
alemanes o de su padre Juan Carlos, al aceptar la designación a dedo del
asesino dictador.
Felipe VI ha tomado
partido una vez más por una mitad de España. “La que ha tragado durante los
últimos 40 años con el gasto tan absurdo que suponía sufragar los caros
caprichos de una familia real, ha mirado para otro lado ante la dejación de
funciones y los líos de faldas que protagonizaba el ahora rey emérito o no ha
querido profundizar en las informaciones incompletas sobre comisiones y
amistades poco edificantes…”. Y reduce la persona del Borbón al hecho de que “un
óvulo permitió ser fecundado en tiempo y forma por un microscópico
espermatozoide. Nos lo pueden envolver con todas las cintas reales que quieran,
pero la realidad es así de mundana”. Un espermatozoide que, cuando ha crecido,
se ha limitado a ·hacer enjuagues y más enjuagues con militares y fascistas
para conservar el trono”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario