La raca-raca de Teodoro Garcia, Casado y Cayetana
Alvarez en el Congreso.
Con ese título aparecido
en Público el sábado pasado, Juan Tortosa recordaba lo que está sucediendo en
la política. “No soportan -decía- que Sánchez, por culpa de la presencia de
Podemos en el Gobierno, se haya atrevido a promover medidas de gran calado
social con las que afrontar esta espantosa crisis. Ni en estos jodidos momentos
parece dispuesta la derecha a levantar pedal. Ni coronavirus ni gaitas, a
continuar con el raca-raca sin tregua así se caiga el mundo, que por cierto se
está cayendo, porque de lo que se trata es de conseguir dinamitar el gobierno
de coalición cuanto antes. Deprisa, deprisa, no vaya a ser que las medidas
anunciadas funcionen y queden en evidencia tantos años de mentiras
neoliberales.
E insisten sin
desaliento: “No hay que olvidarlo: la única diferencia entre la manera de
afrontar la crisis en 2008 y la de 2020 es la presencia de Podemos en el Gobierno.
Por aquel entonces, Zapatero no dudó en machacar derechos sociales, con el
célebre hachazo al artículo 135 de la Constitución, para plegarse a las
exigencias de los supercicutas europeos y priorizar la estabilidad en las
cuentas, aunque eso supusiera, como así fue, el incremento de la desigualdad y
la ruina para los más débiles. Las medidas adoptadas en el Consejo de Ministros
del sábado 14 de marzo, ¿habrían sido las mismas si no hubiera habido segundas
elecciones en noviembre y el Psoe estuviera gobernando desde el verano de 2019
con el apoyo de Ciudadanos? ‘Hay que echar a estos perroflautas del poder
cuanto antes’. Esa es la única obsesión, el único objetivo de una derecha que
no soporta ver a un señor con coleta ejercer con solvencia sus responsabilidades
como vicepresidente del Gobierno. Por eso, cada mañana, desde muy temprano,
empiezan a bombardear…
Tortosa nos recuerda que
los periódicos disparan desde primera hora sin piedad, así como las radios,
cadena Ser incluida… “¿Tendrá algo que ver con todo esto que el vicepresidente
se pronunciara a favor de la libertad de expresión que protege a los muchos
ciudadanos que por todo el país protagonizaron una contundente cacerolada el
pasado miércoles a la misma hora en que Felipe VI hablaba por la tele? ¿Sería
mucho aventurar que existe un movimiento coordinado para minar la cohesión en
el ejecutivo y propiciar un gobierno de concentración PP-PSOE, esa ansiada gran
coalición con la que los poderes de siempre llevan tanto tiempo soñando? No han
dejado pasar ni los primeros cien días –todavía falta un mes para ello-, ni
parecen dispuestos tampoco a respetar el momento tan complicado que estamos
viviendo. Guerra al coronavirus, sí, pero al gobierno de coalición, también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario