Juan Tortosa escribe en
Público (“Errejón, el sexto sello”): “Poco han tardado en el PSOE en lanzar las
campanas al vuelo tras conocer la noticia y a lo peor (para ellos) acaban
llevándose un disgusto. No está nada claro que la incorporación de Errejón y
los suyos a la carrera electoral le quite votos a Podemos. Quizás es más
probable que se los rebañe a la abstención, e incluso a los socialistas. Y
hasta a Ciudadanos, si me apuráis, dado el amplio espectro en el que se mueve la
sexta formación incorporada a la pelea, preconizadora esta de esa
transversalidad que parece no disgustar ni siquiera a los banqueros, los mismos
que hace cinco años no pararon quietos hasta conseguir crear un Podemos de
derechas. Total, que de dos partidos repartiéndose la tarta durante decenios
hemos pasado ya a seis formaciones distintas pugnando por seducir a una
ciudadanía cada día más escéptica y cabreada”.
Por su parte, Jordi Évole
recurre a su abuelo para opinar en Zeleb sobre Íñigo Errejón. “En días como
hoy, dice, me vuelvo a acordar de mi abuelo y su frase: ‘La izquierda solo está
unida en la cárcel’”.
Lo malo es que tal vez el
abuelo de Jordi Évole tuviera razón y estamos abocados a una España de
izquierda atomizada. O eso o volver al bipartidismo con Izquierda Unida,
poniendo la nota de color en el parlamento y convocando a cantautores a sus
mítines de barrio. El caso es que Jordi Évole no se fía de las elecciones del
10N y su incierto resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario