Tres cosas hubo ayer en Las
Cortes que me llamaron poderosamente la atención tras dos días de broncas y disputas
acaloradas entre un PSOE, apoyado por Podemos y otros grupos, y un PP, Cs y Vox
que lucharon hasta la extenuación por hacerse con el poder: el discurso de
Aitor Esteban, los aplausos y resistencia de Aina Vidal, una disputada herida por
un cáncer de hígado que no renunció a este pleno y el reconocimiento de Pablo
Iglesias , quien posteriormente acudió al programa El Intermedio y se declaró “llorón,
muy sentimental y a mucha honra”.
Pero empecemos con el primero. Aitor Esteban, portavoz
del Partido Nacionalista Vasco explicó ayer en el Congreso de los Diputados que
el Partido Popular, Vox y Ciudadanos comenzaron a expandir la idea de que “este
sería un gobierno ilegítimo”. Sólo hicieron falta 90 segundos para que Aitor
Esteban destrozara todos los argumentos de PP, Cs y VoX. “Ojalá la derecha
española se pareciese un poco al PNV y de paso aprendiesen algo de educación. Es
un flaco favor al Rey -dijo el político- y a su neutralidad constitucional.
Intuyo que no estarán muy contentos en Zarzuela, porque lo que han hecho con su
torpe defensa y sus reproches es identificar al jefe de Estado con su postura.
En definitiva, lo que buscaron fue enfrentar la jefatura del Estado con la
jefatura del Ejecutivo. Es curioso que, si hoy estamos todas y todos votando la
candidatura del señor Sánchez, es porque el Rey lo ha querido así. En la ronda
de consultas con las fuerzas parlamentarias en Zarzuela, ya era conocido el
acuerdo entre Sánchez e Iglesias, y, para no poner en peligro a España, el rey
podría haber optado por proponer a Casado, Abascal o Arrimadas, pero resulta
que propuso al supuesto felón, Pedro Sánchez. Según su lógica, qué
irresponsabilidad la del monarca…”.
Tras la Sesión de
Investidura, que tuvo momentos imborrables, consiguiendo Pedro Sánchez, por una
diferencia de dos votos, los apoyos necesarios para ser investido presidente del
Gobierno, también me llamó la atención la alegría con la que reaccionó el líder
de la formación morada, Pablo Iglesias. Después de protagonizar un simbólico
abrazo con Sánchez, se dirigió a hacer lo mismo con Pablo Echenique. Fue
entonces cuando Iglesias no pudo contenerse y se echó a llorar, en medio de una
tremenda ovación por parte de los suyos. Y, finalmente, el largo aplauso unánime
y de todos -excepto de Vox- a la diputada de los 'Comuns' Aina Vidal, que asistió al pleno
después de haber anunciado que le habían diagnosticado un tipo de cáncer raro y
agresivo. Vidal recibió palabras de cariño de parte de distintos oradores, empezando
por las del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quien se encargó,
después del pleno, de entregarle un enorme ramo de flores de parte de su grupo,
entre aplausos de sus compañeros y gritos de 'sí se puede'.
Después de más de ocho meses de bloqueo político,
España tuvo al fin, presidente del Gobierno. Y, de maneras, ajustada, y sin
sorpresas de última hora, vio la luz el primer Gobierno de coalición desde la
Segunda República.
Iglesias inicia su intervención con unas emotivas palabras para Aina Vidal.
INVESTIDURA | Las lágrimas de Pablo Iglesias.
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