Protestas en Francia (corte de ruta en Caen) por el alza de los combustibles y los impuestos
¿Por qué esta gente está
ocupando las carreteras en Francia? ¿Es por la protesta de un acto terrorista o
por invadir un estadio de fútbol? Nada de eso. Es porque el salario de 1.498,47
euros al mes, no les da lo suficiente para vivir. Y porque, además, lo que
tienen que pagar más caro el gasóleo y gasolina, por lo que continúan las
protestas, manifestaciones y los cortes de ruta, contra el aumento de los
combustibles permitidos por Emmanuel Macron. Las movilizaciones
no han hecho cambiar de opinión al Gobierno. En una entrevista con el diario
‘Le Parisien’, el ministro para la Transición Ecológica y Solidaria, François
de Ruby, insistió en que no se alterará “la trayectoria prevista” en materia de
fiscalidad ecológica.
El alcalde republicano de
Troyes, el ex ministro de economía François Baroin llamó al gobierno “a
escuchar este mensaje de alerta profunda” que representa la manifestación de
los Chalecos Amarillos. “No puede hacer como si nada hubiese pasado. Los
Chalecos Amarillos no representan más que la clase media que está en plena
interrogación sobre su futuro, sobre su poder de compra. Ellos piden a Emmanuel
Macron que escuche”. Pero este sigue empeñado en su política y su índice de
popularidad continúa en caída libre desde principios de este año. Una encuesta
de Ifop para el periódico Journal du Dimanche indica que un 73% de los
franceses está muy o bastante descontentos con su presidente. Otras encuestas
dan porcentajes similares en los últimos dos meses. En
una entrevista de junio con el ministro francés de Hacienda, el periodista de
Der Spiegel se atrevió a decir que “Macron fue elegido para cambiar Europa”.
Con el veredicto actual de los sondeos, es probable que ahora se conforme con
metas más realistas. El Gobierno aseguró que no cambiará su rumbo con respecto
a su política fiscal y ecológica, a pesar de la movilización de los Chalecos
Amarillos que protesta por el alza de combustibles y éstos continúan con sus
bloqueos de rutas y amenazan con transformarse en desobediencia civil.
Por cierto, en España,
vivimos con un salario mínimo de 735 euros al mes, la mitad menos que el francés
y el español también está muy descontento porque la oposición no quiere
elevarlo a 900 euros que su Gobierne ha prometido para el año que viene. ¿Alguien
se imagina por un instante a los franceses, con este salario? En esos momentos,
seguro que los protestas llegaban no solo al Parlamento, sino que lo hacían
arder por los cuatro costados.
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