sábado, 18 de diciembre de 2021

Manolo Santana no fue el pionero del tenis patrio, sino Lili Álvarez.

 

Lilí Álvarez, la primera gran tenista española en Wimbledon.

Hace una semana, el pasado día 11moría Manolo Santana, considerado por muchos como el pionero del tenis patrio conocido internacionalmente, omitiendo por enésima vez a quién lo fue realmente. Nadie le quita mérito, pero, guste o no guste, la primera tenista española con méritos deportivos fue Lili Álvarez, polideportista, escritora y periodista española.

Lili Álvarez fue primera mujer española en participar en unos Juegos Olímpicos. Era patinadora y tenista y había nacido circunstancialmente en Roma, en 1905. Participó en los Juegos Olímpicos de verano de 1924, en París, pero allí ya no fue la única representante española, su pareja de dobles femenino fue la también española Rosa Torrá, la primera vez que la delegación española participaba con mujeres en la cita olímpica. Durante cinco años estuvo entre las diez mejores jugadoras del mundo y, cuando se retiró del tenis, había ganado 40 torneos, entre ellos, Roland Garros en dobles, siendo tres veces finalista individual en Wimbledon. Venció a las mejores jugadoras de su época como Suzanne Lenglen, Molla Mallory o Cilly Aussem. El juego de Álvarez fue inusualmente atrevido y el diario londinense Daily Mail la consideró una de las diez mejores jugadoras de tenis desde 1926 hasta 1931, siendo durante el binomio 1927-1928 la segunda mejor jugadora del mundo después de Helen Wills.

Pero, pese a ser aclamada en las pistas europeas, Lili Álvarez no contó con demasiado reconocimiento en España como ella misma afirmaba, en 1979, en una entrevista en El País: “Llegar a tu país y ver que no cuentas para nada en todo el movimiento deportivo, después de saber tu trayectoria, duele mucho, esa es la verdad. No sé; yo creo que debería ser algo así como la anciana del deporte femenino, pienso que posiblemente pudiera haber ayudado bastante a las generaciones de deportistas más jóvenes, pero... hoy no soy nadie. Nunca me han dicho ni ahí te pudras, y por eso no me asomo al tenis, pero tampoco me escondo”.

Lili Álvarez falleció en 1998, justo antes de recibir la Medalla de Oro al Mérito Deportivo que sus familiares dispusieron a título póstumo. Desde 2017 el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades de España, en colaboración con el Consejo Superior de Deportes, convocó el Premio Lilí Álvarez de periodismo deportivo para destacar los trabajos periodísticos que mejor contribuyeron a la difusión y defensa de la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito deportivo.

En Albacete tiene una calle en su recuerdo. 

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